Taehyung apoyó su espalda contra la podrida madera mientras dejaba caer su cabeza a un lado, escuchando el murmullo suave del llanto de aquel chico desconocido al otro lado. A lo largo de todas las semanas, Tae a penas y había conseguido que el chico dejará de llorar contándole pequeños chistes que había copiado de Jin hyung. Tanto el chico como él, se habían asombrado por la presencia del otro.

El desconocido hablaba en japonés y sólo fue hasta varios días después, que comenzó a hablarle con un precario coreano.

Taehyung, en cambio, nunca pensó encontrar alguien que se riera de los chistes de Jin. Sin embargo, sólo se concentró en hacerlo feliz...

.- ¿Cuál es tu nombre? – preguntó sin desacomodar su postura una vez lo sollozos se fueron haciendo cada vez más inaudibles – Nunca nos hemos dicho eso.

Sintió la madera crujir bajo su cuerpo mientras se imaginaba al chico acomodándose contra ella, su cuerpo envuelto en la nubla del misterio apoyándose sin saberlo, contra el de Taehyung, quien lo sintió a su lado aún con la fría y roída madera verde de por medio. Quien, sin saber por qué, sólo quería abrazarlo y pedirle que nunca volviera a llorar.

Porque nadie ni nada merece tus lágrimas...

.- Mi nombre es Taehyung – se animó a seguir hablando cuando notó que el chico no iba a contestarle – Estoy estudiando fotografía... y soy bueno, de verdad – hinchó su pecho mientras un puchero brotaba involuntariamente – Mi mejor amigo, Suga hyung, dice que no debo dejar que se me suban los humos a la cabeza... él es un rapero y es muy bueno, algún día quiero subirme a un escenario con él pero no quiere enseñarme; además, está muy concentrado ahora en su carrera, estudia arquitectura – ni siquiera se dio cuenta en qué momento se movió, ahora recostándose sobre su hombro mientras acariciaba suavemente la madera con las yemas de sus dedos – Sé que nunca hablamos de cosas así pero quería contártelo... tengo muchos amigos pero él es el mejor de todos, vinimos juntos desde nuestra ciudad; si no fuese por él... no habría seguido nunca el camino de la fotografía. ¿Tienes un amigo así?

El silencio volvió a reinar y Taehyung por poco y se da por vencido.

.- Jimin... - la voz del chico sonó más rasposa que veces anteriores, seguramente por todo el esfuerzo que puso en contener su llanto ese día – Es mi amigo más preciado... sólo lo tengo a él.

.- ¡Hey! – se enderezó Tae, indignado – Ahora me tienes a mí.

Taehyung se mordió el labio inferior cuando una pequeña risa, muy suave llegó hasta él. Era diferente a las anteriores, mucho más sincera.

.- Si, así es... ahora te tengo a ti – la voz del chico se volvió dulce, como si aquello fuese una verdad muy apreciada por él – Mi nombre... es Jungkook.

Taehyung no necesitaba saber nada más que eso, no necesitaba que hablara de su vida o de Jimin o de cualquier cosa que pudiera causarle curiosidad. Sólo necesitaba eso para saber que el chico también confiaba en él. Jungkook... era un nombre hermoso.

.- Algún día, Jungkook... ¿podré atravesar la puerta algún día? – preguntó, girándose por completo y apoyándose sobre sus rodillas, dejó chocar su frente contra la madera – Entonces podría abrazarte cuando llores, podría consolarte mejor.

El silencio reinó después de su declaración y pronto sintió sus mejillas acalorarse por lo comprometedor de aquella declaración. ¿Lo había asustado? ¿Le había dado asco? Sabía que incluso a esas alturas del siglo XXI, había muchos chicos de su edad que sentían desprecio por personas como él... personas que amaban a su mismo género.

Sólo fue hasta que escuchó como se movía, que soltó el aire que estaba conteniendo en sus pobres pulmones de universitario vago. Se lo imagino, quiso hacerlo, acomodándose igual que él, sus rodillas sosteniéndolo mientras apoyaba su frente sobre la madera. Sobre la suya.

Y Taehyung lo sintió así, sin la madera de por medio... sólo sus frentes juntas.

.- Eso espero, Taehyung.