Unos minutos antes...

-Deja de mirar a tu hermana...-me reprendió Nair.

¿Pero qué quería que hiciera? Su novio le estaba comiendo los morros, en cualquier momento dejaría de respirar.

Fui a responderle, pero ya no estaba. Era la única que conociera que estaba cerca mío. Mis amigos estaban muy desaparecidos esa noche. Mi hermana se levantó de las piernas del rubio.

-¿A dónde vas?

-Voy fuera un rato. Quiero despejarme.

Normal, con los morreos que se pegan... Estará mareada y todo.
Salió fuera, pero corrió al ver quien estaba en suelo.

-¡Álvaro!

Él no podía ni hablar, bastante con conservar su respiración.

-Dios mío... ¿Qué te ha ocurrido?

-Que me acaban de apuñalar.

-Vas a perder mucha sangre... Espera.

Marcó emergencias y pidió refuerzos.

-Van a venir, tranquilo. Apoyate contra la pared.

Lo sentó contra la pared. Él estaba muy nervioso y respiraba entrecortadamente.

-No me voy a separar de ti en ningún momento, ¿vale?

Álvaro puso una débil sonrisa.

-No sé ni por qué haces esto.

-Porque te he metido en muchos líos, todo por mi culpa. A la hora de la verdad, te ayudaré en lo que sea.

-¿Rocío? Dice tu hermana que has salido fuera. ¿Dónde estás?

Era Carlos, pero Rocío no movió un músculo. Álvaro le preguntó con la mirada, pero ella negó, apretándole la mano.

Escucharon el sonido de la ambulancia y suspiraron. Pero también escucharon un disparo.

Los de la ambulancia empezaron a transportar a Álvaro a su interior, pero un enfermero le dijo algo que le heló la sangre.

-¿Qué deberíamos hacer con el chico rubio que se ha intentado suicidarse?

Rocío miró, Carlos llevaba una pistola en la mano. Lo subieron también, había sido un intento pero ¿era él el asesino? ¿Estaba enfadado con ellos?