Capítulo 14: Ordenar (Chuuya)
"Ordenar: Verbo transitivo que hace referencia a poner en orden una o varias cosas o encaminar una cosa a un fin determinado".
- ¿Por qué tardas tanto en venir a mí? - me dijo una voz que solo provocó que me sobresaltara. Mire a mi alrededor, buscando la fuente de esa voz, pero era inútil, todo estaba oscuro.
- ¿Quién me habla? - respondí, sin dejar de tener la sensación de ira que me sacudía el cuerpo, odio esa voz, odio esa voz, no quiero que me hable, por favor, solo cállate. Me estremecí y aprete los puños
- Dime donde estás - me ordeno la voz, me sobresalte, sintiendo que mis memorias se removían, como si mi cuerpo estuviera condicionado a responder, pero aprete los dientes con fuerza para no hablar. Escuche su risa - Que terco eres, no has cambiado nada, Krasivyy
Sentí ganas de vomitar ante esa palabra, comencé a negar con la cabeza, no quiero oírlo, me moví a ciegas, sin toparme con nada mas que oscuridad, quería...quería matarlo, lo necesitaba.
- Cállate - exclame, intentando agarrar algo en esta oscuridad, pero solo su risa me acompaño. No podía dejar de temblar, ¿Por qué? No sentía esto desde hace...desde...
- No, no recuerdes, primero tengo que mostrarte algunas cosas importantes, ven conmigo
Siento que me toma de la mano, pero con fuerza me resistí a que me dirigiera a donde quería, entonces se detuvo, aun no podía ver su rostro, pero con voz tensa me dijo
- Esperare aquí para cuando vuelvas a cerrar los ojos
Abrí ojos de golpe conectando inmediatamente con una mirada castaña, este pestañeo por la sorpresa ante mi brusco despertar, lo mire con sospecha, estoy medio dormido y acabo de tener un sueño de mierda, pero puedo jurar que ya me desbrocho la camisa y esta en camino de quitármela, junto con que, tenía una de sus manos con toda confianza en mi estómago, como si estuviera escribiendo en mi piel, respire con calma, conté hasta tres, juro que conté hasta tres, pero mi puño tenia mas ganas de surgir que mi lado calmado. De inmediato cayo hacia atrás por el impacto
- ¿Qué crees que haces, imbécil? - le grite mientras me levantaba para continuar con los golpes, pero un mareo me mantuvo sentado, mierda ¿Dónde estoy? ¿Y qué diablo hago aquí?
- ¿No es obvio, cara de muñeca? - dijo levantándose como si el golpe no le hubiera dolido, debo admitir que no lo hice con suficiente fuerza - trataba de cambiar tu ropa, no parece cómodo dormir con eso
Mire mi ropa, tenia puesto el uniforme del trabajo, los pantalones negros y la camisa, bueno, media camisa, el bastardo había logrado soltarla de toda la parte delantera, pero aún se mantenía tapando mi espalda.
- ¿No podías despertarme y dejarme hacerlo yo? - Le espete mientras sacaba los pies de debajo las mantas y los apoyaba en el suelo mientras me sentaba, así estábamos frente a frente.
- ¿Dónde está la diversión en eso, querido Chuuya? Además, quién sabe, quizás lograba averiguar algún secreto en esa piel tuya - me dijo todo sonriente, pero sus ojos no dejaban que le creyera de todo que no tenía otras intenciones.
- Esa es la peor excusa que he escuchado en mi vida, y no tiene siquiera sentido, bastardo
- Claro que la tiene - me dijo con voz filosófica, lo miré interrogante - Dicen que las personas llevamos nuestros secretos en la piel, se ven a simple vista - me dijo como si fuera un secreto, me lo pensé, no parecía tener sentido, pero si me lo decía era por algo - ¿Tienes algo que esconder, Chuuya? - me dijo con burla
- ¿Y tú? Después de todo, no soy yo quien esconde su piel con vendas - el se rio divertido y me guiño un ojo, soy yo o se está comportando más amable, ¿Qué le pasa?
- ¿Quieres saber que escondo? ¿Por qué no solo me preguntas el precio? - me dijo mientras casi hipnotizado acariciaba mi mejilla, me sobresalte y lo mire sorprendido, él mantuvo su mano ahí, para luego acariciar con cuidado mi cuello
- ¿Dazai? - le dije sorprendido por la suave caricia, él de inmediato quito su mano, pero pareció igual de confuso que yo. Me quede mirándolo extrañado, su mirada de hoy me está molestando, no logro reconocer esa emocion que esta ocultando, pero no significa nada bueno para mí.
- ¿Qué te pasa? Estas más terrorífico de lo normal- le dije, él solo negó con la cabeza
- ¿Estás asustado? - me dijo, note que estaba atento a mis palabras
- No podría estar asustado de ti - respondí de inmediato, confuso por el ambiente que había
- ¿Y? ¿Recuerdas como llegaste aquí? - dijo cambiando el tema, volviendo a tener su sonrisa burlona
- No, pero podría apostar mis malditos ojos que fue tu culpa que no pueda recordarlo
- ¿Apostarías tus ojos? - dijo interesado, el tenia una mirada siniestra - me gusta el trato
- ¿!AH!? ¡Es una forma de decirlo! ¡No entregaría mis ojos! - le dije gruñón
- Si cambias de parecer siempre puedes decírmelo
- Cállate
- No fue mi culpa, cara de muñeca - me dijo continuando con la conversación- Esta vez te lanzaste tu solito a los brazos de la estupidez
- ¿Qué? - le dije, entonces recordé como había bebido la bebida con droga. Quería golpearlo de nuevo - Tu desgraciado, debiste quitarme el vaso
- ¿Y arriesgar aún más mi poca integridad física? No gracias
- Bastardo
Me quede mirándolo enojado, pero el momento se interrumpió con el sonido de mi estómago, me sonroje de inmediato, él se rio divertido, yo solo me sonroje mas
- ¿Por qué no te cambias ropa y me acompañas a comer algo? A no ser que quieras que te ayude
- ¡Solo veete! - le dije aun sonrojado, él se retiró de la habitación con una risa. Maldito
Mire como había dejado un pillama a los pies de la cama, parecía nuevo, lo mire interrogante. ¿Lo había comprado para mí? ¿Por qué haría eso? No creo que sea necesario pensar en eso.
Mientras me colocaba el pillama no podía dejar de pensar en el sueño que había tenido, se me hacia tan conocido, como si hubiera estado conversando con alguien detestable, específicamente, con esa persona destestable. Pero, eso no era posible, si el estaba en mis sueños, solo podía ser el eco de un recuerdo.
Mientras me amarraba el cabello para que me dejara de incomodar, sentí el conocido olor a cigarro en la habitación, y sin querer, note que mis labios tenían sabor a cigarro, estoy seguro de no haber fumado nada.
Entonces recordé, con el corazón latiéndome con fuerza corrí fuera de la habitación, notando a Dazai apoyado en el balcón mientras fumaba un cigarrillo.
- Dime que no puse mis labios en cualquier lugar cerca de ti - dije/grité ya no aguantándome, él me dio una sonrisa perversa mientras dejaba salir el humo del cigarro, notando de inmediato a lo que me refería
- Y no solo los labios, podría jurar que sentí tu lengua participando
- AAAAAA NO NO NO - dije tapándome la cara con las manos - ¡Eso no paso! ¡Todo fue tu culpa!
- Pero si tú me besaste primero, yo soy la victima aquí, yo era un simple mafioso hasta que me besaste- me dijo con voz chillona
- ¡AAAAAAAAAAA YA CALLATE! ¡NO DIGAS ESO! ¡Eso no fue un beso! - por favor, tierra trágame, no puedo con tantas emociones en un rato.
- Yo lo clasificaría como un beso, hubo contacto de tus labios, en mis labios y luego...
- ¡Ya entendí! ¡Ya Basta! No me hagas esto, bastardo
- Te llevaste la castidad de mis bellos labios, te deberías hacer responsable de mi - me dijo con voz cantada. No podía estar más avergonzado
- No creo eso de la castidad, bastardo. Seguro has besado hasta los animales del zoológico
- ¿Debería sentirme alagado o insultado?
- ¡Como quieras! - le respondí sin salir de mi estupor
- Fue un buen beso ¿Verdad? - me dijo con una sonrisilla, quite mis manos de mi rostro, seguro estaba completamente sonrojado
- No, el peor de toda mi vida - le espete, no voy a admití nada
- ¿Seguro? Parecías disfrutarlo - me dijo mientras se acercaba a mí, tomo una calada de su cigarrillo al tiempo que me agarraba del mentón, con una sonrisa soplo el humo en mi rostro. Lo empuje con fuerza enfadado
- No hagas eso, me contagiaras tus bacterias - le dije tosiendo
- Creo que ya te las pasé todas durante...
- ¡Te matare! - le grite mientras me lanzaba a golpearlo, evito con éxito el primer puñetazo, pero con el segundo no tuvo tanta suerte. Sonreí feliz al verlo caer hacia atrás por el impacto. Me miro con una mueca desde el suelo
- Chuuya, no necesitas golpearme para admitir que te gusto
- Te lo estás buscando de nuevo, bastardo - le dije con una sonrisa levantando el puño. Se creo un silencio en la habitación. Se levanto del suelo y piso el cigarrillo que se había caído por mi golpe, luego me miro, parecía ¿Nervioso?
- ¿Recuerdas lo que paso en el auto?
- ¿Paso algo? - le pregunte impactado, no recordaba nada luego del beso. Por un segundo note decepción en su rostro, pero luego solo me sonrió y con la mano me hizo el gesto de silencio
- Eso se quedará como mi secreto, cara de muñeca
- ¿Qué significa eso? - le espete irritado. No pude haber hecho nada mas ¿Verdad? Mierda, ¿Por qué me tenía que emborrachar con él cerca? Él solo se encogió de hombros.
- Me intentaste seducir, Chuuya - me dijo con mirada seria, me deje caer en el sillón ante eso
- ¡Mentiroso!
- ohh, ¿Acaso recuerdas lo que paso?
- No, pero no podría haber hecho eso - le dije indignado
- A Chuuya le gustan mis ojos - tragué con fuerza antes esa afirmación, maldición, eso era cierto, pero mantuve mi mirada firme. El me sonrió divertido, bastardo. Se sentó a mi lado con una mirada curiosa. - ¿No dirás nada? Que extraño, cara de muñeca
- No tengo nada que decir - le dije alejando mi mirada de la de él
- No soy el único actuando extraño aquí - me dijo con una risita
- ¡Acabo de recordar que te bese! ¿¡¿Acaso no tengo derecho a actuar como se me venga la gana!? ¡Mierda! No soy alguien que ande besando a todos de ese modo
- Cálmate, si lo note - me dijo con un suspiro, yo de inmediato me tense y lo mire atento
- ¿Qué quieres decir? - le espete sintiéndome indignado
- No parecías tener mucha experiencia - me dijo con una mirada concentrada en mi rostro. Intente mantenerme serio, pero realmente esto me estaba pasando la cuenta. Solo me mire las manos, estas me aprecian sumamente interesado
- Claro que no tengo tanta experiencia, bastardo ¡Tengo 19 años! Y me he pasado casi toda mi vida en...- negué con la cabeza y me callé.
- ¿Dónde? - me dijo atento, lo mire algo triste, pareció notarlo porque no insistió demasiado
- Encerrado - le susurré, el pareció sorprendido al ver que le respondía, incluso parpadeo como un búho ante lo que dije
- ¿Qué ocurre, Chuuya? ¿Me tienes mas cariño que antes? ¿Quieres besarme de nuevo para practicar? - me dijo en broma ante mi sinceridad
- Cállate - le dije sin poder evitar reírme, que idiota es, debo admitir que nunca había tenido a alguien para conversar de este modo, sin que me temieran, sin que quisiera matarme, y por, sobre todo, en algún tipo de ¿Confianza? sé que no lo conozco hace mucho, y que claramente es un desgraciado, pero no puedo evitar pensar que somos más cercanos de lo que he sido con cualquier persona en toda mi vida. Es extrañamente agradable tener a alguien que provoque este sentimiento extraño. Me gire con una sonrisa, entonces note que él me miraba con demasiada atención - espera ¿hablas en serio?
- Podría sacrificar mis labios para ti
- ¡Yo los estaría sacrificando! - le dije alejándome de el un poco, estaba demasiado serio. Y esa mirada molesta me irritaba. Iba a decir algo, pero el se levanto del sillón de golpe. Parecía nervioso, y su mirada, estaba ¿Triste? Y la otra emoción desagradable en ellos ¿Qué esta ocurriendo?
- Muy bien querido Chuuya, sé que te gustaría continuar hablando de mis labios y lo maravilloso que son, pero te prometí algo para comer, iré a buscar eso - lo mire caminar hacia el ascensor
- Dazai, ¿Por qué pareciera que estas huyendo? - él se detuvo de golpe y me miro con una sonrisa tensa
- No es eso, voy a buscar el desayuno, podrías....
- ¿Qué?
- ¿No dormir hasta que vuelva?
- ¿Ah? Pero si no tengo sueño
El me dio otra sonrisa y se marcho en el ascensor. Confundido volví a la habitación para buscar mis guantes, me parecía extraño lo normal que se me hacía estar aquí, casi como si hubiera vivido desde hace tiempo aquí.
Me senté unos segundos, sintiendo de la nada como mi cabeza palpitaba de dolor, me recosté en la cama ante la sensación, no quería dormir, de verdad que no quería hacerlo, pero el dolor, el dolor era demasiado, debía dormir, lo necesitaba. Solo cerraré los ojos unos segundos, cuando coma todo pasara, eso es, solo dormiré unos segundos. Eso fue lo que me dije mientras caía en los brazos del sueño.
Gracias por leer, no olviden comentar, votar o dejar el visto XDDDD
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top