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¡Hoy es el cumple de Dhaxton! Así que les traigo el nuevo capítulo este día especial ^.^ 

De paso le dedico este capítulo a Andre, del grupo de wsp, que cumplió añitos el domingo y ama con todo su ser a Dhaxton <laf3



¿PROBAR DE FORMA LITERAL?


—Cállate.

Pronuncia con voz gruesa y rasposa.

Ha sido un acto tan rápido que no sé si es un invento macabro de mi imaginación o si de verdad ha ocurrido.

—¿Qué has hecho...? —Las preguntas se atropellan en mi cabeza y todas quieren salir a la vez. Las posibles razones de su cometido vienen luego para pisotear todo lo que alguna vez creí razonable. Entonces, doy con la única pregunta razonable que queda en mi atolondrada cabeza—: ¿Hay alguien aquí?

Intento mirar entre las cosas de los estantes.

—No.

Al dar nuevamente con la mirada de Raziel, verlo tan imperturbable y cercano, un manojo de nervios recorre mi cuerpo. Me toco los labios rememorando la rápida sensación que los suyos provocaron.

Él me ha besado.

Raudo, corto, pero... fue un beso al fin y al cabo.

—¿Te das cuenta de lo que has hecho? —acuso todavía desconcertada.

—Te he besado —responde, serio—. Y lo volvería a hacer, una y otra vez...

Su voz hipnótica baja de volumen volviéndose solo una murmuración que se pierde poco a poco, pero que me induce en el deseo de querer experimentar todo lo que él tiene por mostrarme. Al tiempo en que su cercanía sacude mi corazón y su respiración choca en mi piel, cierro los ojos. Es la atmósfera perfecta, la que precipita ese momento de intimidad entre dos personas. Mis labios palpitan, mi pecho se contrae...

Pero no pasa nada.

Abro los ojos encontrando a Raziel con cara de querer echarme de una patada.

—¿Dices que Bellish no cree lo nuestro? Tal vez porque no estamos haciendo las cosas bien, así que te besé porque quería saber cuál sería tu reacción si lo hacía en público, frente a él... Pero actuaste demasiado sorprendida. No has pasado la prueba.

¿Una prueba? ¿Qué dice?

Esto es peor que Shawn me echara bebida encima.

—Ya puedes irte.

Da media vuelta dispuesto a perderse entre los estantes y seguir con su trabajo. Y yo tengo el pensamiento de hacer lo que me ha dicho, largarme lo más lejos de la bodega y eliminar ese tonto pensamiento de que me iba a volver a besar.

Tomo la manilla de la puerta. Sin embargo, antes de abrirla, un calor vengativo me abraza.

Si me ha besado para ver cómo reaccionaría, yo también puedo probarlo, ¿verdad?

Agilizo mi paso y me adelanto, interponiéndome en el camino de Raziel. Su expresión se contrae sin mediar comprensión de primeras, pero luego forma su mueca de desagrado.

—Aparta...

Lo agarro de la camisa para tirarlo contra mí sin permitirle seguir. Perfil con perfil, boca contra boca. Lo pruebo como si plasmara mi enojo en un lienzo ya usado, marcando las curvas de sus labios dejando de lado la inseguridad, profundizando la necesidad de saborear dentro de él la venganza. Y, por un momento, tengo la impresión de que sus labios seguirán mi ritmo y que sus manos, que recorren mis muslos, se arrimarán a mi cintura. Viajo a la fiesta de Halloween, a su cuerpo guiándome y demandando más de mí.

Sin embargo, cuando el ardor de sus manos llega a mi cintura, me aparto para contemplar su expresión.

—Tú tampoco has pasado la prueba.

Le digo al ver su expresión perpleja, sin poder reprimir la sonrisa con la que degusto la victoria.

—No juegues con fuego, Angelito —desafía, llevando una mano tras mi espalda para presionarme contra su cuerpo. Mi pecho se funde en el suyo y su respiración, igual de acelerada, se sincroniza con la mía. Si intenta ponerme nerviosa, está lejos de conseguirlo porque solo está provocando que me vuelva adicta a esto.

Aquí el único que puede salir perdiendo es él.

—Yo no puedo quemarme, tú sí.

—Calla —me ordena—. No hables.

—Te estoy dando una excusa para que vuelvas a besarme...

Me ataca con otro beso inesperado. No es como el primero, tampoco es como el que yo le di. Es suave, busca sentir, incursionar. Pero algo me pide más; tengo deseos de que me bese con más profundidad, que me toque, que juntos nos consumamos en el loco deseo de tenernos. Me aferro a su camisa y aprieto con fuerza pidiendo silenciosamente más, y como si el rol se cambiara y él ahora acatara órdenes, coloca sus manos en mi cintura para atraerme a su cuerpo sin sutilezas. Me aparto en cuanto mi pecho se estrella en su cuerpo y lo miro con el fuego todavía recorriendo mi sangre. Miro sus labios hinchados, sus mejillas acaloradas y su mirada ardiendo dentro de un abismo oscuro.

Solo en este estrecho diminuto que nos separa, caigo en cuenta de la realidad.

—¿Qué estamos haciendo...?

—Te estoy probando —responde.

—No pensé que esto fuera tan literal.

El bosquejo de una sonrisa se hace visible en su expresión.

Poco a poco, baja hacia mi cuello para concluir con beso en el cuello que quedó pendiente de Halloween.

Y, en cuanto lo hace, alguien golpea la puerta.

De manera automática nos apartamos, arreglamos la ropa y pasamos las manos por la cara como si con eso bastara para borrar cualquier rastro de lo que acabamos de hacer. Raziel se mete entre los estantes y yo voy a abrir.

Cuando la puerta hace «clic» y tiro de ella, el rostro de Camille aparece cual fantasma en película de terror. Mi cabeza estalla en alarmas y todas ellas gritan que acabo de besarme con su novio, y no precisamente por obligación sino por un inesperado deseo.

—Hey... —me saluda y se desliza por el espacio entre la puerta y el marco—. ¿Raziel está aquí?

—Estoy aquí. —Raziel aparece entre los estantes con su faceta de «aquí no ha pasado nada, solo estoy fastidiado por el trabajo».

—¿Qué hacen aquí encerrados? —pregunta Camille con voz algo temerosa. Su mirada se intercala entre Raziel y yo.

—Le decía a Raziel que Seth se enteró de que Raziel finge ser mi novio —respondo con rapidez. Esa es una verdad que no me pondrá tan nerviosa, porque el problema de eso viene después...

Las cejas de Camille se arquean, pero no de sorpresa, pues sus ojos se achican y yo encojo los hombros para esconderme de la culpa.

—¿Qué lo delató? —interroga.

—La defendí —se apresura a responder su novio. De manera súbita, su mirada se desplaza hacia mí y yo lo esquivo. ¿Cómo puede darle la cara con tanta seguridad?—. Mientras no sepa más, no importa. Me vio con pintura, le será difícil descubrirme en la academia.

Camille no luce muy convencida.

—Por cierto, hoy fui a la biblioteca a buscar información sobre Agnes y Emma Williams —suelto como si fuera vómito verbal—. Tengo dos nombres que pueden darme más información sobre su paradero. Los anoté en mi libreta. Me pondré en contacto con ellos tan pronto como pueda para saber al menos qué sucedió con ella...

Más silencio. Siento la mirada de ambos clavada en mí y mi conciencia pidiendo que hable con la verdad, que cuente lo que sucedió. Si sigo encerrada con ellos dos, voy a explotar.

—Bueno, me voy antes de que la jefa se moleste...

—¡Espera! —Me detiene Camille justo antes de que pueda poner un pie fuera de la bodega. Al voltear hacia ella, su dedo índice toca mi mejilla y lo desliza sobre mi piel— Qué raro... —pronuncia con voz apagada mirando su dedo manchado con pintura azul—. Esta mancha no la tenías antes.

—Debí mancharme por ahí —me excuso, pasando por mi mejilla la manga de la camisa que ella misma me prestó—. Hablamos luego.

Salgo de la bodega y me marcho por el pasillo casi corriendo.

Estoy huyendo de un enfrentamiento, porque tengo miedo de enfrentar la verdad:

Besar a Raziel me ha gustado.


🍁


La puerta del estudio se abre tras unos largos minutos en los que Dhaxton no respondía. A diferencia de la vez anterior, el lugar permanece dentro de una burbuja silenciosa. Al entrar, la puerta no cierra, lo que me parece extraño.

—¿Dhaxton?

Mi paso es cauteloso.

Es algo normal que Dhaxton no responda cuando lo llamo, suele estar metido en lo que sea que esté haciendo para pasar de mí. Pero me parece extraño que todo el ambiente se sienta tan vacío sin su imponente presencia atormentando mis sentidos.

—¿Dhaxton, ocurre algo?

Nada.

Sigo avanzando y subo las escaleras. Ahí, recostado en un sofá, encuentro a mi compañero de Dibujo. Está de lado, con sus brazos cruzados sobre una pila de cojines y su cabeza descansando. Tiene los ojos cerrados y la piel de la cara más pálida que de costumbre. En una de sus manos, el botón para abrir la puerta casi resbala, por suerte me apresuro en alcanzarlo antes de que se estrelle contra el piso. Con el rápido movimiento quedo de rodillas justo al sofá, a una poca distancia de su rostro.

Su cara es simétrica, blanca como la porcelana y sin ninguna peca. Es como una escultura. Su cabello peinado hacia atrás tiene dos mechones rebeldes que caen por su frente. Posee pestañas largas, curvas y lindas. ¿Es que puede ser más perfecto?

Como si supiera lo que estoy pensando y deseara me encarar, abre los ojos con lentitud. Su mirada está cansada y perdida.

—¿Te sientes bien?

Niega con la cabeza.

—Debes haber pillado algo. —Me coloco de pie—. Puedo ir a la farmacia si quieres...

Hago el amago de marcharme, pero su mano impide que avance.

—Mi padre viene en camino —murmura con voz ronca—. No me dejes solo.



____________________________

Baiaba, baia... 

Bueno, gente, este capítulo salió más corto que mi paciencia adfg pero fue porque cambié de planes a último momento... y es que no me había acordado que Dhaxton estaba de cumple xDD Así que, el siguiente capítulo será dedicado a él :D

No les diré más porque muero de ganas que lo lean. Solo diré que a las Team Dhaxton les gustará c:

Peroooo iniciemos con las preguntas...

¿Qué opinan de lo que pasó en la bodega?

¿Alguien más quería que se devoraran o solo era yo la pervertida? 7u7

¿Cómo creen que reaccionará ahora Raziel?

¿De quién fue la culpa, Raziel o Drey por seguirle el juego?

¿Será que aquí hay gato encerrado?

¿Les gustan las papas fritas?

Si responden que no, les pego.

Ya que muchos le dijeron que shí al capítulo narrado por Raziel, les dejaré la primicia con una condición: denle muuucho amor este capítulo. ¿Cómo? Comentando y votando. Si llegamos a los 5k de comentarios les daré el capítulo el domingo :D 

Tema aparte, en realidad, el pov de Raziel, peeeero se iba a perder la magia de lo que pasaría aquí. Ahora que ya lo saben, tengo libre albedrío para narrar con más detalles~

Así que, señoras y señores, esto queda en sus manitos.

Loh keroh mushio

Saluh


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