Paso #21 Disfruta de tus travesuras

♡ Aniversario n°1 del Amerkinn, 25 de febrero. ♡

La tenue luz de las velas ilumina el salón casi por completo oscuro, en donde dos chicas estan compartiendo una cena romántica de aniversario. La música clásica suena lentamente alrededor y ellas se miran directamente a los ojos, con una copa de vino rojo en las manos de cada una.

-Esta noche es simplemente mágica- dice la hija de Eros sabiendo que en realidad es de día pero suena más bonito decir que es de noche así que no fastidien- Eres perfecta, Amer.

- Tú eres perfecta, Kinn- le contesta la hija de Hades con voz ronca y sensual- No puedo creer que sea nuestro aniversario al fin.

- Tampoco yo... ¿Crees que...? - inicia a preguntar la hija de Eros, con una mirada lujuriosa- ¿Crees que sea hora de... dar el siguiente paso?

- Pensé que nunca lo preguntarías- le regresa la hija de Hades- Tengo todo lo necesario...

- Entonces...
- Entonces...

Ambas chasquean los dedos y la habitación se ilumina súbitamente. Amer saca sus pantallazos que tenía perfectamente listos y RLkinn apura lo que queda de su copa de vino.

- Llego la hora de contarles la historia de nuestro inicio, sis- dice la hija de Eros- Llegó la hora de mostrarles como floreció nuestro amor.

- Esta es la historia de cómo nos conocimos. Y estará al final del capítulo.

~~~~

Salimos a la superficie bruscamente, casi al mismo tiempo los dos. Tomando grandes bocanadas de aire, mientras nuestros pulmones nos agradecían por haberlos sacado de aquella tortura finalmente... Aunque "culpa" es lo último que siento por ellos en este momento, al contrario, los hubiese hecho aguantar más de ser necesario, solo para que el beso hubiese podido durar eternamente.

Pero claro, tarde o temprano mis pulmones desistirían y no creo que a Annabeth le pareciera tan buena idea como a mí, morir ahogados sólo por querer hacer durar el beso; y lamentablemente, tampoco era capaz de formar una burbuja de aire bajo el agua a nuestro alrededor, para así obsequiarnos más minutos juntos, a solas. Así que, sí, todo estaba en nuestra contra y debíamos volver a la superficie y romper la burbuja invisible de irrealidad y perfección que habíamos creado. Yupii...

Annabeth mira por todos lados, (excepto hacia mí) asegurándose primero de que ya nadie nos esté vigilando, o estuviesen aún buscándonos por la zona. Cuando está segura de que estamos a salvo, empieza a nadar torpemente hasta la orilla y descansa sus brazos contra los azulejos, manteniéndose en silencio y ensimismada dentro de su mente de acero. Su ondulado pelo rubio, flota lacio en el agua a su alrededor. Sus labios están ligeramente morados por el frío, y se pasa varias veces los dedos por los ojos como tratando de quitarse el ardor de ellos por el cloro. (Yo estoy acostumbrado a bucear en las piscinas y por eso el cloro ya no me afecta como a ella).

- Lo hemos logrado... - Inicié a hablar con timidez, ella ni siquiera se voltea a mirarme. - Los hemos despistados por hoy. - suspiré de alivio. - Me alegro...

Y estaba siendo honesto. En verdad me alegraba no haberlos enfrentado sin Jason y Leo conmigo... sin nadie, que pudiese detenerme si perdiera el control... Porque estaba seguro de que esos animales no serían amables con una chica tan atractiva como Annabeth de ningún modo, y estaba seguro de que eso me hubiese hecho perder los estribos de todas las formas desastrosas posibles. Porque estaba malditamente seguro de que no dejaría que la tocarán ni en un millón de años.

Pero yo había hecho promesas... Así que por ahora, era mejor correr y esconderse que demostrarles a esos idiotas un poco de educación de la vieja escuela con el profesor Jackson.

-Menos mal hemos venido hasta aquí para escondernos - continúe hablando fingiendo normalidad, pensaba que sí hacía como si no hubiese pasado nada, tal vez también ella lo dejaría pasar y...

-¿Besarme, también estaba dentro de tus planes para salvarnos? - Lanza descuidadamente, mirándome con el ceño fruncido con desaprobación, aunque sus ojos brillan con un cálido sentimiento hacia mí; y entonces, presiento que solo finge despreocupación para no salir lastimada.

Ésta es la parte en donde yo debería empezar el flirteo o sonar amable y caballeroso con ella para intentar conquistarla, pero... no obstante, esto no es una historia cliché en donde soy un mujeriego nato y locuaz que la vuelve loca con solo un guiño. Nop, aquí yo solo era un chico nervioso por haber dado un beso (y con THDA) frente a la chica que descubrió que le gustaba solo el otro día cuando tenía a otra chica muy sexy sobre sus piernas y supo que no podía hacer cosas sucias por ella... demonios, si eso no era amor y fidelidad en su estado más puro, ya no sabía lo que era.

Así que, eso era yo, un sesos de algas muy nervioso al encontrarse acorralado, atacando todo atolondrado en defensa propia.

-Pues yo no vi que te hayas quejado cuando te besé.

-Pues claro que no he podido hacerlo, estábamos bajo el agua, tonto, no podía decirte nada. - Ella contraataca, lanzándome agua en la cara al mismo tiempo, pero veo que la he hecho sonrojar y eso me sube un poco la moral. -¡Da igual! Porque al fin y al cabo, solo fue para evitar delatar nuestra ubicación.

-Claro. - Bufé fingiendo desinterés, moviendo mis manos alrededor del agua para flotar tranquilamente de espaldas. - ¿Qué clase de friki daría su primer beso bajo el agua de todos modos?

- Sí, tienes razón. - Concuerda Annabeth, apartando la mirada. - Bueno, ya casi está anocheciendo. Debo volver a los dormitorios antes de que los inútiles guardias de seguridad vuelvan a tomar sus puestos y me pregunten donde he estado.

-Sí. Tienes razón. - Corroboré distraído. - Supongo que yo también debo volver a mi habitación lo más pronto posible...

Ambos asentimos en acuerdo. Pero ninguno de los dos se mueve al principio. Simplemente, permanecimos nadando en la piscina uno a lado del otro, por un largo rato más. En silencio.

Tiempo después, ella es la primera en nadar hasta las escaleras que están a un costado para salir de la alberca, y empieza a subir los escalones mientras el agua chorrea de sus prendas y de su cabello. En cambio yo, no me molesto en seguirla y simplemente planto mis manos sobre las baldosas y utilizando toda la fuerza de mis brazos, me impulso perfectamente hasta lograr salir de la piscina sin problemas.

-Fanfarrón. - Masculló Annabeth entre dientes, mientras retorcía su pelo entre sus manos, tratando de quitarle todo el agua que podía. - Pudiste haber usado las escaleras como yo.

-Las escaleras de las albercas son para niñas. - Le suelto sin temor a morir, y como me lo esperaba, me contesta con una furibunda mirada en mi dirección, pero no obstante, se queda callada y solo se molesta en escurrir su pelo de agua mientras está parada en su lugar.

Antes de que me hubiese dado cuenta o que mi cerebro pudiese advertirme de retroceder para evitar que Annabeth me matara cuando me descubriera, yo ya había estado observándola por completo de pies a cabeza, por un largo tiempo, además. Mis ojos no podían despegarse de la rubia de ninguna manera, admiraban silenciosamente, el cuerpo que se podía apreciar a través de las prendas casi translúcidas por haberse mojado.

Toda ella era estaba conformada por sensuales curvas y suaves protuberancias, que yo no debería estar viendo, ni adorando ahora mismo. Pero díganme, acaso si vieran una carne asándose, ¿no la degustarían con la vista primero? Ajá, eso creía. Tragué saliva, mientras mis ojos se dirigen hacia los montículos de su pecho. Oh, mierda. Se me había hasta secado la boca.

-¿Podrías al menos no ser tan obvio en acosarme? - Suelta Annabeth bruscamente, casi haciéndome brincar del susto. - ahora ya veo porque para Layla fue tan fácil engatusarte hasta llevarte al baño para... -formó una mueca asqueada.- para lo que sea que se les ocurriera a un par de degenerados como ustedes. Son tal para cual.

-Sí bueno, no parecía que pensaras eso cuando atacaste a Layla para salvar mi pureza. - devolví sarcástico, regalándole una sonrisa ladina. -¿Lo recuerdas todo ,cierto? ¿O tienes falta de memoria a corto plazo?

-¡Oh, por favor, cállate! Te lanzaría de nuevo en la alberca, idiota. - Gruñó. - De no estar segura de que te mueves mejor bajo el agua que sobre la tierra.

-¿Cómo lo sabes? - Interrogué curioso, ladeando mi rostro en su dirección. -Que me gusta permanecer bajo el agua, hablo.

- Te he visto antes - inició a decir con seguridad, pero después su tono de voz cambia a una muy titubeante cuando se da cuenta del desliz que ha cometido. - Es decir, en las clases de natación, con todos los demás, te vi bajo el agua tratando de romper tu propio récord y me di cuenta que parecías más cómodo allí, en el mundo de las branquias, que en el mundo exterior.

Dice, y después echa un resoplido, como si le frustrara revelarme demasiada información. Sus pies retroceden lentamente, está a punto de irse y despedirse... Pero entonces, me armo de valor como nunca antes y suelto.

-Dime Annabeth Chase. - Demande con voz repentinamente seria. - ¿Desde hace cuánto tiempo me has estado observando?

-¿Qué...? - empezó, pero no la dejé ni siquiera terminar una sola frase
-¿Fue antes o después de darte cuenta que estabas enamorada de mí?

- ¡¿Pe-pe-pero qué rayos te sucede a ti?! ¡Estúpido sesos de algas! - Explotó delante de mí, y tal vez había algo malo en mí, no lo sé. Pero tenía que admitir que verla así toda explosiva, en mi contra, aceleraba completamente mi pulso y me llenaba de adrenalina. Se veía jodidamente ardiente, es todo.- ¡No sé de qué estás hablando! ¡No lograrás burlarte de mí, imbécil! ¡Jódete!

-Hay una razón por la que te enojaste tanto al verme con la hermana de Piper. -seguí sin apartar la mirada. - Y una razón por la cual empezaste a ignorarme desde entonces.

- Me largo de aquí. - Escupió azorada, y entonces, cuando ella empezó a alejarse, mis pies sólo se movieron por si solos hacia ella y mi mano se aferró a su muñeca para voltearla, hacia mí, de vuelta. - ¡¿Por qué hiciste eso?! ¡Déjame marcharme, sesos de algas!

-¡Tú... - mi voz se sentía seca, ella era demasiado hermosa desde tan cerca, y más con ese rubor extendiéndose con más intensidad por todo sus pómulos. - dijiste que estabas enamorada de mí.

-Yo no dije eso. - sisea en tono amenazante, y sé que si no me aparto en los próximos dos segundos, me dará una paliza peor que las que me daba mi padrastro. - Yo...

-Nadie actuaría de ese modo como tú lo hiciste, si no te gustara. - Volví a insistir sin rendirme, acercándome un poco más a ella al mismo tiempo. Hasta que las puntas de nuestros pies se tocan y una minúscula distancia separa nuestros cuerpos. - Tal vez no lo dijiste, pero tus acciones hablaron por sí solas, ese día.

-¡¿Y qué con eso?! - Replicó. - ¿Qué importancia tendría para ti?

- Mucha, de verdad. - Respondo relajado, a la par que empiezo a acercarme a su rostro aún más. No sé lo que hago. Simplemente, algo en mi mente me dice que acorte la distancia entre nosotros. - Porque, al grano. Tú sí me gustas. Aunque a veces eres tan irritante y mandona, me gustas mucho, listilla.

Y ella se queda muda y atónita ante mi declaración, con los labios ligeramente entreabiertos, muy cerca de los míos. El ambiente a nuestro alrededor finalmente se relaja y queda suspendido en el aire, completamente expectante de nuestros próximos movimientos. Porque lo que sigue, sé que lo cambiará todo entre nosotros. Para bien o para mal, he dado un paso demasiado arriesgado, y ahora puedo caer al abismo, o elevarme hasta el cielo.

Nuestros ojos están completamente atrapados los unos en los otros. Verde mar contra gris tormenta. No sé si se debe a estar completamente empapado, pero mi cuerpo tiembla, de una forma sutil. Con mis nervios aumentando a cada segundo, y mi corazón latiendo tan fuerte que siento que va a salirse de mi pecho. Todo esto se siente alucinante, perfecto, casi irreal.

Ella aún no dice nada. Pero a pesar del largo silencio, y el montón de sensaciones que nos embargan mientras nos miramos, no me siento incómodo, y creo que Annabeth tampoco lo está. Que esté aceptando nuestra cercanía tan tranquilamente, y de vez en cuando, fijando su mirada sobre mis labios, con un tipo de anhelo, brillando en sus ojos gris tormenta; me envalentona, y empiezo a acortar la distancia entre nuestras bocas. Ella no muestra indicios de oponerse, así que con mi otra mano libre, sujeto su mentón para elevar su rostro hasta el mío.

Estamos a punto de besarnos, nuestros ojos se cierran simultáneamente, el momento más culminante de mi vida puede que esté por suceder, pero justo entonces... Las luces provenientes de una linterna me iluminan de lleno la cara y hace abrirme los ojos forzadamente. El hechizo se rompe, y Annabeth parpadea como desorientada, hasta que su cara soñadora cambia abruptamente, al comprender nuestra posición tan comprometedora. Se aparta lejos de mí, y ambos distinguimos a Cherry justo cuando cruza el umbral de la puerta.

-¡Hey! ¡Sinvergüenzas! - Nos llama al vernos, alternando la luz de la linterna entre nuestras caras. - ¡Estás no son horas para darse un baño en la piscina del instituto! ¡Van a tener que acompañarme en es... ¡Hey espera! ¡No huyas!

Tarde. Annabeth había salido corriendo apenas había escuchado la orden de acompañarlo. Me la quedé mirando hasta que desapareció por las puertas traseras, se había largado sin siquiera voltear hacia mí. Dejándome con un sentimiento de abandono y rechazo en mi corazón. Todo por culpa del estúpido acosador de Will Solace.

-Como sea. - chasqueó la lengua Cherry, con desinterés; entonces, volvió a colocar la luz contra mi cara y, no sé lo que habría visto pero su rostro cambio a una de pena de inmediato. - Oh, no me digas ¿interrumpí algo?

-¿Tú que crees? - Rezongue, cruzándome de brazos, y tratando de contener mis ganas de gritarle, opté por mi típico sarcasmo para contestar. - Muchas gracias. Llegaste justo a tiempo. Gracias.

-Lo siento, amigo. - Se encogió de hombros, y luego apagó su linterna y movió su mano para que me acercara a él. - Ven, te daré un poco de Whisky para animarte un poco y recompensártelo.

-Gracias, pero yo no bebo alcohol. - Rechacé la invitación, arrastrando los pies con derrota, empecé a caminar hacia la salida en su dirección. Solo tenía ganas de ir a mi cuarto nuevamente y tal vez intentar morir si es que la vergüenza que siento no lo logra. ¡Por qué tuve que decir tantas idioteces!

-Entonces, ¿qué te parece un poco de malteada de arándanos con galletitas de oreo? - sugiere, y la invitación me seduce de inmediato. Qué los Dioses me acompañen, pero iría hasta el fin del mundo por un poco de bebida azul y galletitas de oreo siempre.

-Eso suena de maravilla. - Sonreí contento, aunque sin dejar de sentirme frustrado, mientras el tipo posaba una gigantesca mano reconfortante sobre mi hombro. - Oye, puedo preguntarte ¿Dónde te has metido? ¿Y todos demás guardias también hace rato?

- Oh pues, es una historia muy graciosa. - se ríe con nerviosismo - Verás, hubo un tipo de invasión de ratas gigantes en el baño de los hombres y...

Empezó a contarme la anécdota, mientras caminábamos tranquilamente por los desérticos pasillos del instituto. Sintiendo e ignorando a la vez, a un par de ojos posados sobre mi espalda en todo el camino, inundándome de una sensación de alerta.

~ Al día siguiente ~

¿Saben que es peor que no recibir clases de educación sexual en los Institutos?

Recibirlas mal. ¡Por Dios! Como si no tuviera ya suficiente con las extensas "charlas" con mi padre, ahora tengo que soportar las boberías que dice la "señorita" McCallum acerca de los "métodos anticonceptivos". ¿En serio? ¡Vivimos en un tonto instituto con más guardias de seguridad de los que habría en una cárcel! Compartimos cuartos con otros alumnos. ¡Somos adolescentes hormonales! ¡DEBERÍAN DARNOS UNA BUENA CLASE DE EDUCACIÓN SEXUAL, NO ESTO!

Claro, ¿y quién será el encargado de atender a las torpes adolescentes embarazadas cuando no se pueda hacer nada más para prevenirlas? ¿Cuándo tengan las barrigas tan grandes como una sandía y tengan que dar a luz? POR SUPUESTO. SOLO YO. El pobre doctor rubio sin diploma, deberá estar allí, esperando ver una cabeza rosácea salir por las... (tiemblo de horror sin terminar el pensamiento) Porque apuesto que ni siquiera contratará enfermeras, el señor D.

Estaré trabajando como mula, ¡Y todo sin un MP3 a manos para poder hacerme olvidar con música todos esos horrores del parto! Me estoy volviendo loco. LOCO.

-Tranquilo... Mientras aún no tengamos que atender ningún parto, todo va a estar bien- dice mi angelito (más bueno que malo), junto a mi oído- Tal vez si funcione lo que ella dice.

- Nadie le está prestando atención- se queja mi angelito (más malo que bueno)- ¿Pero sabes quién sí nos está prestando atención? - traté de ignorarlo, aún así sentí el escalofrío correr mis brazos. - Cherry.

Intento fingir que no me he dado cuenta de que nuestro nuevo guardia de seguridad no me quita los ojos de encima desde hace rato, como si fuese uno de los peores criminales del instituto. ¿Qué es lo que se supone que está haciendo aquí de todas formas? (Y no vengan a decirme que solo está haciendo su trabajo como buen guardia, bah) Es cierto que estamos llevando una clase con las dos peores secciones del Instituto juntas pero eso no significa que todo vaya a terminar en guerra como para que...

Mis dos angelitos me miran con caras escépticas durante un momento, como diciendo: "¿En serio, Solace? Tú sabes bien que esto va a terminar mal". Mis dos palmas se dirigen hacia mi rostro para quitarme un poco el estrés. Mis oídos tienen un pitido eterno desde que me quedé sin MP3, necesito música. ¡Dioses! Soul, Pop, Reggae, incluso Trap. Necesito lo que sea.

-Deja de pensar en el MP3 muerto, Solace. ¡Prioridades, HAY QUE HUIR RUBIO DESCEREBRADO. - me apura con pánico- Hay que largarnos antes de que se acerque demasiado.

-¡Apoyo la moción! - interfiere de nuevo uno de mis angelitos- Debemos escapar de ese pervertido acosador de Wills y... de todos esos bebés no deseados, también. No queremos bebés en el instituto. No, no, no.

- Y esta señora solo dice estupideces- dice mi otro angelito- ¡QUE ALGUIEN LA CALLE!

-Para este sencillo método, solo utilizaremos una moneda común. - decía la señora menopáusica con demasiado calor dentro de su cuerpo como para que fuera prudente que nos estuviese dando esta charla- Es el método anticonceptivo más eficaz que existe. Solo deben poner la moneda entre sus rodillas y garantizar que no se caiga al piso...

-¡Hey! ¡Solace!- el susurro de Percy me saca de la discusión conmigo mismo, que estaba a punto de continuar, lo observo con interés y me doy cuenta de que, junto a él, Jason y Leo están haciendo exactamente lo mismo que él, pero Grace dirigiéndose a Piper y Valdez intentando llamar la atención de Zhang- Hoy, en el almuerzo. Tenemos que reunirnos para hablar de... Bueno... tú ya sabes de qué. Pasa el mensaje.

Luego su atención pasa inmediatamente a Annabeth, a quien empieza a intentar dirigirse mientras le susurra unos no muy disimulados "psssssttt". Lo ignoro y parpadeo varias veces, de forma perezosa, para soltar un suspiro y después dirigirme a Cali que está junto a mi, con sus manos tapando sus oídos y su rostro completamente pegado sobre la mesa de madera, mientras susurra que "No hay peor tortura en el mundo que estar en este Instituto" y "Maldito viejo gordo, lo que tenemos que aguantar solo para que él se ahorre unas cuantas monedas".

-Cali- la llamo mientras sacudo su hombro para que ella me mire y se salga de su circulo de odio por un momento- Los chicos quieren reunirse en el almuerzo.

-¿Los chicos? - pregunta ella, con sus manos aun protegiendo sus oídos (¿quizá sabe leer los labios?)- ¡Genial! Como si no fuera un asco completo mi día.

- Debemos hablar de lo de Hazel- le susurro suavemente y eso parece recordarle todo el conflicto en el que nos hemos metido sin querer.

- Cierto- sus ojos brillan con determinación- Ese hijo de su puta madre rusa, no puede volver a acercarse a mi chocolatito de nuevo. Bien, vamos a reunirnos con ellos.

Luego se voltea y se dirige a Hazel, para transmitirle igualmente el mensaje. La morena rueda los ojos con cansancio, pues su natural orgullo y necedad de insistir en que "todo está bien" y "No es para tanto" al fin tuvo tiempo de salir de nuevo a la superficie. Decido dejarle ese trabajo a Calipso y me volteo hacia atrás, donde sé que se encuentra Nico di Angelo. El italiano está jugando nuevamente con sus lápices, haciendo equilibrio y prestando absolutamente nada de atención a la charla. Estoy a punto de hablarle, a punto de iniciar la conversación, cuando el grito de Jessie me interrumpe.

- ¡ESTO NO SIRVE PARA NADA!- suelta, en medio de la clase, y por un momento tengo que darle la razón- DENNOS CONDONES, CON ESO SE SOLUCIONA.

- ¿Condones?- otro chico pregunta, intentando asimilar la idea, pero luego, salta, como si de pronto lo hubiera recordado- WILL SOLACE TIENE, VI A SU PADRE DÁRSELOS.

Toda una multitud de estudiantes gira su cuello como la niña del exorcismo en mi dirección, y se me quedan mirándome. Con nuevo interés en sus ojos saltones, llenos de desesperación por la abstinencia sexual en este lugar.

¡Oh, Genial! ¿Ya ves en lo que me metes, padre degenerado? - pienso en un momento de estrés. Luego mi mirada se desvía accidentalmente hacia Cherry, y lo descubro mirándome incluso con más interés que antes, y el brillo lujurioso que hay en sus ojos no se me pasa por alto. Iugh. Iugh. Iugh. Iugh. Todo mi cuerpo sufre de escalofríos al pensar en las posibles ideas cochambrosas que deben estar pasando por la sucia mente del hombre negro justo ahora.

- ¡ES CIERTO! - Exclamó Jessie de vuelta, desviando de vuelta mi atención, y se levantó de su asiento con tanto abrupto que hasta lo echó. - YO TAMBIÉN VI QUE SU PADRE LE DIO VARIOS CONDONES. DEMASIADOS PARA UNA PERSONA.

- ¡QUÍTENSELOS!- grita otro adolescente puberto con fuertes necesidades de conseguir anticonceptivos. Alto... ¿Qué?- SOBRE ÉL.

Entonces todo pasa muy rápido. Una avalancha de muchachos pubertos y chicas con las hormonas alborotadas saltan sobre mí, de súbito, como un grupo de leones sobre un esclavo en el coliseo. Como una jauría de lobos sobre su presa. Ni siquiera Calipso con su velocidad de mamá jaguar protectora habría podido hacer algo para ayudarme. Esto iba más allá de sus capacidades espanta personas.

Por suerte, yo contaba con dos angelitos que me dicen sabios consejos en este tipo de situaciones.

-CORREEEE- suelta uno de ellos con pánico- ESCAPA, JODER. ¡TEN MUCHO CUIDADO PARA QUE NO TOQUEN NUESTRO PAQUETE, Y NO ESTOY HABLANDO DE LOS CONDONES!

- PERO NO EN CÍRCULOS, TORPE, CORRE HACIA EL OTRO LADO- me urge el otro, estirándome de las orejas para hacerme cambiar de dirección- MANTENTE ALEJADO DE CHERRY. HUYE DE LOS NEGROS CON COMPLEJO DE VIOLADORES. MUÉVETEEEEEEE.

Y como buen chico listo que soy, decidí obedecer sus órdenes. Salí del salón como alma que lleva el diablo y empecé a huir por todos los pasillos del instituto, con una jauría de estudiantes detrás de mí, siguiéndome para robarme algo que yo ni siquiera tenía en mis bolsillos.

●●♡●●

Cerré la puerta detrás de mí, con desgana, e inmediatamente escuché la ducha abierta, proveniente del baño, y automáticamente sé que Will Solace había logrado escapar de la turba de alumnos con éxito. Bien por él.

¿Cómo sabía que era él? Porque algunos chicos aún permanecían rondando alrededor de nuestra habitación y tuve que espantar con mi sola presencia a otros que no dejaban de aporrear la puerta a la vez que exigían a Solace entregar los condones. Eran una completa molestia, si tanto querían coger los muy urgidos, por qué no lo hacían entre ellos y se salvan de un embarazo. Quizá incluso contraigan SIDA los idiotas y nos libramos de unos cuantos de paso. Y todo el mundo gana.

Me quito el suéter tan pronto como estoy en la seguridad de mis pacíficos y lastimosamente (y muy en mi contra) compartidos aposentos, y lo lanzó sobre mi cama. ¡ODIO EL CALOR! Pero odio aún más el uniforme naranja, así que dejar mi suéter negro en el armario no es una opción.

Estoy a punto de lanzarme contra el suelo de la habitación, intentando buscar una superficie más fresca que el resto del ambiente, cuando mi mirada se fija nuevamente en la puerta del baño: está entreabierta. Una abertura de no más de 30 centímetros, pero me permite una vista directa hacia dentro. Al espejo. El vapor del agua distorsiona la mayor parte, limitando aun más lo que mi vista de humano normal consigue identificar. Pero puedo ver claramente la espalda desnuda de Will. Por accidente, claro, obviamente no fue mi intención espiar, pero...

Oh. Por. Los. Santísimos. Dioses.

¿Dónde diablos esconde todo eso que tiene para dar? Sus hombros firmes entrecierran una espalda completamente torneada, fuerte, bañada por pecas que no hacen más que asemejar pequeñas motas de oro que intentan deslizarse sobre su piel tersa. Sus omóplatos se marcan en el momento en que sus brazos suben para restregar su cabello rubio, y, al mismo tiempo, la línea que forma su columna vertebral, se hunde marcando aun más la diferencia entre ambas superficies. Resaltando la buena forma en la que se encuentran fortificados y trabajados sus músculos.

Sus manos no se entretienen demasiado tiempo en su cabeza, sino que vuelven a bajar, y ahora debe estar esparciendo la espuma por su abdomen, quizá incluso su entrepierna. Pero el espejo no me permite observar nada más abajo que su definidamente masculina cintura. Por un momento, me sorprendo a mi mismo estirando mi cuello, intentando ver más. Descubrir si el resto de su cuerpo está tan bien esculpido como lo que he visto, pero luego mi propia conciencia me censura. ¡No se supone que yo deba estar de mirón, sin su consentimiento!

Pero otra parte de mi mente, una parte de mí más perversa e irresponsable, me insiste en que da igual si continúo o no. De todas formas no se va a enterar y... ¿Soy un delincuente o no soy un delincuente? ¡No estoy aquí por Santo! ¿O sí? ¿Cuándo fue la última vez que mis pobres e indefensos ojos tuvieron la dicha de admirar paraíso semejante?

Tomo una respiración profunda y me acerco un paso más hacia la puerta del baño. Mis ojos se desvían hacia la entrada principal, solo para asegurarme de que no va a entrar nadie y descubrirme infraganti. Luego mi atención vuelve a Solace, soy plenamente consciente de que he empezado a morder el interior de mi labio inferior, quizá solo para evitar que mi boca se abra con sorpresa o... anhelo... o qué sé yo.

Solo.... Solo daría un último vistazo. Extendí mi cuello y me paré ligeramente sobre la punta de mi pie derecho para poder aumentar mi rango de visión. Quería... Necesitaba... Mi curiosidad dominaba justo ahora sobre el resto de mis sentidos, y yo solo quería averiguar qué tan acorde al resto de la perfección de su cuerpo, era aquello que cualquier hombre presumía. Y quizá de paso tambien ver un poco más de su trasero. Mi mente me envía la imagen de aquel día en que hizo "el saludo al sol" frente a mí... No creo que sea posible para mi estar más sonrojado de lo que estoy ahora.

Si me inclino un poco más, sé que podría... tan solo...

-¿Qué haces mirando por la puerta del baño?- ¡MIERDA! La voz tranquila y paciente de Frank Zhang me da un susto tremendo y ocasiona que termine dando un salto y a punto de caerme al suelo. Mi collar de acero comienza a gritar como puta en temporada alta para los prostíbulos. Mi corazón late tan fuerte que está a punto de romper mis costillas y abandonar mi propio pecho.

- ¡No me mates!- Frank se alarma también, y coloca sus brazos en posición de pelea de boxeo, pero tiene los ojos cerrados, con terror puro- Solo era una pregunta. ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡No te vuelvas loco, di Angelo!

No tengo tiempo para preocuparme por él, porque estoy demasiado ocupado intentando tranquilizarme yo. ¡Respira, di Angelo!-me digo- ¡Respira! Oigo que Will cierra la llave de la ducha y parece ser que está por salir a ver que ha sucedido. Mientras, mi collar no deja de gritar una y otra vez, han pasado los diez pitidos hace rato, pero aún no puedo disminuir la velocidad de los latidos de mi corazón. Cállate, cállate, cállate, maldita cosa ¡Cállate!

-Wow, ¿apenas es medio día y ya están discutiendo?- es Will quien habla esta vez, conforme los pitidos van disminuyendo poco a poco. Ha salido del baño casi sin darme cuenta.- ¿Qué hiciste para enfadarlo, Frank?

Me volteo para mirarlo y me doy cuenta de que solo se ha puesto el pantalón naranja, nada más, a decir verdad, aún hay gotas de agua deslizándose por su torso, cayendo desde su pecho hasta su abdomen marcado, y perdiéndose en profundidades que justo ahora estoy demasiado tentado a conocer.

-Yo solo creí que se le había caído algo e iba a ayudarle a buscar- dijo Frank con tono sigiloso y sincero. ¡Gracias al cielo es así de inocente!- estaba buscando cerca de...

-Auch, au, au, au- lancé la primera mentira que se me viene a la mente, en un intento de hacerlo callar, puede que el no se entere de lo que pasa, pero Will de seguro va a entenderlo, claramente- Mi cuello, Ay, me duele.

-Déjame... déjame revisarte ¿Quieres?- Will se acerca titubeante y sus dedos nerviosos se colocan primero sobre mis hombros, para luego deslizarse por mi clavícula y terminar posándose sobre el collar, para examinar la piel de abajo. El contacto piel con piel hace que un calor extraño se extienda por todo mi cuerpo y nuestra cercanía es peligrosa y algo dentro de mí me demanda acortarla más.

Él se queda ahí durante un rato, examinando mi supuesta lesión inventada y con base en su ceño fruncido, probablemente teniendo una discusión mental. Frank se relajó visiblemente y pone su mochila con todos sus libros sobre su propia cama. ¿Por qué no te vas, Frank? -Le envío mentalmente con todas mis fuerzas y ganas. - ¿No hay cosas más interesantes que hacer afuera? ¡¿Por qué no vas y visitas a tu hermana mayor como buen hermano menor?!

-Chicos...- llama Frank- Deberíamos bajar al comedor. Tenemos la reunión para hablar de lo de Hazel.

¡Buena idea, Frank!- Continuó diciéndole internamente- ¿Por qué no te adelantas?

-Cierto- Will dice en voz alta, para acto seguido, tomar su camiseta y ponérsela de nuevo, negándome de esta forma la posibilidad de seguir viéndolo en silencio. Me sorprendo al notar lo mucho que me cuesta mantenerme callado y no soltar un completamente lleno de sentimiento "Noooooooo" por mi pérdida-. Será mejor que nos apresuremos. -Dice empezando empezando a caminar, pero entonces se detiene con rostro asustado. -¡Oh cierto! ¡No puedo salir ni loco aún! ¡Los pasillos deben estar llenos de tipos preparados para emboscarme apenas me vean!

-No te preocupes-. Le tranquilicé -. Salieron corriendo apenas me vieron los cobardes, supongo que ni tan desesperados por coger no están.
-¿Pero y si vuelven...?

-Te dije que no te preocuparas. -Repliqué molesto, frunciéndole el ceño mientras él me miraba con cara de embobado. Que es la cara que siempre tiene cuando está frente a mí. -Mientras te mantengas a mi lado, nadie siquiera se acercara a ti, ni a dos pasos. Así que...-dudé, pero luego continúe hablándole, pronunciando las palabras casi como una orden -No te alejes de mi lado.

Le eché un vistazo desde las comisuras de mis ojos. Lo vi asentir de acuerdo con mis palabras, y luciendo más feliz de lo que debería, al saber que oficialmente le había dado permiso para permanecer a mi lado, tanto como quería y lo necesitara. Para, recibir solo protección, claro. Era ilógico pensar que había otras razones...

-Gracias, Nico -. Susurró dulcemente, sonriendo tan grande que la felicidad llegó a sus ojos. Y de repente sufrió un respingo, como si una idea se le hubiese pasado por la mente. -Y... Nico, tal vez deberías pedirle a tu padre que te quite esa cosa ¿No crees? No le hace nada bien a tu organismo y mucho menos a tu piel.

-No pueden quitármelo- contesto de inmediato, y luego se me ocurre que tal vez sea divertido fastidiarlo un rato, así que agrego, con voz fúnebre- Mucha gente moriría si lo hacen. Tengo este collar para proteger a la colectividad estudiantil de mis insanos deseos psicópatas. Soy altamente peligroso.

Ambos ignoramos prácticamente a Frank detrás nuestro, quien se mueve de un lugar a otro intentando apresurarnos con impaciencia. Will me lanza mi suéter antes de volver a responder con un repentino tono juguetón en la voz.

-No creo que lo seas, en realidad. Creo que eres tan suave y lindo como uno de esos ositos de goma que comes

-¿Qué? - Fingí ofenderme, lo cual no fue difícil porque sí lo hizo un poco. Le di un puñetazo, suave, en su abdomen, mala idea. Sentí la dureza de sus pectorales, y una sensación caliente se arremolinó desde mi pecho, y recorrió todo mi cuerpo. - No vuelvas a decir eso. - Tuve que usar de todo mi auto control para evitar que mi voz temblara. - Puedo ser muy peligroso si me lo propongo. - Dije, a la vez que me acercaba a él, con una postura amenazante, Will traga saliva. El efecto que causó en él, me embriaga y me seduce a sobremanera.

-¿Nos vamos, ya?- Frank pregunta ansiosamente, ejerciendo presión visual para que le prestemos atención. ¡Que frustrante! ¿Tanto le interesa mi hermana? Es decir, a mí también me interesa esa estúpida reunión, y mucho. Pero... unos cuantos minutos de retraso no matarán a nadie (lastimosamente, porque no me molestaría si Dimitri sufre una muerte súbita o algo).

De mala gana, Will y yo caminamos tras Frank, quien se apresura a hacerse espacio entre todos los estudiantes que caminan en medio de los pasillos. Lo cual en realidad nos era bastante provechoso, porque habría el espacio mejor que una excavadora en la nieve. Pero entonces, comenzaron los rumores. De nuevo.

-Yo escuché que Nico mató a todos los civiles en la embajada americana en Italia- dice una chica a sus amigas en una esquina- Por eso el gobierno solicitó encarcelarlo aquí, porque como era menor de edad no calificaba para la pena de muerte.

Observo el cambio en el rostro de Will, su ceño se frunce de inmediato, sus dedos se cierran en puños, y sus labios forman una mueca, a punto de saltar sobre la chica solo para cerrarle la boca. Y por algún motivo que no comprendo en su totalidad, pero que me hago una muy buena idea de lo que es, empiezo a hablar, solo para que me preste atención a mí y no a ellas. Para cambiar el significado de aquellas palabras que tanto parecen molestarle.

- Y no fue nada dificil- digo, apoyando el rumor de la chica- Malditos civiles americanos que contaminan la grandeza de mi país, con sus cabelleras rubias y acentos yanquis. Merecían morir.

El efecto fue inmediato, Will me mira completamente sorprendido, pero todo su cuerpo se relaja de inmediato. No estoy mirándolo directamente, sino que, por el contrario, solo soy capaz de mirarlo por el rabillo del ojo, pero sé que por un momento está dudando de haber escuchado bien. Es entonces cuando el segundo rumor es dicho por un chico larguirucho que, juro, nunca había visto antes.

- A mi me dijeron que secuestró un avión en pleno vuelo y quería estrellarlo contra el monumento a Washington, pero lo detuvieron antes de que lo consiguiera.

- En realidad se me agotó el combustible- digo esta vez, y me atrevo a mirarlo por una décima de segundo, solo para asegurarme de que él entienda que le estoy hablando a él - Tuve que aterrizar antes de completar la misión. Ya sabes, no podía estrellarme contra un edificio cualquiera, tenía que ser algo grande.

Eso causa que ría entre dientes, pero ahora toda su atención es completamente mía. No me cree ni un carajo, por supuesto. Pero aun así le interesa cada palabra que digo. No tengo ni puta idea de que estoy haciendo, y tampoco comprendo porque me siento tan bien, haciéndole reír. Pero esto. Estos minutos, son mejores que los últimos años de mi vida... Desde...

-Yo estoy seguro de que él está aquí por lo del tren- interviene otro chico- El hizo que el tren más grande del mundo se estrellara en un túnel, cuando iba lleno con todos los barrotes de oro del banco de Grecia.

-Y por eso ahora Grecia tiene una crisis económica- digo esta vez- Lo último que escuché es que se declararían en quiebra, y venderían hasta sus últimas 70 Islas por mi culpa. Pero claro, mi padre terminó devolviendo el dinero, ya sabes, como él mismo se robó la corona de aquel Rey en Europa...

Ésta vez Will sí explota en una carcajada, la mejor y más sincera que le he escuchado soltar en todo el tiempo que he compartido habitación con él. Una oleada de mariposas esqueléticas se apoderan de todo mi cuerpo al haber sido el causante de tal música celestial. Y demonios, se siente tan bien....

-¿En serio?- pregunta Frank, quien también ha estado prestando atención, y ahora me mira con los ojos muy abiertos y brillantes- Mi padre mataría por tener un hijo como tú.

Su pregunta inocente no hace más que aumentar el grado de carcajada que Will está teniendo en ese momento, y no puedo evitarlo, comienzo a reír tambien. Aunque tengo que controlarme a mí mismo, para que mi corazón no vuelva a acelerarse y comience de nuevo a activarse la alarma, pero dioses... Yo activaría mil veces esta alarma si con ello consiguiera mantener a Will de tan buen humor, siempre.

Paso # 21: Disfruta de todas tus travesuras, solo vives una vez, solo eres joven una vez, y nunca sabes cuando tu vida puede caerse en pedazos, así que no puedes permitir que nada, ni siquiera la guerra, te prive de gozar de esas pequeñas "maravillas" que la vida ofrece. Nunca. Nunca permitas que la oscuridad te vuelva ciego. Siempre mantén los ojos abiertos para ver lo que tienes enfrente tuyo.

●●●

Amer: Todo comenzó en un día cualquiera. Yo había entrado a leer su historia mediante una lectora que comentó que tenía el mejor frazel de la historia y entonces, como la persona (envidiosa) curiosa que soy, fui a revisar. Y en efecto, la desgraciada había escrito un frazel como nunca antes se había visto en wattpad. Un suculento frazel en donde casi termina en lemon. ¡Inaudito!

Rlk: Acerca de eso, solo diré que no me arrepiento de nada. Es lo más bello y divertido que he hecho en mi vida por el Frazel, y a ese capitulo le debo lo más maravilloso del mundo, es decir, conocer a mi sis :3

Amer: lo admitía, (con dificultad) era genial. Así que se lo hice saber. Mediante un mensaje bastante reticente.

Rlk: Un mensaje en el que se mostraba todo su amor (odio) y en el que me pedía leer su historia. Nótese mi "claro que lo leeré" que en realidad quería decir: "Ni en tus más salvajes sueños me pasaré por tu historia, nena" >:( Y miren esa risa incómoda e hipócrita jajajaja por Dios.

Amer: Entonces, después de esos "jajaaja" forzados y llenos de oculta aversión. Yo estaba en un grupo en ese entonces (en el cual ahora ya no, por razones personales) y le invité a entrar a ese grupo de WhatsApp para... "interactuar" entre más personas.

Rlk: Y como yo no conocía a absolutamente nadie en el mundo de Wattpad, y no tenía amigos lectores, acepté sin dudarlo. Todos me recibieron de una forma muy agradable, incluso Amer. (Pd: Algo importante para conocer acerca de mi sis, ella solo conversa de forma amable cuando odia a esa persona pero no quiere causar problemas).

Amer; (Qué bien me conoces, sis) Luego nos dimos cuenta que ambas éramos "algo" famosas en nuestras respectivas historias. Algunos de sus lectores eran míos y algunos míos eran suyos. Así que empezó una silenciosa pero tensa rivalidad entre nosotras de:

Rlk: "ODIO CADA MALDITA PALABRA QUE ESCRIBA ESA PERRA". Lamentablemente el asunto empeoraba cuando una de nosotras quería decir algo, y la otra lo decía primero.

Amer: ¡Pensaba que era un ataque directo!

Rlk: Recuerdo que en ese entonces No Seamos Otro Cliché, Amor estaba por terminar, y todo el mundo estaba super emocionado :) (Como lo odiaba).

Amer: Hasta que finalmente hicimos unos retos de escritura, impuestos por nuestra adorada Here_4_U Alias "bebé de sus mamis". En ese entonces vimos el potencial de la otra y también... inevitablemente, nos dimos cuenta que escribíamos casi exactamente... igual... tal vez con distintas palabras pero, la idea, la temática...

Rlk: Incluso nuestros desenlaces y detalles eran similares. También nuestros pensamientos acerca de distintas temáticas controversiales, incluso descubrimos que ambas estudiábamos derecho. Teníamos demasiadas cosas en común.

Amer: estaba allí. Y entonces empezamos a hablar un poco más sin los "jajas" forzados jajaja. Hasta que un día... se me ocurrió una idea... ¿Qué tal si escribo con ella? Me dije. Sería una alianza muy valiosa, sería sólo como un negocio... Pero no me anime... Hasta que...

Rlk: Yo quería preguntarle, pero no quería hacerle saber lo emocionada que estaba al respecto porque.. No sé, sentía que se le subiría a la cabeza y eso... Así que un día le dije, mitad en broma, mitad en serio: "Oie Amer, que tal si tú y yo...". No terminé la idea. No me atreví. Pero Amer contesto: "¿Escribimos juntas?". Yo literalmente empecé a gritar como adolescente enamorada cuando su crush acepta una cita con ella :'v

Amer: (por razones tales como que ni cuñada es una zorra y borró todos mis screen, no les muestro esa hermosa imagen). Pero, aquel grupo fue testigo ese día de nuestra unión. Ese día, nosotras supimos que algo grande estaba por comenzar. Era como una premonición, un augurio...

Rlk: Yo estaba orgasmeando de la emoción chicos, en serio. En fin, comenzamos a hablar por privado, y al día siguiente ya estábamos creando la cuenta conjunta y todo.

Amer: Nos tomamos las cosas muy en serio, pronto, teníamos ya una idea de lo que íbamos a escribir... Luego, el nombre, la portada, la sinopsis... todo lo hicimos en un día. (Y así chicos, saben que la cosa va por buen camino, ahre) y entonces... Aquí estamos, bien dicen que del odio al amor hay un solo paso.

RLk: Nosotras dimos ese paso, y ahora vivimos felices por siempre. Fin :3

Amer: Viviendo felices por siempre comiendo perdices y escribiendo bien sexylicis... jajajajja. Creo que se podría decir que, intencionalmente, la fundadora del Amerkinn fue Here_4_U, ya que si ella no hubiese impuesto los retos... Jamás hubiésemos visto como escribía la otra, y como improvisábamos en solo 5 minutos, escribiendo casi igual y eso que no había manera de copiarnos.

RLk: Sin contar también que ella fue la primera lectora comentarista de ambas, y... Ninguna de nosotras habría continuado escribiendo sin sus comentarios.

Amer: Así que, sí quieren agradecer a alguien de porque estamos aquí. Creciendo y todo eso, dándoles ricuras de historias. Pueden agradecérselo a ella.

Rlk: Eso es todo por hoy, corazones. Tengan un buen día. Los amamos, y nos leeremos pronto.

Amer: y recuerden, todo ocurre por una razón. ;)

Fin. Ahre.

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