Capítulo 7
- ¡Jack! -me saludó Victoria al verme, visiblemente incómoda y soltando al instante la mano de Kirtash- ¡Qué sorpresa verte aquí!
- ¡Opino lo mismo! ¡He ido a tu casa y no estabas cortando el césped como me habías dicho! ¡Y Héctor estaba perfectamente!
- Yo...
- Hemos venido juntos al cine, ¿tienes algún problema con ello? -intervino Kirtash, alzando una ceja.
- N-No, esto... yo... esto... ¡ya me iba! ¡Que disfrutéis los dos solos de vuestros helados!
- En realidad, soy intolerante a la lactosa -comentó Kirtash.
- ¡A nadie le importa! -exclamé- ¡Adiós!
Y salí con aires de diva de la heladería ante el grupito de curiosos que observaban la escena que habíamos montado.
Y entonces volví (sin bajar la cabeza, porque yo nací para llevar corona), recogí el helado que me había dejado encima de la mesa y me volví a ir, mientras Kirtash alzaba su otra ceja, que seguro era tan horrible como él.
Si es que... ese chico era malvado, ya lo decía yo, seguro que no estaba bien.
Con esos ojos azules, ese cabello pantene, esa cazadora de cuero negra que solía llevar...
¡No, no estoy celoso de Kirtash!
¡Ya os he dicho que no lo estoy!
***
Al día siguiente era sábado, así que no fui a clase porque era sábado y los sábados no hay clase.
El conocimiento es poder.
Vale, ya paro; demasiados memes.
Empezó a llover: porque siempre que algo malo le pasa al prota de un fanfic empieza a llover.
Me pasé todo el fin de semana mirando el paisaje mojado y deprimente a través de mi ventana, suspirando a cada segundo.
Y cuando por fin llegó el lunes, a la hora de matemáticas, ¡Victoria no me hablaba!
¿Os lo podéis creer?
¡Decía que estaba enfadada conmigo, cuando claramente era yo quien debía estar enfadado con ella?
Todo eso se lo expuse en una bonita carta con corazoncitos dibujados.
Que luego ella arrugó e hizo una bola de papel tras leerla, mandando a Umadhún mis corazoncitos.
- ¿Tenéis problemas entre vosotros? -me preguntó Paula.
- Podemos ayudarte -completó su hermana Natalia.
- Vale -acepté, sin muchas ganas.
Las gemelas intercambiaron una mirada que me dio mucho miedo.
- ¡Perfecto! -exclamó Natalia- ¡Ven a nuestra casa esta tarde!
- ¡Y tráete tu peluche favorito! -añadió Paula- ¡Habrá una increíble fiesta del té!
— La mejor fiesta del té que hayas visto en tu corta vida, Jakob Redfield —confirmó Natalia.
— ¿Cómo sabéis que mi nombre completo es Jakob Redfield?
— Oh, querido... —suspiró Paula.
— Nosotras lo sabemos todo sobre ti... —completó Natalia, ambas demasiado sonrientes.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top