22. Información

—Deja de estar jodiendo Ohm.

Deja de estar jodiendo tú. Gun pregunta dónde carajos estás. Tuve que decirle la verdad.

La conversación telefónica era por demás acalorada en ese momento. Ohm insistía en que Zee debería estar trabajando y al parecer Zee alegaba que sí lo estaba haciendo.

Zee había sido enviado a un laboratorio al otro extremo de la ciudad para que le dieran los resultados de las pruebas que se le hicieron a la mezcla del frasco. Luego de eso había llamado a Ohm para darle la información y cuando supo que había un componente vegetal no identificado se puso a investigar más.

Fue coincidencia que recibiera un mensaje de texto pidiéndole ir a la librería de Suppasit, pero en vista de que Mew había sido el mensajero inicial con la llave para toda esa debacle, posiblemente fuera algo importante. Fue esa la razón de haberle confiado su número de teléfono al hombre, después de haberlos dejado en su casa el otro día, cuando tuvo que hacer de todo para que el chico Suppasit lo soltara y dejara ir. Cuando tuvo que clavarle la mirada a Fluke en clara amenaza de que mantuviera la boca cerrada y no dijera algo fuera de lugar.

Zee había salido de ahí pensando en lo asustado y vulnerable que parecía el chico. Después de todo, casi había sido abusado junto con su hermana. Algo en los ojos de cachorro del chico movió cosas en el interior de Zee, pero el chico era solo un niño, apenas mayor y su comportamiento era normal. Pasó por un mal momento y era obvio que se iba a aferrar a lo que fuera su salvación en ese momento, lo malo era que "esa salvación" había sido el serio y malhumorado Zee.

A Zee no le gustaba hablar, le gustaba actuar y clavar unos cuantos cuchillos afilados en jodidas gargantas malvadas. Por eso no se había molestado en un segundo pensamiento con los tipos del restaurante y había matado de un tajo al que posiblemente hubiera sido un buen informante. Luego de eso, el niño solo se había adherido como una ventosa a su costado y casi no pudo despegarlo. Era tierno y tocaba los botones correctos en Zee, si había hecho que hablara más de lo que acostumbrara y no fueran solo gruñidos, insultos y malas palabras. Por eso Ohm le estaba dando toda esa mierda desde ese día.

Después del texto, Zee fue directo a la librería, esperando que Mew dijera algo importante sobre el paradero de Satur y el novio de su jefe. Era raro llamarlo así, pero al parecer eso era, si estaban haciendo todo ese alboroto por una persona que Zee solo recordaba haber visto llegar al casino una vez buscando que se le prestara dinero.

—¿Qué sabes?

Mew estaba detrás del mostrador de la pequeña librería, sacudiendo polvo y acomodando libros, Todavía llevaba el rostro hinchado y unos cuantos moretones casi verdes desvaneciéndose. Miró a Zee con genuina confusión hasta que de detrás de los estantes salió el niño de ojos brillantes y volvió a colgarse del brazo de Zee como un mono.

—Yo le envié el mensaje, no mi hermano —dijo NuNew alegremente.

—NuNew-

—Lo siento hermano. Es que quería verlo para darle algo como agradecimiento, pero tú te negaste a llamarlo porque dijiste es un hombre ocupado y no tiene tiempo para tonterías. Así que tomé tu teléfono a escondidas y Mixy me cubrió las espaldas. —el chico sonreía brillantemente y sin arrepentimientos.

La sonrisa murió cuando vio el ceño fruncido de Zee y este repitió las palabras de su hermano mayor con tono serio:

—Realmente estoy ocupado. Necesito encontrar información para mi jefe pronto y solo vine porque pensé que Mew podría tener algo.

NuNew solo se disculpó y salió corriendo por entre los estantes de donde había salido. Zee se sintió un bastardo por hablarle así al chico, pero realmente necesitaba darse prisa, o Gun iba a darlo de comer a los perros de la calle en pequeños trozos. Se quedaban sin tiempo para encontrar a Off.

Miró a Mew en busca de algo de ayuda, pero este solo se encogió de hombros y volvió a su tarea de sacudir polvo.

—Ese chico es muy sensible, no le hagas caso. Apenas ayer salió de su habitación y lo único que ha estado pidiendo desde entonces, es llamarte y que vengas a visitarlo. Dice que eres un hombre bueno y muy guapo y amable y no sé cuántas cosas más ha estado hablando con Mixy en el invernadero de atrás.

La palabra invernadero hizo que Zee recordara que debía investigar. Y ya que se encontraba ahí, podía preguntarle a Mew si sabía algo. El hombre se veía intelectual, ahora que llevaba gafas de lectura de montura gruesa y estaba rodeado de libros.

—Quizás podrías ayudarme a investigar un poco, ya que estoy aquí y mi viaje no habrá sido infructuoso —dijo Zee de pronto.

—¿El qué?

—Necesito información sobre una planta, no sé cuál, que tenga efectos adversos sobre el cerebro o algo así. Quizás un alucinógeno o lo más parecido. Algo que probablemente te vuele la mente de manera literal.

Mew se le quedó viendo con obvia curiosidad.

—No sé si realmente quiero saber el verdadero motivo de tu investigación, pero tengo un libro sobre botánica exótica que tal vez te de algo de información y puedes ir a la parte de atrás al invernadero y hablar con NuNew. Él cuida de las plantas y sabe mucho sobre ellas, incluso las que no son nativas de Asia. Tal vez encuentres lo que buscas o algo lo suficientemente cerca.

Zee lo pensó por un momento, viendo evaluativamente a Mew.

—¿Por qué no has salido corriendo hacia el lado contrario de todo esto? —Le preguntó— quiero decir, mira cómo te dejó Gun, apenas si sostienes tus dientes dentro de tu boca y eso es nada en comparación al desagradable hecho de que tus hermanos fueron secuestrados y todos quedaron en medio de un problema que básicamente corresponde a enemigos de distritos.

Mew se lo pensó solo un momento antes de responder.

—El señor Atthaphan hizo lo que yo hubiera deseado hacer por mis hermanos y no tuve valor. —Dijo y luego agregó— Me golpeó en un ataque de desesperación y no fue nada lindo, pero después de todo, es gracias a él y a ti, si lo pienso, que ellos están de vuelta conmigo. Estoy en deuda y aprendí que él es un hombre leal y de palabra. —Suspiró antes de continuar— Si yo hubiera cumplido con las exigencias de esos hombres del restaurante irlandés y tú no me hubieras atrapado en el acto, ellos de todas maneras no me habrían devuelto a mis niños y eso hace al señor Atthaphan alguien con quien estoy agradecido eternamente. Ofrecerte un libro para leer y un recorrido por un invernadero es lo mínimo que puedo hacer.

Zee asintió solemnemente. Dentro de las mafias, muy pocos conocían y valoraban la lealtad.

—Ahora, toma esto, —Mew le ofreció un libro de pasta gruesa y de color verde bosque— en el invernadero hay un área de descanso y puedes leer sin ser molestado.

Zee asintió de nuevo y recorrió el pasillo rodeado de estantes por donde se había ido NuNew solo unos minutos antes.

Quizás debería disculparse con el chico si quería que le ayudara un poco. Ese libro se veía raro y probablemente Zee no entendería ni media palabra. Una explicación más directa sería ideal.

»Desde la puerta que daba al jardín trasero, se veía el área de descanso que mencionó Mew. Ahí se encontraba NuNew y su hermana gemela. Eran realmente dos gotas de agua, a excepción de que la chica llevaba el cabello largo en una coleta y sus ojos no brillaban de la misma manera en que lo hacían los de su hermano.

Con un suspiro derrotado, Zee se acercó a los hermanos, tratando de articular una disculpa para el chico. Zee realmente nunca se había disculpado en su vida. Era solo actuar, guardar silencio, obedecer y obtener una recompensa por su trabajo. Nunca dijo lo siento a un cretino antes de matarlo, pero este no era un cretino, era un niño de sonrisa brillante y demasiada energía como para encender una bombilla e iluminar una habitación y un trauma reciente que no merecía.

—Hola —saludó a la chica cuando estuvo a unos pasos de la mesa estilo picnic donde los gemelos se encontraban, ya que ella era quien se encontraba de frente a él.

—¿Sabe, señor? —la chica se saltó los saludos y cualquier honorifico— matón o no matón, debería ser un poco más sensible con mi hermano o se las verá conmigo. Él solo quería agradecerle por los dos y usted fue un bruto.

Zee no dijo nada para defenderse de la chiquilla insolente, solo se quedó viendo la espalda de NuNew, quien no había volteado a verlo todavía. Resopló resignado y abrió la boca para disculparse, pero Mixy, si es que recordaba bien el nombre, lo fulminó con la mirada, así que se dirigió a ella primero:

—Eres realmente exasperante y para nada educada con tus mayores, pero no estoy aquí para discutir con una niña. Necesito la ayuda de tu hermano, Mew dijo que él sabe mucho de plantas y yo busco una en este momento.

NuNew se volvió a medias, para ver tímidamente hacía el hombre mayor.

Mixy dijo:

—Váyase al-

—Está bien MiMi. Necesita ayuda, no que lo hagamos perder su tiempo. —Murmuró el chico, con voz descorazonada— Es algo que podemos hacer por él para mostrar gratitud.

Mixy resopló

—Bien. Solo porque nos salvó de esos idiotas, pero esto es tu especialidad, no la mía, así que todo tuyo.

Se levantó para irse, no sin antes apuntar a Zee con el dedo y amenazarlo con su mejor mirada asesina. La chica tenía agallas, pero seguía siendo una niña asustadiza, eso Zee ya lo había visto en el lugar de su desgracia y la de su hermano.

Zee se sentó junto a NuNew cuando Mixy entró de nuevo a la librería.

—Lo siento bonito. —Zee pensó que le sería más difícil decir las palabras, pero no lo fue realmente— De verdad estoy presionado para encontrar información pronto y de verdad creí que era tu hermano con algo útil quien había enviado el texto. No quise ser grosero.

NuNew se iluminó un poco y sonrió con timidez.

—Está bien, yo no debí ser tan tonto. Usted es un hombre muy ocupado. —Señaló el libro en las manos de Zee— Sé de memoria ese libro de botánica exótica ¿Qué es lo que busca exactamente?

Zee soltó todo el aire de sus pulmones, aliviado de no tener que leer el pesado bloque de papel del que no entendería una mierda.

Después de una hora, escuchando la cantarina voz del chico, que le hablaba sobre los diferentes tipos de plantas y sus lugares de origen, así como de sus propiedades y de recorrer el invernadero, viendo como NuNew daba pequeños saltos aquí y allá. Notablemente en su elemento y con el brillo de vuelta en sus ojos.

Zee volvió al casino, con las comisuras de sus labios tirando hacia arriba en una media sonrisa, una pulsera con cuentas de flores y un papel con un nombre de una flor rara de algún lugar de América, y sus efectos. «Cicuta maculata.»

—Señor. Está despierto...

[...] 

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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