En un coche, en el parking...

-¿De verdad es obligatorio que vaya?

-Por supuesto que sí, señorito. Si no se te hubiera ocurrido la brillante idea de quemar ese contenedor con tu amiguita Paula, esto no pasaría.

David se encogió de hombros. Había sido divertido.

Justamente en el coche de al lado...

-De verdad, Mary, no hace falta que vengas conmigo... No es la primera vez que soy profesor aquí.

-Ya, Alv, pero te voy a echar tanto de menos...-puso voz melosa-. ¿Me visitarás al Starbucks?

-Por supuesto-Álvaro sonrió y le dio un pequeño a su novia, justo antes de salir del coche.

En ese momento...

-¡Carlos, por favor!

-¿Qué pasa, madre?-el susodicho sonrió entre dientes.

-Tienes que dejar de fumar. Está mal. Y ya sabes que en Neverhood castigan muy duro estas cosas.

El rubio se encogió de hombros. No había nada que le hiciera cambiar...

En la placeta...

-No me puedo creer que me hagáis esto...

Dani gimoteaba mientras sus padres tiraban de él. Al igual que mi hermana, él no encajaba en un lugar como ese.

-Nos vamos de viaje, y dejarte solo sería muy peligroso, cariño...

Le pellizcaron las mejillas, estaba demasiado mimado.

En el vestíbulo...

-Sonia, te henos apuntado a las clases más avanzadas. Ya que tienes que estar en este horrible lugar, tus notas mejorarán considerablemente.

La morena sonrió a sus padres, un matrimonio demasiado interesado en el futuro de su hija, que era brillante.

Se giraron al escuchar a dos personas discutir... Sara y Nair, como siempre.

-¡Callate ya!

-No me callo.

-Sí.

-No, que va...-la rubia se obstinaba a lo que Nair le decía.

-Ya estáis igual. Madurad un poco, chicas...

Sonia rodó los ojos, ante la mirada asustada de sus padres. Sus amigas no eran el mejor ejemplo.

-¡Rocío! ¿Quieres esperar a que lo saquemos todo?

Mi madre gritó a mi hermana. Ella sólo trataba de escapar de la situación.

Nos dirigimos a la entrada. Sin saber que ese trimestre iba a cambiar nuestras vidas...

***

Q tal???

Sinceridad, os gusta?

Decid teorías!