Alaska, ANG.
Base militar de alta seguridad.
Hora: 00:01 A.M.

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Delante de las puertas de la base, debajo de las farolas parpadeantes, había dos guardias con sus respectivos trajes azul marino, sus gorras y sus pistolas.

—¿Y qué tal esta tu mujer?—. Dijo el guardia rubio aburrido de estar en silencio.

—Fatal. Cada día la entiendo menos—. Comentó desganado su compañero.

—Vaya, que putada.

—Ya ves...

El silencio volvió a reinar y cada uno se sumergió en sus pensamientos otra vez, ajenos a sus alrededores. Todas los noches pasaba los mismo, intercambiaban unas pocas palabras, seguían con el turno de noche y luego se iban. Pero esa noche era distinta.

—Ojo de Lince a Acechador, estoy en posición—. Habló el castaño a través del pequeño micrófono.

Se posicionó arriba de una colina, detrás de unos arbustos, con una amplia y limpia vista a la entrada de la base.

—Espero confirmación—. Comunicó arrodillándose.

Descolgó su mochila de la espalda y empezó a sacar piezas de un arma que montó en un momento. Colocó la mirilla, enroscó el silenciador, ajustó el bípode y se tumbó mirando por la mira hacia los guardias.

—Acechador a Ojo de Lince, posición confirmada—. Sonó por el auricular. Rápidamente el francotirador castaño visualizó a su compañero escondido detrás de una esquina cerca de un guardia.

—Te veo, Acechador. A mi señal, tú el de la izquierda y yo el de la derecha.

La tensión aumento. Acechador saco su puñal listo para la orden mientras, el francotirador apuntó a la cabeza del otro guardia.

—Tres... Dos... Y... ¡Ya!—. Susurró.

La baja salió silenciosa del cañón e impactó en la cabeza del pobre guardia que se desplomó automáticamente.

—Buen disparo—. Felicitó el de pelo negro.

Este arrastró ambos cuerpos hasta una zanja que estaba apartada y dejó ahí los cadáveres.

Volvió a acercarse a las puertas y abrió una pequeña caja que había pegada a la pared.

—Date prisa, se acercan dos más —. Advirtió el francotirador.

—Ya voy. No me metas prisa, Jack.

Se descolgó su mochila del hombro y sacó un pequeño aparto que conecto a la red eléctrica de la instalación.

—Bug conectado—. Informó por el micrófono. —Más vale que sepas lo que haces —. Comentó al aparato.

—Los guardias se alejan, no han sospechado nada. Muevete ahora.

El pelinegro cerró la caja con el aparato dentro y saltó la verja. Fue fácil matar al guardia que había en la cabina de dentro.

—Acechador a Bug, informe—. Ordenó el pelinegro a la espera para hacer sus próximos movimientos.

—Infiltración completada. Procede, Jeff—. Informó una tercera voz en los auriculares de ambos.

El recién nombrado quitó una placa de hierro, cortó unos cables y salió corriendo en silencio de la cabina hacia unos camiones que estaban aparcados a lado de un helicóptero.

Automáticamente, la alarma empezó a sonar y las luces de las torres de vigilancia se encendieron.

—Cambio de posición—. Dijo el francotirador.

—Os conecto a la red de los auriculares enemigos —. Habló Bug.

—¿Pero qué ha pasado, Cabo Morales?

No hubo respuesta.

—Cabo Morales, responda, es una orden. Infrome.

Nuevamente, no hubo respuestas.

Jeff desde su sitio logró ver como un militar se acercaba a la caniba en la que previamente había estado él. Luego se acercaron los dos guardias de antes y se llevaron el cadáver.

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•••

Por alguna extraña razón escribí el guión de diálogo pero no me acuerdo quién iba a decir y el qué, así que... ¿:D?

Esta era una idea que me hacía ilusión desarrollar, pero aquí está, en "lo haré más tarde". XD

Y luego técnicamente aparecían Masky y Hoodie a salvarles el culo porque los habían pillado.