Capítulo 39: Abrazar (Dazai)
“Abrazar: Rodear a alguien con los brazos, especialmente como muestra de afecto o cariño”.
Lo observe descansar, la sombra de sus pestañas en su rostro lograban que sus rasgos tranquilos se destacaran, al menos en sus sueños parece estar en paz, que irónica es la situación, en un principio no podía dormir por que era doloroso, pero ahora, es mas doloroso que este despierto.
Me gustaría que al menos tuviera el recuerdo de como llego a Yokohama, de ese modo al menos su miedo se convertiría en odio hacia las posibles personas que lo raptaron, pero en su mirada no hay nada, casi como si estuviera esperando una orden para obedecer. No me extraña que lo hayan querido regresar a este estado donde puede ser fácilmente manipulado, su mente creería cualquier cosa para sentirse a salvo.
Tal como predijimos el primer día cara de muñeca no demostró nada, tampoco hablaba o se movía, ni siquiera se si recuerda como hacerlo o si es solo por sus cuerdas vocales dañadas. Lo único que hacía era mirar sin reflejar nada, luego apareció la primera emocion que ha mantenido hasta ahora: Miedo
Chuuya esta asustado de nosotros, no logra procesar quienes somos, ni siquiera puede hablar para preguntarnos que es lo que estamos haciendo con él. Sinceramente preferiría sentir su odio a observar el miedo que me tiene.
El segundo día, seguía sin poder moverse, pero aparecieron otras emociones: La curiosidad y frustración, sus ojos vagaban alrededor del lugar llenos de interés, aunque sin abandonar el miedo hacia nosotros
Hoy es el tercer día, me pregunto que emocion es la que viene ahora
Aun así, solo descansaba, parecía preferir estar durmiendo que enfrentarse a mí. Extraño escucharlo hablar … extraño a Chuuya
- Recuerda en que ciudad estas, cara de muñeca – le susurre quitando el cabello que se esparcía por su rostro – o, recuerda que es lo que primero que sentiste al escapar, se que las emociones son más difíciles de ser olvidadas, algo tienes que haber sentido cuando te sentiste libre
Se que estoy hablando solo, pero, al menos espero ayudar a calmar la soledad que debe estar sintiendo.
Bostece, me sentía extrañamente cansado, no había podido dormir en todos estos días
Mori recomendó que se les dejen las intravenosas hasta que sienta ganas de comer por si mismo, cosa, que no parece sentir ganas de hacer.
- Iré a prepararme un café, Chuuya – le susurre mirándolo una última vez, estirándome con pereza.
No parecía mostrar signos de querer despertar nuevamente
Justo cuando estaba a punto de servir el café, el sonido del metal cayendo resonó en el departamento. Bebi un sorbo sin soplar, la quemadura debería despertarme lo suficiente para tratar con este Chuuya
No me apresure mientras regresaba a la habitación, estire mis brazos dándome mi tiempo.
A penas di un paso dentro de la habitación un pedazo de madera voló en mi dirección, convirtiéndose en polvo al chocar contra la pared.
Silbe ante eso
- Si eso me hubiera llegado habría perdido un ojo – comente encontrándome con la mirada de cara de muñeca – Veo que recuperaste una de tus emociones – No pensé que extrañaría su ira
Aun cuando solo podía mover sus manos, no pierde las oportunidades para intentar escapar usando su habilidad. Al menos desde que apareció la curiosidad y el miedo
Suspire, acercándome a su lado, sin importarme todas las cosas que volaban en mi dirección.
Sentí como un pequeño rastro de sangre caía por mi rostro, pero eso era de menos. Las heridas que se provoco el al arrancarse las agujas de la intravenosas eran peores.
Tome su mano, logrando que todas las cosas que flotaban a su alrededor cayeran. Algo parecido a la frustración pareció resaltar en sus ojos.
Sin decir una palabra saque una de las vendas que siempre traía conmigo, vendando sus brazos desgarrados. Tanta sangre para tan pequeño cuerpo
Sentí su mirada en mí, así que le sonreí
- Si querías quitar las agujas me lo hubieras señalado, te hubiera ayudado – explique terminando de vendar sus brazos. Parpadeo ante eso, ladee un poco la cabeza - ¿Sabes quién eres? – suelo hacer esta pregunta cada vez que despierta, no parece poder mantener mucha información en su mente en el estado en que esta, hubo una leve negación con su cabeza – Nakahara Chuuya – repetí con lentitud, me continúo mirando sin creerme – Eres Nakahara Chuuya – repetí nuevamente, estaba atento a mis movimientos – Y puedes controlar la gravedad, aunque recuerdo haberte dicho que no lo hicieras o tardarías más en recuperarte - Aun sin respuesta - ¿Sabes quién soy?
Ante la mención de esa pregunta su mirada se llenó de miedo, no podía expresarse y estaba encerrado con sus pensamientos. La ira pareció dejarlo, manteniendo solo esa vulnerabilidad manipulable
- ¿Has recordado algo?
Chuuya asintió, casi imperceptiblemente, no podía decirme el recuerdo. Pero lo que haya sido lo despertó lleno de ira y miedo.
Aunque seguía sin reconocerme, sin saber dónde estaba, solo un eco de la persona que solía ser.
Me preguntó ¿Qué tan doloroso debe ser despertar sintiendo que estás atrapado en tu cuerpo? Sin poder pedir ayuda, sin poder decir que estás triste o asustado. Sin poder escapar de un ambiente desconocido...
Le sonreí con cariño, tomando si mano con suavidad
Seguía sin haber reconocimiento
- Se que debes estar asustado - mi voz era suave mientras le conversaba - Tus recuerdos llegarán con el tiempo y estarás bien, pero tiene que ser poco a poco
Pestañeo con lentitud. Ladeando su cabeza hacia mí. Supongo que quiere saber quién soy
- Me llamo Dazai Osamu - le comenté, no sé cuántas veces he repetido esta conversación, tome sus manos entre las mías -
Volvió a parpadear, sin comprender. Suspire, cerrando mis ojos por un segundo, antes de sonreírle. Espero estar mostrando la felicidad que quiero enseñar y no la derrota de que me haya olvidado.
Sus ojos azules tenían cierto recelo, pero parece que estos días cuidándolo me han dado algún derecho de confianza.
Observe como se miraba las manos, sin comprender de quienes eran, aprete una con suavidad. Poco a poco, Chuuya
Sus ojos regresaron a mí, sin comprender, casi gritando que le dijera quien era el que tenia esas manos
Le prometí algo y tengo que cumplirlo. Al menos una vez en mi vacía existencia debo ser capaz un último deseo
- Nakahara Chuuya - repetí con un tono suave, señalándolo- Tienes 19 años y en estos momentos estás en mi departamento
Cara de muñeca me miraba fijamente, me comprendía. Aún si no podía reconocerme, me comprendía.
- Yo estaré contigo hasta que recuerdes un poco más...aunque sea en que ciudad estás - no puedo decirle tanta información de un solo golpe, solo provocaría más confusión. Aun así ¿Cuántas veces le he repetido estas palabras? Es lo único que parece calmarlo en su falta de memoria
Parecía realmente frustrado. Se mordió el labio con la suficiente fuerza como para sacarse sangre.
Lo limpie con mi pulgar, sonriéndole
- Está bien, te prometo que recordarás con el tiempo - me senté a su lado despacio. Evaluando sus gestos, cara de muñeca no se asustó- en una investigación decían que es más fácil que una persona con amnesia recuerde si ve cosas que le pertenecían, como no puedes moverte aún, es imposible que te lleve a tu casa, pero mira - abrí el cajón de la cómoda sacando el libro que guardaba con tanto cariño y que me dijo que no tocara.
Observé lo gastada de las páginas antes colocarlo en sus manos por un segundo
Sus ojos estaban confundidos ante el libro "El hombre en busca de sentido", sus ojos brillaron con algo ¿Lo reconoció?
- Supongo que realmente te gustaba este libro – teniendo en cuenta que lo llevaba a todos lados con él, sonreí un poco ante lo insólito del nombre - Ambos necesitamos sentido ¿Verdad, Chuuya? - no aprecio haber algún pensamiento en su mente antes mis palabras. Abrí el libro para leerle un poco.
Sonreí al ver su desordenada forma de marcar las frases que le gustaban
Sentí como su cabeza se apoyaba en mi hombro. Me sobresalté un poco, aunque sus ojos estaban fijos en el libro, había interés en lo que le iba a decir
- Leeré las frases que marcaste, cara de muñeca, espero que te ayuden a recordar algo - no hubo respuesta, pero se mantuvo apoyado en mi hombro, cerrando los ojos mientras me escuchaba comenzar a leer – “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino” - Parpadee algo sorprendido por la frase, apoyándome en el cabello de cara de muñeca, su mente debe haber estado llena de resolución mientras subrayaba ese párrafo – A fin de cuentas si elegiste qué camino tomar – le comente con una pequeña sonrisa
No creo que me entienda, pero, tenía que decirlo
Continúe leyendo con voz suave
- Cada hombre, aun bajo las condiciones más trágicas, guarda la libertad interior de decidir quién quiere ser porque incluso en esas circunstancias es capaz de conservar la dignidad de seguir sintiendo…como un ser humano- No pude evitar pensar en el Chuuya que subrayaba esto. Cómo aún sin recordar su pasado supiera que iba a perderlo todo...aun así, se dio el tiempo de decirse que mientras fuera su decisión todo estaría bien. Que moriría como un ser humano, que sería una persona.
Observé curioso la última frase que logro marcar antes de que todo esté asunto comenzará.
Ante mi silencio se removió ansioso así que volví a leer
- La salvación del hombre sólo es posible en el amor y a través del amor. El amor es el único camino para arribar a lo más profundo de la personalidad de un hombre. Nadie es conocedor de la esencia de otro ser humano si no lo ama - le susurre extrañado ante está frase. Amor, una palabra en la que nunca había pensado. No como Chuuya, él es el tipo de persona que cree en su significado, el que haya subrayado esta frase solo hace énfasis a eso ¿Que habrá pensado mientras la leía? En la soledad de su vida...tuvo el sueño de sentir amor, de ser humano, por qué si...sientes está emoción es porque tienes permitido ser una persona completa - El amor puede salvarnos ¿Eh? No puede ser más cliché - Aún así, no pude evitar repetirlos una y otra vez en mi mente- ¿No crees que el amor es la tortura más cruel y la muerte más dolorosa?
Cara de muñeca me estaba escuchando, pero no iba a responderme, quizás ni siquiera sabe de lo que hablo
- Chuuya - le susurré aunque pareció procesar ese nombre antes de mirarme con esos ojos asustados, ojalá recuerde pronto su nombre - Ahora puedes seguir viviendo como una persona - atraje su mano a mis labio besándola- Podrás hacer todo lo que quieras, no habrá nada que te pueda detener, puedes tener esas plantas que querías, ir de visita al mar...puedes casarte por amor si es lo que quieres- Algo brillo en su mirada azul ante esas palabras – Asi que ¿Puedes regresar?
Pestañeo confundido. Aunque ninguno de los dos parecía poder quitar la mirada del otro. Chuuya apretó mi mano con fuerza mientras me escuchaba. Con un suspiro volví a hablar
-No sé qué más puedo decirte, las palabras ya no deben ser suficientes, aun así, prometí decirte el resto cuando despertarás así que lo cumpliré, incluso si no sabes quién soy - me incorpore un poco para mirarlo a los ojos, un color azul que me devolvía la mirada sin dudas- Te quiero, Chuuya. Te quiero mucho - fue fácil de decir, pero el dolor hizo eco en mi pecho. Acaricié su rostro con cariño - Te quiero - le repetí nuevamente ¿Esto le permitiría sentirse más humano? Por favor, cara de muñeca...por favor
No se si tu sientes lo mismo o si sentiste lo mismo, pero esas palabras, deben ser capaz de lograr algo
Para mi sorpresa las lágrimas comenzaron a correr con libertad por su rostro. El color azul de su mirada tenía un pequeño brillo, aun cuando la oscuridad lo envolvía. Seguía sin recordar, pero está llorando
Sin poder evitarlo lo abrace con fuerza. Cara de muñeca no lloraba...nunca lo hizo, pero a hora sus lágrimas no parecían querer detenerse.
Lo sostuve entre mis brazos mientras lloraba en silencio. Sin moverse, sin quejarse...
-Está bien, Chuuya, no tienes que apresurarte - le susurre. Esto es una horrible forma de aprender sentir dolor, y lo odio, odio sentir que mi pecho arde -Esta bien
Sentí como sus manos subían para apoyarse débilmente en mi espalda. Estaba ¿Devolviéndole el abrazo?
- Da...- su voz sonó tan baja, tan imperceptible, pero, logre escucharlo. Sorprendido me aleje encontrándome con su mirada. Ese pequeño brillo seguía ahí- Da...- no dejaba de repetir esa palabra
Le sonreí con suavidad, dándole su tiempo, lo observé tratar de modular. Casi como si fuera lo más difícil que ha hecho
- Ve con calma, cara de muñeca
- Da...Da...- sus manos subieron débilmente hacia mi rostro, atrapándome para que lo mirara.
No puede ser....
Sus ojos me miraban, no estaban vacíos. Él…
- ¿Chuuya? - para mí sorpresa mi voz se rompió un poco
Cara de muñeca no dejaba de mirarme con ese pequeño brillo
- Da...za...i - fue su último murmullo antes de que su voz se cortara
Pero fue suficiente...
Le sonreí atrapando su mano en mi rostro.
- Soy Dazai - en respuesta apretó mi mano, casi como desespero. Chuuya recuerda quién soy, aunque por el ligero temblor que tiene en sus manos, es lo único que puede recordar. Bese una de sus manos mientras lo veía parpadear agotado. Aunque no dejaba de buscarme con la mirada- Chuuya, estaré aquí contigo - le susurré entrelazando mis manos con las suyas- Mientras vayas recordando, no me moveré de tu lado, no te dejare solo - Cara de muñeca apretó nuevamente mi mano como respuesta - Todo estará bien
Me recosté a su lado. Atrayéndolo hacia un abrazo. Su rostro se ocultó con libertad en mi cuello. Su cuerpo no dejaba de temblar. Y lo único que podía decirle era que todo estaría bien
Gracias por leer❤️❤️🥺🥺🥺
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