Un año antes...

En el estruendo de la noche, una pareja entra al baño de la discoteca. No dejan de besarse, no parece que acaben de conocerse.

Los besos van muy subidos de temperatura, al igual que su alcohol en sangre.

Él la sube a la encimera del baño y la besa en el cuello. Ella solo gime. No está acostumbrada al sabor del alcohol.

Se miran a los ojos un instante, jadeando.

-¿No me vas a decir ni tu nombre?-le pregunta, susurrando, tratando de parecer sensual.

-Mmm...-hace que se lo piensa, jugueteando con el pelo de él-. Soy Rocío, encantada.

-Oh...-la coge de las caderas y la lleva entre besos al baño-. ¿Y es la primera vez que vienes aquí?

-Sí... No suelen gustarme mucho estos sitios, pero mi hermana me ha arrastrado porque es mi cumpleaños.

-Pues felicidades... Rocío-vuelve a besarla, pero ella se separa.

-¿Y tu nombre?

Él sonríe, hipnotizando a la pelirroja, con su bonita sonrisa.

-Soy Álvaro.

Ambos sonríen y continúan besándose. La ropa va desapareciendo y lo que ocurre entre ellos es historia.

En estos momentos...

Trato de moverme, pero no puedo. Estoy atada. Se acerca mi fin, o eso creo...

Los cuerpos a mi lado me asustan, pero no están muertos. Al menos, tengo la certeza de que ellos no son el asesino.

¿Quién es?

¿Y dónde está mi hermana? Hace mucho que no la veo.

Hay dos horribles opciones: el asesino la ha matado... o Rocío es la asesina.

¿Que cómo empezó esto? Tenemos que trasladarnos a unos meses atrás...