Aquel grito en la lejanía hizo que Agnes despertara de golpe, miro hacia la ventana que estaba a un lado de ella. Movió un poco la cortina negra con los dedos, pero solo logro ver la niebla en el exterior...

—Otra vez esos horribles gritos— hablo Lilith mirando hacia el techo de la habitación, Agnes se giró a verla sobresaltada cuando su compañera hablo.

—¿Qué es eso? — pregunto en un susurro y cerro la cortina, se tapó de nuevo con la manta negra y fría hasta el cuello y la miro, Lilith dejo de mirar al techo y se giró mirándola.

—No se sabe— explico y se encogió de hombros— Hay muchos rumores de lo que puede ser, algunos dicen que son nuestros mismos gritos atrapados en la noche, otros que son almas en pena, como Marlene...—eso ultimo lo dijo en un susurro y mirando hacia el piso.

Agnes miro a Lilith quien miraba al piso con nostalgia, realmente casi no conocía a ninguno de ellos, solo sabía que tenían algo en común. Querer escapara de la Abadía, pero ella tenía un propósito, pero no sabía el de ellos. La miro de nuevo, en la oscuridad aún se podía ver con claridad su cabello rubio.

—¿Quién era Marlene? — pregunto en un susurro.

Lilith se giró lentamente y la miro, Agnes la miro y espero que hablara, la joven se sentó en la cama y se recargo en la pared fría y la miro.

—Era mi mejor amiga— contesto y miro hacia la ventana cerrada, Agnes imito el gesto de Lilith y se sentó en la cama dura— Nos conocimos aquí desde que llegamos...— la miro y le sonrió— Era increíble, divertida, te hacia olvidar la prisión en la que estabas— sonrió para sí misma recordándola— Tenia el cabello muy negro, como el tuyo...— la miro de nuevo— Éramos muy unidos los cuatro, aun no entiendo como los he soportado tanto por un año seguido...— negó con la cabeza sin dejar de sonreír— Pero, una noche salió de la habitación hacia la cocina y jamás volvió. Al otro día la noticia de su muerte se rego por todo el instituto, se había suicidado...— frunció el ceño y la miro— Sé que no se suicidó, sé que algo le paso aquí y a todos los alumnos que "escapan" y debo averiguarlo.

El grito en la lejanía hizo que ambas regresaran su vista a la ventana, lentamente regresaron su vista hacia ambas mirándose fijamente.

—¿Jamás te has asomado? — pregunto Agnes, Lilith negó con la cabeza y Agnes se movió de la cama con lentitud, estiro su mano hacia las cortinas con lentitud y las abrió de golpe.

Aquel movimiento provoco que cayera al piso algunos papeles, se arrodillo recogiéndolos. Lilith se levantó de la cama y soltó un grito ahogado, Agnes la miro con una ceja alzada y Lilith levanto su mano y señalo con su dedo índice hacia la ventana. Agnes lentamente se giró hacia la ventana, del otro, entre la neblina, una mujer vestida de blanco se asomaba por la ventana, tenía dos trenzas gruesas a ambos lados y sonrió mostrando sus dientes con colmillos.

Agnes fue la primera en gritar y salió corriendo abriendo la habitación, Lilith corrió detrás de ella y ambas entraron a la habitación de frente. Los dos jóvenes que dormían ahí se sobresaltaron ante los gritos.

—¿¡Por qué gritan!?— grito Oliver sobresaltado mirándolas, ambas se acurrucaron abrazadas en la esquina de la habitación.

—¿Qué ha pasado? — pregunto Jackson sentado desde la cama.

—Es la misma mujer— hablo tartamudeando Lilith como respuesta— La que no me creyeron aquella vez, se ha vuelto a asomar por la ventana.

Los dos jóvenes intercambiaron una mirada y Cole miro a Agnes

—Es cierto, yo también la vi— hablo Agnes con voz temblorosa antes de que hicieran la pregunta.

Oliver abrió la puerta de la habitación y se asomó por el pasillo oscuro y solitario, la puerta vieja rechino y miro de un lado a otro comprobando que ninguna de las monjas estaban cercas o había escuchado a ambas chicas. Se acercó a la puerta de enfrente y la abrió, miro las dos camas de descompuestas y se asomó por la ventana, miro la neblina del exterior y la volvió a cerrar.

—¿Y?— pregunto Jackson al ver a Oliver regresar, este último negó con la cabeza.

—No hay nada, me he asomado por la ventana, pero solo he visto la neblina del exterior— las miro.

—No voy a volver ahí esta noche— negó Lilith, Agnes solo permanecía callada con miedo, se abrazó a sí misma.

—¿Y eso que significa? — pregunto Jackson mirándola.

Lilith se sentó en la cama de Oliver mirándolo.

—Sabes que no pueden quedarse aquí, si alguna de las monjas o la Abadesa se entera...— le recordó Jackson mirándola.

—Solo será esta noche, por favor, nos iremos al alba— rogo Lilith.

Jackson soltó un suspiro y le señalo a Oliver la cama, este último asintió y tomo sus cosas. Agnes se asomó por la ventana y luego la cerro acostándose junto con Lilith.

En el sueño, Agnes miraba a su madre toser y mirar su sangre salir de su boca, la mujer le sonrio a su hija asegurándole que estaba bien y volvia a beber ese horrible té que su padre se había empeñado en darle a su madre, llamado Te Negro. Meses más tarde, se miraba frente a un ataúd negro en donde las gotas de lluvia caia sobre el féretro, su madre había fallecido y en menos de un mes su padre había vuelto a casarse con Meredith, su madrastra quien se embarazo enseguida de su hermanastro, Charlie.

—... hicimos lo correcto— decía Meredith en la cocina de la gran casa mientras que Agnes bajaba las escaleras con sigilo— Lo logramos, después de tantos años ella...

Agnes se asomó y la mujer dejo de hablar, la sonrisa de su padre se borró al verla.

—¿Qué haces despierta Agnes?— pregunto el hombre— Deberías estar en la cama.

Su padre la había tomado de la mano para regresar con ella a dormir, Agnes se giró hacia Meredith y pudo ver una sonrisa antes de que la borrara y moviera su mano para despedirse de ella, detrás de ella aparecía su madre y le decía "Huye"

Agnes abrió los ojos de golpe y sus ojos miraron el techo, se removió en la pequeña cama y miro a Lilith pegada en la pared mientras su respiración se escuchaba con tranquilidad, se sentó en la cama pensando en su sueño.