Capítulo 7

La Haruno gritó a más no poder abriendo sus ojos para despertar y dejar de ver esa pequeña imagen. Se encontraba sudorosa y su corazón latía al cien por cien por el miedo. La hipnotización ya se había pasado y lo recordaba todo. Aun así, no le importó. La noche anterior perdió la "virginidad" con el hombre al que amaba. ¿Acaso era para sentirse infeliz?

El Hatake abrió los ojos ya que despertó por los gritos de su pelirosa. Sus ojos jade lo miraron pues el sofá era algo pequeño para ambos y se sentían algo apretujados. Comenzó a acariciar los cabellos rosas de Sakura. Eran suaves y desde luego, olían bastante bien.

—¿Te pasa algo...Sakura?—le preguntó a la vez que la pelirosa cerró los ojos suspirando.

—Lo volví a recordar Kakashi-sensei... Recordé como esas manos me tocaban y como rompió mi falda...—quiso hablar más pero el peligris la atrajo hacia él para rodearla con sus brazos y abrazarla. Sus cuerpos aún seguían desnudos en aquel entonces pero nada importaba.

—Estás a salvo, Sakura. No te preocupes—susurró en el oído de la chica dejando a su paso una leve brisa y un cosquilleo que la tranquilizó bastante.

—S-Sí...—y decidió cerrar los ojos al sentir como su peliplateado la rodeaba por la cintura. Se sentía tranquila. Y eso era lo que necesitaba todas las noches: a él.

***

—¡Qué injusto!—le habló el pequeño Ren a Sakura en cuanto entró por la puerta—. Iba a por ti al reconocer que cometí un error—murmuró con la típica cara de pena que pone un niño pequeño. Era tan adorable con sus hoyuelos marcados y esos ojos avellana tan extraños pero tan adorables—, pero me encontré con Nii-san y me dijo: "déjalos".

—¡¿QUÉ?!—la pelirosa se sobresaltó mientras se cambiaba de ropa en su habitación. Eso no fue motivo para dejar de hablar con Ren a gritos a través de la puerta—. ¿Naruto lo sabe?

—¿Saber que fuiste a su casa? Sí. ¿Saber que acabas de volver ahora? No—suspiró—. Nee-san, no soy tonto. Pero... ¿estás bien?

La pelirosa salió mostrando su antigua ropa de misión. Lo único que cambió fue que aún llevaba esa máscara rosa que le regaló su amiga. Caminó hacia su misión para ponerse de cuclillas ante él y tener una mejor perspectiva. Le miró cara a cara acariciando su cabello de nuevo pues, era algo que le encantaba y más viniendo de ella.

—¿Nee-san?

Ella sonrió.

—Lo que has hecho está mal, Ren. Pero debo de darte las gracias—y colocó su frente contra la frente de Ren provocando un sonrojo por el pequeño—. Soy feliz gracias a ti.

—¿Q-Qué pasó allí?

—El hombre al que amo se declaró, Ren—volvió a ponerse firme para prepararle el desayuno—. ¿No es genial?

—S-Supongo...

—Esto me hizo pensar, Ren. ¿Estamos saliendo?—preguntó pues a Ren era quién tenía toda su confianza. Sabía que ese niño de corta edad posiblemente no tenga idea de relaciones pero prefirió intentarlo. Ahora mismo le encantaba ese tema además de que su corazón latía rápido al solo imaginar el rostro de su maestro.

"Maestro".

Esa palabra se repetía en su mente una y otra vez sabiendo que podría ser un amor prohibido o... ¿un amor real? ¿De verdad hay gente que pensaría mal de esa relación?

—¿Tú lo quieres?—le contestó el pequeño. Sakura juró que pudo ver algo de melancolía en sus ojos al preguntar.

—Sí. Lo quiero—y no mentía. Sakura sabía exactamente qué significaba querer a una persona—. Creo que más de lo que debería, Ren.

El pequeño suspiró mientras sacaba de su bolsillo una pequeña carta, mostrándosela a Sakura. Estaba en un sobre pero...lo que más temían era el sello: una marca de algún clan. Un clan que conocían a la perfección.

—Creo que...tenemos noticias—tragó algo—. Lo siento, Nee-san. No quería decírtelo tan a la ligera pero ha llegado esta carta para ti—y se la entregó mirando a su amiga algo preocupado—. Ponga lo que ponga en esta carta...te protegeré. No debes de casarte con nadie que no quieras.

La pelirosa de inmediato escondió el sobre sin abrir para sonreír a su amigo. No quería leerla. No de momento.

—Está bien, Ren-chan—Sakura fingió una sonrisa. Algo que el pequeño pudo notar con bastante facilidad—. La leeré más tarde. ¿Quién te lo ha dado?

—La encontré en el buzón.

—O sea que están aquí...

—Si no han atacado es por algo, Nee-san. Seguro que quieren-

—Me da igual lo que quieran—interrumpió—. Hoy mismo avisaré a la Hokage y a todos los equipos. Pondremos a Konoha a alerta y cuando los encontremos, los mataremos. Todo esto terminará así, Ren. Y al fin, si tú quieres, podremos ser una familia juntos, ¿sí?

—Eso significa contarles lo que pasó durante estos meses...¿no?

Sakura se sentó en una silla mirando a Ren. Ninguno de los dos parecían seguros de lo que estaban a punto de hacer pero los secretos nunca sirven para nada. Ni siquiera para mantener a alguien a salvo pues, lo único que estás haciendo es posponer lo inevitable.

—Sí. Los reuniremos en la torre del Hokage...



N/A

Siento mucho que sea corto pero es que estoy preparando un bueeeeen capítulo >:3 Por favor, mantengan la calma ^^ 

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