10
CÁLLATE
Seth forma una extraña sonrisa en lo que retiene a su amigo. Shawn reprime toda su ira impulsiva cuando otros clientes comienzan a quejarse del escándalo que está haciendo. Raziel, por otro lado, con una calma envidiable, se dirige hacia la zona de preparación para coger papel con el que secarme.
Cuando me las entrega siento la necesidad de decirle que todo se ha ido cuesta abajo, que Seth ya lo ha descubierto, pero no es el momento.
—Ve a cambiarte y vuelve —insiste—. Yo me quedaré aquí...
Pero Shawn vuelve a explotar.
—¡Esto no se quedará así! —grita apuntando en nuestra dirección con su dedo regordete que parece que también tiene músculos ahí— ¡Van a despedirte, imbécil!
Al menos ya no la trae contra mí.
Me marcho del lugar antes de que siga mojando más el piso y alguien resbale. Parece que me he tirado a una fuente para echarme un chapuzón. Voy directo a los vestuarios, mi ropa está toda mojada. Incluso el pantalón está mojado.
Tengo la cabeza hecha un lío porque sé que esta situación Shawn no la tomará a la ligera, si no le fue fácil olvidar que tropezé con él y que manchara su playera, esto menos; por otro lado, están las palabras de Seth. ¿De verdad se refería a que descubrió a Raziel? Es un 99% a que se refería a eso, por lo que no quiero imaginar lo que ocasionará su nueva y jugosa información.
—¿Qué sucedió?
Camille se asoma por la puerta de vestuario.
—Un problema con un cliente. —Le enseño el desastre que soy y me doy cuenta de que mi cuerpo expuesto a la bebida fría ha causado una reacción corporal no deseada en mis pechos. ¡Y la camisa no cubre nada! Me cubro al instante—. Nada grave.
Trato de quitarme la camisa, pero parece que con el líquido está adherida a mí, así que me quedo con el estómago al aire.
—Déjame ayudarte —le escucho decir a Camille reteniendo entre sus palabras cierta risita.
Sin poder ver bien, logro escuchar sus pasos acercándose y luego su mano en mi espalda, tirando de mi ropa para que salga.
Qué vergüenza...
—¿Por qué ese cliente hizo algo así? —indaga dirigiéndose a su casillero. De reojo la veo sacar un pintalabios; no me extrañaría que esté aquí porque la jefa se quejó de su aspecto o algo por el estilo, de esa señora me espero bastante.
Mi sostén está mojado también, pero ese no me lo pienso sacar por ningún motivo.
Ay, Dios... Tengo que confesar que me encanta la lencería con encaje floral. Es delgada, cómoda y linda, lástima que haya decidido ponerme la en el peor día de la historia.
—Se molestó por el sabor de unas bebidas —miento, y para no darle la importancia que yo le estoy dando, añado—: Nada importante.
Reviso en mi casillero si tengo más camisetas, pero dentro nada más está mi ropa de calle y un pantalón de repuesto.
Un resoplido largo y profundo se me escapa.
—Aquí —indica Camille, sacando de su casillero una camisa reluciente y sin ninguna arruga—, puedes usar la mía.
La recibo poniéndome más tímida que de costumbre.
—Gracias.
—No te preocupes —dice al ver que estoy reticente a recibirlo—. Yo casi no la uso. —Termina de retocar sus labios y cierra el locker—. Odio a los clientes prepotentes —suelta de pronto, como si lo que me sucedió le afectara—. ¿Le dijiste algo?
—No —respondo al instante; seco y corto.
Pero tu novio le tiró una bebida encima.
—¿Sigue aquí? ¿Quieres que vaya a hablarlo con él?
Camille parece que está sacando a la luz su lado jurídico. Es una estudiante de Derecho, después de todo, supongo que la defensa es algo que le apasiona y este tipo de situaciones le ayudan con su carrera.
—Está todo resuelto ya —esquivo antes de que haga más preguntas. No tengo deseos de explicarle que le he mentido y que Shawn es un chico de la academia.
Sin esperarlo, se acerca y toma mi mano.
—Voy a estar con el público dentro de la sala, pero si llega a pasarte de nuevo, dímelo.
Su interés me causa cuidado, pero accedo a su petición para no alargar más la charla.
🍂
Al volver a la zona de comercio, me encuentro con el piso reluciente, ninguna gota de bebida en el suelo. Además, parece que en el ambiente ya no coexiste la densidad que la aparición de Shawn provocó, solo un tumulto de fanáticos queriendo entrar a ver la película.
Raziel actúa como si nada hubiera pasado, atendiendo a las personas con una sonrisa cordial.
A mí me cuesta seguir el ritmo. Tengo la mala manía de revisar entre las cabezas si Seth y su grupo siguen aquí. Y cuando no lo encuentro, desvío la mirada hacia Raziel con la necesidad de decirle lo de Seth.
Seth.
Su sonrisa pérfida parece tatuada en mis retinas. Cierro los ojos y puedo ver el movimiento de sus labios.
Después de unos extensos minutos, la función comienza y en el hall solo se escucha una melodía de ascensor. De pura curiosidad voy a la sala donde se está dando la primera función de Más allá de la Tierra; hay dos compañeros de pie, con la espalda recta y sus disfraces de eiz procurando que nadie entre. Siento el impulso de abrir la puerta y asomarme, pero uno de los chicos me hace un gesto de silencio, así que solo coloco mi oreja contra la puerta para escuchar.
Al parecer, el director de la cinta está hablando sobre la película y aún no la ven.
Camille debe estar adentro.
Espero que todo resulte bien.
Como las otras funciones del cine están cerradas y no lo han cerrado para esta única función, vuelvo a los vestidores al darme cuenta de que lo mojado se está traspasando a la camisa de Camille.
Troto hacia los vestidores, pero de camino me encuentro a la jefa regañando a Raziel otra vez. Ella está de espaldas a mí, no me ha visto —cosa que agradezco—, así que doy media vuelta para no verme salpicada de más problemas.
Voy a uno de los baños para usar el secador de manos para la camisa y de paso arranco unas cuantas toallas de papel para colocarlas enrolladas en mi ropa interior.
No puedo hacer mucho en la mancha de agua en mi pecho, pero al menos ya no me siento tan incómoda.
Regreso al hall para ordenar o buscar algo qué hacer. Vuelvo hacia las puertas de la sala y acerco mi oído a la puerta. La película ha comenzado, la banda sonora entre voces distorsionadas se escuchan hasta afuera.
De pronto, la puerta se abre, la música se hace más fuerte y una figura oscura se va aclarando al encontrarse con la luz del exterior. Diviso una melena castaña alborotada, unos ojos marrones y una sonrisa rebosante de confianza que pertenece a Seth.
Camino hacia atrás para esquivarlo. Él avanza algo desorientado, pero logra encontrar su punto de resguardo al verme. Con una ceña con la cabeza me indica que lo siga, cosa a la que no me niego, pues tengo un montón de razones para hacerlo.
En un punto desierto de un pasillo alfombrado de azul, Seth apoya su espalda en la pared a la espera de mi llegada.
—Te he atrapado —suelta como si fuese una verdad que estaba atorada en su garganta y necesitara sacarla para respirar.
Antes de responder, planteo bien qué palabras usar. Seth luce como un chico superficial, pero ha demostrado ser más inteligente de lo que quiere aparentar. Tengo que ir con cuidado, porque si él...
—Ya sé que marca de sostén usas —agrega ensanchando su sonrisa.
¿Ah?
—¿Qué? —formulo.
¿Acaso escuché bien?
—Que te he atrapado, pequeña traviesa —explica arrastrando las palabras con una mueca de fastidio.
No estoy entendiendo nada. ¿Acaso con el «te he atrapado» se refería a mi sostén? Esto es tan... absurdo. ¿Debo descartar la idea de que ha descubierto a Raziel entonces? No tiene sentido mostrarme tan tensa cuando se refiere a algo trivial, supongo.
—Es una marca de lencería demasiado sexi para alguien como tú —se lo piensa llevando una mano a su barbilla a modo de reflexión.
No.
No tengo que fiarme.
Me cruzo de brazos y puedo sentir la humedad fría de mi pecho traspasarse a mi piel.
—¿Qué haces aquí? —Adopto una actitud fastidiada.
—Vengo a hablar contigo, claro —responde con una inocencia que le sienta bien, pero que tanto él y yo sabemos que es pura fachada. Se lo debo agradecer, sin embargo, porque me ha dejado pie para indagar más en su verdad.
—¿Sobre que ya sabes la marca de ropa interior que uso?
—Ajá —responde encogido de hombros.
—Pues sí, me has atrapado, me encanta la marca Flores y su lencería.
Baja los ojos a mi pecho.
—Tanto que ahora no traes nada.
Bajo la cabeza para mirarme. De nuevo mi sostén húmedo hace de las suyas y mis pechos quieren hacerse visibles a través de la camisa.
—No mires... —me abrazo a mí misma y le doy la espalda a sus curiosos ojos—. ¿Tú mandaste a Shawn a tirarme la bebida?
—Él actuó así porque es un puto idiota impulsivo y vengativo, a mí no me cueles en sus ideas del culo.
Al menos suena auténtico.
Dios, quiero irme a casa ya...
—La verdad es que no.
Las palabras de Seth resuenan como un eco que viene desde el más allá. Es una frase larga que me ha parecido corta y certera. Quizá por el cambio de tono en su voz o porque una parte de mí sabe que todo lo de hace unos segundos era una actuación.
Lo miro por encima del hombro.
—No ¿qué?
—No vengo a hablar contigo sobre tu ropa interior. Siento curiosidad, claro, pero no es un tema —confiesa regocijándose en su posición—. Vengo a hablar contigo sobre tu noviecito. —Marca la voz con un tono aniñado al pronunciar la última palabra. Me quedo quieta, sin hacer ninguna mueca, al mismo tiempo en que él chasquea la lengua y niega con la cabeza—. ¿De verdad creíste que no me daría cuenta? Tu supuesto novio es el chico de antes.
Esa no es una pregunta, es una afirmación.
Trago saliva y volteo.
No quiero ponerme a la defensiva, por lo que intento no tensar los hombros y la mandíbula. No obstante, la sonrisa rígida que esbozo es un cuadro deprimente de principiantes.
—Lamento tener que informarte que estás equivocado —contradigo—. Ese chico tiene novia, y no soy yo.
—Claaaaro que no eres tú, por eso es tu novio falso —replica con obviedad.
Volteo hacia él sin temor a que me mire o se burle. Necesito demostrarle que no estoy nerviosa.
—No tengo novio falso, así que creo que no hay nada que hablar...
—¿Quieres saber cómo me di cuenta? —Su pregunta sobrepasa el tono de mi voz y me demanda a callar. Estoy atrapada, es cierto, pero también tengo interés—. Por la forma en que él te miraba. Y la forma en la que te defendió. Si hubiera sido otro, se habría indignado, habría preguntado qué sucedía, pero él desde el principio sabía qué sucedía y, no conforme con eso, le lanzó la bebida a Shawn. Vaya...
Raziel, esto es tu culpa.
Es culpa de ambos.
—¿No dirás nada? —se burla Seth.
Dejo de lado mis intentos por conservar la calma.
—¿Y si fuera así? ¿Qué vas a hacer?
—Nada. —Se encoge de hombros y avanza hacia mí para tocar la punta de mi cabello—. Quiero saber qué traman y qué tan lejos quieren llegar.
—No dudo que correrás a decírselo a Dhaxton. —Sus ojos conectan con los míos; lo miro un momento, me pierdo en ellos en busca de la verdad.
—Nah... —voltea hacia el pasillo de regreso a la sala—. Este será nuestro secretito.
—Creí que ustedes eran la clase de amigos que no se ocultan nada —le cuestiona mientras se marcha.
—Entre amigos siempre hay secretos, aunque prefieran aparentar que no —confiesa sin siquiera voltear.
Lo sigo hasta comprobar que ha vuelto a la sala de cine para ir en busca de Raziel.
Necesito encontrarlo para que podamos pensar en algo que haga perder de vista a Seth de Raziel o inventar alguna buena excusa que justifique su defensa. Y es que si Dhaxton llega a enterarse, si entre esos dos perturbados llegan a tramar algo, nuestras intenciones de hacerle pagar lo que nos hicieron estarán perdidas.
Todo habrá sido en vano.
Busco a Raziel en la sala del personal, lo llamo desde los vestuarios de chicos, lo busco en el hall, en el estacionamiento de los trabajadores, en los baños, en el pasillo de la puerta del aseo y no lo encuentro por ningún sitio. Siento la necesidad de entrar a preguntarle a Camille si sabe de él, incluso de explicarle a ella lo que sucede, pero opto por preguntarle a uno de nuestros compañeros.
—La jefa lo mandó a contar la mercadería de la bodega, castigado por lo que hizo.
La bodega; el único lugar donde no se me había ocurrido buscar.
Me dirijo hacia el lugar algo nerviosa, con las manos sudadas y el corazón batiendo en mi pecho. Abro la puerta y me asomo hacia el oscuro interior. El frío aquí es terrorífico y no puedo ver bien ni siquiera con la humilde luz que yace colgando en el techo. Me concentro en enfocar la vista en busca.
—¿Raziel? ¿Estás aquí? —pregunto con rapidez, algo temerosa de hallarme con algo indebido.
Segundos después, la figura alta de Raziel se asoma entre los estantes.
—¿Por ti? —pregunta— Sí.
Habla del castigo.
Entro a la bodega.
—¿Cómo que por mí? Yo no te pedí ayuda.
Raziel sigue avanzando.
—Prometí que te protegería.
—Pues vaya forma estúpida de hacerlo —espeto con una mezcla de sarcasmo que le provoca una mueca. Ya no trae maquillaje, se lo ha quitado, pero logro divisar algunos rastros de azul en sus mejillas y barbilla.
—Si estás aquí para fastidiar puedes volver con los demás —indica con su barbilla—. No fastidies.
—No me voy a ninguna parte —le freno antes de que se marche y cierro la puerta.
Me contempla con los mismo ánimos con los que despierto yo los lunes por la mañana.
—De verdad no estoy de humor —insiste cargando la voz sin siquiera mover la mandíbula, lo que es indicativo de que sí está molesto.
—Seth te ha descubierto —suelto sin más.
—¿Qué dices?
—Al final todo lo que hicimos para que no te descubriera y todos tus intentos de pasar desapercibido han sido en vano. Él se ha enterado de que eres mi novio, además falso, porque me has defendido.
Camina como un basilisco hacia mí. Sin darme cuenta mi trasero choca con la puerta y mi espalda permanece recta. ¿Qué rayos? Yo soy la que debería estar molesta con él.
—¿Tenías que lanzarle la bebida a Shawn? ¿Tenías que actuar así? —le cuestiono— Podíamos seguir con esta mentira un poco más... Y ahora, lo más seguro es que le esté contando quién eres a Dhaxton. Todo lo que pensábamos hacer se puede ir por el retrete. Se enterarán de tu relación con Agnes y que en realidad jamás dejé mi anillo...
En un movimiento rápido, sus ojos bajan hacia mis labios y su boca colisiona con la mía interrumpiendo mi reclamo.
—Cállate.
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Raziel, cállame a mí también 7u7
¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Cómo están mis jamoncitos llenos de intenciones ocultas? ¿Cómo están llevando este mes de marzo? Yo alucino, todavía no puedo creer que haya pasado un mes con esta perra pandemia ToT
Pero ya, arriba esos ánimos, hablemos del capítulo :D
Este fue un capítulo más de relleno, solo estoy tanteando terreno jiji
¿Les gustó?
¿Cómo esta ese team?
¿Por qué creen que hizo eso Raziel?
Seamos claros... se esos dos tienen más tensión que poste de luz 7w7
¿Esperaban que Drey usara lencería?
Yo namás digo que esa ropita pa algo es, ustedes saquen sus propias conclusiones
¿Hagamos unas F por los otros teams?
Y una cadena de oración para que revivan las team raziel~ aunque... no se emocionen ah, capaz el muchacho salgo con alguna vaina rara muajajaj
¿Quieren pov Raziel?
No se olviden de seguirme en mis redes sociales @vhaldainomas no hago ninguna vaina por esos lares, pero quiero ser famosa mami 🌚 Es bromi, voy a estar subiendo pronto cosas sobre mis nuevos proyectos~
Los jamoneeeeeeeeeeooooooooh
(hace rato no se los decía así :c)
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