🎼9no

DoHwan siguió parloteando al otro lado de la línea mientras SeokJin se sentó en la punta de su cama y observó a ese hermoso ángel dormir pacíficamente.

Dios.

TaeHyung no estaba allí realmente. No su cuerpo. Sólo su alma.

- ¿Quieres que lo haga por ti? -preguntó DoHwan de repente.

SeokJin parpadeó confundido-. ¿Qué?

- Conseguirte la información sobre el chico en coma. La habitación, horarios de visita ¿Lo necesitas, no? -preguntó atento.

SeokJin iba a responder, pero TaeHyung repentinamente despertó y se sentó en la cama luciendo glorioso y hermoso. Resplandeciente y para nada real. Por supuesto que no, si bien era semi corpóreo gracias a estar cerca de SeokJin, él jodidamente no era real. No estaba allí, su cuerpo yacía en otro lado. Y SeokJin tenía que pensar como enfrentar esto y decirle a TaeHyung la verdad.

- Sí -respondió, viendo embelesado como el chico peinaban su cabello enmarañado y le sonreía adormilado-. Consigue la información y envíala a mi teléfono cuánto antes, por favor -susurró.

DoHwan conocía demasiado bien a SeokJin como para no preguntar que sucedía.

- ¿Estás bien? Te oigo extraño, algo apagado -dijo sin dar tantas vueltas.

SeokJin suspiró, él iba a responder pero TaeHyung gateaba por la cama hasta llegar a él y besar sus labios. Sutil. Suave. Dulce. Irreal. SeokJin gimió y suspiro y algo dentro de él comenzó a doler.

- ¿Jin? ¿Estás con alguien? -la voz de su amigo era lejana.

- Buenos días -susurró TaeHyung con esa sonrisa hermosa de la que el chico era dueño.

- DoHwan tengo que colgar. Te llamaré luego, lo prometo -susurró dejando caer el teléfono en la cama.

Sus ojos se humedecieron sin su consentimiento y TaeHyung frunció el ceño confundido. Estiró su brazo y acaricio el rostro del escritor.

- ¿Pasó algo malo? Te ves apagado -cuestionó con congoja.

SeokJin relamió sus labios e intentó sonreír, pero fue inútil, así que otro suspiro abandonó sus labios. TaeHyung puso esos ojos de cachorro con mirada herida no entendiendo que le sucedía al castaño. Pero considerando que quizás era difícil para el tipo expresarse, no tuvo mejor idea que tomar el rostro de SeokJin entre sus manos y besarlo otra vez, pero de forma profunda.

Parte del escritor quería detener al chico y ponerlo al día. Explicarle lo que estaba sucediendo. Incluso decirle que lo que sentía no era en absoluto real porque él no estaba allí. Pero las almas a su lado era tan reales como cualquier otra persona. TaeHyung era tan real como si estuviera en carne y hueso allí. Nunca sintió que su don fuera bueno en esto de dar fuerzas y volver corpóreo otra almas y espíritus, pero como agradecía la cicatriz en su alma que permitía sentir a TaeHyung de esta forma.

Tan real. Tan intenso, SeokJin se dejó llevar cuando la lengua del chico se entrelazó con la suya en su boca y permitió que vestigios de la pasión de anoche se colará en sus huesos. Recordando la sensación en su cuerpo, los besos en su piel. ¿Cómo podía esto no ser real? Mierda.

TaeHyung era tan intenso, receptivo y desesperado por él. Tan dócil abriéndose para SeokJin, recibiendo su cuerpo sobre el suyo. Excepto que no era su cuerpo lo que estaba con él. Pero su piel era suave y dulce en los labios y lengua de SeokJin. Lo estaba besando completo. Sus labios mordieron los de TaeHyung y el chico gimió suavemente. Tembló debajo de su cuerpo y se dejó hacer y deshacer. Entregando su cuello para que SeokJin marcará allí y SeokJin lo hizo. Chupo, mordió, marcó y TaeHyung tembló y gimió cada vez.

El chico seguía completamente desnudo, su polla dura. Su cuerpo vibrando.

- Hagámoslo otra vez, por favor. Por favor -pidió clavando sus uñas en los hombros de SeokJin, intentando quitarle la camisa liviana que este se había puesto al levantarse-. Así, por favor. Estoy estirado de anoche. No dolerá.

SeokJin estaba enterrado en el pecho del chico, besando allí, jugando con un pezón hasta que reaccionó de su nube de lujuria y se detuvo. TaeHyung tiró de él hacia arriba, tomando sus labios otra vez en otro beso desgarrador y necesitado, llevando sus manos ansiosas a la parte baja de SeokJin. Dios, su polla estaba dura, él estaba inmerso en este momento escalofriante.

- No, no... -susurró desorientado.

- No me va a doler -dijo TaeHyung agitado besando sus labios y su rostro.

- No debo... No, Tae. Espera, no puedo hacerte esto -susurró.

TaeHyung no entendió, aún ansioso intentando desnudarlo otra vez-. No harás nada. Prometo que resistiré. No me va a doler. Y mi padre no tiene porque saber que aún estoy aquí.

SeokJin se le quedó viendo en shock. Era hermoso, cabello negro enmarañado. Labios hinchados, mejillas rosadas. Piel canela. La luz opaca del ventanal le daba un brillo especial.

- Por supuesto que no dolerá. Ni siquiera deberías de sentir -susurró anonadado-. Ni siquiera estás aquí.

TaeHyung se detuvo confundido. Su ceño se frunció y miró a SeokJin con suma atención-. ¿Qué...? ¿Y eso que... Qué significa?

SeokJin sintió sus ojos humedecerse una vez más, no había querido decirlo de esa forma. Jodidamente, no así. TaeHyung se alejó y se cubrió con la sábana, SeokJin se sentó en la cama fregando su rostro y echando su cabello hacia atrás. El chico lo miró un momento en silencio con el pánico pintando sus hermosas facciones. SeokJin apenas pudo verlo a la cara cuando notó que sacudio la cabeza en negación.

- Tae-...

- No lo digas -rogó el chico con voz temblorosa, SeokJin suspiró y lo miró-. Mierda -dijo sin aliento-. ¿Estoy muerto?

- No.

- ¿Cómo que no? -se apresuró a preguntar con cierta cólera en su tono de voz.

SeokJin relamió sus labios y se puso de pie con manos en su cintura y de espalda al chico respondió-. El cuerpo que HyunWoo quiere es el tuyo -con otro suspiro y tomando valor, giró sobre sus talones mirando a TaeHyung fijamente. El chico estaba tapado con sus sábanas, sentado con sus rodillas sobre su pecho-. Estás en coma desde el accidente.

El silencio sepulcral y el sonido de la lluvia era lo único resonando en ellos junto con todo el revoltijo de emociones que TaeHyung comenzó a sentir. Sus ojos húmedos, sus brazos aún rodeando sus rodillas.

- ¿Nunca te diste cuenta? -susurró TaeHyung apenas audible.

SeokJin tomó valor de acercarse y sentarse a su lado-. Las sensaciones que tengo contigo se confundieron un poco -dijo con honestidad, logrando que TaeHyung lo mirara-. El escalofríos que sentí cuando te vi, fue diferente. Ligado a otro tipo de sensaciones -admitió con una sonrisa triste-. Tu presencia es muy diferente. Nunca antes me crucé con un alma que este entremedio. No te sientes igual en absoluto. No pude reconocerte, lo lamento.

TaeHyung parpadeó, mirándolo fijamente-. Eso es porque yo te gustó -dijo con una sonrisa tan dulce como rota.

SeokJin agachó la cabeza-. Lo haces y te prometo que vas a despertar.

TaeHyung suspiró, fregó su rostro y gimió frustrado-. Carajo. Eso explica porque tengo algunas lagunas.

SeokJin frunció el ceño-. ¿Lagunas?

TaeHyung relamió sus labios asintiendo-. No recuerdo cuando despierto o cuando duermo, excepto por esta noche contigo -admitió sonrojado-. No le dí importancia. Ahora entiendo que mi padre no me habla porque en realidad no estoy ahí. Se siente horrible la consciencia que acabo de ganar, pero tendría que haberlo sospechado.

El chico hablaba en un puchero que destrozaba a SeokJin por dentro. No pudo evitar levantar el rostro de TaeHyung empujando su mentón cuesta arriba para conectar sus miradas.

- No podrías haberlo hecho. Estás confundido -susurró.

TaeHyung relamió sus labios una vez más y los ojos del escritor habían vagado unos segundos por ellos.

- Es que cuando comenzaba a sentirme extraño y exhausto creyendo que la relación con mi padre estaba desecha, te ví -susurró-. La ironía de eso fue sentirme vivo por primera vez en mucho tiempo de no saber cómo carajos encajo en este lugar.

SeokJin apretó sus dientes y no tardó un maldito segundo en enredar sus dedos sobre las hebras de cabello esponjado de TaeHyung y atraerlo por otro beso. Era tan increíble como irreal. El chico estaba ahí con él. Estaba ahí.

TaeHyung respondió a ese beso con la misma ferocidad que se le estaba dando. Con la misma intensidad y perfección que SeokJin estaba infringiendo en él. Un beso perfecto. Tan dulce como amargo. Hasta que el escritor se alejó dejando a TaeHyung desorientado y sonrojado.

- Es demasiado real -susurró TaeHyung con ojos húmedos-. Ahora entiendo porque las almas se aferran a ti -su voz era un hilo delicado a punto de romperse. SeokJin aún lo sostenía de su nuca-. Es una locura, me siento tan vivo.

- Estás vivo -dijo SeokJin casi con rudeza, mirándolo fijamente-. Lo estás. Vas a despertar ¿Me oíste?

TaeHyung asintió con letargo y poca fe, hasta que él teléfono de SeokJin recibió una notificación que los sacó a ambos del momento tenso y miserable. Cuando miró el mensaje, toda la información sobre TaeHyung, el hospital y habitación en la que reposaba le llegó en un mensaje por parte de DoHwan.

El chico miró también la pantalla-. Es a dónde va mi padre cada día ¿No?

- Seguramente -poniéndose de pie se enredaba con la camisa de TaeHyung en el suelo. Con un estado de sorpresa se inclinaba y tomaba la prenda ¿Hasta donde llegaba el poder que SeokJin daba a las almas debido al casi sacrificio que su padre hizo con él?

- Ahora entiendo porque visto con la misma ropa hace un tiempo -dijo la voz del chico, cuando SeokJin lo miró, TaeHyung ya no estaba desnudo ni sentado en la cama.

Estaba vestido, como llegó la tarde anterior y como si nada de pie junto a la cama.

- Lagunas -repitió sin inflexión en su voz-. Sólo apenas existo y ya. Con razón no recuerdo cómo me vestí, como llegué a dónde llegué. Dios, ni siquiera existo, solo estoy entremedio como la nada misma -una risa seca salió del chico, pero SeokJin se precipitó en su dirección.

- Hey, Tae -tomando al chico por los hombros, lo obligó a mirarlo-. Voy a solucionar esto. Te prometo que no va a suce-...

Repentinamente TaeHyung gimió, sus piernas débiles. Su cabeza con una fuerte punzada de dolor en su sien y en la nuca. Y por primera vez, SeokJin vió como la imagen del chico tuvo una leve descomposición. Cómo si estuviera viendo televisión y la señal se perdiera repentinamente. Incluso el peso de TaeHyung sobre él disminuyó, sintiendo la misma nada. Hasta que el chico volvió a sentirse pesado entre sus brazos.

Estaba más pálido.

- ¿Estás bien? Mírame -dijo desesperado, TaeHyung tenía sus párpados pesados, una de sus manos sostuvo su rostro-. Mírame, Tae -rogó con su corazón acelerado.

- Estoy aquí... Casi -susurró el chico.

- ¿Este es el malestar que mencionaste? -preguntó, la piel del chico estaba más pálida.

Asintiendo, TaeHyung lo buscó con la mirada-. Aún así, estoy seguro que no fue tan fuerte -dijo.

En ese momento, el teléfono de SeokJin sonó una vez más, tomándolo sin soltar a TaeHyung y sentando al chico en la cama, abrió el mensaje.

"Me acaban de actualizar que su estado va en deterioro. Anoche la función cerebral del chico fue extraordinaria, sin embargo ha comenzado a empeorar hace unas horas. Demasiado débil, poca circulación en la sangre... Tiene algunos movimientos reflejos, pero aún así, es preocupante".

TaeHyung relamió sus labios y miró a SeokJin-. ¿Cuando lo harás? -susurró su pregunta.

- Mañana la luna estará en su punto más alto. Necesito algo tuyo y algo de HyunWoo, pero antes tengo que-... -SeokJin apretó sus labios.

TaeHyung lo miró un momento-. ¿Vas a ir a verme?

SeokJin asintió-. Si tu cuerpo está deteriorándose, es algo sobrenatural. Estoy seguro y necesito dejarte un amuleto. El mismo que te dí, pero necesito dejar otro cerca de tu cuerpo, para protección.

TaeHyung parpadeó, repentinamente buscando en sus pantalones dicho amuleto y por supuesto allí estaba.

- ¿Cómo-...? -preguntó confundido.

- Te lo di personalmente, no vas a perderlo. Está ligado a tu alma, por eso no has visto a HyunWoo estos días. Pero esta recaída deja en claro que su alma está merodeando cerca de tí. Su vibra oscura, su alma en pena puede deteriorar tu cuerpo y la función del mismo. Necesito encontrarte y poner uno cerca de tí cuánto antes.

Pasando saliva y asistiendo, SeokJin tocó su rostro una vez más para indicarle que se vestiría. TaeHyung lo miró en todo momento no queriendo perderlo de vista, hasta que tenía todo listo para salir juntos.

- El ferry de la isla tiene horarios fijos, podrías tomar el de las tres. Aunque no llegarías para el horario de visita -mencionó TaeHyung, caminando cerca del escritor.

SeokJin se veía férreo y decidido-. Lograré entrar aunque no llegue al horario de visita.

- ¿Cómo? -preguntó el chico con un puchero.

- Buscaré la forma. No te preocupes -respondió acelerando el paso, con su mano en la cintura de TaeHyung-. Necesito ir al centro por cosas para el ritual luego de verte -dijo cuando estaban en la puerta de la casa de TaeHyung.

El chico estaba en un pequeño shock, parado y sin moverse. Eso puso impaciente a SeokJin.

- Tae...

- Lo sé. Lo siento, mi padre deja una llave por las dudas -respondió agachándose y buscando detrás de la maceta en la puerta una roca hueca que tenía la llave dentro-. Toma.

SeokJin la tomó y apresuró las cosas, cuando estaban dentro, siguió a TaeHyung a su habitación en silencio, hasta que el chico se paró frente a una caja de madera con detalles hermosos.

- La hizo mi madre meses antes de que el cáncer se la llevará -mencionó TaeHyung señalando la caja, SeokJin se acercó y la tomó, abriendo la misma con cuidado-. Las pulseras de amistad de la esquina eran de HyunWoo y mía. Cuando dijo que sentía cosas por mí accedió a devolverla porque significaban amistad y él no tenía ese tipo de sentimientos -dijo con un puchero-. ¿Eso servirá?

SeokJin tomó ambas pulseras y asintió-. Por supuesto -sus ojos se centraron una vez más en TaeHyung y no pudo evitar tomar su rostro entre sus manos y besarlo.

TaeHyung se sorprendió al inicio, pero se dejó llevar al instante. Saboreando la urgencia en la boca del escritor. Sintiendo la promesa que le estaba haciendo en ese beso. En el silencio de esa habitación suya y simplemente entre sus brazos, los cuales ahora bajaban por su espalda y lo sostenían de la cintura. Allí, justo con la pequeña llovizna retomando poder y resonando de fondo, TaeHyung le creyó.

Cada beso, cada suspiro. Cada sutil mordida que encendía su cuerpo. Quería esto en la realidad. En carne y hueso. Se sentía tan bien, tan sólido. Tan real. No se dió cuenta de que gimió o, mejor dicho, sollozó entre besos. SeokJin se alejó agitado, con una tormenta de emociones en sus ojos negros.

- Vas a volver, ¿me oíste? -dijo, apretando el cuerpo de TaeHyung y apoyando su frente contra la del chico-. Eso te lo prometo. Vas a despertar.

TaeHyung cerró los ojos y asintió, decidido a creerle.

- ¿Has tenido éxito con cada uno de tus casos? -preguntó, esperanzado.

SeokJin alzó las cejas-. Me llevó años entender qué debía hacer y cómo hacerlo -Taehyung suspiró tembloroso, pero SeokJin lo tranquilizó-. Tienes suerte de que sé lo que hago a la perfección ahora.

TaeHyung sonrió y llevó su mano a la nuca de SeokJin, enredando sus dedos allí mientras respiraba con calma. Sin embargo, sintió en su interior la sensación de que algo estaba comenzando a suceder.

- ¿Tae? -Jin debió haber notado el cambio en su rostro. Su tono de voz, lleno de preocupación-. ¿Qué sucede?

- Me siento... Jin, me siento extraño otra vez -susurró con claro temor en sus ojos.

Atrapado en ese limbo entre la vida y la muerte, comenzó a experimentar una agonía insoportable, cayendo de rodillas. Jin cayó junto a él, tomando su rostro entre sus manos:

- Tae , mírame. Prometí que te ayudaría a regresar -dijo con voz temblorosa intentando que el chico se centrara en el presente y en donde estaba, pero el dolor punzante en el pecho de TaeHyung era demasiado fuerte.

El alma del chico comenzó a parpadear, como una vela a punto de extinguirse.

- Jin, no puedo soportar esto -susurró-. Es como si mi esencia se deshiciera. ¿Q-qué debo hacer? -sus manos se aferraron a los hombros de SeokJin, hasta que inesperadamente se desvaneció frente a los ojos del escritor.

SeokJin quedó solo en el centro de la habitación del chico con las pulseras de TaeHyung y HyunWoo aferradas a su mano con una energía fuerte emanando de ellas. Necesitaba apresurarse, parte de él podía sentir una lucha interna, como si estuviera demasiado conectado a TaeHyung. Calmó su respiración intentando dejar de temblar y saliendo a paso acelerado de la casa del chico para recolectar lo que pudiera para el ritual en la isla y luego subir al primer y jodido ferry.

El corazón de SeokJin latía con urgencia. El alma de TaeHyung estaba comenzando a debilitarse, y la angustia lo envolvía como una niebla densa. Había visto otros casos cuando el alma estaba siendo jalada hacia él otro lado como para saber que el tiempo era crucial.

El viento frío y la llovizna molesta azotaron su rostro mientras sus pasos resonaban y enterraban en el barrial húmedo mientras se dirigía al centro de la isla.

El escritor había aprendido a dominar el arte de la mediumnidad, pero esta situación era tan diferente. TaeHyung estaba atrapado entre la vida y la muerte, y su alma se desgarraba lentamente. SeokJin recordó las palabras de su madre antes de que esta se despidiera de él e hiciera un click en su cabeza con respecto a su don y ese velo que nadie más que él podía ver: "Cuando el alma se desvanece, debes encontrar el hilo que la conecta al mundo físico".

Le habría gustado poder conectar a su madre con él, pero el tiempo de la mujer había llegado años atrás, en cambio ahora con TaeHyung, él podía hacer esto, debía de mantener al chico de este lado del velo, porque no era su tiempo y él sería quien volvería a su propio cuerpo, no HyunWoo. HyunWoo debía de partir y cruzar finalmente, solo el ritual del Traspaso de Almas era su esperanza aquí y debía de apresurarse.



🥹💜
¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche ... Perdón😔🥹😅 anoche me dormí 😭

Momentos culminantes.
Lxs leo UwU

Con amor niñita Nanykoo 💜

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