Capítulo 6
(N/A= Este capítulo es únicamente lemon. Léeis bajo vuestra responsabilidad. Eso sí, es la primera vez que escribo lemon y nunca he tenido apetito de eso así que no creo que esté lo suficiente bien. Solo avisar de eso.
Quién no quiera leer lemon que pase el capítulo^^)
Con una sonrisa dibujada en la comisura de sus labios tocó el timbre. Iba a ser directa. No sabía si se estaba enamorando pero...iba a besarlo con una pasión enorme. Tanto que ni él podría resistirse a comerse sus labios. Le daba igual la edad. Le daba igual que sea un tópico de amor prohibido.
Esperó cinco minutos hasta que al fin un peliplateado se mostró sin camiseta apenas. Solo llevaba unos pantalones de pijama cómodos. Esta vez no llevaba máscara y se apreciaba un lunar bajo su labio inferior. El hombre se sorprendió al ver a la chica de ese...modo. Y más si no tenía máscara. ¿Cómo se había hecho aquella cicatriz?
—¿Sa-Sakur—intentó decir pero fue interrumpido por un húmedo beso. Uno apasionado en el que movían sus labios mientras la pelirosa colocó sus manos en el cabello de su "amado" revoloteándolo. Kakashi seguía sorprendido por lo que apartó a su alumna con cierta delicadeza mientras seguían ahí, en la puerta del apartamento—. ¿Qué estás haciendo, Sakura?
La oji-jade solo lo miró frunciendo el ceño mientras se relamía los labios absorbiendo el sabor que tenía el pintalabios carmín. Era un sabor a fresa que le encantaba.
—¿No quieres besarme...Sensei?—dijo en un tono tierno mientras lo empujó hacía su propio salón haciendo que caiga. Puede ser una tontería pero Sakura era más fuerte de lo que algunos pensaban. Así que, aprovechando que su sensei estaba en el suelo se colocó encima de él sujetándolo por sus muñecas.
—¡S-S-Sakura!—ahogó un grito mientras la pelirosa le besaba esta vez apoyando todo su cuerpo en él. Kakashi podía notar como los bustos de la chica chocaban en su abdomen desnudo además de que estaban rozándose, no, mejor dicho: tocándose. Cuerpo a cuerpo sintió como la adrenalina podía con él pero debía de resistir—. ¿Qué te pasa?
La pelirosa fue besándolo otra vez compartiendo saliva y hundiendo sus labios en los de él con pasión haciendo que un hilo de saliva les uniera. Eran de besos muy húmedos. Luego, intentó bajar mientras se aferraba a su cuerpo con mucho deseo. Pero algo lo impidió.
Su Sensei la apartó y de inmediato se levantó del suelo para bajar la mirada y observarla a ella: la tira de su sujetador se estaba cayendo y aquel cabello al que poco tiempo se dedicó a arreglar se quedó en una prueba de como la pelirosa se sobresaltó y se excedió.
—No me pasa nada...—se levantó con una voz bastante sexy—. O quizás es que... me harté de esperar tanto. No lo tengo seguro, sensei... Tampoco puedo prometerte darte mi virginidad por lo que pasó pero...—se acercó más a él. Esta vez no de forma salvaje sino, de una forma cálida y agradable. Kakashi siguió observando a la pelirosa. Sus mejillas estaban sonrojadas y su cicatriz resaltaba en su rostro pero para él era bastante hermoso—...quiero que te des cuenta de que le quiero. A costa de lo que sea. Pero siento ser egoísta: si yo soy suya, quiero que sea mío.
—¿Estás borracha, Sakura?—empujó a su alumna con sutileza para hacer que se siente en el sofá. Después, se sentó a su lado mirando a la pelirosa—. No te mentiré. ¿Te acuerdas de lo que me ibas a decir después de chocarte? Yo también sentí algo cálido entre tus brazos aquel día, Sakura. Pero tampoco puedo prometerte nada. Han pasado casi dos años y tú has cambiado mucho—suspiró—. No me importa que cambies, pero me duele que sufras por ello. No huiré, te ayudaré. Y quizás mi modo de ayudarte sería no hacer nada malo contigo.
Pero la chica tenía miedo a lo que eso significaba. Rechazada. Otra vez.
—C-Creo que no me ha entendido...
—¿Qué no he entendido?
—Yo no le quiero para una noche...—la chica juguetona saltó hacia el regazo del peliplateado rodeando con sus brazos su cuello mientras acercaba su rostro. Él no se opuso. En realidad le encantaba—. Lo quiero para toda mi vida. Y aunque mañana no me acuerde de nada sé que usted me hará recordar esto con un tierno beso—susurró casi en su oído excitándolo. Luego, chocaron frente con frente compartiendo la respiración y notando el aliento de cada uno. Los ojos negros del chico no podían mirar otra cosa que esos ojos jade a los que se quedó mirando por segundos compartiendo sentimientos. Sus labios se acercaron para quedar ambos rozados—. Le quiero. Le amo. Le adoro. Le deseo...—dijo la chica uniendo sus labios con los suyos. Esta vez el beso no fue nada húmedo. Fue algo simple y justo de saliva pero a la vez era el mejor que habían dado—. Y siempre...—dijo en una pausa por la falta de respiración mientras dirigía sus manos hacia los pantalones del chico—...lo haré. Hasta mi último suspiro—metió la mano a ciegas haciendo que el miembro viril cobre vida.
Estaba excitado y lo primero que hizo fue tomar el mando para darle un leve empujón de nuevo y tumbarla en el sofá con él encima. Dirigió sus manos hacia la tira del sujetador pasándolas por la espalda desnuda de la chica para después quitarle aquel short culpable de muchas miradas anhelantes por Konoha.
—¿Estás segura...?—habló por última vez intentando que entre en razón—. No pararé, Sakura...—y besó su cuello a la vez que le quitaba su ropa interior por completo. Lo mismo hizo con la suya mientras la pelirosa le regalaba chupetones en unas cuantas partes de sus abdominales sudorosos.
—Completamente segura Sensei... hágame suya.
Y no tardó nada en darse vía libre para dejar salir toda su adrenalina y atrajo las caderas de la chica hacia él para poder meter su miembro con fuerza. La chica comenzó a notar algo dentro de ella...
No era muy agradable pues le hacía recordar lo que pasó hace mucho. Pero a la vez se sentía segura porque era Kakashi-sensei quién se lo hacía. Un amor platónico pero, un amor imposible de renunciar. Rodeó las caderas del chico con sus piernas para engancharse más a él. Cuanto más cerca mejor. Comenzó a jadear al sentirlo dentro de ella. Era...grandioso. Sentía un gran placer. Algo indescriptible a la vez. La erección no se rendía y la pelirosa cada vez lo sentía mejor. Más placentero.
—Ah...Sensei—jadeó. Le estaba haciendo algo de daño tanta salvajada pero no quiso quejarse. Le gustaba tanta fuerza. Se sentía deseada a más no poder. Y eso le hacía algo de falta—. Uh...
Un beso cálido hizo que los jadeos de la chica cesaran. Hundieron las lenguas a más no poder mientras el chico no dejó de cumplir con su deber: darle placer a la pelirosa. Sentía algo en su zona femenina y... ¿qué más que excitación?
—S-Sakura...—gozó mientras cada vez la metía más rápido. No quería parar. Sus manos estaban en el trasero de la pelirosa disfrutando del tacto. Ambos comenzaron a sudar más. No solo del calor que hacía sino, del esfuerzo físico que suponía eso.
—¿Qué...—no podía hablar entre orgasmo y orgasmo. Se le hacía sumamente imposible—...qué ocurre?—soltó de una aferrándose más a él. El miembro del chico seguía adentro empujando más para después retirarlo y así el proceso se repetía. Se sentía bastante bien. Bastante agradable. También se podía notar el amor que se tenían a pesar de ser una gran salvajada.
—Quiero...que seas feliz—dejó de meter el miembro para esta vez poner a la pelirosa para arriba. La chica sonrió mientras que en los labios del chico también se dibujaba una bonita sonrisa de satisfacción. Estaba feliz.
La chica besó su cuello de forma lenta combinando el beso con su lengua y una pequeña mordedura. Una marca de que aquel chico era suyo. Una marca que se podía ver a la perfección. Comenzó a besar de arriba abajo para terminar en su miembro erecto que, sin dudarlo, se lo metió en la boca deslizando sus labios de arriba abajo disfrutando del placer que le daba sentir aquello en sus labios.
Él solo quedó gozando de aquello hasta que...
—S-Saku...ra...—dijo entre jadeos—. Creo que me estoy viniendo...
Y no le dio tiempo a responder a la pelirosa cuando su boca se encontraba llena de un líquido blanco.
—L-Lo siento...
Solo sonrieron ambos para seguir en un beso húmedo a pesar de que la chica ya estaba "manchada". No le daba asco alguno.
—Ahora es mi turno...—y esta vez fue él quien se bajó al pilón dirigiendo sus manos hacia la vagina de la chica metiendo la lengua donde podía de una forma lenta y agradable, no salvaje.
—Uh...—murmuró la chica cogiendo la cabeza de su amor apretándola por la pasión que este le daba mientras se abría más y más de piernas—. Aaaah... K-Kakashi...
Y le gustó. Le gustó escuchar su nombre saliendo de esos labios tan cálidos y sexy's.
Siguió lamiendo sin apenas parar sintiendo algo húmedo dentro de él.
—S-Sigue...—tartamudeó la pelirosa algo avergonzada pero a la vez disfrutando—. N-No pares K-Kakashi...
No pudo hablar porque mantenía su boca ocupada. Pero aun así, demostró que seguiría con la pasión que le puso en la lengua en aquel momento. El sol se estaba poniendo iluminando algo más la sala.
—¡Uhh!
Hasta la que la pelirosa agarró la cabeza de su sensei para sacarla de ahí y dirigirla en sus labios con pasión besándose de nuevo en un beso muy húmedo. Parecía que se estuviesen devorando uno al otro. Mientras se besaban sonreían.
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