29.- Premonición.
Capítulo dedicado a JustKimJeon, sé que lo esperaste mucho.
Una noche sin luna, no es capaz de recordar haber sido testigo de una antes.
Jungkook se movió despacio por el campo abierto, sus pies descalzos inmunes a las piedras y las ramas que hay en cada paso que da. Desconoce por completo dónde está o por qué está ahí, no hay recuerdo alguno de segundos atrás, de antes de verse rodeado por la oscuridad de una noche sin luna y sin estrellas, con el viento frío soplando entre las delgadas telas de su ropa y llevándose consigo las preguntas.
Caminó porque eso es lo que Jungkook hace mejor: no detenerse. Nunca lo ha hecho y nunca habrá razón para que lo haga. No teme a lo que exista en la oscuridad, considerándose a sí mismo una parte de ella luego de lo que ha significado ser Tsubasa, de la sangre derramada y de las cicatrices que perdurarán para siempre en su pálida piel, huellas de un sufrimiento que le arrastró a lo más oscuro de cualquier infierno.
No teme a estar ahí, no hay miedo en su interior ante no ver nada frente a sus ojos y no dejó de avanzar, buscando tan sólo un resquicio de luz, un punto de esperanza al cual aferrarse porque aprendió gracias a Taehyung que existen las oportunidades, que incluso la luz habita en la oscuridad y que él, el usado muñeco Josean, no está condenado a ella por siempre.
Sus pies, entonces no dejaron de dar pasos en una dirección desconocida, esperando en vano que el campo se ilumine de alguna forma y aclare para su vista el escenario que recorre. Pero la noche siguió siendo inmune a sus pedidos, a las preguntas que lanzó al aire esperando escuchar un sonido de regreso. Sólo le devuelve el espejo negro que es su cielo, casi tan negro como su cabello.
.- ¡JUNGKOOK!
El grito rompió con el infinito silencio, retumbando en sus oídos como un eco doloroso. Su cuerpo se giró de golpe, buscando en medio de la oscuridad de dónde venía, pero sólo sus ojos no captaron nada, desesperados por encontrarlo porque sabe de quién es la voz, reconoce el tono grave de su voz en el miedo que la empapa, el mismo miedo que de pronto comienza a tragárselo vivo porque no lo encuentra.
Porque Jungkook sólo quiere salvarlo, a costa de todo.
.- ¡JUNGKOOKIE, CORRE!
El grito provino del lado contrario, todos los nervios de su cuerpo erizándose con un escalofrío cuando se gira de nuevo, achichando sus ojos en vano porque no ve nada más que oscuridad. Su respiración se entrecorta cuando su corazón comenzó a latir más rápido de lo normal, producto de la desesperación que acecha dentro de su interior.
.- ¿Hyung? ¡¿HYUNG?!
Sus gritos se pierden en la noche, sin eco y sin fuerza como si fuesen tragados por el viento para no ser escuchados. Comenzó a moverse más rápido por el pasto, sintiendo las piedras y ramas rasgar la planta de sus pies, la cálida sangre resbalando hasta la tierra. No hubo dolor ni ardor, la desesperación predominando en todo él.
.- ¡VETE! ¡VETE!
El grito fue desgarrador, como sí Taehyung se ahogase en dolor con cada letra que escapó de sus labios. Para Jungkook no fue diferente, sintiendo el eco de su voz instalarse en su pecho y provocar un dolor que no se asemejaba a ninguno sentido antes, ni siquiera durante aquellas primeras noches en que su cuerpo fue tomado y lastimado al antojo de hombres desconocidos. Nada, absolutamente nada se comparaba.
.- ¡TAE! ¡TAE! – sus pasos se aceleraron, corriendo sin sentido por el amplio espacio oscuro que sus ojos no divisaban – ¿DÓNDE ESTÁS? ¡HYUNG!
.- ¡Kookie...!
El grito es amortiguado, reemplazado por un sollozo susurrante justo frente a él. No es consciente de que se ha detenido hasta que la luna aparece en el cielo, como una vela que encandila de golpe al ser encendida en la habitación más oscura de una vacía casa. Sus ojos se entrecierran, vislumbrando el paisaje a su alrededor.
Lo primero que sus ojos captan es el lago en la lejanía, el agua oscura fiel reflejo de la luna llena que ahora se alza en el cielo, las estrellas tímidas comienzan a brillar por cuenta propia poco a poco. Sus ojos acarician el contorno de los pétalos rosados que brillan bajo la luz de la luna, el fuerte tronco justo en medio del paisaje y sus gruesas ramas invitándolo a sentarse bajo su protección, dispuesto a esperar a Taehyung como lo prometieron.
.- Vete...
La súplica lo empujó de regreso al momento, su mirada bajando a la escena que ha estado frente a él desde el principio, pero que desconocía por completo. Dos sombras se perfilaron frente a sus ojos, definiéndose con el paso lento de los segundos, agudizando el dolor que se asienta en su pecho y le corta la respiración: Hay un hombre sosteniendo una daga en alto, su rostro sumido en las penumbras de la noche mientras con su mano libre sostiene el cabello de Taehyung, que permanece arrodillado en el suelo, con la cabeza gacha justo a sus pies.
.- Taehyung, no... - su voz se pierde en el viento, una ráfaga llevándose los pétalos de las flores en el aire – Hyung...
Los ojos de Taehyung se alzaron lentamente, la sangre corriendo desde su cuello hasta abajo, un río de ella formándose hasta sus pies, son sus ojos, sin embargo, los que le paralizan en su lugar, su mirada vacía de cariño calando en lo más profundo de su ser: .- ¿Por qué, Kookie?
Sólo es capaz de desear llegar hasta él, de tomarlo entre sus brazos y alejarlo del hombre que aún sostiene la daga en alto, quiere ponerse en su lugar y recibir el golpe mortal por él. Jungkook no teme a ello, jamás temerá ponerse en ese lugar sin con ello se asegura que el mundo sea testigo de la sonrisa del mayor y de su bondadoso corazón.
.- ¿Por qué...? ¿Por qué lo has hecho, Kook? – Taehyung preguntó de nuevo, sus labios cerrados, pero su voz retumbando en el campo.
.- ¿Qué he hecho? – susurró, desesperado – Dímelo, hyung... lo arreglaré.
Taehyung sacudió su cabeza en respuesta, sus ojos desviándose un poco lejos de él: .- Ya no hay nada que hacer...
Sus ojos captaron entonces el cuerpo en el suelo, un charco de sangre lo rodea y parece brillar cual líquido escarlata bajo la luna, única testigo de su momento. El cabello negro está revuelto, hay mechones arrancados y que flotan en la sangre que comenzó a coagular alrededor del ropaje oscuro del cuerpo. Jungkook quiso preguntar quién es, pero la respuesta llegó antes de incluso formular la pregunta.
.- ¿Por qué...? – Taehyung se arrastró, soltándose del agarre de la figura desconocida para sostener entre sus brazos el cuerpo inerte, el rostro pálido quedando al fin al descubierto ante sus ojos – ¡¿POR QUÉ, JUNGKOOK?!
Sus ojos vislumbran su propio rostro, pálido y con los ojos abiertos sin vida en ellos. Hay sangre en la comisura de sus resecos labios y moretones en sus mejillas que oscurecen con los segundos. Jungkook retrocedió un paso sin notarlo, estupefacto por la imagen de la sangre que empapa al mayor, de sus manos sosteniéndolo con fuerza contra su pecho, de su propio cadáver frío e inerte. De su cuerpo muerto entre los brazos del único hombre que tiene el derecho de sostenerlo.
.- ¿QUÉ VOY A HACER YO SIN TI?
.- ¿Cómo...?
La pregunta brotó sola, la luz de la luna iluminando al fin la figura ensombrecida frente a él: la retorcida imagen de sí mismo en ropa negra, con los moretones más rojizos que morados, con el cabello revuelto y una daga sostenida en el aire. Las manos de Taehyung de pronto se aferran a sus piernas, las mejillas del mayor empapándose de lágrimas y su boca abriéndose en un ruego insostenible.
.- No, no lo hagas...
.- Eres tú o yo, hyung – reconoció su propia voz vacía, carente de sentimiento mientras sus ojos se detenían en el rostro de Taehyung, su mano libre acariciando su mejilla sucia de tierra y lodo seco – Ambos sabíamos que no podías salvarme... sempai.
La daga bajó en el aire con fuerza y rapidez sorprendentes, enterrándose en la pálida piel que pronto se vio abierta de un tajo de lado a lado, una cascada de sangre salpicándolo incluso en la distancia, gotas de su propia sangre caliente bajando por su mejilla mientras observó su cuerpo ceder y caer de rodillas, la daga rebotando en la tierra empapada ahora. Su cuello una fuente inagotable de la sangre que era derramada junto a las lágrimas de Taehyung.
Hasta que no quedó nada, ni sangre ni lágrimas.
El viento le provocó un escalofrío, sus brazos rodeando de inmediato su cuerpo mientras abre los ojos y descubre que está frente al tronco del árbol de cerezo. Los vestigios del invierno muriendo para que los brotes de las flores comiencen a notarse. ¿En qué momento llegó ahí? ¿Fue todo un sueño? ¿Una pesadilla? Jungkook llevaba muchos años sin soñar, sin que imágenes acudan a la oscuridad de su mente llena de dolor y rabia, ¿por qué entonces ahora volvían? ¿Qué le daba el derecho de soñar?
.- Es muy tarde ya, ¿no debería estar en su carpa? – la voz desconocida le sobresaltó, provocando que girase a la defensiva, sus brazos aún rodeando su cuerpo, pero con el alcance suficiente como para tomar la daga en su cadera en segundos – Jungkook, ¿no?
El hombre frente a él lució una expresión amable, su rostro con gestos familiares le resultó atractivo y había algo en su mirada que Jungkook no fue capaz de definir en ese instante. Su cuerpo se relajó instantáneamente, como sí lo reconociese de algún momento antes, pero en realidad, nunca antes lo había visto de cerca.
.- Soy quién dirige el grupo – la voz es afable, su tono casi fraternal mientras los ojos del hombre se desvían de su cuerpo hacia la copa del enorme árbol – Así que cuando te vi aquí de pie no pude evitar preguntarme por qué no dormías. Aunque tu tobillo ha sanado, lo mejor es que te recuperes, no ha pasado más de dos semanas desde que llegaste.
.- Creo que no podía dormir – mintió, sus ojos también fijándose en las hojas que nacían y los capullos en las puntas de las ramas – La primavera se acerca, ¿verdad? Nunca he sabido bien cómo reconocer cuando llega...
.- Será bella – respondió el hombre, sonriendo de una forma extraña que acrecienta la nostalgia que ahora se asienta en su estómago – Vengo aquí a recordar, ¿tú?
La sorprendió la rapidez con la que comenzó a tratarle de manera informal, pero hace acaso omiso de ello cuando recuerda lo que ha vivido momentos atrás: .- Supongo que una pesadilla me ha traído aquí...
.- ¿Un pesadilla? – el hombre se giró, dedicándole toda su atención - ¿Ha sido así?
Jungkook sacudió su cabeza, incapaz de alejar las imágenes de su mente: .- Se trataba de hyung, yo no podía...
.- ¿Hyung? – el hombre le interrumpió, curioso – ¿Te refieres a Kim Taehyung? He visto que son cercanos, ¿cómo hermanos?
.- No... - sacudió su cabeza ante la sola idea – Tuve una vez un hermano, pero ya no recuerdo como era. Hyung es... mucho más que eso.
El silencio se instaló por un instante, el hombre dedicándole entonces una sonrisa comprensiva y empática: .- Entiendo. ¿Soñaste que algo malo le pasaba a tu hyung?
Jungkook asintió, sus manos comenzado a juguetear entre ellas mientras su mirada se perdía entre el cielo y la silueta del árbol que resguardaba su promesa. Recordó entonces el anillo que golpeaba contra su pecho, justo a la altura de su corazón y que le recordaba que Taehyung lo acompañaba ahí donde fuese, que nunca más estaría solo mientras lo mantuviese sobre los latidos del corazón que vivía por él.
Sólo por él.
.- Yo no podría... - susurró entonces, sus manos perdiéndose entre sus ropas para sacar de ellas el anillo que colgaba de una delgada cadena, sus ojos ahora fijos en él – Yo no podría vivir sí algo le sucede a él... Así que, yo no dudaría.
El hombre frunció las cejas, confundido a la vez que le observó quitarse el anillo por sobre su cabeza, sosteniéndolo ahora en la palma de su mano: .- ¿Cómo dices?
Jungkook no respondió de inmediato, su brazo blandiéndose en el aire contra el árbol y el anillo resplandeció bajo la luna justo antes de que la cadena se enredase en una rama tan alta que parecía querer tocar el cielo con sus puntas. Sus ojos se quedaron fijos en el anillo, pronto la primavera lo cubriría con sus hojas y flores, pero el permanecería ahí como la prueba fehaciente de una promesa irrompible.
Nos encontraremos, hyung... aquí te esperaré para siempre.
.- Si se trata de salvarlo a él, no dudaré en cortar mi cuello.
Hola a todos.
Aquí vengo yo con este capítulo, un poco más corto de lo acostumbrado, pero debido a lo importante que es, decidí no mezclarlo con otros acontecimientos. ¿Qué opinan? ¿Les gustó?
Supongo que es evidente por qué es importante lo que aquí pasa, empezando por el título del capítulo y la canción que elegí (que la AMO). :v Pero no digo más, ahora quiero leer sus opiniones.
Cuéntenme todo.
Gracias por el infinito amor.
Posdata: Aprovecho para agradecerle con el corazón en la mano a Paulis_L23 por este hermoso regalo. Los invito a que la busquen en Instagram como dokidoki_sv.
Su trabajo es precioso, tan sólo miren esta belleza:
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top