10.- Nunca más.


¿Alguna vez has sentido que todo frente a ti se rompe?

Es como si el mundo dejara de girar un solo instante, como si todo a tú alrededor se congelara por una pequeña fracción de suspiro y tú tienes la oportunidad trágica de apreciar todos aquellos detalles que se escapan al ojo humano. Detalles tan insignificantes pero maravillosos como la dirección de las gotas de lluvia o la sonrisa que se estira hacia el lado izquierdo.

El problema, sin embargo, es que ese tipo de momentos casi nunca te permitían apreciar lo bello, sino que parecían estar hechos para que fueses testigo directo de los peores momentos, de aquellos instantes en los que un corazón se rompe o un sueño se destruye para siempre. Como si aquello que pudiese detener la vida no son los pequeños golpes de felicidad sino los huracanes de tristeza, de definitiva tragedia.

Yoongi lo sintió.

Sintió el tiempo detenerse mientras todo cobraba un especial y macabro sentido a su alrededor, sus ojos fijos en como Taehyung caía de rodillas, sus manos aferrándose a la roída madera y sus gritos quebrando su voz, él quebrándose entero al ser consumido por la oscuridad, por la definitiva resolución de haber sido arrojados de regreso a su tiempo sin quererlo, sin poder evitarlo.

Sin Jimin y sin Jungkook.

Se vio así mismo, como abstraído de su propio cuerpo, arrastraba a Taehyung de regreso a la luz, la puerta chirreando al ser abierta y su mejor amigo convertido en una muñeca inerte que solo sollozaba, sin forcejear ni resistirse, tan solo reducido a un llanto desgarrador y desesperado. La luna estaba en su máximo esplendor cuando ambos atravesaron la pesada puerta verde, iluminándolos mientras era testigo de lo rotas que estaban sus voluntades y sus almas, todavía sin entender la situación.

¿Qué había pasado? ¿Por qué...?

¿Por qué habían regresado?, Yoongi apenas y tuvo tiempo de preguntárselo antes de que Taehyung se levantara, lanzando su cuerpo entero contra la puerta y cayendo dentro de nuevo, su voz ya sin fuerza mientras seguía llamando a Jungkook y Jimin en la oscuridad, esperando tal vez, que alguno de los dos brotara del pasillo roído, que la risa inundara sus oídos ahora asfixiados por el silencio.

Sin embargo, nadie respondió a sus gritos y la oscuridad no menguó, la puerta siendo solo un portal vacío de algo de antaño que nunca les había pertenecido. Taehyung se arrastró hacia el exterior, sus ojos mirando todo con terror mientras Yoongi apenas y conseguía sostenerse y recuperar el aliento, todavía perdido en la ambivalencia de la confusión.

.- Hyung, no... - susurró entonces el menor, su frente golpeando con la tierra mientras enterraba sus uñas en ella, ahogando los gritos que pugnaban desde su pecho por ser liberados, ya su garganta demasiado adolorida – Le fallé... les fallé...

.- Tae...

.- No, no, no – repetía en una especie de letanía el menor, sus manos enterradas en la tierra mientras la sangre brotaba de ahí donde se levantaban sus uñas, arrancadas de golpe mientras él seguía aferrándose al suelo – Por favor, hyung... por favor...

Pero, ¿qué era lo que le pedía? Yoongi a penas y podía consigo mismo, todavía sobrecogido por el golpe de emociones de esa noche, aquello de lo que había sido testigo, golpeaba a su mente en ráfagas de dolor: Jimin y Jungkook sobre el suelo, con sus cuerpos siendo profanados, el llanto silencioso de aquella anciana en un rincón, Taehyung matando a un hombre...

¿Cómo podía vivir luego de ser testigo de todo eso?

.- Hyung... - Tae se arrastró hasta él, sus manos sucias de sangre ajena y propia se anclaron a su camisa mientras los ojos aterrados de su mejor amigo le miraban a la espera de una ayuda que no podía darle, que nunca podría darle – Por favor, por favor...

Yoongi negó, cayendo a su lado y tomando sus manos entre las suyas, quería curarlas, quería borrar de ellas todo el sufrimiento que atravesaba el cuerpo de Taehyung, que le quebraba de tal forma que no podía reconocer en él nada de lo que siempre había sido, de lo que tanto adoraba. ¿Cuánto de Taehyung se había quedado con Jungkook?

.- No puedo, Tae... - le susurró mientras le abrazaba, escondiendo su rostro lloroso en la curvatura de su cuello y acariciando los cabellos sucios del menor con todo el amor que pudo encontrar en sí mismo – Lo siento, lo siento...

Y ninguno de movió, solo la luna como testigo de lo rotas de sus almas mientras permanecían arrodillados sobre la tierra, sosteniéndose como podían el uno al otro mientras las preguntas se acumulaban sin respuesta, sin nada que les consolara.

5 meses después.

La vida, misteriosa y cruel, volvió a su cauce tras esa noche. Y ninguno de los dos puso reparo en ello, demasiado dañados para luchar contra la inevitable verdad de que el mundo seguía girando, aunque ellos quisiesen que se detuviese, aunque quisiesen solo un pequeño momento para recomponer sus mentes inestables para poder seguir y no pensar más en aquello de lo que habían sido testigos.

Sin embargo, se habían visto obligados a seguirle el ritmo a la vida y Yoongi descubrió con premura que, lo que para ellos habían sido solo un breve momento, unos cuántos días, había sido en su realidad casi tres semanas y que tanto él como Taehyung había sido considerado como desaparecidos cuando nadie tuvo ninguna noticia suya.

Tres semanas... lo que para ellos habían sido dos días.

La policía había hecho muchas preguntas y nadie dio respuestas, incluso les dieron por muertos, desaparecidos en la bruma de la ciudad sin dejar rastro. Y para cuando los dos se arrastraron con esfuerzo convaleciente esa mañana, Yoongi sosteniendo a un agotado y sangrante Taehyung mientras las luces de un nuevo día en la Universidad inundaban los pasillos y las aulas de clase; era como volver de la muerte.

Tantas preguntas y ninguna respuesta que pudiesen dar sin que les considerasen unos locos, sin que sus amigos y familias les mirasen como si hubiesen perdido por completo el sentido. Al final del día, Yoongi solo atinó a decir que se había perdido en el bosque, en las faldas de la montaña. Y nadie, tal vez por temor, refutó eso.

Y la vida siguió.

La universidad dio por terminado el semestre y sus amigos planearon salidas y viajes, sus familias regresaron a sus sitios de origen y los trabajos se retomaron donde habían sido dejados. Tanto Yoongi como Taehyung enfrentaron el espejo a su manera, cada uno cargando con aquel secreto como les era posible, callándolo y enterrándolo en lo más profundo de sí mismos. Como si nunca hubiese pasado.

Como si Jungkook y Jimin jamás hubiesen existido.

Y por un momento, por un breve espacio de tiempo y espacio, fue así.

A Taehyung le tomó largo tiempo recuperarse, su mente había quedado inestable y en una especie de limbo pasivo-agresivo que aprendió a canalizar con ayuda de medicamentos y terapia, y a lo largo de los meses, había regresado a ser el niño risueño que hablaba con animales y árboles, contándoles su vida como si fueses sus más íntimos amigos.

Y olvidó.

Yoongi se vio tentado muchas veces a preguntarle, a saber, sí había vuelto a caminar hasta la puerta y llorado con la frente apoyada en ella, como los primeros días tras su regreso, cuando ambos habían ido hasta ella justo al medio día, esperando abrirla y encontrarse con aquel pasaje en el tiempo, esperando poder volver a ellos, pero sin lograrlo nunca. Hasta que ambos dejaron de ir y poco a poco, día a día, Taehyung olvidó.

Olvidó el llanto, el terror, la culpa. Olvidó a Jimin, su sonrisa y como arrugaba los ojos cuando la luz daba directamente en ellos. Olvidó a la anciana a quien había sostenido contra su cuerpo, queriendo darle calor y protección mientras la noche se cernía sobre los tres. Y Yoongi estupefacto, pero sin poder hacer nada, lo vio olvidar a Jungkook poco a poco.

Hasta que Jungkook desapareció de su memoria.

Sin embargo, con Jungkook se habían ido otras cosas. Las cosas que hacían a Kim Taehyung lo que era... y Yoongi tuvo la certeza angustiante de que aquel que ahora sonreía y hablaba con objetos y animales no era más el chico brillante y exasperante de su mejor amigo sino una cáscara vacía, un Taehyung en automático. La pregunta de aquella noche mientras lo veía llorar devastado, le golpeaba de vez en cuando, pero seguía sin poder responder.

¿Cuánto de Taehyung se había quedado en el pasado?

Él, por otro lado, apenas y sobrevivía con los recuerdos. Con los nombres de ambos tatuados en su piel, desesperado por encontrar respuestas. Desesperado por hacer algo. Había leído, había investigado y había sentido que todo se escapaba de la punta de sus dedos mientras las preguntas se hacían más grandes y los misterios más insalvables. Mientras observaba el brillo desaparecer de los ojos de Taehyung junto con sus recuerdos.

Y ahora, cinco meses después, volvía a estar tras el mostrados de la tienda de música, limpiando algo que había limpiado ya diez veces esa tarde mientras pasaba las páginas de un libro de introducción a la teoría de la música. Un grupo de niñas cuchicheando en un rincón sobre el nuevo grupo de moda y el sonido del ventilador como única música de fondo.

La vida había seguido y Yoongi se había cansado de luchar contra ella.

Entonces el tintineo de la puerta siendo abierta le obligo a alzar la mirada solo para encontrar a un sonriente Taehyung observar el estante novedades con curiosidad. El grupo de niñas en el rincón se giró para observarlos con atención, de pronto encantadas con el perfil pulido de su mejor amigo, quien no había notada que de pronto era el centro de atención.

Y antes de que el mayor pudiese bajar la vista de nuevo a su libro, Taehyung ya había perdido el interés en la música recién llegada la tienda y había dado media vuelta hacia él, su enorme sonrisa geométrica podía notarse a kilómetros y por un momento Yoongi se vio transportado al pasado, cuando no tenía por qué preguntarse qué se escondía tras ella, cuando nunca se le hubiese ocurrido que los viajes en el tiempo eran posibles.

.- Hyunggg – el menor avanzó hacia el mostrador, apoyando sus codos en él y dejando su barbilla descansar en sus manos juntas, en un gesto que pretendía ser tierno – Yoongi hyunggg...

Suga suspiró antes de darle un sorbo al batido que tenía junto a la caja registradora y clavar sus ojos en el menor: .- ¿Qué?

.- Invítame a comer a lo que termines tu turno, hyung – sonrió para él mientras mecía sus pestañas en un afán de ser lindo – Por favor, hyunggg...

.- ¿Por qué debería de hacerlo? – preguntó no muy convencido.

Taehyung bajo las manos y estiró sus labios, repentinamente serio y pensativo: .- ¿Por qué he tenido una pesadilla? ¡Si! Eso, anoche no pude dormir bien debido a ello... así que invítame a comer, hyunggg...

.- ¿Una pesadilla? – pregunto, sintiendo un escalofrío subirle por la espalda.

.- Si – respondió mientras sacudía la cabeza enérgico – No recuerdo mucho, solo que estaba en la oscuridad y alguien lloraba.

Yoongi se enderezó, de repente sintiéndose caluroso mientras observaba a Taehyung con atención, su amigo no parecía ciertamente afectado por ello, pero sabía, de alguna por sabía, que había todavía en el fondo del menor, algo escondido sobre lo que había pasado meses atrás. No podían evaporarse, así como así, no cuando parece que se había quedado enterrado su corazón en el pasado.

.- ¿Alguien lloraba?

Taehyung volvió a asentir, ahora robándole un poco del batido antes de contestar: .- Un chico, estoy seguro – respondió con normalidad – Por un instante, creí que decía mi nombre pero luego sólo eran sollozos – se alzó de hombros, restándole importancia – Entonces, ¿si me invitarás a comer, hyung?

La sonrisa de Taehyung le cegó por un instante... ¿era posible?

.- Si.


Holi... 

¿A qué no se esperaban eso de los cinco meses? ¿Cierto?

No se me desesperen que es parte importante de la historia, una especie de transición. Pero cuéntenme, ¿qué opinan? ¿por qué creen que no pudieron volver en ese momento? Y ahora, ¿sí podrán? Y más importante aún: ¿por qué Taehyung olvidó? ¿Querrá volver?  

En todo caso, muchas gracias por la espera y la paciencia. 

Y agradecería infinitamente sus comentarios sobre la historia, en serio. 

Gracias también a KookieMar por el apoyo y motivarme a subir el capítulo hoy. <3 

AMOR PARA TODOS. 


Ah, y por último, minialienv me nominó al siguiente Tag, así que ahí vamos:

1.- ¿Cuál fue tu juguete de pequeña? 

R: Mi primer juguete fue un peluche de Minnie Mouse que me dieron el día que nací y todavía hoy, 21 años después, lo tengo en mi cama. 

2.- ¿Tu serie animada favorita? 

R: Animada estadounidense: South Park. Anime: Naruto. :P

3.- ¿Dulce favorito? 

R: Amo con todo el corazón el chocolate. 

4.- ¿Cómo eras cuándo pequeña?

R: Era tímida y retraída. No tenía amigos y me costaba hablar con las personas, simplemente me quedaba sentada en los descansos, hablando conmigo misma o mis muñecas. Nunca hice mayor travesura ni nada de ese estilo. Además, siempre se han burlado de mí por mi cuerpo, lo que me hacía una niña muy pero muy insegura y triste. 

5.- ¿Qué miedo tenías?

R: A las bajadas demasiado empinadas. Y todavía lo tengo. 

6.- ¿Quién era tu amigo imaginario?

R: Mi ratona de peluche, solía hablarle en las noches o llorarle. 

7.-  ¿Cuál fue el logro que obtuviste de niña? 

R: No recuerdo ninguno en particular, siempre fui buena en los estudios y premiada por eso pero nunca los he considerado un logro, más bien una carga. 

8.- ¿Qué cambiarías de tu pasado? 

R: No lo sé. Supongo que hay muchas cosas que quisiera cambiar o que me hubiese gustado hacer o aprovechar pero no suelo pensar en ellas, principalmente, porque lo hecho y dicho ya está y no van a cambiar. Me hubiese gustado ser una niña más feliz porque así sería una adulta más feliz pero ya no se puede hacer nada. 

9.- ¿Qué le dirías a tu yo del pasado? 

R: Nunca, nunca, les demuestres que te duele. 

10.- ¿Tu recuerdo favorito de la infancia? 

R: No tengo ninguno, o más bien, no se me viene ninguno a la cabeza. Como ya he dicho, fue triste y no precisamente por falta de amor ni nada de eso, siempre he tenido a mi familia conmigo pero era más de soledad, de sentirme sola. Diré entonces, que mi recuerdo favorito es alguno donde mi hermano menor esté presente. 

Y bien, ese ha sido el tag. No nominaré a nadie porque soy mala en esto pero espero que les haya interesado saber un poquito más de mí y que, quien quiera hacerlo, es libre.

Ahora así: AMOR PARA USTEDES. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top