Capítulo 7: Reconocer (Chuuya)

Reconocer: Verbo transitivo

1. Distinguir o identificar a una persona o una cosa entre varias por una serie de características propias.

2. Examinar con cuidado y atención una cosa o a una persona para conocer mejor su estado y formarse un juicio acerca de ella”.

Es el demonio, pero no por el miedo que provocó a ese hombre, no, ni tampoco por todas les vendas que usa, ni siquiera por el hecho de que me pregunto si morir desangrado era agradable, no, nada de eso respalda el hecho de que es un demonio, es un demonio porque el desgraciado sabia que no iba a poder responder las preguntas que me hizo, se estuvo burlando de mí. Pensé en investigar mirando por las ventanas, pero en ellas había una sola nota:
                  
“Te recomiendo lanzar algo por ella antes de sacar la cabeza”

Arrugué la nota y la lancé, en ese precioso momentos rayos laser la hicieron explotar, lo mismo con cada una de las ventanas, lo único que puse hacer fue mirar desde lejos
Sin pesarlo mucho me senté en medio de la habitación y respire ¿Y si rompo las ventanas? pero, que pasara con los pedazos de vidrios que caigan, por la velocidad terminaría alguien herido y eso no quita el hecho de que sabre solo donde estoy y no quien es èl, ese maldito sabía que seguro iba lograr deducir el lugar y no quien era él.

“Y no me refiero a mi nombre o aficiones, sino a la razón por la que deberías conocerme”.

¿Por qué debería conocerlo? Deduciendo, es el demonio, es el maldito demonio más inteligente que me he cruzado en la vida, ha logrado saber cada uno de mis movimientos hasta ahora. Cada uno de ellos.
Bueno, solo me queda mirar por las ventanas, evitando tocar alguno de los detonantes de los rayos láser, porque, este departamento esta muerto, encontré sus trajes negros, y eso, no hay fotos, cuadros o algo que demuestre que esta es su casa…como si no quisiera admitir que al decorar el lugar este aferrándose a algo.

Entonces, hasta ahora, tengo, trajes negros, incapacidad para apegarse al lugar, el miedo que provoca en la gente y que debería conocerlo, no llevo tanto tiempo en esta ciudad, cerca de un año, sin embargo, no había escuchado de Dazai Osamu, ... aunque, puede que lo haya escuchado en el bar, necesito recordar, mierda, porque ignoro a las personas, si él tiene miedo a aferrarse a las cosas pues yo tengo miedo a entregar mi confianza, mi interés y mi maldito tiempo. AHHHH que rabia.

Sin moverme de mi lugar sentí como la mesa a mi lado se convertía en miles de pedazos pequeños, me tense un poco, ya había roto una silla y una mesa, tengo que calmarme o destruiré cada elemento en este lugar. Respira Chuuya, seguro él sabía que iba a desesperarme.

Levantándome me dirigí a la habitación, y sin pensar mucho saqué un poco la cabeza por la ventana. Los rayos láser parecieron parpadear, pero luego se detuvieron, suspire cansado. Parecía ser que estaba cerca del último piso y tenía vistas hacia toda la ciudad…este edificio…no…no puedes ser ¿Mafia? La maldita Port Mafia, agarrándome el cabello me eche hacia atrás cayendo de lleno en la cama. Ahora entiendo, estoy aquí por el incidente de los niños…esos imbéciles atacaron aun cuando los niños estaban robando algo para comer, eran unos niños pequeños, no me arrepiento de haber arremetido contra ellos por salvar la vida de los niños, sin embargo, me arrepiento de haber dejado sobrevivientes que me delataran con… ¿Con quién? Alguien que tuviera el suficiente poder para mandarme a capturar…el jefe de la organización.

“Me deberías conocer”

Ese maldito no es el jefe, no se hubiera rebajado a irme a buscar a ese bar, pero tampoco es un subordinado más, lo enviaron específicamente por la habilidad que tiene. Para someterme…creo, que sé por dónde se va dirigiendo esto, mire el techo de la habitación con el ceño fruncido, ese desgraciado era alguien cercano al jefe del lugar, lo suficientemente cercano como para tener un departamento en este edificio y lo suficientemente cercano para que le encargarán esta misión a él, pero ¿Qué misión tiene conmigo? No creo que piensen reclutarme porque le golpearía la maldita cara, pero es lo único que se me ocurre o si no ¿Por qué me salvo la vida?

Escuché como el ascensor sonaba abriendo las puertas, con un suspiro me dirigí a recibir al idiota, pero me sorprendí al ver a un mocoso de cabello blanco bajando de él, traía en sus manos una bolsa, por la forma noté que era comida.

- Hola – me dijo nervioso, sin moverse de la entrada. Lo evalué, no parecía muy peligroso y era claramente un niño, pero, tenia algo que hacia que no pudiera subestimarlo

- Hola – le conteste sin dejar de observarlo, este al notar que le devolvía el saludo me sonrió alegre.

- Me...me han dicho que viniera a visitarle! ¡No, no es eso! Yo, yo quería conocer a la persona que Dazai-san permitió en su departamento… no debí haber dicho eso, no le diga que le dije lo que no debería haber dicho – exclamo moviendo las manos como si intentara parar algo

- No te preocupes, no tengo porque decirle nada a ese idiota – Al escucharme responder abrió los ojos sorprendido por como trate a su ¿Amigo? Que eran estos dos.

Sonriéndome se acerco a la cocina y saco las cosas, para ponerlos en la inexistente mesa, al notar que no estaba y que ahora era nada más que polvo en el suelo, se encogió de hombros y dejo la bolsa en el refrigerador, pareció sorprenderse al ver botellas de agua en su interior. Luego me miro nuevamente nervioso

- hummm… Dazai-san me dijo que debía venir a esta hora y que sabría la razón cuando viniera

- ¿Eso te dijo?  - le pregunte cruzándome de brazos y apoyándome en la pared – ¿Viniste aun cuando él te lo pidió? Eso los hace ver muy cercanos, teniendo en cuenta que causa miedo por donde sea que pase

- Yo no le tengo miedo, la mayoría de las veces, solo cuando cometo algún error, puede ser bastante despiadado, pero crecimos juntos, somos algo parecido a hermanos o mentor y alumno, aun no estoy seguro – dijo saliendo de la cocina y acercándose a mirar por la ventana

- No deberías salir al balcón, parece ser que el imbécil dejo activado la seguridad

- Ohh, no hay problema, solo tienes que hacer esto – Movió un poco la cortina mostrando un botón rojo que decía apagar, aprete los puños frustrado, ese idiota no le costaba nada decirme eso. Por el movimiento de las cortinas cayo una nota a mis pies, frunciendo el ceño la recogí.

“Que triste que no sepas apretar un botón rojo para desactivar la seguridad, supongo que Atsushi-kun tuvo que hacerlo por ti, que bueno que fue a visitarte ¿verdad?
Pd: Tiene 18 años, un año menos que tú, así que no le digas niño, que el te gana en tamaño, enano”.

- YO LO ODIO – grite arrugando la nota y con mi habilidad dándole peso y lanzándola por la ventana, que en esta ocasión no la destruyo al pasar a través de ella. El chico, que ahora sabia, se llamaba Atsushi me miro sorprendido luego salió al balcón, lo seguí. Observe como el paisaje era de un bello atardecer, el chico se sentó en la barandilla y me miro con una sonrisita

- Entonces ¿Me necesitas para algo? No tenemos muchas visitas por aquí

- Necesito que me ayudes a ganar un juego con ese idiota, ¿Puedes responderme cualquier pregunta? – le dije directo apoyándome en la barandilla a su lado.

- Supongo que sí, mientras sea información de dominio público

- Entonces primera pregunta, ¿Tu nombre es Atsushi? – el me sonrió divertido

- Si ¿Como se llama usted?

- No me trates de usted, dime Chuuya, parece ser que somos casi de la misma edad

- Ohhh, ¡eso es genial, no tengo amigos de mi edad! – me dijo emocionado, por un segundo pareció que sus ojos se cambiaban a los de un gato, pero luego volvieron a la normalidad

- Enserio ¿Por qué? – Observe como lanzaba un suspiro y miraba el paisaje de reojo

- Bueno, supongo que soy peligroso para ellos y ellos son peligrosos para mí – me respondió como si repitiera una frase que le repetían constantemente

- Yo tampoco tengo amigos, así que no te sientas especial – le dije sin evitar sonreírle, este cambio su rostro triste y me sonrió de vuelta

-Entonces, Chuuya-san ¿Qué necesita para ganar este juego? La verdad no me importaría que alguien le diera su merecido a Dazai-san – Me reí divertido de su cara de enfado hacía el imbécil

- Son dos preguntas que debo responderle ¿Dónde estamos? y ¿Quién mierda es él? – el ladeo la cabeza y se balanceo un poco en la barandilla

- Supongo que ya sabes donde estas – me expreso tuteándome

- La Port Mafia

- Si, en la sede principal en realidad

- ¿Sabes por casualidad la razón de mi instancia aquí?

- No, llegue recién en la madrugada – Murmuro bostezando - La verdad fue un boom que Chuuya-san este por aquí, Dazai-san no suele traer a alguien a su departamento, la verdad soy una de las dos únicas personas que tienen la clave para ingresar aquí

- Pareces extrañamente cansado- le dije al ver las ojeras debajo de sus ojos y que bostezaba cada 3 minutos.

- Estuve en una misión y un sujeto no dejo de perseguirme – me conto moviendo los pies al vacío

- ¿Qué sujeto? – le pregunte curioso

- La verdad no lo sé, vestía una gabardina negra y tenia un poder extraño…- Al mencionar lo del poder me miro angustiado, parece ser que no podía hablar sobre los poderes, con un suspiro toque su hombro provocando que se elevara un poco de la barandilla, este me miro emocionado, solo fue unos segundos, luego lo volví a dejar sentado en ella – ¡Genial, Chuuya-san!

- ¿Poder extraño? - Le pregunte cambiando el tema, la verdad tenía un pequeño presentimiento de quien hablaba

- Algo negro, grito Rasho…Rashu

- Rashomon – le dije terminando la frase

- Sii, exacto, ¿Sabe quién es? Perdí mi teléfono mientras corría de él, y estoy seguro de que él lo tiene

- No es difícil saber quién es – le dije sonriendo – es el oficial de policía de la sección paranormal, tiene 23 años, bastante joven para ser jefe de toda una unidad

- Ohh, ¿lo conoces por eso?

- Por supuesto que no, Va a beber a mi bar y cuando se emborracha no deja de insultar a todos con: Rashomon los va a matar, y como ocurrió varias veces, en una ocasión me toco llevarlo a tomar un taxi para mandarlo a su casa, y me termino diciendo lo peligroso que era y sus razones, es un borracho bastante parlanchín – dije sonriendo ante la situación, Atsushi comenzó a reír divertido

- Lo haces ver tan humano – me comento riéndose

- Siguiente pregunta Atsushi – le dije cuando ambos paramos de reír, este se volteo a mirarme - ¿Eres un asesino? – de inmediato se tenso y se puso nervioso – Por esa reacción supongo que si

- ¿Me odiaras ahora? – me dijo triste

- ¿Matas niños o personas indefensas?

- No, hago los trabajos peligrosos, pero de personas que van contra la Sede

- Entonces no tengo porque odiarte, hay peores monstruos – le exprese mirando a la nada, este me miro ladeando la cabeza

- ¿Peores?

- Exacto, ultima pregunta ¿Quién es Dazai Osamu?

- Dazai-san es…

Antes de que terminara la frase, escuche unos aplausos desde la puerta del balcón, de inmediato ambos nos giramos a ver de lo que trataba, y no era mas que el imbécil con una sonrisa petulante

- Tiempo, Chuuyaaaa, fin del juego - Con una sonrisa me acerque a el y golpee con fuerza su estómago mandándolo contra la pared de atrás

- ¡MALDITO IDIOTA! ¡HAS ESTADO JUGANDO CONMIGO TODO ESTE TIEMPO! – observe como se levantaba con una mueca y mi miraba el aire egocéntrico que tenia

- De eso se tratan los juegos ¿Acaso eres idiota?

- ¡Ya sabes a lo que me refiero!

Atsushi se bajo de la barandilla y nos miro sin saber que hacer, de reojo observe como bostezaba por novena vez

- Deberías ir a dormir- le comenté, Atsushi me sonrió y me asintió con suavidad

- Algún día iré donde trabaja, Chuuya-san

- No tienes edad para beber, se supone que no puedes entrar, pero hare una excepción para ti

Este se rio divertido y despidiéndose con la mano se fue del departamento dejándome a solas con un tal Dazai Osamu

- ¿Qué opinas de mi Atsushi-kun? – me dijo sentándose en el sillón, miro con una ceja alzada la mesa y la silla destruida y luego volvió a mirarme

- Es un chico interesante, para ser un asesino

- ¿Es eso así? Entonces, cuales respuestas me darás, te mande a la mejor fuente de información que existe en el edificio

- En primer lugar, no lo use como fuente de información, ya sabía donde estaba antes de que él llegara, y estaba mas interesado en saber quien era él que en saber quién mierda eres tú

Me miro sorprendido antes esa respuesta, sonreí orgullosos ante eso, parece ser que no tenía todo calculado, pero igual significaba que había perdido parte de la apuesta, pero, al diablo, escapare por la ventana apenas pueda.

- Entonces ¿Dónde estás?

- Sede principal de la Port mafia – respondí de inmediato

- Ohh, bien hecho pequeño detective, entonces ¿Quién soy yo?

- Claramente eres el imbécil más grande que me he cruzado

- ¿Debo tomar eso como tu respuesta final? – me dijo sin perder la sonrisa, suspire cansado

- Eres miembro de la Port Mafia

- Esa es una respuesta muy vaga

- Miembro importante de la Port Mafia, cercano al jefe de la organización – dije sentándome en el sillón, pero lo más separado que pude de él – ¡seguro son amantes! - le dije en broma y riéndome ante su cara de asco, repulsión y todas emociones de asco que podían existir

- Definitivamente eso es lo más horrible que me han dicho hasta le fecha – dijo abrazándose y estremeciéndose

- ¿No lo son?

- No pondría ninguna parte de mi cuerpo cerca de ese tipo, que asco – me expreso frunciendo el ceño

- Era una broma, pero si son cercanos, deben serlo para vivir en el mismo lugar, yo no permitiría a un idiota suicida en mí misma casa, así que eso me hace pensar que son muy cercanos

- Cercanos… supongo que podemos decirlo así, pero eso solo te da medio punto Chuuya

- Por favor, fue un excelente descubrimiento para alguien que no sabia de tu existencia hace menos de un día – le respondí riéndome, me estaba dejando por el ambiente fue lo que note al tomarlo del brazo para decirle eso. Ambos nos tensamos y nos quedamos mirándonos a los ojos, con cuidado retire la mano y me aleje sonrojado de el

- No estuvo mal, pero sigue siendo medio punto, en simples palabras, puedes ir a trabajar, pero tendrás que volver - me exclamo aclarándose la garganta

- Ni muerto

- Seguro si mueres si vendrías muerto aquí, la mafia pediría tu cadáver para hacer experimentos con tu cuerpo y esas cosas – Me dijo sonriendo de lado

- No digas estupideces, imbécil, en todo caso ¿Para que me necesitas? ¿Por qué la mafia me está solicitando?

- Todo a su tiempo, pero, por ahora, somos tu mejor opción para protegerte mientras estas herido, después de todo quieren matarte

- La mafia no protege gratis, no quiero deberles una deuda que no podré pagar – le exclame recostando mi cabeza en la parte de atrás del sillón mirando de ese modo al techo

- ¿Ni siquiera si sabemos quién te mando a capturar?

Gire a mi cabeza hacia él y observe como me entregaba una hoja blanca doblada por la mitad, lo mire dudoso

- Encontré esto en el bolsillo del cadáver del tipo que te disparo, solo ve lo que tiene dentro y entenderás

Con cuidado alcance la hoja que me entregaba, y nervioso la desdoblé, en ella estaba dibujada una simple rosa roja, que parecía haber sido pintada con sangre por el modo en que se había corrido hacia abajo, comencé a temblar, no puede ser. Quería matar a alguien, sentí como mi poder subía por mis brazos destruyendo mis guantes y la hoja en mis manos. Mierda, esto no era bueno, mi poder iba a destruir todo el maldito edificio

Gracias por leer ❤❤❤

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