34.- Órdenes.
Advertencia: Escenas con contenido sensible.
.- Seguimos viéndonos amenazados, nuestras posiciones son vulnerables y seguramente están buscando este campamento.
.- No podemos dejar que nos sorprendan, necesitamos información. Saber qué tanto saben y así poder idear un plan para protegernos. Lo que menos nos conviene es tener que separarnos por el bosque o en los caseríos.
Sus manos le toman por los hombros cuando al fin está frente a frente, los ojos de Jimin buscando explicaciones que él no está dispuesto a dar, razón por la que prefiere empujarlo contra el tatami en todo el centro de la habitación contra el que cae porque no sólo es la fuerza que ha aplicado contra él sino también que sus pies se enredan con la tela que aun recubre un poco su cuerpo más pequeño que el suyo, el mismo cuerpo que ahora parece temblar desde su lugar en el suelo.
Siente las ganas de vomitar ante la imagen de ese cuerpo frente a él, sumiso por completo a sus deseos. Sacude en cambio la cabeza porque está ahí por una misión y Taehyung entendió hace tiempo que en la guerra y el conflicto es necesario el sacrificio, que hay misiones malas que deben hacerse sin cuestionar. ¿Qué bando en una guerra ha sido completamente bueno? ¿Qué ganador se ha convertido en eso sin haber derramado un poco de sangre?
Y esta sangre, se convence, es justa.
.- Te he dicho que te movieras... - su voz brota ronca, contenida por las diferentes emociones que lo atraviesan mientras se recuerda mentalmente la razón por la que está ahí, por la que hará lo que hará – No mereces que pierda mi tiempo contigo.
.- Que el traidor nos lo diga.
.- ¿El traidor?
.- El muchachito en la casa de placer, ¿no fue él quien entregó nuestra posición? Incluso cuando intentamos rescatarlo, se volvió en una perra de los japoneses.
.- Entonces hagamos que hable. Dejémosle claro que con nosotros no se juega.
Jimin ahoga un sollozo cuando siente el pie de Taehyung presionar en la parte baja de su espalda, obligándolo a que su frente toque del todo el tatami bajo él, sus rodillas sosteniendo la parte baja de su espalda ante los ojos del otro chico. Las lágrimas se estancan en sus ojos, su mente intentando comprender qué está sucediendo y por qué.
Piensa en que lo está imaginando todo, pero el miedo es real y su cuerpo sucumbiendo al temblor de los sollozos también mientras escucha como la tela del uniforme japones cae al suelo tras él. Quiere decirse que es sólo un mal sueño, que es una alucinación producto de la droga, pero cuando siente su cuerpo posarse sobre el suyo, su pecho desnudo y caliente contra su espalda temblorosa, Jimin está seguro de que todo está sucediendo en verdad.
.- Por favor... por qué... por qué...
Taehyung tiene una respuesta, un nombre que pugna por salir de sus labios cuando retira por completo la tela que cubre el cuerpo desnudo bajo el suyo, pero se restringe de hacerlo. No mancillará el nombre del menor en ese momento y se convence, una vez más, que Jimin no tiene derecho a volver a escucharlo tampoco.
¿Cómo no lo vio? ¿Cómo pudo confiar en las palabras de aquel anciano japonés? ¿Cómo pudo creer que Jimin pertenecía a la misma causa cuando incluso Yoongi lo supo durante aquel viaje? Taehyung se lo había negado, rechazó el creer lo que decían de Jimin, de la traición que causó tantas muertes de personas inocentes. Taehyung realmente quiso dudar hasta que vio a Jungkook asentir, incapaz de decir en voz alta que la única persona en la que había confiado por años, su vida y todo lo que era, se convirtió en un traidor.
.- Pero, ¿quién lo hará? Habrá que ir hasta donde esa vieja despreciable, pagarle... da simple asco sólo pensarlo.
.- Yo lo haré. Esta misma noche... lo haré.
Jimin niega con la cabeza, sollozando libremente cuando sus manos abren sus piernas, empujando sus rodillas hacia los lados con más fuerza de la necesario. Siente su piel estirarse de forma dolorosa y un escalofrío recorre su cuerpo ante la expectativa de lo que va a pasar porque lo sabe, claro que sí. Lleva años viviendo de esta forma y Jimin sabe qué pasará, cuál es la razón por la que Taehyung está ahí, sujetándolo de las caderas antes de recordarle con práctica que no es más que un simple muñeco usado.
.- Por favor no... no...
.- Depende de lo que me digas – es lo que dice Taehyung, su voz gruesa resonando entre la madera de las paredes – Dime lo que saben de nosotros, de nuestros campamentos.
.- No sé nada... no sé – niega, sus ojos cerrándose con fuerza cuando siente que algo impacta contra la piel de su glúteo, sabe que le ha cortado cuando siente el ardor de la sangre que comienza a derramarse - ¡Lo juro! ¡No lo sé!
Un nuevo golpe impacta contra su piel y Jimin reconoce que está golpeándolo con la hoja de una navaja fija que amenaza con hacer más cortes en él: .- Habla... sabemos que eres más que un esclavo aquí, sabes cosas... habla...
Jimin niega, sus manos cerrándose sobre los bordes del tatami: .- No... no sé... por favor...
Ninguno de sus ruegos, sin embargo, detiene que Taehyung deslice el filo de la navaja por su espalda, Jimin sintiendo que su piel se abre y ríos de sangre se derraman hasta el tatami claro que se empaña en un rojo oscuro. Los sollozos no se detienen, pero Jimin los controla con más facilidad cuando recuerda todas esas noches que pasó bajo las manos de la Madame, víctima de sus deseos.
Tal vez sí habla...
.- J-Jungkook no querría esto... - su voz se quiebra al mencionarlo y no sabe tampoco por qué lo hace cuando siente que su pecho se comprime de dolor al pensar en el menor.
Sí, Jungkook no querría algo como eso, pero su mente no tarda en recordar la voz fría y el gesto serio del menor cuando le dijo que podría matarlo, que no temblaría ni dudaría al hacerlo de ser necesario. ¿Lo merece? ¿Merece Jimin volver a ser ultrajado de esta forma por no haber encontrado otro camino para salvarse?
La voz de Taehyung está llena de rabia, su aliento chocando contra su oreja cuando la punta de la navaja se clava con más fuerza: .- Jungkook nunca lo sabrá.
.- Lo que tengas que hacer, hazlo. Necesitamos que hable, también necesitamos que pague.
.- ¿Es necesario, líder-nim?
.- Piensa en Jungkook, piensa en todas las veces que seguramente lo puso en peligro para poder salvarse. Tan sólo piensa en que Jungkook pudo morir sí tú no apareces para salvarlo y todo es culpa de ese traidor.
Taehyung empuja contra él con fuerza, tanto a él mismo le resulta doloroso a tal punto que rechina sus dientes, sintiendo el cuerpo rendirse bajo él, cayendo sin fuerza contra el tatami mientras sus pieles juntas se ensucian de sangre y sudor. Su mano se entierra en los cabellos del más bajo, evitando que intente levantarse, aunque no parece tener voluntad de hacer algo más que no sea quedarse completamente inerte.
.- Di lo que sabes y me detendré... - ofrece una vez más, empujando con más fuerza sus caderas, lo siente contener la respiración por el dolor así como ve sus uñas quebrarse debido a la fuerza con la que las entierra contra el borde del tatami, la sangre acumulándose bajo ellas - ¡HABLA!
Los sollozos y el golpeteo de sus caderas son todo lo que se escucha por largos momentos y Taehyung no se rinde, empujando su rostro contra el suelo con todo el impulso que puede. Intenta repasar todo lo que los hombres a su alrededor dijeron que debía hacer, cómo debía comportarse y qué le falta para hacerlo hablar. Su mente se desconecta de su alrededor, de los recuerdos, de los principios, de todo lo que no sean las palabras que le repitieron una y otra vez antes de salir del campamento.
.- Habla, maldito traidor – escupe contra su espalda, aún sin dejar de empujar contra él con toda la fuerza que puede, incluso sí también siente dolor.
.- Por favor... por... favor...
Taehyung le jala del cabello, levantando dolorosamente su cuerpo con su espalda crujiendo por la fuerza: .- Sino hablas... la daga de Jungkook será lo que te meta y eso dolerá tanto que no podrás hacer nada cuando vayamos por la siguiente persona porque lo sabes, ¿verdad? Sabes por quién irán...
Lo suelta entonces y así mismo retrocede lejos de su cuerpo lastimado, tomando el aire suficiente para inflar su pecho y calmar a su agitado corazón cuando ve la comprensión ante su amenaza atravesar el rostro de Jimin, que se encoge en su lugar, arrastrando la tela para cubrir en algo su ensangrentado y usado cuerpo.
Su imagen se clava en su mente, provocando que se pregunte sí así lucía Jungkook, su dulce y fuerte Jungkookie, cada vez que uno de esos hombres hacía con su cuerpo lo que desease. ¿Era esa la manera en cómo Jungkook los veía después? Una mezcla de rabia, odio y un miedo palpable. ¿Se había convertido en uno de ellos? Piensa en aquella noche en la que sus manos se llenaron de sangre, en el puñal que clavó en el abdomen de un soldado del que nunca supó el nombre.
Piensa en los que vinieron después...
Cuando lo ve acurrucarse en un rincón, llorando sin poder controlarse y con su cuerpo cediendo a los temblores es que Taehyung se pregunta qué ha hecho. Cómo ha podido él, un adorable chico de campo criado por una amorosa familia, lleno de sueños y de buenos deseos con el mundo, hacer lo que hizo. Se lo pregunta con dolor, con rabia hacia sí mismo porque sabe que no hay ningún disfrute dentro suyo, que no lo pensó, no lo sintió.
No, no es como ellos, no puede serlo. Taehyung no está allí porque lo desease, no pagó por placer. No es como todos esos hombres con los que se topó en la entrada que hablaban de una buena noche para relajarse, que compartían opiniones sobre las mujeres con las que iban a encontrarse en las habitaciones. Taehyung estuvo tenso, repasando lo que habían ordenado, lo que debía conseguir.
Pensando en todo lo que Jungkook seguramente sufrió y se expuso sin saber por la comodidad de Jimin, en que el menor nunca tendría porque saberlo y en que Yoongi tampoco debía enterarse nunca de esa misión. Pensando en que es inevitable cuando hay una guerra que las personas buenas hagan cosas malas con tal de proteger lo que consideran justo.
Lo ve llorar, sucumbir como el niño roto que Jimin fue desde siempre y se pregunta, mirándose las manos, qué fue lo que hizo, pero ya es demasiado tarde para arrepentirse por lo hecho: .- Habla... habla o irán por ella.
Lo escucha atentamente mientras se viste, tomándose el tiempo acomodar cuidadosamente el uniforme que no le pertenece mientras se graba lo que entre sollozos Jimin susurra. Se convence que es lo correcto, que no es más que una noche cualquier para el chico que permanece acurrucado, ensangrentado y lloroso, totalmente atemorizado. Se convence de que era Jimin o sería en un futuro de nuevo su Jungkook.
No, no lo permitiría de nuevo.
Piensa entonces que, a lo mejor, de quien no es muy diferentes es de Jimin. Ambos dispuesto a sacrificar a otro con tal de cuidar y proteger a quien aman.
Cuando al fin él deja de hablar, Taehyung no dice nada. Tomando aire para darse valor, se da media vuelta y sale de ahí porque ha dado el mensaje, ha obtenido la información que necesita y porque tiene una respuesta a esa terrible pregunta que lo está acosando. Una respuesta que vale lo suficiente para no odiarse un poco más de lo que ya lo hace desde que está atrapado en ese juego de tiempos y guerras.
¿Qué hice? Cumplí una orden.
Hola a todos,
Ante todo, muchas gracias por leerlo todo. Sé que es un capítulo difícil debido a su contenido y a los personajes involucrados, sin embargo, no deja de ser parte de la historia y debido a esto se vendrán más cosas. Por ejemplo, ¿alguien entendió a quién se refiere Tae con su amenaza?
Es importante además, porque se vienen cosas que van a mostrar como ningún "bando" es santo o bueno por completo. En cosas como estás, incluso las personas buenas hicieron cosas que pueden ser reprochadas y Taehyung no está exento de eso.
Muchas gracias por leer y por favor, déjenme sus opiniones.
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