Creo que siempre he estado mal de la vista, no veo las cosas como las demás los ven (Lo sé por que antes preguntaba , y me tomaban como loco), ahora he aprendido a verlas, pero sin tomarles importancia o por lo menos trato .

La mayoría de las veces es fácil ignorarlas y pretender que no están ahí (algunas veces creo que ellos también los ven, pero los ignoran como yo), no las veo muy claras y la mayoría de las veces es al mirar a lo lejos o pasar la vista rápidamente, cuando tratado de acercarme para ver mejor desaparecen (nunca estuvieron ahí, así que deje de ponerles atención).

Cuando era niño trataba de hablarles o de tocarlos (pero yo no puedo tocarlos y ellos tampoco a mí ), pero eso no evita que aveces me hagan señas, como si quisieran decirme algo. No sé que son y no quiero averiguarlo, no me hacen ningún daño, ni afectan mi vida severamente.

Lo que si sé con exactitud, es que solo aparecen en lugares oscuros, con poca iluminación o en sombras de objetos o plantas (si es de día ).

En el día son más fáciles de ignorar, por las noches y los días nublados, aveces me sorprenden de lo cerca que pueden estar, pero trato de restarle importancia y no mirarlos.

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Parpadean entre estar y no estar, muy a mi pesar son atrayentes e hipnotisantes , pequeñas masas amorfas que con el tiempo y mi imaginación van tomando forma (formas que trato de darles o reconocer de cosas o animales que conozco, mi mente juega conmigo o yo juego con ellos).

- Luis..

Salto un poco por el susto, mi compañera de trabajo, me esta llamando y por su tono puedo deducir que no es la primera vez.

-Si, necesitas algo?.

-Si, una factura no aparece, y las chicas de recepción afirman que si fue enviada y.........

Habla como es su costumbre, se queja de todos y dice que ella es la que trabaja más (mientras la sigo escuchando, no puedo evitar apartar la vista un poco, ahí está de nuevo, pero ahora a vuelto a comenzar, no tiene ninguna forma, es como si estuviera vibrando en su lugar).

- Luis!, me estas escuchando!.

Su tono un poco más fuerte, me hace mirarla.

- Claro, buscaré la factura, folio y fecha?..

Me entrega los datos que necesito, y antes de irse, me da un último comentario.

- Estas muy distraído, que tanto buscas?.

Se da la vuelta, para observar al mismo punto al cual yo veía tan concentradamente hace un momento, y al no ver nada, niega con el rostro.

- Estas en el trabajo, así que por favor concentrate.

- Claro, no te preocupes, en unos momentos, tendré lo que buscas.

Yo ya no la estoy viendo a ella o al punto oscuro de hace un momento ( tiene razón, no debería estar les poniendo atención cuando estoy en el trabajo), pero aveces no puedo evitarlo, especialmente si mi día es muy aburrido o no hay nada más que hacer.

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Son las 5 de la tarde ya es hora de irnos, todos estamos impacientes para salir de aquí, y si nos quedamos unos minutos más, nunca falta algo de último momento, esto es lo más emocionante de mi día, si sé que es nada, pero al estar aquí 8 hrs al día, sentado y moviendo las manos y gastándose la vista, salir es lo más emocionante.

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Al estar ya en la calle esperando el bus, me distraigo de nuevo, esta un poco nublado así que hay mucho donde escoger para mirar.

El que llama mi atención esta al otro lado de la calle, en una ventana de una casa, creo que esta abandonada, tiene demasiado polvo y grafittis.

Al fijar mi vista, comienza como todos a vibrar en su sitio, comenzando a tomar forma, estoy unos minutos con mi atención puesta en el cuando la lluvia comienza a caer, y busco un lugar para resguardarme (Oh!, lo perdí de vista, pero alcanzo un tamaño considerable y una forma más o menos definida), por suerte el bus llega no mucho después y puedo llegar a casa no tan mojado.

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Las noches son interesantes y un poco aterradoras, por eso duermo con un pequeño foco prendido, si no, no dormiría para nada (si, sé que no pueden tocarme, pero mi cerebro aún no supera los traumas de la niñez, cuando todo era más aterrador ).

Vivo solo en una pequeña casa rentada (al buscarla trate de que hubiera la menos cantidad de ellos aquí, por que hay lugares que están repletos en cada rincón, como la casa de mis padres).

Enciendo la pequeña luz y apago las más grandes, y al recostarme me quedo viendo el techo, escuchando el sonido de fuera, los autos pasan de ves en cuando, los perros ladran a lo lejos y el viento mueve las ramas de los árboles (hoy está todo muy calmado, y al parecer dormiré muy bien).