4.- Invierno de 1918.
Los siguientes tres días Suga hizo dos cosas: evitar a toda costa a Kim Taehyung e investigar hasta el cansancio sobre viajes en el tiempo. Pidió en préstamo 15 libros de la biblioteca de la universidad y los reviso de extremo a extremo mientras trabajaba en la solitaria tienda de música. Física, matemáticas, filosofía e incluso libros de literatura sobre viajes en el tiempo, investigó todo aquello que podía darle la más mínima pista sobre aquel extraño suceso.
Pero no encontró nada.
Lo único que había encontrado era la teoría de Stephen Hawking sobre cómo era posible una aceleración en las partículas y así adelantarse unos segundos en el tiempo sin embargo, aunque eso se consideraba viajar al futuro, el físico consideraba imposible los viajes en al pasado, mucho más, si hablaban de regresar casi 60 años atrás. En realidad, Yoongi ni siquiera sabía qué fecha se supone que habían ido.
Y no importaba en nada los extraños casos de personas que decían venir del pasado o del futuro, haciendo premoniciones que llegaron a cumplirse ni nada de eso; así que al final de los tres días, Suga concluyó que Taehyung y él habían ingerido algún tipo de droga alucinógena o similar, porque era imposible sólo el considerar la idea de que realmente habían viajado en el tiempo a través de una puerta.
.- ¿Sabes dónde está V? – Namjoon sonaba frustrado al otro lado del teléfono – Llevo días llamándolo pero no me contesta el teléfono, incluso sale la grabación de fuera de servicio y necesito que apruebe el proyecto de historia.
El teléfono de Taehyung, así como sus zapatillas y su mochila, se habían quedado en esa época. Suga sacudió su cabeza mientras atravesaba con rapidez los edificios abandonados que ocultaban de la vista la puerta y los muros que rodeaban la reserva, no tenía que ser un genio para saber que Taehyung estaría ahí.
.- Voy a verme con él justo ahora – le informó al otro mientras se detenía en los escalones de la primera vez, observando de lejos el perfil de su mejor amigo – Rap Monster...
.- ¿Qué, hyung?
.- ¿Crees qué V esté fumando marihuana? – Preguntó sin rodeos – Alguno de tus amiguitos de pronto le ha dado algo y...
.- Él no lo hace, Suga – respondió con simpleza el otro, incluso pudo imaginarse como alzaba los hombros en un gesto indiferente mientras hablaba – Ninguno de mis amigos le ha dado nada a V y que yo sepa, él detesta esas cosas.
Yoongi gruñó para sí mismo antes de colgar la llamada, sin esperar una despedida de parte del otro. No quería andarse más con rodeaos, leyendo hasta el cansancio cosas sobre moléculas, partículas, aceleración y quién sabe que otros términos que no entendía para nada y que, lejos de darle una respuesta, sólo le hacían confirmar más su idea de que definitivamente, se estaba volviendo loco.
Así que se encaminó hasta V, que se mantenía quieto frente a la puerta, luciendo abatido mientras con las yemas de sus dedos repasaban la podrida madera verde. Por un momento se sintió tentado de consolarle, porque el rostro angustiado de Taehyung siempre producía molestias en su pecho pero no podía hacerlo, no sin tener respuestas antes.
.- Aquí estás – fue lo único que dijo a modo de saludo, deteniéndose cerca del menor.
.- He venido todos los días por más de un mes – murmuró V, mirándole de reojo – Pero llevo tres días sin ir, tal vez... tal vez ya no pueda volver.
.- ¿Para qué quieres volver ahí? – trató de que su voz no sonara dura y cortante pero falló.
.- Él es mi amigo – se giró Taehyung a mirarlo, luciendo ya no angustiado sino compasivo, como si Yoongi fuese un niño pequeño a punto de hacer un escándalo – Y necesita mi ayuda, tiene hambre y pasa frío... ¿cómo no ayudarlo?
.- ¿Cómo sabes que es real?
Taehyung le miró en silencio, su rostro más relajado que antes y Yoongi quiso golpearlo, porque quería respuestas, porque no quería seguir dándole vueltas y vueltas a la posibilidad de que eso fuese real y él hubiese cometido un error que podía costarle la vida a otra persona debido al miedo. Prefería estar loco que tener que llevar a cuestas la imagen de ese chico lindo siendo golpeado en el piso mientras él huía.
.- ¿Por qué no lo sería? – Preguntó entonces Taehyung, sonriendo - ¿Por qué no podría serlo?
Suga quiso golpearlo, quiso borrarle a la fuerza esa sonrisita de suficiencia de su rostro porque odiaba tener que admitir que V estaba lejos de ser un chico tonto o simplemente raro, porque en realidad se trataba de una mente rápida y creativa que no era tan comprendida y Yoongi odiaba darle la razón, odiaba tener que admitir que tal vez y sólo tal vez, aquello podía ser verdad.
.- Quiero recuperar mis zapatos – soltó sin ponerse a pensar – Así que mueve tu culo y entremos ahí, V.
Taehyung negó mientras se giraba, volviendo a clavar sus ojos en la puerta.
.- No funciona así – comentó mientras sus manos jalaban la oxidada cerradura – Todos los días, justo al medio día, podemos entrar pero un minuto más o un minutos menos... no encontraremos nada.
.- V, déjate de mari...
.- Sé que no me crees, hyung y tampoco te pido que lo hagas – le cortó el menor mientras miraba su reloj, faltaba cinco minutos para las 12 – Simplemente, no huyas ni grites, no le ponga en peligro de nuevo.
Yoongi no el rebatió ninguna de sus palabras, porque ahí estaba, la sensación de culpa de la que había querido huir todos esos días mientras se convencía de que no podía ser cierto. Taehyung le jaló con suavidad hacia él mientras ponía sus manos en el picaporte roto de la puerta y la abría ligeramente. El reloj marcó las 12 en el mismo momento en que cruzaron la puerta.
La escena era igual a la de tres días atrás: un pasillo iluminado y decorado por tonos rojizos y dorados en ambas paredes, telas vistosas colgando hasta el suelo y murmullos del día a día que llegaban hasta ellos desde algún lado que Suga no reconocía. Incluso se vio tentado de caminar hasta el encontrar de donde provenían las voces, dispuesto a preguntar qué estaba pasando pero se quedó quito mientras Taehyung miraba de un lado al otro, buscando algo en el vacío pasillo, ansioso.
.- No vendrá - soltó de pronto el menor, su voz conteniendo el miedo – Eso quiere decir que le han hecho algo, si no viene es porque...
El sonido amortiguado de pasos los alertó mientras Taehyung le empujaba hacia un rincón del pasillo que permanecía parcialmente oscuro y cubrió su boca con su mano mientras ambos se mantenía a la espera, Yoongi incluso sintió los latidos acelerados de su corazón incrementarse al punto de poder sufrir un infarto cuando una figura fina se adentró al pasillo.
Vestía con ropas de tela negra: pantalones holgados, una camisa manga larga y tenía su rostro cubierto por una bandana negra que sólo dejaba a la vista sus oscuros ojos y su cabello negro desarreglado. Yoongi podía distinguir que no se trataba del chico anterior, Jimin; este era más alto y sus ojos no lucían tan agradables como los del otro. Lucía peligroso, ciertamente.
Taehyung dejó caer la mano con la que cubría su boca mientras salía hacia la parte iluminada del pasillo, su rostro completamente consternado. Suga quiso jalarle de nuevo hacia él, temeroso de que fuese alguien que no debía verlos pero V parecía hipnotizado. La figura envuelta en negro se detuvo, sus ojos abriéndose al notar a su mejor amigo unos metros más allá, Yoongi incluso pudo observar como las manos del otro temblaban, sus ojos apenas visibles abriéndose confundidos.
.- ¿J-Jungkook? – La voz de su mejor amigo brotó en un murmullo suave que retumbó en el silencio - ¿Eres tú?
Yoongi quiso gritarle que era estúpido hacer una pregunta así a alguien completamente encapuchado pero antes de poder hacerlo, el hombre de negro se quitó la bandana que ocultaba su identidad, dejando ver un fino rostro varonil de unos 18 años al descubierto. Sus ojos lucían menos peligrosos al observa el conjunto entero e incluso parecieron brillar cuando se posaron fijamente en Taehyung.
¿Ese era el amigo del chico lindo? ¿O era el chico lindo?
Para Suga, ciertamente, el chico lindo era ese llamado Jimin.
.- Aquí me llamó Tsubasa – fue lo que respondió el chico, sin moverse – Pensé que no volvería a verte, sempai.
Taehyung sonrió, mostrando todos sus dientes mientras sus ojos se volvían brillantes con ligereza, debido a algunas lágrimas. El chico de negro, que Yoongi no sabía cómo llamar, se acercó unos pasos más y realizó un breve reverencia como saludo, sonriendo también aunque mucho más tímido que su amigo.
.- He regresado bien – murmuró el chico, antes de deshacer la reverencia – Cumplí mi misión, sempai.
Antes de que V pudiera hablar, Suga ya había salido de la oscuridad, consiguiendo que el chico se echara para atrás y se tensara, sin entender quién era él; Yoongi quería decirle lo mismo, gritarle que no entendía qué estaba pasando y cómo se había vuelto a drogar pero antes de poder hacer o decir algo, el sonido de voces hablando en japonés les golpeó a los tres. Se escuchaban muy cerca.
El chico les indicó que guardaran silencio y se giró, sacando de uno de sus costados una brillante daga. Suga quiso gritar pero la mano de Taehyung se aferró a su codo mientras el chico a la ventana, mirando hacia afuera y en un pequeño asentimiento, V le jaló hacia el chico, que aún sostenía la daga en alto. Suga estuvo a punto de rebatir pero sus ojos divisaron a través de la ventana el jardín.
La nieve cubría parcialmente el suelo pero aun así había hombres caminando de un lado al otro, utilizando el uniforme café parchado del Japón imperialista y Yoongi tragó saliva, los hombres lucían relajados y sin notar aún su presencia en la ventana pero lo realmente perturbador en el cuadro eran las mujeres en kimonos que caminaban tras ellos, cubiertas en maquillaje y con rostros apesumbrados.
Mujeres de confort.
.- Debo sacarlos de aquí – dijo el chico mientras avanzaba hacia el pasillo de la izquierda, con ellos siguiéndole de cerca – Hoy habrá una reunión, yo debo prepararme, no sé dónde esconderlos – seguía diciendo el chico, hablando para sí mismo en un coreano poco fluido y algo tosco – Sempai, ¿pueden llegar al cuarto de Tokaro? Yo...
V asintió, dejando que su mano se posara en la muñeca del chico, que se tensó pero no retrocedió. Y sin ninguna otra apalabra, Taehyung le jaló por el pasillo, dejando el chico atrás. Suga no dijo nada a medida que recorrían el mismo camino de la vez pasada: los cuadros y la bandera japonesa seguían en sus lugares y Yoongi quería tanto tener respuestas; ¿aquello era real? ¿Estaban en Japón o en la Corea ocupada? ¿Cómo habían podido viajar del verano de Seúl al invierno de Joseon? ¿Aquello era simplemente posible? Antes de siquiera pensarlo, V ya le había empujado en el cuarto de aquel chico llamado Jimin.
Sus zapatillas deportivas estaban ahí, al igual que las cosas de V.
.- No debe de tardar – murmuró Taehyung, pegando su oreja al panel corredizo de la puerta a la espera – Jungkookie es más rápido que cualquiera.
.- ¿Quién es él? Ese tal Jungkook...
V se giró hacia él, mirándole con una sonrisa tímida y sus mejillas ligeramente coloreadas, tanto que Suga quiso golpearlo: .- Es el chico lindo, hyung.
.- ¿Y Jimin qué es?
.- ¿Ah? Jimin es un amigo al que conocí debido a Jungkook – V le miró confundido por la pregunta – Jungkook fue a quien conocí por la puerta, le escuché llorar ese día y cuando al fin la abrí, sólo había un pasillo oscuro y destruido. Tardé días en entender.
.- ¿Por qué les traes comida? – preguntó entonces, recordando las veces en las que V le pidió dinero para comprar enlatados - ¿Acaso no comen aquí? ¿Es por ello que querías investigar lo de las mujeres de confort? ¿Ellos son...?
.- ¿Nosotros somos qué? – la puerta se abrió, dejando ver al mismo chico de minutos atrás pero ahora vestido diferente.
El kimono verde pálido le cubría hasta los pies, sin dejar ninguna parte de su cuerpo a la vista y su cabello ya no lucía desarreglado, sino perfectamente alaciado hasta sus orejas, enmarcado su rostro ligeramente maquillado. Si Suga no le hubiese visto antes con la daga en la mano, nunca habría pasado por su cabeza que ese chico tan exquisito a la vista podría sostener un arma.
Jungkook se adentró en el cuarto, cerrando tras él la puerta y dejando escapar un suspiro mientras avanzaba hasta el tatami en el suelo y las cajas. A pesar de lucir arreglado, había un aura de cansancio y frialdad en él que producía escalofríos en Yoongi mientras lo veía moverse por la habitación.
.- ¿Dónde está Jimin? – preguntó entonces, temeroso de escuchar la respuesta.
.- En el sótano – respondió el chico sin dejar de moverse, escarbando entre las cosas y luciendo completamente indiferente – Está siendo castigado.
.- ¿Y estás aquí sin hacer nada? – le gruñó entonces.
Jungkook se giró, sus ojos siendo dos dagas brillantes y filosas que se clavaban en él mientras avanzaba unos pasos, Yoongi no retrocedió porque su orgullo no le dejaba doblegarse ante la imponencia del, casi seguro, más joven.
.- ¿Crees que puedo hacer algo? ¿Estaría aquí sí pudiera? Tokaro o Jimin, como quieras decirle, está recibiendo un castigo por no obedecer, aquí nosotros sólo tenemos una obligación: obedecer – entonces se giró hacia Taehyung, que había permanecido quieto y en silencio – Cuéntale, dile lo que nos hacen aquí y qué nos pasa si no obedecemos.
.- ¿Opio? ¿Le están inyectando opio?– preguntó en un susurro V y el chico calló unos segundos antes de asentir y volver a buscar entre las cosas.
Yoongi se quedó en silencio, evitando comenzar a gritar y caminó hacia su mejor amigo, dispuesto a tener respuestas de una vez por todas.
.- Dijiste que cumpliste tu misión, ¿de qué hablabas? – preguntó pero el chico no le prestó atención – V.
.- Jungkook y Jimin hacen parte de la resistencia contra la ocupación – le contó en voz baja el menor - Son jóvenes aún pero pueden hacer algunas misiones, ellos creen que yo...
.- ¿Por qué están aquí si son parte de la resistencia? – Suga no le dejo terminar y volvió a preguntar, todas sus dudas atragantándose en su garganta al mismo tiempo que trataba de reunir en su cabeza toda la información que tenía sobre la época de la ocupación – No deberían...
.- Porque tenemos una deuda – Jungkook le respondió, aún concentrado en buscar entre las cosas – No creo que ustedes, extranjeros, lo entiendan pero nuestras familias nos vendieron para sobrevivir y debemos pagar.
.- ¡¿Pagar?! – Suga alzó la voz, indignado por la tranquilidad en las palabras del chico, ¿cómo podía hablar así de su propia vida y su cuerpo? ¿Cómo podía no hacer nada si a su compañero le estaba castigando o lo que sea, en un sótano? No lo entendía.
El chico se giró, sosteniendo entonces un paquete de documentos en sus manos, sus ojos fijos en Taehyung tras él, quien se tensó, casi como si lo que el otro fuese decir ya lo hubiese escuchado antes, Suga no pudo evitar pensar que sí, que efectivamente ya lo había escuchado y que Jungkook no quería volver a decirlo.
.- ¿Tengo otra opción? Es obedecer o vivir encerrado mientras me vuelven un adicto al opio e igual van a violarme, ¿hay acaso algo más que pueda hacer? – Su voz brotó como un gruñido molesto – Lo único que puedo hacer además de obedecer es permanecer fiel a lo que soy, a mi país.
.- ¿Y cómo haces eso? – le preguntó escéptico, ¿serle fiel a un país que te había dado la espalda?
Jungkook sonrió, guardando el revoltijo de papeles amarillentos que había estado buscando en el bolso de V mientras sacaba las latas de comida y las tiraba contra el tatami, sus ojos escrudiñaron las latas con recelo, sin reconocer el idioma ni los vistosos colores de los enlatados.
.- Cumpliendo con las pocas misiones que puedo – murmuró – Como acabar con el general Hito, ayer, los sirvientes dirán que él me envió de regreso un día antes, luego de haber disfrutado por lo que pago.
.- ¿Lo asesinaste?
.- ¿Asesinar? – Preguntó con una sonrisa dulce en su rostro - Yo no lo veo de esa forma, para mí, se trata de limpiar mi país de japoneses.
Taehyung iba a decir algo pero la voz de una mujer que gritaba "Tsubasa – chan" detuvo cualquier palabra en su garganta mientras se tensaban. Jungkook se mordió el labio mientras le tendía la mochila a V y ambos tomaban apresurados sus zapatillas; los gritos de la mujer volvieron a oírse.
.- Es la madame, deben irse, deben... - el rostro del chico se desfiguró por un breve momento mientras alisaba su cabello con las manos y luego el kimono, empujándolos hacia la salida a pasos rápidos – Váyanse, sempais, no pueden verlos.
Taehyung asintió pero tomó por los antebrazos a Jungkook que clavó sus ojos oscuros en él, había una mezcla de miedo y rabia en ellos pero V pareció no notarlo mientras se acercaba de forma íntima con el de cabello negro, que no forcejó ni rechazó el contacto, incluso, parecía aliviado con ello. Suga sintió que estaba mirando una escena privada, algún tipo de comunicación entre ellos dos a la que no estaba invitado.
.- Cuídate – murmuró Taehyung mientras le soltaba – Tal vez no puedas escapar pero cuídate.
Jungkook asintió antes de girarse y perderse por el pasillo, Suga le escucho gritar en japonés pero no distinguió sus palabras antes de que comenzaran a caminar de regreso a la puerta, está vez se tomó el tiempo de memorizar los pasillos a la perfección, así como algunos de los grabados en las puertas, los buscaría una vez estuviesen de regreso en Seúl. No escucharon nada hasta llegar el pasillo pero el rostro apagado de V hacia todo el proceso más angustioso.
Yoongi abrió la puerta en silencio, no queriendo armar un alboroto como el del otro día, sin embargo, al cruzar al otro lado no se encontró con los edificios abandonados de la universidad sino con una calle repleta de pequeños puestos de comida y personas, Taehyung salió tras él y maldijo mientras un hombre en traje tradicional pasaba a su lado, jalando una vaca y levantando montones de tierra tras él.
Suga tosió, sin entender y V le jaló de regreso hasta la puerta.
.- Hyung, creo que nos quedamos atrapados en 1918.
*****************Hola**************
Este capítulo quedó largo, lo sé pero espero que haya sido más fluido que los anteriores.
Ya apareció nuestra galleta y Jimin desapareció pero creo, también se van solucionando algunas dudas y surgen otras, ¿no es así? ¿Hay algo que quieran preguntar o decir? ¿Lo que sea?
Por cierto, sobre la información de que las mujeres de confort eran drogadas, pueden entrar a ver el siguiente vídeo (la traducción a español no es la mejor pero se entiende, igual, está en inglés, si lo desean, comentenlo); es el testimonio de una mujer que fue esclava sexual durante la ocupación, ella ya falleció pero dejo su historia en audio, así que la voz que cuenta la historia es ella, de verdad. Eso les dará una idea de lo que sucedía con las mujeres de confort y lo que a veces, debían pasar.
https://youtu.be/nP7zSrT20JY
El vídeo es duro y cruel, creo pero... bueno... Otros datos se los iré dejando a medida que la historia avance y se hagan pertinentes.
Por favor, cuéntenme qué les parece.
Gracias por leer, votar y comentar.
PD. Cambio la sinopsis, ¿qué les pareció?
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