Capítulo 41: Librar (Akutagawa)
“Librar: Verbo transitivo que significa evitar que una persona tenga que hacer frente a una obligación, un peligro, una molestia o algo desagradable”
- Quedas libre, Akutagawa
Abrí los ojos para observar al supervisor que me habían asignado desde que regresé. Que molestia. No es como si no hubiera podido salir, pero si salía alguien iba a salir muerto, cosa que me hubiera impedido seguir estando en este lado sin tanta oscuridad
El supervisor me quito la gran variedad de cadenas que me habían puesto, ante mi falta de preguntas comenzó a hablar
- Un testigo afirmo que fuiste llevado en contra de tu voluntad por lo que se descartó tu participación con la Port mafia, siendo una víctima más, enseño pruebas de que una organización extranjera fue la culpable - mientras decía esto su voz tembló. ¿Qué cree que voy a hacer? No tengo tiempo que gastar con él- Sentimos haber dudado de ti
Me encogí de hombros con simpleza antes de mirarlo sin interés
- Seria un peligro que hubiera sido un traidor y los hubiera matado a todos - una pequeña sonrisa se mostró en mi rostro que solo provoco que el supervisor se alejara más de mi- ¿Quien fue? - pregunte acomodando bien mi ropa. Me miro confundido- El testigo - ¿Quién se había atrevido a llamarme víctima?
- Un muchacho joven, cabello blanco o gris, ojos cafés
Si no fuera por lo de los ojos juraría que fue Jinko.
- ¿Donde esta?
- Se marcho apenas dio el informe
Aun cuando el supervisor a cargo dijo eso, el idiota de Jinko estaba apoyado en la pared de un edifico cercano a la estación de policía.
Estaba vestido de civil, así que destacaba más de lo que solía hacer. Aunque Jinko no parecía tener interés en como las pocas personas que lo notaban, lo miraban.
Extrañamente para alguien tan alegre como él, su espíritu parecía apagado, casi peligroso. Su postura a la defensiva e intentando que no lo notaran, pero sin desaparecer del todo en las sombras de edificio
Pero, aunque intente pasar desapercibido no es difícil encontrarlo. No cuando has pasado tanto tiempo con él.
Cuando nuestras miradas se encontraron procedió a sonreírme con felicidad. Hice una mueca ante la forma en que bajo sus defensas de nuevo ¿Qué es lo que le pasa a su cabeza?
Se acerco rápidamente.
- ¡Akutagawa! - sé que tuvo todas las intenciones de abrazarme por su clara emoción al verme, pero se arrepintió en último momento por lo que sea que vio en mi rostro- oh...eh... ¿Hola? ¿Como estas?
Se que si pudiera ver mi rostro en un espejo estaría distorsionado. Jinko también pareció notarlo. Por qué poco a poco perdió su sonrisa y dejo de acercarse tanto a mí.
- Mmm…yo...solo pasaba...para ver si… estabas bien - comento con una mirada decepcionada. Parecía estar evaluando mis reacciones. Mi silencio pareció incomodarlo, dando hincapie a que una gran cantidad de palabras comenzaran a fluir desde su boca– Ya sabes, Akutagawa desapareció a penas llegamos, aunque no se cuando llegamos, yo solo desperté y Mori-san dijo que estabas en prisión y y y y, bueno, ¿Pensé en ayudar? Si, ¡Ayudar! Tenía que ayudarte… después de todo fuiste secuestrado más o menos por mi culpa ¿Verdad? ¿Y cómo estás? yo…
Al haber pasado todos esos días con él creo que genere un filtro a las cantidades de palabras que ingresan a mi mente. Pensé que estaría muerto luego de nuestro último encuentro. Era bueno...que estuviera bien, aunque había algo distinto
- Tus ojos...
Su palabrería sin lógica se detuvo.
- ¿Mis ojos? - pareció confundido unos segundos antes de que comprendiera. Sonriendo emocionado- Entonces... ¿Si quieres hablar conmigo? - susurro medio emocionado mientras daba un paso más cerca de mí
- No tientes tu suerte, Jinko
Se detuvo. Mirándome visiblemente nervioso, aunque no perdió su sonrisa, la alegría seguía presente en su mirada.
- Son lentillas - Pestañeo con rapidez sacando una pequeña lentilla para demostrarlo. En ese ojo el color café se tornó de inmediato de sus múltiples colores naturales- Las uso cuando quiero salir a la calle de día, después de todo...mis ojos normales me hacen un poco reconocible - ante esto último miro el piso nervioso, dándose el tiempo de devolver a su lugar la lentilla. - Bueno...yo, ya me voy. Me alegro de que ahora estés bien. Yo...siento si te moleste. Mori-san dijo que no debía intervenir contigo, pero, ya sabes, quería verte para ver si estabas bien ¿Estas bien? Yo veo que estas bien, yo estoy bien. ¿Quieres salir conmigo a conversar? No salir si no quieres salir, pero no estaría mal, salir...por ahí...pasar el tiempo...
Y su divagación había comenzado de nuevo
- Jinko, cállate
De inmediato cerro la boca. Ahora en vez de nervios parecía avergonzado. Jugo con sus manos unos segundos, seguro para calmarse
- Adiós, Akutagawa - me dijo al final dándome una suave sonrisa de despedida antes de comenzar a alejarse.
¿Por qué pareció que lo golpeé haciéndole daño aun cuando ni siquiera dije muchas palabras?
Que molesto.
Que molesto. Jinko es realmente molesto.
- Sígueme - le espete con disgusto.
Jinko se detuvo a media caminata para mirarme nervioso
- ¿Seguirte?
- No te voy a obligar
Sin más comencé a caminar entre la gente.
No se demoró mucho en correr a colocarse a mi lado.
- ¿Dónde vamos? ¿Es peligroso? No vas a hacerme daño ¿Verdad? No quiero hacerte daño al defenderme...por qué...
- Cállate
Nuevamente cerro la boca.
Aunque solo le duro un par de minutos
- ¿Se trata de un secuestro? No quiero que nos pase de nuevo
Me detuve de caminar para mirarlo
- Si sigues hablando te arrastraste al primer callejo que vea para golpearte – susurre por lo bajo, sin olvidar que tenia mi uniforme puesto, era la única ropa que me entregaron mientras estaba encerrado
Jinko asintió nervioso, por fin solo caminando a mi lado por un rato, no íbamos muy lejos, pero tampoco iba a explicar mis razones por las que le pedí que me siguiera.
- Es aquí – murmure por lo bajo entrando a un restaurante, Jinko me siguió confundido, pero para mí alivio no volvió a hablar mirando curioso a su alrededor
El mesero me reconoció a penas entre, con una reverencia me guio a la sala privada que siempre pedía cuando venía a comer, aunque esta vez con dos sillas en mi mesa, después de todo, no seria bueno que me vieran en público con el importante asesino de la Port mafia. Si tan solo supieran que por muy fuerte que sea sigue siendo un idiota
- ¿Akutagawa? – dijo al fin Jinko mientras se sentaba
- Trae todo el Chazuke que puedas – dije ignorando a Jinko para hablarle al mesero, este asintió retirándose – y cualquier jugo
Jinko me miro aún más confundido
- He estado encerrado desde que llegamos – gruñí por su mirada interrogante – Quería comer Chazuke, eso es todo - Él me sonrió como si comprendiera - ¿Entonces?
- ¿Hmm?
- ¿No venías a decirme algo?
Jinko se sobresaltó ante eso
- Quería ver que estuviera bien y conversar contigo, de cualquier cosa… ya sabes, me acostumbre a tenerte cerca – estaba jugando con sus manos nervioso. Me pregunto como puede decir esas cosas sin avergonzarse
- Estoy bien – espete mirando por la ventana, me pregunto si él también lo estará
-¡No me duele nada! Fue terrible sentir todo ese dolor, así que, eso significa que estoy bien y Byakko también – me comento como si supiera lo que pensaba – Un amigo de Mori-san me ayudo a que lo recuperara – tenía una mirada triste mientras decía eso – Byakko realmente no sabia quien era yo hasta que lograron conectarlo de vuelta conmigo, no ha dejado de ronronear en disculpa para mí, sé que debe estar muy triste por todo lo que paso
- Casi te mata
Jinko se encogió de hombros
- Es mi tigre – susurro por lo bajo, jugando con los servicios en la mesa – Ha estado siempre conmigo, puedo perdonarle lo que sea, además…- me dio una sonrisa brillante – ¡Tenía información importante sobre mi pasado! – lo dijo con tal felicidad que solo pude escucharlo – No recuerdo muy bien que hice mientras estaba disociado, pero Byakko me entrego lo que me faltaba en esos momentos
Los siguientes minutos me explico como Dazai y Mori habían querido que fuera a esa misión para que encontrara y se enfrentara a su pasado, me conto como Alek en su confianza por tenerlo bajo su dominio, había hablado sobre como llego al orfanato y quienes eran sus padres. Me lo contaba como si nos conociéramos de toda la vida... Era una confianza que brillaban en cada palabra que decía.
- Me vendieron cuando supieron que tenia la habilidad del tigre – me comento con tristeza – Ni siquiera intentaron ver si era un buen orfanato, solo les importaba el dinero que podían ganar conmigo, fue una suerte que lograra escapar cuando niño
Hice una mueca ante eso, también soy huérfano, pero tuve la suerte de ser abandonado y no entregado a las claras torturas a las que Jinko se había enfrentado desde niño
- ¿Aun están vivos?
Atsushi negó con la cabeza, con una sonrisa aun cuando sus siguientes palabras hubieran sido escalofriantes para cualquier otra persona
- Dazai-san los elimino – comento bebiendo de su vaso de jugo como si nada
No dije nada ante la mención de Dazai, pero…me alegro de que ya no existan seres tan repugnantes. Extrañamente para mí, escuche toda su palabrería con atención…supongo por que me interesaba lo que me estaba contando.
- Alek ¿Te hizo algo mientras estabas controlado? – comente de la nada mirando hacia otro lado como si no me importara
Jinko parpadeo en mi dirección, para luego detenerse pensar.
- Me tocaba mucho el cabello y mi rostro – comento finalmente tratando de recordar – Me trataba como su mascota – eso ultimo pareció afectarlo un poco – y creo…que maté a mucha gente bajo sus órdenes – susurro ahora visiblemente afectado - …Yo no quería…Byakko no ha querido mostrarme lo que pude haber hecho…dice que es por mi bien…pero de que hice algo…lo hice – su voz sonaba cada vez más baja
- No lo hiciste tú – comente no queriendo admitir que quería consolarlo – Eres un idiota, pero no pareces actuar tan indiscriminadamente
Jinko me sonrió ante mis palabras
- Gracias, Akutagawa
En ese momento trajeron una gran cantidad de platos de Chazuke, colocándolos en la mesa. Jinko los miro concentrado
- Tráeme un té negro – dije al mesero, este volvió a asentir, retirándose- puedes comer alguno, Jinko
- ¿No era para ti? – me comento confundido
- Es mucho como para que coma solo – espete, en realidad, no tengo ganas de comer eso
- Entonces… gracias por la comida – dijo tomando el primer tazón con sus ojos brillando de alegría
- Solo come y vete, Jinko – espete mirando por la ventana sin interés
Escuche su afirmación mientras comía emocionado, cuando llego al décimo tazón ante mi sorprendida mirada volvió a hablar, seguro mas saciado por todo lo que había comido
- Mori-san y Dazai-san piensan que estamos saliendo– me comento de la nada sin dejar de comer, como si no acabara de decir algo impactante
No pide evitar comenzar a toser
- Cuando el infierno se congele – le espete irritado por su comentario
En vez de ofenderse me sonrió, parecía no entender mi irritación
- No te preocupes, no me dieron permiso para salir contigo – me explico con una media sonrisa ¿Me debería sentir ofendido al respecto? – Aunque, creo que ambos ya estamos saliendo
Volví a toser, hace tiempo que no tosía tanto
- ¿Qué? – le espete solo queriendo activar a Rashōmon para atacarlo
Jinko se encogió de hombros, demasiado concentrado en comer
- Lo busqué en el diccionario cuando te esperaba – me sonrió mientras lo explicaba – leí que “salir juntos” hacía referencia a cuando dos personas tienen una relación afectiva más o menos formalizada
- Jinko ¿Sabes lo que estas diciendo? – hice una mueca ante su falta de juicio
- No soy idiota, Akutagawa – me gruño molesto soltando los palillos – claramente estaba definiendo nuestra relación ¿Verdad? Estamos mas o menos formalizados ¿Verdad?
- No eres idiota, eres imbécil – comente con una mueca en su dirección, espero que no vaya por ahí diciendo esa definición tan poco factible
Antes de que comenzáramos a gritarnos, el mesero coloco el té negro que había pedido. Jinko me seguía mirando enfadado
- ¿Qué? – chasquee la lengua mientras decía eso – Es tu culpa no investigar bien lo que estás diciendo, Jinko – le espete bebiendo un trago de té
- ¿Oh? ¿Asi que tú sabes lo que salir con alguien? – su tono de voz estaba cargado de desafío, no recuerdo haber dejado un desafío de lado
- Cuando alguien te gusta lo suficiente para salir con ella – espete señalando lo obvio, o eso me había dicho Gin una vez
Parpadeo en mi dirección como si hubiera dicho algo estúpido
- Tú me gustas ¿No significa eso que estamos saliendo? ¿No quieres salir conmigo?
Sin querer tosí él te que estaba bebiendo.
No podía ser que Jinko...
- Intente matarte, te golpee, te bese contra tu voluntad, seguro todavía quiero matarte... ¿Y me dices que te gusto?
Jinko contra todo pronóstico me sonrió
- Si
- ¿Eres estúpido?
- ¡Que no soy estúpido! – me gruño enfadado, más que nunca parecía un tigre
Lo observe fijamente, seguro no sabe ni siquiera lo que esta diciendo, no puedo tomarlo en serio.
- Dejando eso de lado – espeté cambiando el tema antes de que me dijera otra estupidez - ¿Cómo esta Chuuya-san? – la ultima vez que lo vi estaba muy mal herido
Jinko se sobresaltó, quitando la mirada de enfado de su rostro por una más triste
- Es información clasificada – susurro bajando sus ojos para mirar su jugo, parece ser que Jinko tiene cierto sentido de la precaución, o eso pensé hasta que continúo hablando – Pero, te lo diré
Hice una mueca en su dirección
- Jinko, tú…
- ¡No te lo diría si no fuera necesario! – me interrumpió, tenía una mirada solemne – Y por que confió en ti ¿No somos más cercanos ahora? - No conteste, no iba a negar que…le tenia cierto aprecio. Un poco de aprecio, no tanto como para decir que me agradaba. O eso es lo que siempre me digo – Chuuya-san, perdió sus recuerdos, hasta hace unos días no sabia ni siquiera como se llamaba
Esas palabras me hicieron mirarlo sin expresión, aunque, eso no significaba que sus palabras no me hubieran llegado, después de todo conozco a Chuuya-san desde…hace mucho tiempo
- ¿Por qué dijiste que era necesario contármelo, Jinko? – comente en cambio bebiendo de mi té negro
Sus ojos se encontraron con los míos, no pude evitar pensar que extrañaba su color de ojos normal
- Chuuya-san me hablo sobre ti cuando nos conocimos, parecía conocerte
Suspire. Mirando mi reflejo en el té
- ¿Y qué? – espete finalmente
- Pensé que, ya sabes, podría conversar con él sobre algo que logre despertar algún recuerdo – su tono de voz se volvió nervioso
- Solo se desde un poco después que llego a Yokohama, no creo que eso sea de ayuda – gruñí molesto por su rostro triste, ¿Por qué me mira como si tuviera la respuesta a sus problemas?
- ¿¡Tienes recuerdos de Chuuya-san?! – grito emocionado, lo mire con una mueca de disgusto ante su expresión. No espero mi respuesta, simplemente continúo hablando, casi subiendo a la mesa para conectar su mirada con la mía – tienes que ir a verlo, ¡Contarle como lo conociste! ¡No sería mal inicio para su mente!
Suspire. Era más fácil cuando Jinko me tenía miedo, ahora parece lo suficientemente confiado como para acercar su rostro al mío
- Aléjate, Jinko – espete devolviendo su mirada, mirando curioso como su expresión determinada pasaba a una avergonzada.
Se impulso hacia atrás con tanta fuerza que casi se cae de la silla
- Lo...¡Lo siento! – se acomodó a toda prisa, ordenando los cubiertos que habían caído por el golpe. Aunque, rápidamente volvió a mirarme, se mordió el labio nervioso antes de volver a hablar - ¿Tú sabes cómo Chuuya-san llego a Yokohama? Él, no está muy bien…lo ayudaría mucho que le devolvieras algún recuerdo…por favor…
- No ayudaré a la Port mafia – Aclare bebiendo de mi té negro, no hay modo de que los vaya a perdonar- Asi que te diré que mejor hablen con el dueño del bar de donde trabaja Chuuya-san – tengo entendido que él es la persona que lo acepto cuando decidió salir de las calles, por lo tanto, la persona que más conoce ese pasado del Nakahara-san, o eso es lo que logre inferir la primera vez que lo vi trabajando en ese bar
- ¿Cómo sabes…si… Chuuya-san…le conto algo?
Hice una mueca ante eso, ese viejo lo tomo bajo su ala desde que llego, pero no iba a decir eso.
- Te lo dije, Jinko, conozco a Nakahara-san desde un tiempos después que llego a Yokohama – me dio una paliza que no olvidare y que nunca admitiré ante nadie cuando apenas era un chico de 16 años, por eso no he dejado de usar el “san” con él
- Entonces… Tu si sabes algo ¿Verdad? – me comento ignorando mi comentario anterior
- Te dije que…
- Que no ayudaras a la Port mafia, lo sé, lo sé, pero Chuuya-san no es parte de la Port mafia – argumento volviendo a acercar su rostro al mío– Por favor, cualquier cosa que sepas sobre él ayudara, sé que Dazai-san seguro tiene la mayoría de la información, pero es distinto cuando alguien que estuvo ahí lo cuenta y tu estuviste ahí ¿Verdad?
Suspire. No le estaré haciendo un favor a Jinko…no es por él que voy a hablar
- ¿Dónde esta Chuuya-san? – gruñí irritado por estar aceptando esto
No debería acercarme ni a un solo metro de la organización que me prefiere muerto que, trabajando para la policía, por no hablar que los detesto. Aunque, si trataban de hacer algo, tenía al rehén perfecto
Jinko me sonrió extremadamente alegre, ajeno a mis pensamientos
- Por eso me gustas tanto Akutagawa – me comento en cambio, agarrando mi mano para instarme a que lo siguiera. Su enorme sonrisa me distrajo del hecho de que acaba de decir que le gustaba otra vez. No voy a corregirlo de nuevo, que haga lo que se le dé en gana
Jinko me está contagiando su estupidez de un modo que no creo que pueda curar
Gracias por leer❤️❤️❤️❤️🥺🥺🥺
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top