//Cap. 2//

-Quédate quieto.- Le ordené mientras tapaba la hemorragia.

-¿Qué crees que haces?- preguntó alzando su tono de voz.

-Salvarte la maldita vida.- Respondí.

El asombro se hizo notable en su rostro. Quedó inmóvil por unos segundos mientras miraba mi intento de "vendar" su abdomen.

-Necesito que te levantes y que vengas conmigo para curarte la herida.- Le dije tendiéndole el hombro.

-Sí que eres gruñona...- contestó apoyándose en mí para ponerse en pie.

-Y tú sí que eres estúpido. ¿Cómo se te ocurre salir en tu estado?

-Cállate. Me das dolor de cabeza.

-Si sigues así te volveré a dejar en el suelo para verte morir.

-Qué agradable.

-Habla por ti.

Contiuamos peleándonos hasta llegar a mi casa. La puerta seguía abierta, así que subimos directamente al baño donde tenía el botiquín.

-Quítate la sudadera.

-Entendido, jefa.- Respondió en un tono burlón.

Obedeció mi orden y comencé a retirar la anterior sutura. Luego le puse puntos nuevos.

-¿Eres médica?- preguntó mientras observaba mi trabajo.

-Estudio medicina...- respondí, todavía concentrada en mi tarea.

-Ahora soy yo el que te pregunta a ti. ¿Por qué me curas si momentos antes intentaba matarte?

-A decir verdad... No lo sé.

Terminé de coser su herida y de desinfectarla. Proseguí vendando correctamente toda la zona.

Cuando terminé, le di la espalda para lavarme las manos. Pero en el instante en el que iba a tocar el agua, un brazo rodeó fuertemente mi cuello.

-Que me hayas salvado no significa que te perdone la vida, doña gruñona.

Empecé a toser por la falta de aire. No podía creerlo... ¿Cómo he podido ser tan tonta? ¿Realmente pensaba que un asesino iba a hacer las paces con su víctima? Cada vez tenía menos aire.

-Te mentí cuando dije que iba a matarte de la forma menos dolorosa posible, porque desgraciadamente, la palabra de un asesino vale un cuerno.

-Jeff-

Por fin la tenía entre mis brazos. La sensación de poder quitarle la vida era exquisita. Nunca he tardado tanto en matar a alguien. Posiblemente ésta haya sido mi primera y úlima excepción.

Me dispuse a mirar su cara, cuando vi una marca en su hombro. ¿Qué demonios era esa cicatriz? Ante la inquietante duda, la solté. Cayó al suelo de rodillas, exhaustada por la prolongada falta de oxígeno.

-¿Qué es esa marca?- pregunté, señalando su hombro derecho.

-¿Y crees que te lo voy a contar después de intentar matarme por segunda vez?

-Sí, porque si no lo haces, lo intentaré una tercera. Y esa vez será la definitiva, preciosa.

-No necesitas saberlo, créeme.

-Por algo he preguntado, imbécil.

Después de un corto e incómodo silencio, abrió la boca para responder a mi cuestión.

-Maltrato...- susurró, cubriéndose con la chaqueta de lana.

Las palabras no salían de mi boca. ¿A qué se refería esta mujer?

-Violencia de género...- Completó.

-Tú...

-La locura puede llegar a unos niveles insospechados, ¿verdad? Crees que lo hace por amor; Cuando lo único que siente por ti es obsesión. Te retiene; te humilla; te calla. Te hace pensar que eres mucho más débil que él, pero en verdad, eres más fuerte de lo que puedes imaginar. No dices nada, porque a lo mejor la cosa empeora. Sin embargo, el error más grave es esconderlo.

-¿Tu novio te maltrataba?

-Sí. Aunque ya está en la cárcel, pudriéndose en el frío y sucio suelo... El único lugar al que pertenece.

Se me hizo un nudo en la garganta. Nunca vi las marcas del maltrato con mis propios ojos.

-¿Sabes? He cambiado de opinión sobre tu vida.

-¿Qué?- Preguntó confusa.

-Ahora tengo otro propósito. Y es protegerte.- Añadí, levantándome.

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He sacado a la luz el tema de la violencia de género. Realmente es  algo serio con lo que hay que tratar. Soy consciente de que este tema es algo delicado y confuso.

Solo expongo mis argumentos y opinión sobre éste.

La violencia de género no se ve a simple vista. Si eres una víctima de estos actos machistas, deberías alzar la voz y denunciar a tu agresor. Nunca te quedes en silencio, no tengas miedo. Porque como ya he mencionado antes, el error más grave es esconderlo y dejar que continue.

Muchas son ya las víctimas de la violencia de género. No podemos dejar que esto siga así. Ninguna mujer se merece tales tratos.

Gracias. ⚘

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