3.- ¿Loco?

.- Así que tú eres... - los dedos de su mejor amigo se enterraron en su piel, haciéndole callar.

Yoongi quiso seguir hablando pero la mano de Taehyung se cerró con mayor fuerza en su codo mientras el chico frente a ellos comenzaba a mirar a ambos lados del pasillo con nerviosismo, casi incómodo, o más bien, temeroso. Suga gruñó con un sin número de preguntas rondando en su cabeza que necesitaba enunciar pero entonces la voz baja del chico irrumpió en el pasillo.

.- Karera wa hi hyōji ni suru hitsuyō ga arimas - comenzó a decir en japonés el chico mientras atravesaba el largo pasillo – Hai, hyōji ni shimas.

.- ¿Por qué mierda habla en japonés? – Se ofuscó Yoongi mientras Taehyung le jalaba, siguiendo los pasos del chico - ¡V! ¡He preguntado algo! – alzó la voz, lo que provocó que su mejor amigo se detuviera abruptamente y se girara hacia él.

.- Cállate, hyung – le susurró, tenso; el chico ya había desaparecido en la esquina izquierda al final del pasillo – No pueden oírte o habrá problemas.

Entonces Suga guardo silencio, el miedo en los ojos de Taehyung era abrumador.

Ambos avanzaron a paso rápido por el pasillo y V giro en la misma esquina que el chico sin ningún tipo de duda. Suga se dedicó a observar las paredes de madera, lucía como los pasillos de una casa tradicional: largos tablones de madera se perdían en el techo, donde las vigas daba una forma de arco invertido; algunas estaban adornada por cuadros en tela de prados verdes y océanos brillantes.

Un temblor recorrió su cuerpo por entero cuando reconoció en una esquina, colgada con todos los honores, una bandera blanca con un círculo rojo en el centro, que se extendía con rayos del mismo color hacia todos los extremos del manto blanco. Una bandera del Japón colonialista, se dijo a sí mismo mientras V seguía jalándole. Pronto, las puertas corredizas comenzaron a hacerse comunes a medida que giraban en unas cuantas esquinas más.

Las voces y las risas se habían silenciado también.

V giro una última vez y llegaron a un pasillo abierto, que daba a un pequeño jardín ornamental en el lado izquierdo, la nieva cubría como un manto elegante el suelo y el pequeño estanque rodeado de piedras estaba congelado. La escena le pareció a Yoongi algo digno de un drama de televisión mientras Taehyung se detenía, justo en la mitad del pasillo. La respiración de ambos era lo único que se escuchaba en todo el lugar.

.- Tae, qué...

V negó, indicándole con un dedo sobre sus labios que no debía hablar aún. Suga se soltó de su agarre y se cruzó de brazos, comenzaba a molestarse con todo el misticismo de la situación, no era una persona paciente y mucho menos se andaba con rodeos para decir las cosas, así que estaba llegando a su límite con todo el asunto. Sin embargo, antes de poder ponerse a gritarle a su amigo, éste corrió la puerta a su lado con un chirrido seco.

Taehyung le jaló de nuevo, adentrándolo en la habitación. Era un cuarto pequeño, de paredes ornamentales que estaban limpias de decoración, a excepción de una ventana en todo el lado contrario que permanecía cerrada por las dos compuertas de madera negra. Un edredón de flores silvestre se extendía en el rincón como cama y algunas cajas permanecían apiladas al otro lado. Era una habitación vacía y triste.

Taehyung detuvo su caminar nervioso y le indicó con un gesto de cabeza que se quitara las zapatillas húmedas y sucias mientras él lo hacía también. Suga obedeció sin rechistar y se las quitó de un empujón leve para luego dejarlas junto a las de su mejor amigo, observó con asombro unos cuantos pares de zapatos de tela negros, algunos rotos o descocidos en los lados.

.- V, quiero una explicación – gruñó en voz baja mientras se acercaba a él, que permanecía junto a la puerta, nuevamente cerrada – Y lo digo, muy en serio.

Taehyung asintió pero pronto el sonido de pasos y de voces inundó el pasillo, llegando hasta ellos como sonidos amortiguados. Suga no pudo evitar no tensarse mientras se acercaba más a la puerta, tratando de escuchar algo más. La voz de una mujer hablando en japonés llegó hasta él mientras una voz masculina pero mucho más suave, respondía monosílabos. Los pasos se detuvieron justo frente a la puerta de la habitación en la que permanecían.

.- Yūshoku no tame ni kon'ya o junbi suru koto o wasurenaide kudasai, Tokaro - kun - dijo la mujer, sonaba extremadamente autoritaria, tanto que Suga tembló imperceptiblemente en su lugar.

.- Hai – fue todo lo que dijo su interlocutor antes de que los pasos se reanudaran.

Una vez el silencio volvió a apoderarse de todo, la puerta se corrió, dejando ver al mismo chico de minutos atrás. Fue entonces que Yoongi pudo detallarle con minuciosidad: tenía el cabello negro que caí un poco más debajo de sus orejas, sus ojos oscuros eran delgados pero resaltaban debido a un delineado negro ligero en sus pliegues, sus labios eran gruesos y en forma de corazón y sus mejillas se asemejaban a las de una ardilla, ligeramente redondeadas.

Sin embargo, lo realmente desconcertante no era su rostro delicado sino su vestimenta.

Yoongi no podía considerarse a sí mismo un conocedor a profundidad de la vestimenta tradicional japonesa pero estaba seguro que el pliegue de tela que cubría el cuerpo del muchacho era ciertamente un kimono, y no precisamente uno masculino. La tela azul con líneas blancas, dando un acabado de diminutos cuadros, caía sobre los hombros del chico y le cubría hasta los tobillos, un cinturón negro enmarcaba su cintura poco femenina. Todo el conjunto le daba un aire etéreo al chico, que deducía, era un poco menor que él.

No había duda alguna de qué era un chico lindo pero...

.- Jimin, ¿ha habido algún problema? – Fue V quien rompió el silencio entre los tres mientras el chico se adentraba en la habitación - ¿Nos... nos han visto?

Suga esperó que respondiera en japonés algo similar a "no entiendo coreano" mientras se movía por la habitación pero el chico sólo sonrió, consiguiendo que sus ojos se volvieran dos líneas finas y que su rostro se iluminara aún más. Quiso decirle que su sonrisa era muy hermosa pero se tragó las palabras, sintiéndose patético. Era probable que el chico no entendiera coreano y sólo hablara japonés. Lo cual sólo hacía que más preguntas se sumaran a la lista: ¿cómo habían pasado de estar en Seúl-Corea a algún lugar de Japón?

.- Está todo bien, ¿entonces? – volvió a preguntar V, nervioso.

Yoongi iba a regañarlo, diciéndole que hiciera uso de su mínimo japonés pero la respuesta del chico, al parecer llamado Jimin (pero, ¿no era Tokaro?), llegó primero.

.- Esta todo bien, Taehyung – y volvió a sonreír.

Entonces, no importó que la sonrisa del chico iluminara mil estadios, Suga terminó por boquear sin entender.

.- La madame sólo me estaba diciendo que debo prepararme y preparar a los demás para la cena de la noche – siguió hablando el chico, que ahora deshacía el nudo de su kimono – Viene algunos generales importantes, así como el ex gobernador y quiere... bueno, eso.

El rostro de Tae se entristeció al mismo tiempo que el del chico.

.- ¿No hay nada qué hacer? – preguntó su amigo y el chico negó, deslizando la tela hacia el suelo y dejando ver su abdomen plano y los pantalones de tela negra que cubrían sus piernas.

.- Yo no entiendo qué está pasando aquí – consiguió entonces su voz Yoongi, completamente confundido con toda la situación, ¿se había golpeado la cabeza o algo así?

Los ojos de los otros dos fueron a dar a él, que permanecía de pie sin moverse y apenas respirando. El chico le dedicó una sonrisa tímida mientras se colocaba una camisa de tela ancha, parecida más a un poncho de lo grande que le quedaba. Taehyung se rascó la cabeza, sin saber cómo explicarle toda la situación.

.- Déjame los presento.... Hyung, él es Jimin – le presentó Taehyung al chico, que se inclinó en una reverencia – Y Jimin, él es Yoongi hyung, de quien te hablé.

.- Tu mejor amigo – asintió el chico – Yorochikun onegai shimas, Yoongi.

.- ¿Por qué me hablas en japonés si puedes hablar coreano? ¿No estamos es en Corea? ¿O qué rayos es este lugar? – Preguntó entonces, sin responder a la reverencia del chico – ¿Por qué esa señora te llamó Tokaro sí te llamas es Jimin?

Jimin se tensó visiblemente pero no respondió, sus ojos clavados en el suelo mientras retorcía la tela tosca y gruesa de la camisa que se acaba de poner. Yoongi quiso que dijese algo, que le explicara todo eso pero el chico sólo permaneció en silencio, claramente nervioso e incómodo.

.- Si nos escuchan hablar en coreano, Jimin tendrá problemas – terció V – No lo entiendes, hyung pero...

.- ¡Tienes razón! ¡No lo entiendo! – Alzó la voz, alarmando a los dos chicos debido a que alguien hubiese podido escucharlo, así que disminuyó el tono de su voz – Explíquenme sino quieren que grite.

V asintió y tomó aire: .- No sé cómo, hyung – murmuró y se acercó a él, hablando en silencio mientras el chico se hacía en el rincón, para no escuchar – Realmente no sé cómo pero digamos que la puerta, bueno... que viajamos en el tiempo.

.- ¡No me jodas! – Le gruñó, mirándolo como si le hubiesen salido dos cabeza a su mejor amigo, incapaz de creer en semejante disparate – Hace menos de media hora estábamos en la Uni...

.- Él no lo sabe, no lo sabe – le susurró el menor, cortando sus palabras que habían llamado la atención de Jimin, desde el otro lado del cuarto – Piensa que venimos de China, donde están los exiliados, no lo sabe.

Suga retrocedió, irritado.

.- Estás loco – fue todo lo que dijo antes de girarse y abrir la puerta de golpe.

V trató de jalarlo pero se soltó del agarre y camino a paso fuerte, saliendo hacia el pasillo. Creía recordar el camino por el que habían llegado, Taehyung salió tras él junto con el otro chico pero no hizo caso, caminando por los pasillos. Siguió el orden de los cuadros que había visto y pronto el ruido de risas y voces volvió a inundar los caminos, así que supo que estaba bien.

.- Hyung, en serio – susurraba Tae, detrás de él – No pueden vernos...

.- ¡Cállate! – le gritó, sin consideración - ¡Esto es una locura!

Pasos se acercaron con velocidad hacia el pasillo final, Yoongi observó la puerta por donde habían llegado y decidió no prestarle atención a la mirada aterrada de Jimin ni el rostro desconsolado de Taehyung. Solo quería salir de ahí y tratar de dilucidar qué mierdas había ingerido para tener tal alucinación. Sin embargo, antes de llegar a la puerta con V pisándole los talones, observó consternado como un hombre de uniforme café opaco llegaba al pasillo.

Mierda, eso era una uniforme japonés, casi podía jurarlo; durante las clases de primaria habían estudiado sobre el periodo de ocupación, la bandera del Japón imperial y sobre el Ejército Imperial Japonés: la camisa de café desteñido y los pantalones desteñidos a la cintura, las botas sin brillo y los guantes blancos, eran la prueba de que era japonés. Por un momento, se detuvo en seco, observando al hombre que miraba todo sin entender.

Fue entonces que Jimin (o Tokaro, o como sea que se llamase), gritó: .- ¡Corran!

Taehyung se dio la vuelta, observando con pánico como el hombre se lanzaba contra el cuerpo de Jimin, tirándolo al suelo. Yoongi estaba seguro que el hombre gritaba algo similar a "intrusos" o "atrápenlos" pero sólo alcanzó a ver como sus botas dieron con el cuerpo en el suelo, pateándolo con fuerza mientras otros soldados se asomaban al pasillo.

V fue más rápido que él y saltó hacia la puerta, abriéndola de golpe.

La mano de su mejor amigo se cerró en su muñeca y Yoongi cerró los ojos mientras sus cuerpos atravesaban rápido la puerta, lo siguiente que sintió fue su cuerpo chocando con el suelo frío al otro lado de la puerta. Taehyung se levantó de golpe y la cerró con fuerza, su respiración completamente errática producto de la descarga de adrenalina por toda la situación.

Yoongi giró sobre su cuerpo, tendiéndose sobre su espalda y observando el cielo despejado.

.- Hyung, no debiste... no debiste – la voz de V sonaba rota, rota por completo.

.- Estás loco – fue todo lo que respondió mientras se ponía de pie, el frío calando en sus huesos al darse cuenta de que el césped permanecía húmedo y él sólo iba en medias – Mierda, mis zapatillas.

Taehyung se alzó de hombros, él también iba descalzo y su mochila también había desaparecido, seguramente olvidada en aquella habitación. Yoongi se acercó a la puerta, tratando de abrirla antes de que V colocara el candado oxidado que la daba por cerrada. Su mejor amigo negó, buscando detenerlo.

.- No funciona así, hyung, por favor... - V volvió a negar, seguía luciendo abatido y angustiado pero Suga decidió obviar todo eso.

Yoongi negó y jaló una de las puertas de madera, abriéndola en seco, sin embargo, al otro lado sólo había oscuridad. El pasillo oscuro y tenebroso del día anterior, no había rastro alguno de la luz, de las risas, las voces y mucho menos del chico de sonrisa hermosa, simplemente se encontraba la oscuridad que parecía tragarse cualquier cosa que se atreviera a cruzar el pasillo.

Se alejó dando traspiés, completamente aterrado de la posibilidad de realmente, haber alucinado todo eso pero entonces, ¿dónde estaban sus zapatos? ¿Y los de V? ¿Y la mochila? ¿Cómo todo aquello podía ser producto de su imaginación? Más aún, estaba seguro que tras las muros no había nada más que la vegetación que daba a la falda de la montaña, ¿a dónde daba la puerta?

¿Podría ser que realmente...?

Yoongi sacudió su cabeza, confundido. Los viajes en el tiempo no existían, era improbables según la física, simplemente... observó los ojos aguados y brillantes de su mejor amigo. ¿V se drogaba? ¿Lo había drogado? Siguió retrocediendo, sin importarle sus pies fríos o los llamados suaves de Taehyung.

¿Se había vuelto tan loco como él? 



Aclaraciones: 

Frases: 

*Deben esconderse. ** Sí, debo esconderlos. 

* No te olvides de prepararte para esta noche, Tokoro - kun. 

* Muchos gusto. 


**************Buenas, buenas**************

Me animé a adelantar este capítulo porque ya llevaba una buena parte adelantada, así que aquí se los traigo. En serio, sé que la historia es rara es una mezcla de ciencia ficción e historia pero espero les guste porque siento que es algo diferente a todo lo que he hecho y de verdad, le tengo muchas, muchas ganas. 

Para quienes deseen ver cómo eran los uniformes japoneses del Ejército Imperial, sólo deben buscar en google imágenes, he tratado de describirlo lo mejor que puede pero igual, no queda mal que vean las fotografías de cómo eran. ¡Aún hay veteranos que salen con el puesto a la calle! Así que verán fotos a todo color. 

Para el próximo capítulo ya entraremos a los detalles históricos, así que iré aclarando lo pertinente y poniendo las fuentes correspondientes. Sin embargo menciono: Durante la ocupación japonesa, se instauró por ley imperial que la provincia de Joseon (Corea) debía hablar en japonés, escribir en japonés y tener nombres japoneses. Sólo por si les resulta confuso lo de los nombres y las frases. 

Ahora sí, cuéntenme qué les pareció. 

De verdad, tengo mucha ilusión con esta historia (la he planificado, investigado y bosquejado mucho), así que me gustaría que me dijeran qué creen, cómo les parece y cómo les gustaría. Sería algo muy, muy valioso para mí. 

Gracias a quienes ya me han comentado. 

Y, gracias por leer, votar y comentar.

Nos leemos pronto. 

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