Capítulo 30: Creer (Akutagawa)

Creer: Verbo transitivo que significa considerar una cosa como posible o probable, sin llegar a tener una certeza absoluta de ello”.

El bosque nos recibió al salir del edificio, llevábamos un buen rato caminando en este, intentando alejarnos tanto como se podía de ese lugar, nunca espere que me provocara un sentimiento reconfortante el estar entre tanto árbol. Jinko suspiro aliviado al salir.

Había estado bastante silencioso en todo el trascurso que llevábamos. No decía palabra alguna mientras caminaba detrás de mí. Su paso era desigual, lo había notado desde hace un rato, pero Jinko caminaba cada vez mas lento…como si sintiera un gran dolor

- ¿Estas bien? – solo preguntare una vez

Me miro sorprendido por mi pregunta. Seguro no se esperaba esa pregunta de mi parte

- ¡Lo estoy! – dijo con seguridad. Aunque escondió su brazo detrás de él. Mientras hacia ese gesto, su rostro hizo una mueca inconsciente de dolor

Tome su brazo sin importar que el intentara ocultarlo. Él se quejó en voz alta ante mi gesto, pero de inmediato bloqueo mi intento de levantar la manga de su camisa.

- Enserio estoy bien, tenemos que seguir - me exclamo nervioso. Hubiera sido creíble sino fuera porque estaba a punto de llorar por el dolor.

- Cállate, Jinko - Tiré de su manga hacia arriba, sin importarme sus intentos de empujarme. Hice una mueca ante el aspecto de su brazo. Su piel blanca ahora estaba tomando un aspecto ennegrecido, como si se estuviera marchitando. Por no hablar de las venas azules que palpitaban sobre él.

Sin mucho tacto recorrí una de sus venas con mis dedos provocando que el intentara quitarme su brazo por reflejo. Pero mantuve mi agarre, el conecto miradas conmigo. Pareció estremecerse por lo que sea que vio en mis ojos, lo hizo poner una mirada triste

- Akutagawa realmente tienes una mirada aterradora en estos momentos - me susurro rindiéndose de golpe con intentar quitar su brazo.

- Jinko, eres un estúpido - le espete sintiéndome sumamente enfadado de la nada ¿Por qué había ocultado esto durante tanto tiempo? Había notado que a medida que avanzábamos el caminaba más lento, parece ser que el dolor había ido aumentando por etapas.

- No soy un estúpido- me murmuro con una mueca

- No hables - le espete irritado. Me molesta el hecho de que haya decidido quedarse callado antes de decírmelo, si me lo hubiera dicho yo… ¿Que estoy pensando? Aprete su brazo aún más fuerte por los pensamientos que estaba teniendo.

- Akutagawa, vas a romper mi brazo - me dijo con el rostro contorsionado por el dolor. Solté su brazo de golpe. Él lo acuno con una mirada triste- No te enojes, no es que no haya querido decirlo, solo que no pensé que hubiera alguna solución rápida...lo siento, no es que no confié en ti, Akutagawa - me dirigió una sonrisa suave

¿Por qué? ¿Como puedes leer tan claramente lo que estoy sintiendo? Eso me enoja como no te imaginas Jinko. No me mires con esos ojos tan confiados y transparentes. Eres de la Port mafia, uno de sus asesinos ¿Por qué sueno como si me estuviera convenciendo de algo? ...Te odio, realmente te odio.

- Te odio - necesitaba decírselo en voz alta, el agacho la mirada. Pero de inmediato se puso firme.

- Lo entiendo - me respondió con sus manos temblando, aunque sus estaban determinados, que molestia- pero yo no puedo odiarte, Akutagawa, no cuando has salvado mi vida una y otra vez

- Intenté matarte - le gruñí cada vez más molesto recordándole lo que ocurrió cuando nos conocimos. El pareció notarlo, pero no se alejó de mí.

- Si, no me conocías, pensaste que le había hecho daño a un niño, yo también me hubiera atacado- me dijo con una sonrisa- pero tus ojos...tus ojos demuestran que no me harás daño

- Pareces confiado

- Akutagawa no me hará daño - lo dijo con voz firme.

- Te mataré, Jinko, no debes dudar de ello - Le gruñí enfadado mientras subía mis manos a su cuello. Su mirada no vaciló en ningún momento. Me sentía extrañamente humillado por esa confianza ciega, no he hecho nada para merecerla.

- No huiré de ti - me dijo con una sonrisa suave, mientras acariciaba mi rostro con la punta de sus dedos. Me estremecí ante el gesto inocente de su parte. Jinko era un imbécil

- ¿No crees que te hare nada malo?

- No lo harás

- Eres un estúpido por confiar de ese modo, Jinko

- ¡No soy un estúpido!

- ¡Un maldito estúpido!

- ¡Yo doy mi confianza a quien se me dé la gana, Akutagawa! ¡No tienes control sobre ello! - me dijo alzando la voz enfadado. Pero me importaba poco su enojo cuando sentía el mío en ascenso. Quité mis manos de su cuello, agarrando su cabello con fuerza, instándolo a que me mirara, el de quejo ante mi acción, pero ya no estaba pensando sobre mis actos, le sonreí con frialdad.

- Pero tengo control sobre tu miedo, te enseñaré de una maldita vez a desconfiar de las personas, Jinko.

Tuve un instante para notar la confusión en sus ojos antes de que sellara sus labios con los míos. No fue un gesto suave, estaba buscando asustarlo, era un beso que tenía toda la intención de dominarlo.

Por la cercanía de nuestros cuerpos sentí como se estremecía ante mi gesto repentino. Intento alejarse de mi pero simplemente agarre su brazo y lo coloque detrás de su espalda. Forzando a que se quedara quieto.

Un repentino dolor y sabor metálico hizo que me alejara unos centímetros de él. Lo suficiente como para mirar sus ojos confundidos. Sentí como mi labio ardía. Me había mordido con suficiente fuerza como para romper mi labio. Estaba extrañamente orgulloso por ese gesto de lucha.

- Aun no es suficiente, Jinko- le murmuré volviendo a besarlo. No podía quejarse del sabor a metal. Él lo había provocado.

En todo este rato el parecía estar en algún tipo de shock porque solo se dejaba llevar sin responder a mis intenciones. No pude evitar pensar que sus labios eran muy suaves. Extrañamente agradable. Intento mover su rostro lejos, mi mano en su cabello lo mantuvo quieto.

Cuando sentí que se quedaba sin respiración, me alejé un poco, evaluando su reacción

-Akutagawa ¿Que.. - lo susurro entre respiraciones. Su rostro estaba sonrojado, pero aun así no había miedo en sus ojos. Apreté mi agarre en su mano, manteniéndolo quieto

- No pareces entender aun, Jinko - le respondí, aun no me quitaba el enojo de encima. Así que devolviendo el gesto mordí con fuerza su labio. Él se quejó en voz alta por el dolor. Lo solté sin un segundo pensamiento.

Observe como llevaba sus manos a sus labios y me miraba confundido.

- Be...beso - me susurro con las piernas temblando - me besaste- repitió apoyándose en la pared - me besaste....

Hice una mueca ante sus murmullos. Si, Jinko, creo que eso está bastante claro.

- ¡Me besaste! - dijo entrando en conciencia por fin

- Eres tan indefenso, Jinko - le comenté observando como su labio se curaba dejando solo una mancha de sangre que el limpio con su mano - ¿No crees que es mejor no bajar la guardia cerca mío?

Frunció el ceño con una mueca, aun no parecía recuperarse del temblor en sus piernas.

- ¿Querías enseñarme a no confiar en ti? - me espeto sin perder su tono de voz sorprendido

- En cualquier persona

- ¡No era necesario enseñarme eso a través de un beso! - lo grito con el rostro comenzando a sonrojarse

- Los golpes no parecían funcionar- le dije encogiéndome de hombros. El parpadeo confuso

- ¿Estoy...soñando de nuevo? - me pregunto ladeando un poco la cabeza

- ¿Lo quieres averiguar? - le comenté señalándome mi labio herido. Él se sobresaltó por mi gesto. Jugo con sus manos nervioso.

- ¿Te duele? - me susurro con una pequeña mueca, bajando su mirada al suelo

Lo mire enfadado. Ese no es el problema aquí, Jinko. El problema es que te ataque de esa manera y tu sigues preocupándote si estoy bien

- No - le gruñí frustrado. ¿Qué tengo que hacer para que dejes de mirarme con tantas expectativas?

- Bien - jugo nervioso con sus manos - hummm no vuelvas a intentar enseñarme esa lección de esa forma - Lo mire fijamente. El conecto sus miradas conmigo sonriendo un poco

- Tu...eres un imbécil - le dije parpadeando confuso

Observe como me fruncía el ceño enfadado.  Retiré mis manos de su cuello sintiéndome extrañamente cansado pero el simplemente me sonrió, solo fue un segundo, pero su sonrisa estaba llena de felicidad, no pude evitar quedarme mirándolo

- Quizás lo soy – susurro dejando caer su sonrisa, pero sin soltar la felicidad de sus ojos. Era un brillo que no parecía querer desaparecer – Entonces, ya sabes… ¿Puedo confiar en ti?…¿Incluso si es por este momento?…si no quieres, no puedo oponerme pero seguiré confiando en ti ¿No es mejor decírtelo? ¿Qué dices Akutagawa? Igual puedes negar…

- Cállate – nuevamente iba a comenzar a farfullar cosas sin sentido. El cerro la boca ante eso, mirándome nervioso

- ¿Entonces? – me susurro sin quitar su mirada de mis ojos

- Haz lo que quieras – le espete con un suspiro, no iba a llegar a ningún lado con Jinko

El me dio una sonrisa antes de que comenzara a caer. Lo agarre sorprendido. Notando como su cuerpo temblaba con tanta fuerza que pensé que en cualquier momento se soltaría de mi agarre

- Es muy doloroso – me dijo aferrándose a mi

Note que todo este tiempo había estado aguantando el dolor en su cuerpo, era algo bastante admirable.

El dolor que estaba sintiendo sin duda era algo insoportable. Me senté en el suelo llevando a Jinko conmigo. Este no parecía notar los estímulos a su alrededor.

…Después de todo el sedante si era algo que necesitaría en el futuro. Saque el frasco con facilidad de mi bolsillo

- Abre la boca – le espete. Este lo hizo sin preguntarme nada, lo cual es bastante preocupante teniendo en cuenta que Jinko nunca se calla.

Bebió con dificultad todo el contenido del frasco. Dejando caer su cabeza contra mi cuando termino la acción

Lo sostuve entre mis brazos mientras él se estremecía. El sudor empapaba su rostro por el dolor. Parecía estar siendo torturado de una manera horrible.

Sus ojos se transformaban y luego volvían a la normalidad en un bucle que no parecía tener fin.

El enfoco su mirada en la mía, con los ojos llenos de lagrimas

- Akutagawa...Realmente duele- murmuro aferrándose a mi abrigo con fuerza

- El sedante hará efecto pronto- le susurre quitando inconscientemente el cabello de su frente.

De la nada lanzo un grito silencioso mientras su cuerpo caía sin fuerza.

- Byakko...- susurro volviendo a quedarse quieto.

Lo sujete con fuerza. Esperando que los estremecimientos se detuvieran.

- Hicieron que...Byakko. no me reconocie...reconociera - me susurro con la voz ronca por el eco del dolor, por fin lo estaba aceptando, seguro no era fácil para el- Él piensa...que soy...un...impostor...él me odia...por ser un...impostor

De la nada comenzó a toser con fuerza. Tapo su boca con sus manos, pero de la nada, sangre comenzó a escurrir de entre sus dedos.

Ambos nos congelamos ante la vista.

- Jinko...

- Estoy...bien - susurro con la sangre escurriendo de su boca.

Sin pensarlo mucho limpie con la manga de mi gabardina su boca. El me dio una sonrisa de agradecimiento. Su cuerpo por fin parecía haber dejado de sufrir. Al menos mientras el sedante estuviera activo.

- Cuando ...esto... acabe - murmuro de la nada con una sonrisa - Quiero ir a comer...Chazuke

Lo fulmine con la mirada para que se callara, pero solo me sonrió.

-Deberías...venir conmigo

- No hables Jinko - le espete con una mueca. Su cuerpo estaba casi destruido y el aun hablaba

- Pero...quiero...hablar contigo...un poco más- lo dijo con dificultad. Debía de dolerle la garganta aun con el sedante en acción

- Solo cállate- le gruñí molesto. Cada vez que hablaba la sangre salía con más fuerza

- Solo...si...cumples...lo que...me prometiste - por un segundo cerro los ojos, como si el solo tenerlos abiertos le causara molestia.

- ¿A qué te refieres, Jinko?

- ¿Porque...te fuiste...de la...Port...Mafia?

Suspire. Pensé en lo que había visto en su mente en esos minutos que parecieron una eternidad... había dicho que se lo diría. De todos modos, el sedante lo noqueara pronto

- Si no...quieres

- Escucha y no digas ninguna palabra

El levanto una ceja confundido. Luego asintió algo nervioso

- Me fui de la Port Mafia porque...por mi arrogancia lastime a mi hermana - comente cerrando los ojos para no ver su rostro. No es algo que haya escondido en mis recuerdos. Es algo con lo que vivo cada día - Era un bastardo sin corazón que vivía por matar...había algo adictivo en ello y ese maldito día...

- Akutagawa...- me dijo de la nada Jinko. Abrí los ojos encontrándome con su mirada - No...hables...si duele

-Eso debería decir yo, estúpido- le espete tapando con mi mano su boca- Es mi última advertencia de que te calles

El asintió contra mi mano, al mismo tiempo, que la cubría con las suyas. Suspire.

- Ese día Dazai me envío a una misión... era una prueba para ver qué tan fuerte me había vuelto - dije perdido en los recuerdos. - Solo tenía que destruir a unas personas que habían interrumpido a la Port Mafia. Un trabajo fácil cuando te gusta ver a la gente sufriendo.

Evalué su expresión ante esa explicación. Pero él no me miraba con terror, en su mirada solo había compresión. Así que solo continúe

- Cuando llegué me enteré de que habían secuestrado a mi hermana como una moneda de cambio por sus vidas, pero...no me importo, en vez de salvarla fui y destruí a cada uno de los sujetos que me habían ordenado. Recuerdo que me reí con cada muerte que iba logrando. Hasta que solo quedaron sus cuerpos esparcidos a mi alrededor. Y en todo ese tiempo...nunca pregunté dónde estaba mi hermanita, ni siquiera como podía salvarla. Solo me enfoque en matar y torturar...ni siquiera lo hacía porque me importara la misión. Yo solo quería ser fuerte. Mas fuerte

Quite mi mano de su boca cuando note que estaba apretando muy fuerte. Sentía que mis dientes dolían de lo mucho que los apretaba

- Tres horas después me digné a buscarla... había muerto desangrada- dije finalmente con la imagen de mi hermana en el suelo.  Con su cuello abierto por algún arma blanca- Parece ser que si yo les perdonaba la vida a esos sujetos alcanzaba a llevármela para que pararan la hemorragia en algún hospital. Pero no pregunte en ningún momento un acuerdo, solo mate a todo el que se me cruzo por el camino...la deje morir por preferir asesinar a otros. Si tan solo ...

De la nada sentí como Jinko me abrazaba. Con la poca fuerza que tenía me estaba abrazando. Quizás fue ese acto despreocupado lo que me hizo devolver el abrazo.

Mis manos estaban temblando, y.…mi corazón también. Jinko es un estúpido como puede abrazarme luego de lo que le dije.

 Lo atraje con fuerza hacia mí. Necesitaba tenerlo cerca...aunque nunca lo admitiría en voz alta

- ¿Hubieras salvado a tu hermana si estuvieras en esa situación de nuevo? - me susurro. Se notaba que le costaba cada palabra, pero aun así lo dijo

- Moriría para salvarla- respondí con sinceridad

- Entonces ya no eres el mismo bastardo que ese día - me susurro. No sé porque esas palabras quitaron un peso que sentía en mi pecho - Todo estará bien...

Por fin el sedante hizo el efecto por completo. Provocando que Jinko callera inconsciente.

Lo sostuve entre mis brazos, mirando su rostro con atención

- Gracias…Atsushi

No lo admitiría nunca, pero, lo mantuve en mis brazos todo el tiempo que pude. Pensando en por que no le dije como Dazai había entregado a mi hermana a esa organización para que esa misión tuviera el efecto que él deseaba…simplemente no creo que deba decírselo en estos momentos

💖💖💖💖💖💖💖 Gracias por leer💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖
¡Cuidense mucho! No se arriesguen a salir de la casa 😭💖💖💖
#Quedense en casa

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top