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Han pasado dos semanas despúes de aquel mensaje y agradezco que todo haya estado tranquilo aunque no me puedo confiar de lo que no ha pasado.

Todos están muy entusiasmados ya que es veinticuatro de diciembre y están con los preparativos de la cena de navidad, yo fui al supermercado a comprar lo que falta.

Paso por un pasillo lleno de chocolates y no dudo en agarrar algunos, termino de volverme loca con los chocolates y sigo buscando lo que vine a comprar.

Voy a la caja y hay una cola muy larga.

Veo mi reloj y ya son las siete de la noche, bostezo y por fin llego a que chequeen mis compras.

Despúes de retrasarnos varios minutos por la gran cantidad de chocolates que agarre, salgo del super siendo las ocho cuarenta de la noche.

Voy camino a la casa, enciendo el estereo para relajarme un poco mientras la oscuridad y los arboles me llenan completa, mi celular suena y pongo el manos libres para poder atender la llamada.

—Esme amor ¿por qué tardas tanto? —— me derrite la forma en la que me habla.

—Cariño ya voy en camino — Amo tanto a Nathan que no se que seria de mi si no estuvieramos juntos.

—Conduce con cuidado por favor.

—Tranqui..—— un auto choco contra el mio lo que hizo que me desestabilizara, intente frenar pero no pude, ya no tengo el control del auto, cerre los ojos enfocando aquellos verdes más hermosos que he visto en la tierra.

Siento el impacto y caigo inconsiente.

Nathan Cooper.

—Hola...hola...Esmeralda —— corté rápido y salí corriendo sin dar chance de que me preguntaran.

Tome el auto y fui directo a la via que lleva al supermercado.

Estoy muy nervioso y es que no se que le pudo haber pasado, yo debi acompañarla sabia que el que fuera sola era mala idea.

Hace una semana recibi un mensaje muy angustiante y por eso no la he dejado sola ni un estupido segundo y justo hoy voy a hacerlo.

Supe despúes de salir del hospital que el enfermo de Drew logró salir a base de trampas, desde ese día no he dejado de estar alerta aunado al mensaje que recibí, eso me puso paranoico pero logre calmarme y que nadie se diera cuenta.

Comienzo a observar el camino y a lo lejos puedo ver un auto con las luces encendidas, me acerco más y veo un auto estrellado contra un árbol y mi corazón cae al sulo al identificar el auto de la madre de Esmeralda.

Me orillo y salgo corriendo hasta el auto, no la veo dentro y comienzo a escuchar gritos, camino siguiendo los gritos y me detengo al ver al degenerado de Drew golpiando a mi Esmeralda.

Me acerco y se lo quito de un empujon de encima, ella llorosa me mira y mi mirada cae a su blusa toda rota y sucia, mi rabia se incrementa y agarro a Drew por el cuello y lo lanzo en el piso dejandolo mal.

Esmeralda Greham.

Siento un dolor muy fuerte en la cabeza, llevo mi mano hasta ella y al ver mis dedos hay sangre.

Abren la puerta del auto y me jalan fuera de el, veo a la persona y me dan arcadas.

No él, no otra vez...

Le doy un golpe en el estomago y corro lejos de él, siendo él más rápido me alcanza y de un golpe me deja en el piso, este se cierne sobre mi y comienza a desgarrar mi camisa.

—Dejame Drew——le suplico llorosa.

—NO——Grita —— tu seras mía.

Comienzo a patalear como loca y una se la doy en la entrepierna , él grita de dolor y yo trato de quitarmelo de encima pero no puedo, él me ve y el deseo y lujuria se fueron de sus ojos dando paso a la rabia y locura que lo esta consumiendo.

Comienza a golpearme salvajemente, mis gritos y quejidos se escuchen por todo el lugar pero no tengo esperanzas, nadie podra escucharme, esta vez nadie podra salvarme.

Los golpes aumentan y ya no siento mi cuerpo.

De un momento a otro ya no lo tengo encima, miro a la persona que me salvo y es Nathan, veo como su mirada se llena de rencor al ver el estado en el que me encuentro.

Nathan lo agarra por el cuello para luego lanzarlo en el piso, Drew quedó mal y Nathan comenzó a golpearlo sin piedad.

Yo como pude me levanté y fui hacia lo que queda de auto y agarré el celular, llamé a la policia de inmediato y luego de narrar lo que sucede termino la llamada y guardo el celular en el bolsillo de mi pantalón.

Camino lo más rápido que puedo hacia Nathan, él está fuera de si, debo pararlo ahora. Ya Drew esta inconsiente y puede matarlo si sigue golpeandolo.

—Nathan, amor es suficiente —— lo agarré por las mejillas y dejó de golpearlo para concentrarse en mí —— ya, por favor.

Él se quita de encima del asqueroso de Drew y me abraza, yo dejo que lo haga soltando el dolor comprimido en mi corazòn.

—Te amo...—— me susurra y yo lloré más fuerte, los hombros me tiemblan y el pecho me pesa, siento como de a poco el oxigeno abandona mis pulmones, me siento asfixiada, necesito aire ya no puedo respirar.

Estoy teniendo una crisis nerviosa, Nathan me separa de él y sostiene mi cara con sus grandes manos.

—Respira—— intenta ayudarme —— vamos uno...dos...tres y suelta ——así hago ——otra vez...—— lo sigo haciendo varias veces y logro calmarme.

Escucho que viene la policia y me abrazo a Nathan porque casi estoy desnuda del torso hacia arriba. Llegan hacia nosotros y les narro todo mientras se llevan a Drew inconsiente.

El auto gracias a que mi padre lo aseguro, nos renbolsaran lo del accidente. Junto a Nathan nos vamos hacia su auto para por fin ir a casa pero antes èl saca las compras de la cajuela del otro auto.

Lloro sin importarme nada, me siento mal muy mal.

Sucia y vacia.

***

Llegamos a casa y todos están sentados en la sala con cara de que alguien se murio, al verme todos salen corriendo hacia mi.

Nathan les cuenta todo mientras yo intento parecer firme ante mi familia siendo todo lo contrario, la única que no queda convencida es mi mamá que me mira con dolor en sus ojos, ella sabe que soy la persona más sensible y fragil del mundo, que todo tiende a afectarme.

Subo a mi habitación y voy a darme un baño, me siento más asquerosa que nunca.

Suelto todo lo que estaba conteniendo, lloro mientras el agua cae por mi cuerpo, ahora si es mucho más de lo que mi fortaleza puede soportar.

Rozo los moretones, limpio la sangre de mi rostro golpeado, me duele a mares lo que pasó, lo que en mi cuerpo ocasionó.

Salgo del baño envuelta en una toalla, me sorprendo al ver a Nathan en el umbral de la puerta, doy un paso y mi cabeza da vueltas haciendo que me tropiece y caigo a la alfombra.

Necesito ir al hospital para que me revisen ya que el calor del momento no me dejó sentir el dolor pero ahora quema en mi piel.

Logré vestirme con ayuda de mi mamá y salimos junto a Nathan al hospital.

Llegamos y pasamos por emergencias, fuimos al consultorio del doctor que atendio a mi novio y este al verme se levanto impactado.

—Pero...¿qué te pasó? —— se acercó a mí y tocó los moretones de mi rostro, me quejé y alejó su mano.

Nathan le contó brevemente lo que pasó mientras él hacia su trabajo.

—Bien, te he agarrado tres puntos en la cabeza, los moretones iran quitandose con la pomada que está en la receta, al igual que el analgesico para el dolor, recuperate pronto——yo le sonrei y salí.

El camino a casa es silencioso, ninguno habla y eso está bien para mí, concentro mi vista en la calle, veo pasar a muchas personas, sonrio al verlos y caigo profundamente dormida.

Siento toquesitos en mi hombro, abro mis ojos lentamente y me encuentro con ese par de cuencas verdes observadome con nostalgia y tristeza, se acerca lentamente hacia mi y besa cada moreton que se encuentra en mi rostro, yo sin ya no poder evitarlo con mis manos agarro sus mejillas y hago que me mire para luego unir mis ansiosos labios a los suyos, me fundo en su esemcia, en su sabor y es que este chico llego a mi vida para desordenarla y luego acomplarla a la suya.

-Te amo Esmeralda y siempre...siempre te voy a proteger de todo y todos.

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