Capítulo 28: Arriesgar (Akutagawa)
“Arriesgar: Verbo transitivo que hace referencia a exponer a una persona a un riesgo o a ponerla en peligro”
En realidad, me cuestione el hecho de obedecer la orden de Dazai. Hay una vocecita en mi mente que me dice que debería pensarme un poco el ir por Jinko. Me quede mirando el oscuro pasillo.
Por alguna razón las palabras que me dijo Dazai antes de que fuera secuestrado sonaron en mi mente
“Solo recuerda que él, es como tu hermana”
- Que gran molestia – mi voz salió extrañamente cansada pero aun así comencé a caminar por el lugar que me habían señalado.
Aunque no fue tan fácil como lo hizo parecer Dazai. Tuve que atravesar varias puertas antes de dar con una sola habitación sin salida. Perfecta para una embocada
Tan rápido como llego ese pensamiento a mi mente, un siseo se escucho hacia mi dirección. El sonido que se produce cuando la velocidad supera cierto limite
Esquive por suerte el primer ataque que llego en dirección de ese siseo. Quien sea la persona que me ataco es realmente rápida.
- Sabia que vendrías – la voz de ese molesto hombre resonó en la habitación. ¿No se llamaba Alek?
- ¿Dónde esta Jinko? – espete irritado sin prestarle atención a este sujeto
- ¿No te estas apresurando? – lo mire fijamente, ¿Si le corto las piernas en pedazos se dignará a hablar? La sonrisa en su rostro solo me causa más molestia – Quiero hacer un trato contigo
Si, debo cortarlo en pedazos. Avance con toda la intención de cumplir ese cometido
- Te dejare verlo si aceptas – eso me detuvo, ¿Me dejara verlo? ¿El me dejara verlo? Lo mire cada vez más molesto.
Pasos agiles comenzaron a resonar por la habitación, Jinko paso mi lado sin darme una segunda mirada, apoyándose con lentitud en el costado de ese hombre. Su mirada no parecía ser la de él, ¿Era el tigre? Pero ¿Por qué tan sumiso con el hombre que lo había torturado?
Alek le acaricio la cabeza como si fuera una mascota. Jinko simplemente recibió la caricia sin oponerse. ¿Esto debería irritarme tanto como lo hace?
- Puedes usarlo como quieras si te vienes a nuestro bando, por eso te hemos traído – anuncio sin dejar de tocar a Jinko.
Mi mandíbula se apretó ante eso. Necesito matarlo…
- No obedezco ordenes de gente más débil que yo – anuncie preparándome para atacarlo
El imbécil se rio divertido, empujando lejos de el a Jinko, quine avanzo como una muñeca hacia mí
- Es una pena, me hubiera gustado que te unieras por tu propia voluntad- comento con esa sonrisa tan irritante- Pero, aun puedo convertirte en alguien parecido a Atsushi, serias otro experimento perfecto
Lo mire irritado. Así que Jinko se había dejado manipular, luego de que mate a este tipo sigue él, no se salvara.
- Atácalo Atsushi- la orden se dio con suavidad, pero el cuerpo de Jinko reacciono con brusquedad.
Se detuvo un segundo para mirarme. Lo mire con una mueca, ¿Qué le pasa ahora? Aunque luego procedió a intentar matarme. El asesino perfecto es como suelen llamarlo. Sin embargo, sus movimientos eran los de alguien que no sabía lo que hacia
- No me quejo de poder golpearte, Jinko - espete con una pequeña sonrisa al ver cómo me atacaba con sus garras. Si no hubiera sido por mis reflejos tendría la mitad de mi rostro destrozado. Aun así...- Si no vas a luchar en serio te matare de un golpe - esos movimientos desordenados sin conciencia es más la manera de un animal al atacar.
Fue un error de cálculos hacer ese comentario, sobre todo teniendo en cuenta su velocidad. No iba a alcanzar a bloquearlo. Así que solo me prepare para aguantar el golpe. Pero contra mis expectativas solo sentí un pequeño empuje antes de que Jinko se aferrara a mi...igual que un gato
- ¿Qué demonios? - ¿No iba a matarme? Él solo estaba restregando su rostro en mí. Casi como una caricia de su parte. Deje mis manos caer por lo que sea que estuviera haciendo
Alek miraba igual de confundido la situación, aunque su rostro se tornó rojo de la furia segundos después.
- ¿Por qué? ¡¿Por qué no te ataca?!
Ignore ese grito para observar a Jinko. Estaba olfateando mi ropa mientras se sujetaba a mí con sus garras.
- Me estas ensuciando con sangre Jinko - le espete intentando que se separara. Su gruñido me dejo claro que era mejor que me mantuviera quieto
- ¡Atsushi! ¡Mátalo! ¡Es una orden! - grito Alek desesperado.
Jinko se quejó de dolor ante la orden. Negando varias veces con la cabeza. Se que estaba viendo al tigre en estos momentos, pero Jinko no parecía querer ceder de toda su conciencia... ¿O el tigre tampoco me quería atacar?
Lo he notado, algo pasa en su mente que lo está torturando tanto al tigre como a él.
Por un segundo conecto su mirada con la mía, eran sus ojos y se veían realmente destrozados. Como si la vida para él se hubiera acabado.
- …Huye...- me susurro ante de que sus ojos volvieran a ser los de un tigre, el cual ya no parecía tener la racionalidad que note cuando me ataco por primera vez. Todo lo contrario, su mirada era la de un animal salvaje libre de toda racionalidad.
- No seas estúpido, Jinko- como si fuera a huir de una pelea. Sin pensarlo más lance mi abrigo sobre él, provocando que se desorientada por la repentina oscuridad - ¡Rashomon!
La tela negra envolvió a Jinko. Manteniéndolo inmóvil. Sabía que el tigre podía romper con facilidad mi habilidad. Pero, mientras su conciencia no quisiera atacarme se iba a mantener intacto.
Me acerque a Jinko, la tela mantenía sus manos y pies amarrados. Suspire. ¿Como iba a tratar con esto?
Primero lo primero
- Jinko es un estúpido - comente mirando a Alek a los ojos - Estoy seguro de que no te mataría aun después de todo esto - mire a Jinko que temblaba con fuerza en el suelo. La orden en su cabeza parecía fuerte ¿Porque esto me molestaba? - Pero, yo no seré tan amable
- No tienes tu habilidad cerca, No puedes hacer mucho ¿Porque no simplemente te rindes y dejas entrar a mi jefe en tu mente? - sonreía feliz sin darle una segunda mirada a Jinko
Ha pasado un tiempo desde que no me animaba a pelear, así que esta situación perfecta
Rashomon corto su brazo en el siguiente segundo. No tuvo tiempo para gritar, hasta pareció haber duda en sus ojos sobre lo que había pasado.
Luego grito de dolor, aferrándose el brazo.
- ¿¡Como?!
Suspire. Que débil, asquerosamente débil. No iba a explicar nada, ¿Por qué haría eso? Antes de que pudiera defenderse con su molesta habilidad, atreverse su estomago con rashomon. Para ese momento ya estaba en el suelo desangrándose, aun así, no dejaba de gritarme maldiciones, intentando en vano estirar su único brazo hacia mi
- ¡Se supone que ahora eres un policía! ¡No puedes asesinarme! – grito como ultima defensa
- No es como si alguien me fuera a ver – comente con tranquilidad
Su mirada poco a poco perdió la esperanza, seguro comprendió que ya no había escapatoria.
- Todo fue perfecto – murmuro mirando el techo, la sangre no dejaba de escurrir de su cuerpo – pero ¿Por qué no te ataco?
Yo también me lo preguntaba, no es como si fuéramos mejores amigos o algo. ¿Qué era yo a los ojos de Jinko?
- Esto no ha terminado – el tipo sonrió lleno de diversión, recuperando esa sonrisa que tanto había intentado mantener mientras intentaba que Jinko me asesinara. Aunque era algo inútil
- Para ti si – anuncie caminando hacia Jinko, este se removía incomodo por la tela, pero no parecía estar mal
- No me iré solo – espeto comenzando a reírse. De su bolsillo saco una botella con un líquido extraño, golpeándola con fuerza contra el fuerzo. Un extraño humo comenzó a esparcirse en la habitación- Morirás en la mente de Atsushi, no hay modo de que puedas escapar del infierno que hay en su mente
- ¡Tú! – intente correr hacia él, pero mi visión se nublo. Solo dejándome observar en ultimo segundo su expresión llena de triunfo
Se sintió como un segundo, en un momento estaba en la habitación con Jinko y al siguiente estaba en una habitación oscura.
Esto cada vez es más extraño… ¿Por qué tuve que chocarme con Dazai ese día? Sabia que no serian buenas noticias para mi
Camine sin rumbo por la habitación, hasta que choque con fuerza con una puerta. Esta comenzó a brillar de un intenso azul cuando choque con ella
Supongo que tengo que entrar aquí
Un gruñido resonó en la habitación antes de que pudiera abrir la puerta
Byakko apareció a la vista. No pensé que conocería al tigre. Estaba recostado, movía su cola con suavidad. No parecía querer atacarme. En realidad, su gruñido fue de reconocimiento.
- Te ves bastante mal como para ser inmortal, tigre – le comenté con una mueca. Su aspecto era demacrado
Este me gruño. Me pregunto cómo lo comprenderá Jinko
- ¿Sabes como salir de aquí? – le pregunte sintiéndome algo estúpido por hablar con un tigre. Esto es lo que sucede cuando te juntas tanto con Jinko
Este me miro fijamente antes de apuntar con su cabeza hacia su espalda. No lo había notado, pero este tigre parecía estar cuidando un marco sin puerta. Claramente esa no era una salida, pero el tigre parecía convencido de que ahí estaba la salida. No parecía querer moverse del marco sin puerta.
Mire de reojo la puerta azul que destaca en este cuarto oscuro, esa si parecía contener algo entonces ¿Por qué protegía un marco roto?
Byakko se acurruco con cansancio junto al marco.
Di un paso hacia él, quería saber qué es lo que protegía. Un fuerte gruñido me advirtió que no debía acercarme. Suspire
- La puerta que debes proteger es la otra - Le señale la puerta azul, parecía brillar con la energía que suele trasmitir la vida, pero el tigre no le dio ni siquiera una segunda mirada – Jinko está allí ¿No deberías ir a buscarlo?
Este cerro los ojos, durmiendo calmadamente sin hacerme caso.
Le di una última mirada antes de acercarme a la otra puerta.
La puerta se movió con facilidad, así que ingrese en esta sin pensármelo dos veces. Solo quiero salir de aquí.
El cuarto estaba oscuro nuevamente, incluso el brillo azul desaparecio.
Resople molesto, la mente de Jinko es tan extraña como el, no es una broma lo que dicen sobre que nuestra mente es el reflejo de nuestra personalidad
Un murmullo comenzó a escucharse una y otra vez. Hasta que las palabras comenzaron a distinguirse
- ¿No crees que sería interesante ver que tan fuerte eres si tu tigre toma el control? – La voz de Dazai resonó en la oscuridad. Era como si un eco se estuviera repitiendo una y otra vez a lo largo de la habitación - ¿No tienes curiosidad?
- Dazai-san… Byakko dice que no es una buena idea – la siguiente voz sonaba igual que un niño, estaba temblorosa al decir eso. Como si la confianza en sí mismo no existiera- ¿No podemos…solo seguir en la misión?
La conversación continúo repitiéndose en múltiples ecos, la habitación sin duda no tenía fin y la oscuridad era lo único que lograba notar
- Nunca sabremos si es buena idea si no lo intentas, Atsushi-kun. Aprovechemos esta misión para que sucede – La voz de Dazai tenia ese tono de autoridad que suele utilizar para manipular las personas
- Esta bien…Esta bien – la voz de del niño tembló en todo momento
El eco de la conversación nuevamente resonó en la habitación
Poco a poco la habitación comenzaba a tomar color. Parpadee ante la fuerza con la que el color se apodero de todo el lugar.
Cuando pude abrir los ojos acostumbrado a la luz, apareció una escena frente a mí. Aun cuando pensé que todo se llenó de color, debo decir que, el color que mas prevaleció fue el rojo.
La sangre se aferraba a la habitación. Cada rincón estaba teñido de la sangre de los múltiples cadáveres en el suelo, estos parecían no tener forma alguna. Los habían mutilado sin piedad.
Si no estuviera acostumbrado podría decir que es una imagen espeluznante
- Atsushi, detente – la voz sonó a mi espalda, me gire para ver a Dazai. Este tenia el brazo desgarrado, la sangre goteaba desde las puntas de sus dedos. Por no hablar de las heridas que había en su torso. Las garras de un animal lo habían destrozado
Solo un gruñido respondió desde el otro extremo de la habitación, un niño miraba con ira a Dazai
El niño…ese niño es Jinko
Estaba cubierto de sangre, claramente no estaba en sus cabales, los ojos de tigre lo demostraban.
- Oh, eres Byakko, una disculpa – Dazai lo miraba sonriente, nunca me dejare de sorprender respecto a como este tipo sobrevive a heridas que deberían dejarlo mínimo discapacitado - ¿Por qué no dejas ir a Atsushi?
Jinko lo miro furioso ante de atacarlo, Dazai no se defendió dejando que nuevamente las garras los dañaran. Quizás fuera por el hecho de que eran garras de un tigre bebe, pero no por eso eran menos mortales.
La imagen se volvió borrosa, apareciendo nuevamente con claridad a los pocos segundos. La imagen había cambiado
Jinko parecía recuperado su control, miraba desesperado a Dazai, el cual estaba realmente herido apoyado en la pared de donde sea que fuera que estuvieran. Este le sonrió sin preocupación
- Estoy bien – le comento encogiéndose de hombros
- No…puedo detenerme – anuncio Jinko con la voz temblando, estaba llorando, parecía ser que aun no recuperaba del todo el control de su tigre- Tengo que detenerlo o Byakko lastimara a más gente
Mire sorprendido como Jinko llevaba sus garras trasformadas a su cuello. Cortándolo con rapidez. Su cuerpo callo al suelo con un sonido seco. Su cuerpo no mostro reacción luego de eso. Aunque la imagen se volvió borrosa luego de que cometió ese acto, dejando solo enfocada la expresión de Dazai al presenciar ese hecho
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