Capítulo 45: Colegir (Dazai)
“Colegir: Verbo transitivo que hace referencia a sacar una conclusión por medio de un razonamiento a partir de hechos, indicios, supuestos anteriores o de un principio general”.
Sus ojos estaban llenos de lágrimas cuando solo iba a la mitad de la primera libreta, se notaba que quería llorar, pero antes de que una lagrima corriera libremente se limpiaba el rostro con la manga de su ropa
- ¿Necesitas un segundo? – no quería dejarlo solo, pero, si lo necesitaba…
Negó con la cabeza, dejando que su cabello tapara sus tristes ojos, sus manos estaban temblando mientras dejaba la libreta junto a las otras
- Lo siento, no suelo ser tan emocional – su voz mostraba la sorpresa por las lágrimas que caían por sus ojos – Es solo que… es como vivir dos veces la misma historia… o algo así – su voz se rompió, se secó rápidamente las nuevas lagrimas que salieron de sus ojos – ¿Siempre he estado solo? – murmuro por lo bajo con el ceño fruncido - ¿Por qué? ¿Por qué no conocía a nadie? – su mirada volvió a encontrarse con la mía, sus ojos parecían estar opacados - ¿De qué estaba escapando? - trago con fuerza, temblando por la siguiente pregunta - ¿De quién estaba escapando? – observe de reojo como las cosas a nuestro alrededor comenzaban a levitar debido a la falta de gravedad
No podía dejar que esto continuara, tome su rostro con ambas manos, obligándolo a mirarme y cancelando su habilidad
- Chuuya, no trates de forzar tu memoria, solo te harás daño, ¿Quieres perder todo el avance que has hecho hasta ahora? – espete sonando mas frio de lo que quería, aunque funciono, sus ojos dejaron de mostrarse opacados, comenzó a respirar con dificultad
- Odio las rosas – volvió a repetir, pero con mayor convicción – Realmente odio las rosas
Detuve sus manos antes de que tratara de tirar de su cabello, hizo una mueca al notar lo que estuvo a punto de hacer
- Respira, cara de muñeca – trate que su respiración se acompasará, lo cual sucedió a los pocos minutos - ¿Mejor? - Asintió, parecía agotado, definitivamente es suficiente por hoy
- Estoy bien – susurro con su voz ronca, el esfuerzo por aguantar sus ganas de llorar estaban lastimando su garganta, más el hecho de que sigue hablando aún cuando no está completamente recuperado – No habían…tantas cosas…escritas – En realidad, por lo rápido que pasaba las paginas parecía ser que solo había escrito una que otra frase
- ¿Quieres hablar de ello?
Negó con la cabeza, aunque luego su mirada se tornó triste
- Son pensamientos que tenía a lo largo del día, “cosas a tener en cuenta” – explico con un tono de voz triste y confundido – Cuando llegue a Yokohama, trabaje un tiempo como mercenario, vivía en los barrios bajos – parecía avergonzado de decirme eso - Las armas… de la caja… las usaba en vez de mi habilidad – se mordió el labio nervioso - No debía mostrar mi habilidad…cuando trabajaba
Se dejo caer contra mí, últimamente siempre lo hace cuando quiere apoyarse u ocultarse de algo, lo abrace de regreso. Se quedó en silencio un segundo sin separarse de mí
- Mate muchas personas por dinero – murmuro con un tono de voz avergonzado – Y creo…que no fue la primera vez que mate a alguien
- Chuuya, no te voz a juzgar por eso – sonreí con ironía por la situación – no soy la mejor persona para juzgar sobre matar a los demás, a ti al menos te importan – en comparación a esa empatía que tanto caracteriza a Chuuya, yo no recuerdo haber sentido remordimiento por ninguna persona que elimine. Suspiro aliviado por mis palabras. Cara de muñeca, no hay modo de que algo así me provoque rechazo – ¿Eso fue a los 15 años? – pregunte tratando de distraerlo
Negó con la cabeza
- Desde los 14 pero esa libreta la comencé recién cuando cumplí 15 años – espeto separándose del abrazo, me sonrió incomodo – En serio, no soy tan malditamente sensible, no sé porque lo estoy sintiendo tan fuerte
- Es normal estar mas inestable cuando recibir tanta información de golpe, Chuuya - Por no hablar que sus emociones habían regresado poco a poco, tenían que sentir todas ellas para lograr cierta estabilidad, aun así, no era agradable verlo tan triste
Miro las libretas sobre la cama fijamente
- Aun tengo mucho que leer – fue todo lo que comento, secando algunas lágrimas que habían escapado – Enserio, odio llorar – no parecía poder detenerse, me miro igual de confundido que hace un segundo – No te estoy mintiendo…cuando te digo…que no quiero llorar…maldición
Esta vez fui yo quien lo atrajo para que se apoyara en mi pecho, dejando que se aferrara a mi mientras lloraba en silencio, su cuerpo no dejaba de temblar con fuerza, sus lagrimas no se detuvieron en mucho tiempo, a tal punto, que fuera el atardecer se dejaba vislumbrar
Cuando por fin se separó, sus ojos estaban rojos de tanto llorar
- Siento que he llorado mas en estos últimos días que en toda mi vida – me dio una sonrisa torcida, aunque sus puños estaban apretados ante impotencia de no poder controlar sus emociones – Creo que es mejor llorar que herirte ¿Verdad?
Le sonreí ante eso, supongo que se refiere a sus primeros días controlando la ira y el miedo
- Puedes hacer lo que quieras, no me alejaré de ti incluso si rompieras todo el edificio – no estaba bromeando al respecto, mire a mi alrededor, la oscuridad ya se había apoderado de la habitación, tenia que atender algunos asuntos en la Port mafia así que era momento de regresar, no es que quisiera trabajar, pero era un asunto que no podía aplazar, aun así, me pregunto si Chuuya quiere regresar conmigo o si quiere quedarse aquí
Me miro confundido ante mi mirada fija en su rostro
- ¿Tengo los ojos muy rojos? – hizo una mueca tratando de mirar sus ojos en algún reflejo, pero sin exito, estaba muy oscuro para notar algo
- Pareces un cangrejo – me burle aun cuando sus ojos no se arruinaban solo por haber llorado un poco
- ¡Entonces no me mires, bastardo! – se incorporó con una mueca de disgusto, corriendo a lo que suponía era el baño, luego solo el sonido de Chuuya lavándose la cara
Sonreí un poco ante la ocurrencia, me levanté de la cama para seguirlo
- Chuuya, tengo que volver a la Port mafia – comente como si no estuviera tratando de evitar su negativa a regresar, se asomo por el borde de la puerta secando su rostro con una toalla
- Bien, tengo hambre– me comento logrando que mi pregunta sobre si decidiría quedarse desapareciera fácilmente
Observe como agarraba sus libretas, al mismo tiempo que miraba con cariño todo su entorno, sin duda Chuuya debió considerar este lugar como la zona donde nada malo debía entrar, ni siquiera el pasado del que tanto trato de huir, no era difícil notar eso, su departamento estaba decorado con mucha dedicación incluso cuando no tenia fotos o algo que lo vinculara a alguien
Por eso, considere que sería una aberración que yo entrara a esta zona que el tanto había protegido de la oscuridad y la sangre
- ¿Dazai? – tenia una ceja alzada mientras me miraba - ¿Nos vamos? – parecía querer preguntar lo que estaba pensando
-No vi el jardín – comenté con un encogimiento de hombros – Lo vi de reojo, pero no quise salir
Chuuya me sonrió ante mi mención
- Es la razón por la que compre este lugar
Comenzó a caminar por el pasillo, indicándome que lo siguiera. Es extrañamente aliviador notar como sus ojos brillan con recuerdos que poco a poco se acentúan en su mente, haciéndome olvidar que hace poco estaban opacados por la falta de una personalidad, realmente espero que eso no regrese en el momento en que le entregue los documentos del pasado que no encontrara en las libretas que lleva consigo, el pasado que no recordó hasta que me conoció.
El sonido de la puerta del jardín siendo abierta me saco de mis pensamientos, observe sorprendido por la inmensidad del lugar
- ¿Aun puedo comprar una planta? – comente con una media sonrisa
Chuuya me miro confundido antes de recordar el video
- Ni lo menciones, Dazai – aunque no negó mi oferta en ningún momento - ¿Qué te parece? - señaló orgulloso el jardín
- Es hermoso – comente con sinceridad, perfecto para pensar que estas en un lugar distinto a Yokohama – Debió ser costoso
- Un poco, pero tengo dinero de sobra por mi… - se mordió el labio ante su pensamiento antes de continuar hablando – Antiguo oficio
Pareció realmente incómodo por ello, bajando levemente la mirada
- Ya que eres millonario no dirán que te casas conmigo por mi dinero – me burle distrayéndolo
Se rio ante eso
- No me casare contigo – su mirada se quedo enfocada en mi un segundo - ¿Tuvimos una conversación parecida? – Lo mire fijamente ante eso - Ya sabes, sobre tu teniendo dinero y casarnos, creo que estaba Mori-san – se toco la cabeza con una mueca de dolor – Al menos creo que te dije que no
- Me dijiste que siempre y cuando te casarás por amor – espete colocando una de mis manos en sus frentes, haciendo pequeños círculos con las puntas de mis dedos, suspiro agradecido por el alivio – Asi que no fue un no
- Como sea – cerro los ojos completamente relajado por el masaje
- Creo que es suficiente esfuerzo por hoy – comente notando que sus síntomas ya eran de alguien agotado por todo lo sucedido – Volveremos cuando quieras
Chuuya asintió, realmente debía estar cansado por el pesado día, aunque en ningún momento se separo de sus libretas, seguro tercamente tratara de leerlas una vez que volvamos y haya descansado un poco
El viaje de regreso fue mas tranquilo que en un principio, principalmente por que Chuuya durmió la mitad del camino agotado, incluso cuando íbamos en el ascensor hacia mi departamento se le veía desgastado, sus ojos irritados por tanto llorar solo acentuaban ese efecto
- ¿Qué me miras tanto? – me gruño de malhumor
- Pensaba que te ves más pequeño cuando lloras – comente logrando que me frunciera el ceño
- No empieces, no tengo energías para discutir – susurro nuevamente con su voz ronca, cuando regresamos tendrá que volver a usar la libreta para hablar, el desgaste de sus cuerdas vocales volvió a ser demasiado– Pero, no creas que olvide que aun me queda todo lo que tú tienes que contar
Si, eso es cierto, me pregunto si será buena idea decirle todo en la noche, ha sido demasiada información por hoy.
- Tu cerebro podría explotar – comente con calma, o podría volver a cero – No quiero que despiertes en la mañana preguntando quién eres – las veces que despertó preguntando siempre lograban recordarme lo que el dolor
Lo escuché suspirar, dejándose caer en mi contra, por inercia puse mis brazos a su alrededor, su oído quedaba a la perfección en mi corazón
- Estoy bien, no tienes que tratarme como si me fuera a romper – me murmuro no correspondiendo el abrazo, pero sin separarse de mis brazos, hasta cerro los ojos en señal de comodidad – Estaré bien
- El miedo es un feo sentimiento – comente apoyando mi mentón en su cabello, Chuuya siempre era muy cómodo - ¿Hay algún modo que puedas probar que no olvidaras todo de nuevo al despertar?
- Ni lo menciones, eso si es algo terrorífico de pensar, Dazai – me espeto justo cuando el ascensor se abría, trato de separarse, pero lo mantuve tal como estaba - ¿Dazai?
Parpadeé ante lo que había en mi departamento, no dejando que Chuuya se girara, poco a poco alze una ceja
- Atsushi, esto se lo diré a tu padre – comente observando como tanto Akutagawa como Atsushi me miraraban al mismo tiempo
- ¡Dazai-san! ¡No es lo que parece! – me grito Atsushi quitándose de encima de Akutagawa, quien lo miraba irritado, aunque es su cara de siempre - ¡Juro que no es lo que parece! ¡Yo! ¡Mesa! ¡la silla! y ¡él! – sus palabras no dejaban de enredarse
- Parece que se estaban besando en el suelo de mi departamento – hice énfasis en el “mi”, Chuuya de inmediato se sobresaltó por mis palabras – Si van a hacer esas cosas, al menos vayan al tuyo
Solté a Chuuya quien de inmediato enfoco su mirada en Atsushi, quien también lo miro sin perder el sonrojo del rostro
- ¡Chuuya-san! – oh, y ahora usaba los honoríficos, parecía que iba a llorar - ¡Juro que no es lo que parece! ¡No lo estaba besando!
- ¿Le dabas oxigeno con la boca? – me burlé logrando que se sonrojara aún más – No me di cuenta que faltaba oxígeno en mi departamento ¿Qué tal Chuuya? ¿Quieres obtener más oxigeno?
- No, gracias – contestó sin saber que decir ante la situación
Atsushi miro a Akutagawa en busca de ayuda, pero este parecía cada vez mas enfadado, Atsushi termino por suspirar
- ¡Hay una explicación lógica! ¡No le diga a Mori-san! – se defendió de nuevo, creo que será algo interesante para escuchar
Gracias por leerrrrrrrr❤️❤️❤️ los adoro 🥰🥰🥰🥰 cuidense mucho
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