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Amor y calma.
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Advertencia; Este capitulo tendrá escenas 18+
El otoño comenzó trayendo consigo días nublados y aire helado, las hojas de los arboles se tornaban amarillas y naranjas antes de caer al suelo para posteriormente ser amontonadas en pequeñas montañas. Charlie no era fanática del frío pero de cierta forma le agradaba lo fresco que se torno el clima luego de un asfixiante verano, había donado toda la ropa que dejo de ajustarse a su nuevas medidas, Tsuyu le convenció de comparar sus prendas por Internet, cosa que no le gustaba hacer pues los envíos internacionales tardaban años en llegar a su destino y ella no tenia tiempo para eso, pero en esta ocasión decidió arriesgarse y en menos de una semana la caja con todas las prendas estaba frente a su puerta. Ventajas de estar en el primer mundo. Compararía por Internet mientras estuviera en Japón, después de todo necesitaba un guarda ropa que no consistiera solo en prendas 3 tallas mas grande de las que debería usar, le gusta la ropa holgada pero le también me gusta la que se ajusta a su cuerpo, además debí preocuparse por conseguir un vestido adecuado para la graduación.
Le gustaba pensar que esa eran sus única preocupación, pasar los exámenes de heroísmo, terminar de preparar los regalos para navidad, pasar tiempo con las personas que le gustaban y conseguir un lindo vestido para el día de la graduación. No quería pensar que al poner un pie fuera de la academia un psicópata esperaba en las sombras para atraparla.
Ser una persona normal que pronto ejercería su profesión era lo que mas quería, no tenia un sueño en particular, nunca lo tuvo. Pero eso estaba bien, no todas las personas planea cada paso de sus vidas o persiguen metas idealizadas. Charlie como muchas otras personas, solo se dejaba llevar por los acontecimientos y decidía sobre la marcha. Se podría decir que su meta a alcanzar es ser feliz.
Pasar un examen.
Comer una buena comida.
Hacer un viaje.
Tener un ascenso en el trabajo o conseguir una pareja.
Cosas triviales y comunes, a pesar de ser simples seguían siendo las cosas que deseaba para su vida adulta.
Ella podía encontrar la felicidad en cosas pequeñas, incluso si lograba hacer un dibujo que le hiciera sentir orgullosa, solo eso le hacia la semana.
---¿En que estas pensando?---Pregunto una voz amable y masculina.
Alce la mirada para encontrarme con un par de ojos verdes y mejillas pecosas, se veía realmente lindo vestido en tonos claros, toda su apariencia te daba una sensación inmediata de tranquilidad. Arboles se cernían a nuestro alrededor, estando ambos sentados sobre una manta de cuadros, disfrutando de una deliciosa comida y la compañía del otro. Me percate de la sensación esponjosa en mis labios, aparte el sándwich y mástique el contenido de mis mejillas; Son realmente buenos.
--- En que eres un buen cocinero.---Le alago, disfrutando de su comida. Izuku se sonrojo con levedad, sonriendo complacido antes de llevar un cucharada de pastel a su boca para acompañar a la azabache.
Ambos estaban recostados unos al lado del otro sobre la manta, descansando bajo el cielo nublado, teniendo pequeñas charlas entre eternos y cómodos silencios. En realidad estaban tan cómodos que no les sorprendería caer dormidos.
--- Charlie..¿Tienes algún sueño?---Le pregunto de pronto aun con la vista fija en el cielo azul y nubes esponjosas.
---Mmm...---- La chica frunció su cejas, pensativa.---- No lo creo.---Mustio con simpleza.
--- No lo creo, debe haber algo que quieras y aun no consigues.---Le refuto.
---¿Algo como ser el numero 1?----Cuestiono con sarcasmo, sonriendo de forma gatuna.--- Dios eso es tan presuntuoso, no va conmigo.--- Chasqueo su lengua con desgano y al no escuchar respuesta de parte de su cita giro su cabeza en su dirección. Midoriya la miraba fijamente con una expresión consternada, mortificado en todos los sentidos, pensando que quizás la chica creía de alguna forma que era una persona egocéntrica.--- No digo que sea un mal sueño, enserio, es solo que no es para mi y... ¡Estaba bromeando!---Balbuceo, recordando que la meta del chico efectivamente era ser el héroe numero 1.
Charlie suspiro y Midoriya volvió a su posición, no iba a llorar, pero solo imaginar que charlie pensara mal de el le hacia sentir derrotado.
---Un beso.---Soltó la felina, llamando la atención del peliverde.--- Ahora mismo, mi sueño es un beso bajo la lluvia. Como en los dramas románticos.----Aclaro llevando sus brazos hacia atrás para estirarse.--- ¿Y el tuyo?
--- ¿Ahora mismo?---Pregunto Izuku y charlie asintió con la cabeza.---Que empiece a llover ya.
Charlie se persigno de inmediato sentándose sobre la manta, sorprendida, se giro para mira a Izuku quien hacia todo lo posible para evitar su mirada. ¿Acaso el...había intentando coquetear?
Hace poco izuku había empezado a comportarse mas seguro de si mismo a la hora de dirigirse a Charlie, seguía siendo tímido por supuesto, pero se notaba que se estaba esforzando para expresar sus sentimientos de forma adecuada.
Midoriya estaba avergonzado, ni siquiera era capaz de mirar a su compañera a los ojos, cubría su boca para impedir que viera su expresión por completo pero no lo necesitaba pues su cara, mejillas pecosas, orejas y cuellos se habían teñido de un color carmesí haciéndolo ver una especie de fresa gigante y adorable. Charlie sonrió enternecida, dejo que sus manos se apoyaran de la sabanas y se inclino para dejar un suave y cariñoso beso en la mejilla del peliverde quien le miro con ojos desbordantes de brillo.
---Podemos hacer eso sin que este lloviendo, tonto.--- Le dio un pequeño golpe en la frente, juguetona.
El chico se cubrió la zona golpeada, sentándose sobre la manta con las piernas cruzadas, fijando sus grandes y expresivos orbes esmeraldas en el rostro sonriente de la felina. La azabache se acerco al ver que su cita se había quedado rígida como una tabla, gateo hasta que sus rostros quedaran a centímetros de distancia, repasando con su filosa mirada las mejillas cubiertas por encantadoras pecas, oscuros ojos verdes y rizos que cubrían su frente; Izuku es realmente hermoso, no podía negarlo.
Midoriya trago saliva, llenándose de valor, dejo que una de sus manos se posara en la mejilla de su compañera, acariciando la suave piel de su rostro haciendo pequeños círculos con su dedo pulgar, charlie cerro sus ojos antes de soltar un ligero suspiro, completamente relajada dejo caer el peso de su cabeza sobre la mano grande y ligeramente rasposa del peliverde. Podía sentir las cicatrices y callos en ellas, pero no era algo que le molestara, estaba acostumbrada a las sensaciones rusticas ya que sus propias palmas tenían una textura similar luego de todo el entrenamiento y batallas que había librado desde su primer año. Si las manos de Izuku fueran suaves se sentiría fuera de lugar.
No tardo demasiado para que ambos se fundieran en un beso, sutil y tierno, ninguno de los dos intento mover sus labios sobre los ajenos, solo disfrutaron del simple contacto que hacia sus mejillas arder. Midoriya llevo su mano a la cintura de la azabache, atrayéndola hacia el sin separarse del beso, haciendo que esta se sentara sobre sus piernas, su brazo fuerte y musculoso rodeo la cintura de la fémina por completo obligando a que sus cuerpos se pegaran, fue allí cuando decidió empezar a mover sus labios sobre los gruesos y apetecibles de la chica sobre el, sin prisa, cargando cada pequeño movimiento de todo el afecto que sentía por la azabache. Beso tras beso subiendo poco a poco la intensidad, sin dejarla respirar y dejando que su lengua jugueteara con la ajena sin darle la oportunidad de tomar el control.
Luego de una larga sesión de besos, avergonzado, Izuku escondió su rostro en el escote de la felina, rodeando su cintura con sus dos brazos en un abrazo dulce y un tanto posesivo. Charlie solo pudo reír por lo bajo ante su timidez, acariciando su cabello rizado con cariño, pues minutos atrás le estaba comiendo la boca sin mostrar un solo rastro de inocencia en su actuar.
El tiempo paso exageradamente rápido y sin darse cuenta al abrir sus ojos, aquellos orbes cuarzo se encontraron con un panorama repleto de nieve. Ella había visto los primeros copos caer en la madrugada pues Shinso insistió en que tenían que ver la primera nevada juntos. Ni siquiera desayunaron, todos se apresuraron a salir sin no antes ponerse algo abrigado para disfrutar de la nieve, excepto kirishima el cual se quito la camisa y salto al frío exterior sin medir consecuencias. Momo y Lida permanecieron en la seguridad del porche, dando unas cantar advertencias y regaños a sus amigos, preocupados de que pudieran pescar un resfriado, lo que los hizo parecer de alguna forma como una pareja rica repleta de hijos adoptivos.
Hicieron guerras de nieve, jugaron y hicieron ángeles de nieve como si fueran un grupo de niños que veía el invierno por primera vez. En el caso de charlie ese era el caso. La felina adquirió la forma de un leopardo de las nieves y paso el resto de la mañana atrapando copos de nieve en su boca. Momentos que quedaron plasmados en pequeñas fotos polaroid que posteriormente se sumaban al álbum de fotos que guardaba los recuerdos de este hermoso viaje.
Las fiestas de navidad no eran las favoritas de charlie, al crecer, se vio obligada a asistir a las ostentosas fiestas familiares que organizaban todos los años en fechas de invierno. No le gustaban. La música era tan fuerte que lastimaba sus oídos, la comida era buena, pero su abuela la obligaba a comer 3 platos con la excusa de "Esta muy flaca, mija. Coma mas" , sus tíos se emborrachaban a niveles insanos y dejaban a sus hijos sin supervisión, lo que la convertía en la "niñera designada mal pagada" lo que era un dolor en el trasero pues todos sus primos estaban en primaria y eran unos completos demonios. Nunca olvidara las tantas veces en la que encontró bebes desconocidos durmiendo en su cama, sin duda una experiencia traumática.
Esperaba que en esta ocasión fuera diferente, ya no era una niña y solo asistiría fiestas organizadas y pensadas para héroes y futuros héroes. Le emocionaba, le hacia sentir adulta y madura. Siempre odio ser tratada como ignorante solo por ser joven, normalmente los adultos le hablaban como si fuera una niña de cinco años, o como si tuviera una especie de retrato mental por lo que realmente se encontraba feliz de poder socializar sin tantos estigmas.
La U.A le había dado permiso de asistir a la pequeña fiesta que se celebraría en la agencia de Hawks, después de todo seguía siendo una interna en la agencia y era normal que asistiera. No había habido señales Damian en meses por lo que decidieron dejarla salir con una estricta vigilancia a cargo del Héroe numero dos, aunque no estaban demasiado preocupados pues estaría literalmente en un edificio repleto de héroes. Charlie estaba levemente preocupada por la situación, para ella seria mucho mejor si Damian intentaba algo en su contra mientras todavía estuviera a cargó de la U.A pues en cuanto se graduara dejaría de estar bajo protección constante y la hacia un blanco fácil.
Ya no quería agobiarse con eso.
Pensaría en la oferta del director y otras cuestiones importantes después. Lo consultaría con su almohada y tomaría la mejor decidido para llevar su vida en el camino correcto.
---- Mi nombre es Charlotte diaz, soy aspirante a héroe y estudio mi ultimo año en la Yueii, vengo el otro continente, tengo 17 años y el próximo tendré 18.---Aclaro con una extraña fijación en ausentar que dentro de poco seria legalmente adulta.--- Sabe que en Corea cada que inicia un nuevo año se suma a su edad, en ese caso solo faltan algunos días para que tenga dieciocho ¿Curioso, no?--- Culminó su perorata, hablando extremadamente rápido.
--- La heroína conejo alzo una de sus cejas.--- Chica, solo te pedí la hora.
Charlie soltó una risa nerviosa, mirando embobada a la heroína conejo quien portaba un ajustado de escote pronunciado que se amoldaba perfectamente a su cuerpo de un color rojo intenso. Según tenia entendido, luego de interrogar a Tokoyami como toda una stalker, dicha heroína pertenecía al top de mejores héroes de japón pero estuvo en una misión especial fuera del país, por ello nunca llegue a conocerla, cosa de la que realmente me arrepentía. Esta mujer es asombrosa, ni siquiera la conozco pero ya la admiro. Simplemente transmite un aura de respeto y poder que no puedes ignorar, incluso portando prótesis metálicas la confianza en ella era tal que la hacia resaltar entre los demás invitados a la fiesta de la empresa. Quiero ser como ella cuando crezca.
Por su parte, Tokoyami luego de ser abandonado por su amiga quien fue a perseguir en sus propias palabras a "El amor de su vida" decidió probar del bufe que se estaba sirviendo. Probó el ponche de frutas, el cual para su sorpresa era jodidamente bueno y adictivo, por lo que empezó a beberlo indiscriminadamente y sin parar. Nadie le advirtió que no se trataba de ponche si no de un cóctel lleno de alcohol.
--- Señorita Mirko, usted es tan genial.---- Exclamo aferrada al brazo de la mujer, ronroneando mientras movía su cola de lado a lado con felicidad luego de que la alvina le contara una historia sobre una de sus misiones exitosas.---- Si la hubiera conocido en cuanto llegue aquí, definitivamente hubiera hecho mis pasantías con usted.---- Aseguro, encantada.
Hawks sintió un escalofrío, una perturbación en la fuerza desde su oficina, los bellos de sus brazos se erizaron y termino estornudando.
Charlie había estado siguiendo a la heroína durante toda la fiesta de oficina como un cachorro enamorado, pero en cuanto dieron las 10 de la noche tuvo que despedirse de la mujer para buscar al héroe alado. Tenia algo que darle y también necesitaba que este les llevara devuelta a la residencia, pues les habían prometido al resto de sus compañeros llegar antes de la media noche para poder unirse a la pequeña fiesta navideña que hacían con la clase B todos los años. Además charlie esta segura de que vio a Tokoyami confundir a una planta de plástico con Tsuyu, necesitaba a Hawks para encargarse de el.
Por lo que sabia, debido a la agencia de Keigo en su agencia las cosas se le había amontonado, tenia mucho papeleo pendiente y no pudo participar en la pequeña reunión. Charlie se sentía preocupada, sabia que el atraso del héroe en sus tareas cotidianas se debía a ella y esperaba poder ayudarle a terminar mas rápido para que fuera a su casa a descansar.
La felina toco la puerta de madera, anuncio su llegada y no tardo en recibir una respuesta positiva del otro lado. Asomo su cabeza y vio al rubio de cabellos dorados sentado en su escritorio, con la mirada fija en los documentos en sus manos, se veía agotado pero aun así se podía notar que le preocupaba su apariencia, este portaba un traje negro con una camisa de color magenta que resaltaba en el negro del saco y corbata, aunque no llevaba puesto su saco, este se encontraba sobre el sillón por lo que solo podía ver su chaleco negro que le daba un toque de elegancia a su figura esbelta; Se veía realmente atractivo.
---¿Keigo..?---Alzo ligeramente la voz, el rubio hizo un mohín con su mano indicándole que podía acercarse.
Charlie no pudo evitar observarlo de arriba a bajo, la chica poseía una extraña debilidad por los hombres y mujeres en traje. Simplemente le gustaba mucho la prenda.
---¿Necesitas ayuda?
---No, charlotte.--- Ve y disfruta de la fiesta, aun no es media noche.
---Mmm.---Te vez pensativo ...¿Seguro que no quieres mi ayuda? mi oferta no a expirado.---Insistió.
---Estoy bien.
---¿En que piensas?---Pregunto.
---En todo.
---La menor frunció su nariz, confundida. Esa había sido una respuesta muy ambigua.---- ¿Y que es todo?
---Tu, obviamente.---Respondió como si fuera lo mas obvio del mundo, goleo las hojas en sus manos contra el escritorio haciendo que estas se alinearan antes de grabarlas y hacer que sus plumas la llevaran a un archivador. Fijo su vista en la chica, sus ojos ámbar llenos de matices naranjas parecían mas profundos e intimidantes. Era la mirada de un depredador.--- En lo que traes tras tu espalda.
Indico de forma burlona, haciendo que la azabache diera un respingón viéndose totalmente descubierta.
---¿Como?---Mustio.
--- Lo sentí en el momento que entraste.---Aclaro de forma presuntuosa, relajado, alzando sus hombros para restarle importancia al asunto.---¿Entonces? ¿Que es? ...¿Un regalo..? ¿Un nuevo pretendiente? Esta bien, tráelos aquí de todos modos no pueden competir conmigo es obvio que soy el mejor.---Se burlo de forma irónica haciendo que la chica inflara sus mejillas, molesta.
El collar en el cuello de la azabache se levanto, saliendo de su camisa para quedar en una posición físicamente imposible, la pluma empezó a jalarla con una fuerza sorprendente para algo tan pequeño haciéndola trastabillar hasta llegar al costado del héroe, el cual giro en su silla para quedar frente a ella.
---Oye, eso fue trampa.---Se quejo.
---¿Y bien?
---Sera mejor que no te burles de mi.---Murmuro, sonrojada. Cosa que le pareció adorable a Keigo. La felina saco la bolsa de regalos tras su espalda, haciendo que el héroe girara su cabeza curioso, este intento tomar la bolsa pero charlie se lo impidió.--- Yo la abriré.--- Exclamo con fuerza, nerviosa y claramente avergonzada.---P-podrías...Cerrar los ojos.---Pidió.
Keigo sonrió, conteniendo la risa, cerro sus ojos deseando grabar el momento pues le parecía sumamente adorable la actitud de chica enamorada y tímida que estaba tomando la azabache. Escucho el crujir de la bolsa, luego el silencio, pronto sintió como algo suave y cálido enrollarse en su cuello.
--- Puedes abrir los ojos.--- Mustio.
Hawks se sobresalto al verla arrodilla a sus pies, su corazón dio un vuelco y pudo sentir su sangre arder por unos segundos antes de que el mismo se hundiera en su silla y controlara su respiración. Ella cubría su rostro con un cuadro, sonrojado keigo miro su cuello percatándose de la enorme y cálida bufanda de color rojo que lo cubría, volvió su vista a la pintura, sorprendiéndose al ver que se trataba de una obra hecha por la misma charlotte. Cosa que noto al ver la firma de su nombre en una esquina del cuadro. Aquello lo tomo por sorpresa, sabia que la chica pintaba como hobby pero nunca pensó que pudiera hacerlo de forma tan profesional como para hacerle pensar que compro una obra exhibida en una galería de arte.
---No es tan realista pero estaba siguiendo un sentimiento...----Se excuso avergonzada, apartando el cuadro de su rostro para dejarlo sobre el escritorio y apoyar sus manos en las rodillas del héroe.--- Se que algunas personas creen que los regalos hechos a mano son basura, pero en mi defe---Las palabras no terminaron de salir de sus labios, pues keigo aplasto sus mejillas con sus manos y la atrajo hacia el para juntar sus labios en un fogoso beso. Haciendo que la chica tomara asiento en su regazo mientras este dirigida sus manos a su cintura y la tomaba de forma posesiva.
Al separarse por falta de aire keigo repartido cariños besos en el rostro de la azabache en sus mejillas, frente y barbilla. Abrazándola y cubriéndola con sus alas. Mostrándole con acciones lo inmensamente feliz que le hacia, no era para menos pues se sentía el chico mas afortunado y feliz del mundo con solo pensar que charlie había pasado horas y días completos preparando dichos regalos con sus propias manos, el mismo querría tener ese tipo de detalles, pues se le hacia un gesto increíblemente romántico e intimo con la persona dispuesta a recibirlos. Solo demostraba lo mucho que te importaba el remitente como para tomar tanto tiempo y esfuerzo en prepara algo tan elaborado.
Estaba tan feliz que ni siquiera podía evitar soltar pequeñas risas, gruñidos y suaves ronroneos. No podía describir con palabras lo que estaba sintiendo por lo que solo estaba mimando a la menor.
---Eres tan linda, vas a matarme niña.--- Canturreo meloso, colmando de mimos y caricias a la felina quien solo atinaba a ronronear y pegarse al rubio como reflejo a la atención que recibía.---También tengo algo para ti.---Afirmo, sin poder ocultar lo feliz que estaba en su tono de voz. Sus plumas se llevaron la bufanda y cuadro, dejándolos en un lugar seguro, las plumas regresaron pero esta vez traían un regalo de forma rectangular envuelto en papel de regalo.
Abrazo y beso el cuello de la menor haciéndola reír y soltar pequeños chillidos mientras esta desenvolvía su regalo, al tenerlo en sus manos la chica no pudo evitar soltar un jadeo de sorpresa. Se trataba un cuaderno de bocetos forrado con cuero, su nombre "Charlotte" se encontraba grabado en oro en la carátula por lo que dedujo que lo había mandando a hacer a medida, este venían con un juego de acuarelas de una marca profesional increíblemente costosa, claro que la conocía, charlie había reunido durante 3 meses y ni así logro comprarse un juego completo la ultima vez que se lo propuso, el año pasado.
--- Sabia que te gustaba pintar, pero no sabia que lo hicieras tan bien.----Ronroneo contra su cuello, sonriendo contra su piel mientras besaba su nuca y dejaba pequeñas mordidas, haciendo que esta se estremeciera.
---Esto es demasiado costoso.--- Le reprendió.--- ¿Enloqueciste?
--- ¿En quien se supone que gaste mi salario como héroe profesional?---Preguntó de forma irónica, pues el héroe no tenia familia y solo tenia contados amigos a los que no consideraba cercanos.
--- En ti.--- Exclamo con obviedad haciendo que el héroe riera por su pequeña rabieta, le arrebato de las manos su regalo, haciendo que sus plumas lo llevaran a un lugar seguro donde ella podría recogerlos a la hora de irse.--- Keigo.--- Le regaño, siendo callada por besos dulces y cortos que recibía sin cesar por parte del rubio, este se levanto de su silla y la dejo sentada sobre su escritorio, la chica rodeo su cintura con sus piernas y el héroe se inclino para profundizar los besos furtivos en uno mas sensual y efímero.
El héroe sonrió con arrogancia al despegarse de los labios ajenos, dejando a la menor agitada y jadeante, sus orbes ámbar parecían tornarse mas y mas densos con cada segundo. Le indico a la azabache que sacara levemente su lengua cosa que hizo sin cuestionar, procedió a morder con suavidad la lengua de la chica antes de meter la suya en su boca deshaciéndose en un beso jodidamente caliente y excitante, haciendo que la fémina terminara cediendo por completo, fundiéndose en un beso apasionado y sonoro que le hacia perder el sentido de sus acciones. Las manos del héroe se aventuraron debajo del vestido de la felina, recorriendo con su piel desnuda, torturándola con cada roce y apretón, jugando de forma maliciosa con el elástico de sus bragas.
El calor y excitación subieron en la oficina, la fémina pudo sentir su centro calentarse cuando las manos del héroe la manosearon su trasero sacándole algunos suspiros y gemidos. Pero no se sentía suficiente, lo querían todo, lo quería a el.
---¿Por que te detienes? Parecemos una pareja de auténticos enamorados.--- Le cuestiono el rubio con picardia, casi burlándose de ella. Ignorante del efecto que estaba teniendo sobre la felina.
---Keigo.---Mustio, apretando sus manos con fuerza.--- Quitame la ropa.
El rubio tardo en reaccionar, las plumas de sus alas se esponjaron, sus ojos dorados se abrieron por completo y sus mejillas se tornaron carmesí con aquella afirmación.
--- ¿Estas segura?---Pregunto jadeante, algo nervioso. La chica asintió con la cabeza.--- Entonces pidelo adecuadamente.---Tanteo acariciando sus muslos desnudos.
Charlie se aferro a sus hombros, abrazándolo y pegándolo a ella para poder morder el nódulo de su oreja dejando que su aliento caliente y errático chocara contra su oído. El mas alto sintió su piel herizarse y todo su cuerpo arder como el infierno ante aquella ráfaga de electricidad que recorrió todo su espina dorsal, aun así se mantuvo firme.---Desvisteme, por favor.--- Susurro de forma suave y seductora, Keigo trago seco, la respiración del héroe se acelero y sus alas revolotearan de forma inevitable.
--- Como ordenes, señorita.----Su voz se había tornado ronca y grave por la excitación, no habían hecho nada mas que besarse pero sentía que todo su cuerpo ardía como el infierno.
Keigo retiro el corto vestido de la menor por encima de sus brazos, lento, tomando su tiempo para admirar su figura semi desnuda y grabarla en su memoria, aprovechando para tocar zonas que antes no eran visibles con curiosidad. Acaricio sus piernas hasta llegar a sus pies, desabrochándose sus tacones aterciopelados para dejar que cayeran en el suelo, sintiendo a la perfección como las pequeñas manos de su compañera jalaban su corbata para luego desabotonar el chaleco y camisa de vestir que traía puesto, todo se sentía correcto, intimo y lleno de sentimientos afectuoso que guardaban por el otro. Ambos están calientes y ansioso por aliviar su alto libido con el otro, pero eso no iba a evitar que fueran románticos, expresando con besos y caricias lo mucho que querían al otro.
El rubio tomo asiento en su cómoda silla y con ayuda de las ruedas de esta se acerco a la figura sentada de la felina, retiro la húmeda tela que la cubría y acomodo ambos muslos ajenos sobre sus hombros, observando de cerca la húmeda intimidad de la chica y sin pensarlo paso su lengua por los labios mayores de la fémina, quien reprimió un jadeo de sorpresa con ayuda de sus manos.
La lengua de keigo se movía de arriba hacia abajo en pequeños círculos sobre el clítoris de la fémina mientras esta intentaba contener sus gemidos, aferrando sus manos al escritorio y enterrando sus uñas en la madera para darle estabilidad, pronto un dedo ingreso a la húmeda cavidad de la chica , comenzando pequeños movimientos dentro de esta.
--- ¿Te gusta, gatita?
La mas baja asintió con la cabeza como respuesta, sabiendo que si intentaba hablar lo que saldría de sus labios no serian palabras si no gemidos, quizás maldiciones, y no quería llamar la atención de ningún trabajador que aun rondase por la zona. Un segundo dedo entro en la húmeda intimidad de la felina, comenzando con movimientos similares a unas tijeras, los dientes de keigo mordieron suavemente el clítoris palpitante mientras una corriente eléctrica recorría su espalda y le fue imposible retener el gemido tembloroso que salio de su garganta. El pene del héroe comenzaba a palpita dentro de sus pantalones por la excitación, causando un pequeño dolor e incomodidad en dicha zona.
No aguantaría mas en estas condiciones, mucho menos teniendo a la muchacha gimiendo su nombre real, nunca hubiera pensando que seria tan malditamente caliente escucharla tan desesperada y ansiosa por el.
Cada vez el placer era mas, y ni hablar de cuando ingreso un tercer dedo sin dejar de lamer su feminidad, la azabache juro rozar el cielo con sus dedos cuando llego al orgasmo solo con su lengua y sus dedos, pero claramente Keigo no se detuvo, todo lo contrario fue capaz de ingresar un cuarto dedo mientras mordía un poco mas fuerte aquel punto sensible extendiendo su orgasmo todo lo posible, el héroe no detuvo sus movimientos ni por un segundo, no faltaría mucho para que lograse un segundo orgasmo a manos del rubio.
--- K-keigo, por favor.---Hablo como pudo, logrando a duras penas que ningún sonido obsceno abandonara sus labios.-- Por favor..
El rubio de majestuosas alas carmesís mostró su colmillo en una media sonrisa arrogante y jodida mente caliente.
---Me gusta que supliques.---Mustio en tono juguetón y malicioso, mientras aumentaba la velocidad de sus dedos, provocando que la felina arqueara su espalda por la nueva ola de placer que comenzaba a nublar sus sentidos.---¿Que pasa? ¿No te gusta?...¿O es que te gusta demasiado?---Keigo parecía genuinamente complacido al torturarla y burlarse de su estado fingiendo inocencia.
La chica sintió su segundo orgasmo llegar antes de lo esperado y esta vez no pudo retener el agudo gemido que abandono sus labios, era demasiado placer y ya no seria capas de ocultarlo cuando estaba tan sensible.
Ambos se hubieron en un ardiente beso.
---Me detendré cuando me lo pidas ¿Esta bien?--- acarició la mejilla de la azabache de forma cariñosa, esta asintió con a cabeza. Keigo saco su miembro de su boxers, haciendo que la azabache lo observara.--- ¿Lista?---ella asintió, sintiendo como poco a poco keigo introducía su miembro en su feminidad, abriéndose paso entre sus paredes, hundiéndose por completo en su interior. Echando su cabeza hacia atrás por el placer que comenzaba a sentir. El chico coloco sus brazos debajo de las rodillas de su menor, alzándola del escritorio sin ningún esfuerzo, le gustaba sentir el peso de la chica sobre el, por reflejo charlie envolvió sus brazos alrededor de su cuello. Pegando por completo su pecho al ajeno, abrazándolo.
Empezó a mover sus caderas de forma cuidadosa, esperando a que la azabache se acostumbrara al tamaño de su miembro, cuando los pequeños quejidos de incomodidad se trasformaron en suspiros y ronroneos acelero sus movimientos. Estaba impaciente, pero aun así trataba de asegurarse de que fuera una experiencia agradable para los dos.
---¿Se siente bien, cariño?---Preguntó jadeante , sin detener sus movimientos , sonriendo contra la piel pálida de la fémina para proceder a morder con algo de fuerza la clavícula de su compañera haciéndola soltar un quejido doloroso
Solo hubo gemidos y jadeos como respuesta, la azabache busco sus labios del héroe para callar sus gemidos al sentir como aumentaba la velocidad y se le hacia imposible ocultar los sonidos lascivos que salían de su garganta. Se unieron en un ardiente y torpe beso por todo el movimiento. El hombre se movió sin reparo , sin importarle en lo mas mínimo si alguien los descubre , haciéndola lloriquear de placer buscando la manera de callar sus gemidos. Lo hacia a propósito, claro. Hawks quería hacerla gritar, rindiéndose completamente al placer.
El miembro del rubio tocaba perfectamente su punto dulce. Iba a volverse loca. Sus embestidas no eran suaves, podía oír perfectamente el sonido que creaba sus cuerpos al chocar una y otra vez, cada vez mas profundo, sin poder encontrar la manera de mantenerse en silencio mordió sus labios, procediendo a enterrar sus uñas en la espalda del héroe quien gruño en respuesta.
---Mierda.--- Gimió batiendo sus alas suavemente, todo era tan placentero y estimulante para keigo que le costaba mantener la cordura.
Definitivamente nunca borraría el rostro de la joven, tan sonrojada, sudorosa y excitada, solo hoy pudo deleitarse por los gemidos de la felina, y ya se habían vuelto su sonido favorito.
--Keigo.. voy a-..A-Ah.--- Corto el beso y lo jalo de las herbas doradas que poseía, pegando la frente a la de ella con el héroe, sintiendo la colocia que este usaba, era la misma de todos los días, le encantaba. La chica acorto la distancia, abrazando al héroe por el cuello, escuchado los ronroneos que veían de su garganta, eso le pareció tan encantador.--- Voy a-..co-correrme... voy a correrme.
Le aviso y keigo apresuro el paso sintiendo que también estaba en su limite, una, dos, tres estocadas mas y ambos llegaron al preciado clímax. Sus alas se levantaron creando una ventisca que desacomodo las cortinas , los papeles sobre el escritorio cuando apretó su cuerpo contra el ajeno para terminar corriéndose dentro de ella en la capa de látex que cubría su miembro.
. . .
Empezó a moverse, provocando otra vez ese irritante chirrido del escritorio acompañado de suspiros felinos.
Charlotte ni siquiera podía recordar como terminaron así, pero no iba a quejarse.
Una mano de keigo fue a parar al trasero de la felina, la misma gimió placentera al sentir el golpe en aquella zona.
Los ojos dorados se conectaron con los de la mas baja, quien daba una bonita y excitante vista de su espalda, con el pecho en el escritorio, sosteniéndose del mismo, el cual estaba rasguñado en varios ángulos, lleno de sudor y plumas carmesíes.
--- Maldición, me estas recibiendo tan bien, pequeña.--- Hawks se inclino hasta su oído, acelerando en demasía sus movimientos mientras la embestía sin pausa, presionando una y otra vez en su punto dulce.
La cola de felina se batía de un lado al otro, pasando por debajo de la mandíbula del hombre, enrollándose brazos y muslos, para terminar enredándose en su cintura, intentando pegarlo aun mas a ella si eso era siquiera posible.
Por un momento la felina olvido por completo que una fiesta repleta de sus compañeros héroes se desarrollaba pisos abajo, disfrutando del sublime movimiento de caderas de su superior, dejo salir su voz sin pudor alguno y trato de aferrarse al escritorio con sus uñas al sentir las pulsaciones de placer en todo su cuerpo. Estaba siendo demasiado ruidosa, pero en vez de bajar la velocidad Keigo llevo una de sus grandes y cálidas manos a la boca de la felina, cubriéndola para callar los gemidos guturales que salían de su garganta, le dio una mirada maliciosa al ver sus ojos cristalizados por el placer, empezando un ritmo aun mas fuerte y placentero para ambos. Los pies de la chica apenas rozaban el suelo con cada embestida y se contraían ante cada ola de placer que golpeaba su cuerpo.
Lágrimas empezaron a caer por las mejillas enrojecidas de la fémina, fue cuando la chica realmente se dio cuenta de que esta era la única manera en la que quería que la hicieran llorar.
Tocar el cielo juntos era una de las cosas a las que podría acostumbrarse , la vio arañar el escritorio y arquear su espalda a la vez que sus paredes internas empezaban a apretar cada vez mas su miembro ; Estaba apunto de llegar al clímax , todas las señales estaba allí.
Gruño mientras aumentaba la velocidad , escuchando como la chica empezaba sollozar su nombre solo dándole mas razones para golpear con más fuerza su interior hasta que ambos llegaran. Sus alas carmesí se alzaron , creando una suave ventisca mientras sus plumas esponjan y estremecen. Detuvo sus movimientos dando una última estocada que les hizo llegar a ambos, corriéndose dentro de ella , se mantuvieron en la misma posición el tiempo que duró , hasta que la menor dejó de sentir gradualmente como su miembro dejaba de palpitar en su interior.
[. . .]
La azabache miro la hora en su teléfono, percatándose de que faltaban minutos para la media noche, lo que significaba que debía buscar a Tokoyami para volver a la residencia y terminar la celebraciones navideñas con sus compañeros de clase. La chica se encontraba vistiéndose, luego de tener una tercera ronda en el sillón de la oficina, por supuesto. Keigo aun se encontraba sentado en este, solo vistiendo su pantalón, viendo atentamente como la felina intentaba vestirse, burlándose cada tanto de lo temblorosa y torpe que estaba.
--- Ya cállate.---Mustio la felina.---- Si fuera chico tu estarías así, peor.
--- No, si tu fueras un chico, definitivamente serias el pasivo.--- Aseguro con una sonrisa socarrona en su rostro, es poco decir que se encontraba del mejor humor del mundo luego de lo sucedido. Estaba demasiado feliz y no era capaz de ocultarlo--- No tengo pruebas pero tampoco dudas.
Este era su primer encuentro sexual pero keigo podía asegurar que charlie era increíblemente sumisa si la comparadas con su actitud usual.
La felina dejo salir un pequeño gruñido de su garganta, como un gatito molesto, keigo no pudo evitar jadear ante lo adorable que se veía frunciendo el ceño y erizando su cola.
--- No puedo volver a la residencia así, necesito tomar una ducha.---- Espeto, sintiéndose incomoda por el sudor y otros fluidos que aun estaban en su cuerpo. Estaba agotada.
--Puedes ir a las duchas de la empresa, siempre están abiertas.---Indico el héroe, pues la sala de entrenamiento y gimnasio siempre estaban disponibles para los héroes de su agencia, lo que incluía el área común del baño. Su agencia estaba bien equipada para que los héroes que trabajaran allí pudieran pasar la noche en las habitaciones, incluso vivir allí por temporadas.----Te acompañare.
--- Va ser que no.---Se negó rápidamente.--- Valoro mi habilidad de caminar y estoy segura de que quieres romper mi espalda para que no pueda huir de tus garras, típico de los halcones, los gatos somos mucho mas confiables.
Keigo soltó una carcajada, yendo detrás de la chica para abrazarla por la espalda, esta dejo sus pies sobre los del héroe y este empezó a caminar hacia la puerta llevándola consigo. Ambos tenían una pequeña discusión entre risas jocosas y pequeñas bromas, charlie fingía desinterés y Hawks la llenaba de amor, siempre se llevaron bien pero ahora sentían que estaba mucho mas unidos. La chica abrió la gran puerta de roble, seguramente podría escabullirse a las duchas sin que nadie lo notara, keigo seguía semi desnudo y el aspecto desordenado de la chica no dejaba espacio a la imaginación.
---Hawks-san no puedo encontrar a charlie, es hora de ir-nos....
El baso se deslizo de la mano de tokoyami y se desparramo en el suelo, se quedaron de piedra, mirándose mutuamente incrédulos y sin saber como reaccionar, sus mandíbula cayeron al suelo como si realmente hubieran quedado sin aliento. Estaban soberanamente jodidos. Keigo se aparto rápidamente y salio del campo de visión de su pasante.
---¿Ese era Hawks-san?----Pregunto vacilante, pasmado.
--- No.----Charlie entre cerro la puerta de inmediato para impedirle un campo de visión mas amplio de la desordenada oficina, alzando las comisuras de sus labios en una sonrisa forzada.
Tokoyami parpadeo múltiples veces, mareado, mirando a la chica de arriba a bajo.
--- ¿Te acostaste con mi maestro?--- Le cuestiono incrédulo, en un tono bajo como un susurro.
---No.---Balbuceo sintiendo los nervios a flor de piel.
Dios, por que tenia que ser Tokoyami el mojigato, este tipo no se morderá la lengua para acuzarnos. Daniel va a matar a Hawks, Aizawa va a matar a Hawks, Endeavor va a matar a Hawks por arruinar sus planes de matrimonio y acostarse con su futura nuera ¡La clase A lo va a linchar..!
---¡Charlotte! ¡No puede ser! ¡te acostaste con mi maestro!----Chillo horrorizado.
---¡No es cierto! ¡No lo hice!--- Siguió negando, entrando en pánico.
--- ¡Te acostaste con Hawks!
---¡No!
Un sonido sordo interrumpió la discusión a gritos de los estudiantes, Tokoyami cayo como peso muerto hacia atrás, desmayado. Charlie volvió a su posición, bajando su puño luego de haberlo noqueado. Joder, la estaba poniendo muy nerviosa y no tubo opción. No lo pensó demasiado, la chica se inclino, tomo los tobillos de su compañero y lo arrastro por el suelo hasta meterlo a la oficina antes de que alguien mas lo viera, Hawks cerro la puerta detrás de ella.
---¿Que hacemos?
---Apesta a alcohol, quizás no lo recuerde.----Keigo le tranquilizó.---Si lo recuerda seguro creerá que es un sueño.
--- La felina miro a los lados.---...¿Y si lo matamos?
---¡¿Que?!----Jadeo horrorizado, le agradaba Tokoyami, es como el polluelo que nunca tuvo.
---¡No lo se! ¡Estoy cansada..!----Se quejo, llevando sus manos a su desordenada cabellera.
---No vamos a matar a nadie.---Mustio el héroe.--- Lo llevaremos a la residencia, eso es todo. Tranquila, si lo recuerda hablare con el.
---Bien.---Dijo insegura, ella misma se encargaría del problema pero le haría pensar a el héroe que lo dejaría en sus manos. Hawks era demasiado blando con Tokoyami, en una ocasión lo vio jugar 30 minutos en una maquina para ganarle un peluche de Kuromi.--- Tomemos esa ducha antes de que enloquezca.
Estaba agotada, tenia sueño y ahora se sentía ligeramente culpable; Necesitaba una ducha caliente.
(...)
Tokoyami despertó de golpe, escuchando las risas de sus compañeros y pequeñas charlas acompañadas por el tenue sonido de la música navideña. Estaba mareado, se sentía fuera de lugar, además la resaca lo estaba matando aunque estaba seguro de que no había estado mas de 5 minutos dormido, se sintió como un parpadeo, y para ser sincero ni siquiera recordaba haberse quedado dormido. Intento levantarse sin éxito, solo logrando sentarse apenas, esto llamo la atención de su novia quien le acompañaba en el sofá de la sala común en la residencia.
---Por fin despertarse, kero.---Dijo Tsuyu, disfrutando de una humeante taza de chocolate caliente, abrigada hasta el cuello pues no soportaba el frío del invierno al ser una rana.----Estaba preocupada, te perdiste cuando abrimos los regalos.---Le informo.
Tokoyami estaba mudo, confundido y aletargado por el alcohol.
---¿Como es que..?
--- Hawks-san te cargo hasta acá, fue muy amable.---Le paso una taza de chocolate caliente a su pareja, junto con un remedio para la resaca y una aspirina para el dolor de cabeza.---Si te sientes mal avisadme, te haré sopa de algas.--- Ofreció su ayuda por si su novio tenia malestar luego de beber hasta el punto de desmayarse, cosa que le sorprendió pues eso nunca había pasado.
---Hawks...---Alargo.
Algo llego a la mente de Tokoyami, un recuerdo, como un flash que deslumbro a su cerebro. Sacudió su cabeza, eso no podía ser posible, debió haberlo soñado todo. Busco a la felina con la mirada entre la multitud, percatándose de que todos llevaban bufandas del mismo tipo solo que con diferentes tonos y diseños, parecían realizadas por la misma persona, incluso su novia y el mismo tenían una puesta. Dio con la azabache luego de unos minutos, esta conversaba animadamente con Momo y Nejire, se había cambiado de ropa y portaba una bufanda hecha a juego lo que le hizo pensar que esas bufandas eran de parte de la felina.
No traía la misma ropa que en su "recuerdo" por lo que rápidamente lo descarto, llegando a la conclusión de que estaba delirando por el alcohol.
Miro a la chica por unos segundos hasta que esta se percato, la azabache le miro y ambos conectaron miradas, pronto la expresión en el rostro de su compañera cambio radicalmente, pasando de un rostro amable y alegre a una expresión oscura y amenazante, incluso perdiendo el brillo en sus ojos que ahora parecían estar llenos de salvajismo. Estaban demasiado lejos como para escucharla pero la comprendió a la perfección, al verla gesticular con sus labios la frase " Si dices algo estas muerto" procediendo a hacer un mohín con su mano, trazando una linea en su cuello de forma amenazante. Tokoyami trago seco, terriblemente intimidado y asustado. Charlie volvió a su antiguo semblante, ignorándolo para seguir su conversación con las chicas.
*Nuevo miedo hacia charlotte, desbloqueado*
Definitivamente estaba alucinando.
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..
...
El fin de año llego en un abrir y cerrar de ojos, pronto todos se encontraban en la azotea de la residencia mirando el cielo estrellado a la espera de los fuegos artificiales. Pasando un tiempo agradable entre risas, charlas y bromas, bebiendo bebidas calientes y dulces, subieron un calentador para que Tsuyu pudiera acompañarlos sin problemas y no tuviera que quedarse sola adentro, incluso hicieron una vídeo llamada por Zoom con Toru, la chica invisible y la única que hacia falta en el grupo. Siendo felices y libres de cualquier atadura o preocupación, actuando como adolescentes normales, solo disfrutando el momento con las personas que apreciaban y que después de mucho tiempo juntos las consideraban parte de su familia. Son una gran familia.
Charlie jugaba con luces, estrellitas, comúnmente usadas por niños pero eso no impedía que las encendiera y pasara el rato jugando junto a Todoroki y Ochako.
Cuando los fuegos artificiales pintaron el cielo nocturno le dieron la bienvenida a un nuevo año y nuevas oportunidades, se abrazaron y felicitaron mutuamente, felices, ignorando que quizás seria la ultima navidad que pasaran todos juntos, pero no les importaba, simplemente querían pasar el rato bromeando y divirtiéndose como niños pequeños hasta que los primeros rayos del sol iluminaran el cielo.
De lo único que tenían certeza era de que todos serian grandes héroes.
(. . .)
---¡Daniel..!--- Grito la azabache, saliendo a trompicones de la residencia.
La nieve empezaba a desaparecer, el frío se mantenía pero la primavera pronto se encargaría de hacer que las flores volvieran a florecer y los arboles y pasto se tinta raba de colores brillantes. Como acordaron, el avión de Daniel aterrizo justo una semana antes de la graduación donde todos los alumnos del ultimo año pertenecientes al curso de héroes se graduarían, pasando a ser pro-héroes calificados para ejercer su profesión en cualquier agencia que quisiera reclutarlos.
----¡Charlotte!---- Exclamo con una gran sonrisa, evitando llorar de la alegría al ver a su hermana corriendo hacia el, se veía tan recuperada y feliz que no pudo evitar sentir un gran alivio en su pecho. Alzo los brazos y esta no dudo ni en segundo en lanzarse hacia el, siendo atrapada entre los fuertes brazos de su hermano mayor quien la hizo girar como una princesa.--- ¡Estas tan alta! ¡Mi bebe creció muy pronto! ¡Vuelve a ser pequeña..! preferiblemente de tamaño bolsillo.---Bromeo, examinando a su hermana de arriba a bajo.
--- No puedo, una vez que sucede la magia no se puede revertir. ---Mustio con arrogancia, mirando al hombre alto que poseía varios piercings repartidos por su rostro, mas precisamente en sus cejas , orejas y labios.---Te dije mil veces que aun estaba en periodo de crecimiento, todo se lo debo a el poderosísimo chocomilk , sabia que me haría crecer.
El castaño alargo una carcajada, puso su mano en su frente llevando sus largos cabellos hacia atrás, sin poder creer que charlie aun siguiera pensando que dicha bebida era mágica.
---Tus rostro tomo color, te vez mejor.--- Dijo con cierto alivio, jalando las mejillas llenas de hoyuelos de su hermana. La ultima vez que la vio se veía tan frágil y pálida, tan enferma.--- Realmente te ayudo estar con tus amigos.
--- Se preocupan por mi, son buenas personas.---Le tranquilizó acariciando su mano.--- Estoy segura de que Mama también lo crearía.
--- Te pareces a ella.---Aseguro con nostalgia, llevando su mano a la cabeza de su hermana para acariciar sus orejas felinas y revolver sus cabellos de forma fraternal, despeinandola.
---No, no digas eso.---Rió avergonzada.
---Eres igual de hermosa.--- Paso su brazo por los hombros de su hermana, abrazándola.--- Ahora que tienes el cabello largo te pareces mucho mas a ella, es nostálgico.. pero me gusta recordarla cada vez que te veo.
---Gracias por venir.---Ambos caminaron hacia la residencia.
---No me perdería por nada del mundo tu graduación.----Dijo casi ofendido.--- ¿Quien mas va a avergonzarte si no estoy allí? Podrás ganar todas esas competencias, ser genial y esas cosas pero recuerdo que cuando eras niña creías que los policías acostados eran oficiales atropellados. ¿Quien mas va a contar como llorabas cada vez que pasábamos sobre uno?--- Vocalizó entre risas.
--- Bastardo, sabia que debías tener algo entre manos.---Le empujo con su hombro de forma juguetona y este hizo lo mismo.
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Hola chicos y chicas.
Espero que les haya gustado el capitulo, lamento la tardanza.
Cada vez mas cerca del final.
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