9. Vecinas VII (38)

 –Me has recordado a mi tía Lisandra cuando te he visto trepar –dijo Full mientras comían en las costas de Vietnam.

–¿También se cae a menudo? –contestó Nameless, derrotista.

–A todos nos pasa al principio, sobre todo cuando te cargas con más peso del que puedes soportar –contestó él restándole importancia–. Y mi tía Lisandra nos contó este verano cómo estaba forzando un furgón blindado...

–Con lo fácil que sería usar ácido –intervino Hedera.

–Ya, bueno, no tenía. Un equipo de héroes se había confabulado contra ella y tuvo que improvisar con lo que tenía. El caso es que a uno de esos zoquetes no se le ocurrió nada mejor que empujar el furgón para arrastrar a mi tía y despeñarla.

–¿En serio? –exclamó Nameless sin pensar.

–En serio. Se ve que le tienen miedo –comentó Full socarrón–. Mi tía Lisandra se dedica más que nada a robar, pero si la ponen en aprietos... bueno, no por nada su padre viene de la rama vividora de los Morilec –añadió orgulloso.

–¿Tienes sangre Morilec? –se interesó su compañero.

–No, no. Es mi tía por parte de mi madre no biológica. Pero me ha enseñado un montón de cosas –aseguró con una sonrisilla maliciosa–. Pero, a lo que iba –dijo recuperando el hilo–. Ese zopenco que no quería acercarse demasiado a mi tía, por si le abría una nueva vía de ventilación, no sólo la despeñó a ella, también al furgón, para asegurarse, supongo.

–Pues menuda forma de proteger lo que fuera en ese furgón –consideró Nameless.

–A muchos héroes les importa más que nosotros no consigamos lo que queremos que proteger a los civiles y sus cosas –aseguró Full desdeñoso–. Pero mi tía no estaba dispuesta a dejar que la carga se perdiera, así que agarró el furgón y, como todavía no había conseguido abrirlo...

–Ácido –repitió Hedera.

–Le mandaré una nota de tu parte –prometió el joven, algo fastidiado por la interrupción–. Agarró el furgón y lo subió a pulso por una pared vertical.

–¿Qué dices? –musitó Nameless, atónita.

–Lo que oyes –contestó Full con una amplia y atractiva sonrisa.

–Venga ya, eso serían bastantes más de mil kilos.

–Y de siete toneladas también. Que dentro hubiera lingotes de oro, entre otras cosas valiosas y pesadas, es lo que tiene.

Nameless se quedó con la boca abierta sin saber qué decir. Aquello era una locura. Bueno, ¿qué no lo era allí? Pero, aun así...

–Venga ya –terminó por repetir, para deleite de Full. Entonces captó la mirada fija de Roca–. Eso sería por su parte Morilec –le dijo, en un intento de librarse de la carga, metafórica y literal, que sentía que se le venía encima.

–Posiblemente –concedió su Capitana y continuó comiendo, sin prometerle que no la empujaría al suicidio de que intentara levantar aquella cantidad de peso.

En cuanto terminó de comer, Nameless fue rápidamente con Ludo, antes de que Eisentblut decidiera hacerla subir por el rocódromo tirando a pulso, para ir calentando, de una moto. Fue fácil encontrar al joven científico loco, ya que volvía a estar en el laboratorio de Cacharros, absorbiendo toda la electricidad circundante.

–Ah, Nam –saludó él, nada más entrar ella.

–Vaya, la has visto –exclamó Jeff asombrado–. ¡Milagro!

–Estaba esperándola –explicó Ludo–. Ven –añadió para Nameless–. Ésta es la diadema de percepción extrasensorial que hice anoche. Parece que la cargué demasiado. Vete probándotela y regúlala para que no te fría.

Nameless se quedó plantada frente al amasijo de cables que tenía el honor de ser considerado una diadema y tragó saliva. Vaya, freírse las neuronas a sí misma le parecía un plan tan apetecible como despeñarse de un rocódromo.

–Oye, Ludo... –empezó ella, mientras toqueteaba los circuitos, a la espera que le llegara la inspiración– ¿has conocido a algún héroe científico o inventor? –tanteó.

Khaos emitió un resoplido desdeñoso.

–Esos blandengues... –masculló mientras cacharreaba en lo suyo.

Nameless enarcó las cejas, aquello había sonado muy a Roca.

–Algunos inventan buenos trastos –intervino Jeff asintiendo–. Pero los sacas de su laboratorio y... –puso los ojos en blanco– no sirven para nada. Nosotros no seremos tan duros como Eisentblut, pero nos las apañaríamos a puñetazos y a navajazos.

Ludo asintió sin darle importancia y dando muestras evidentes de que preferiría no tener que recurrir a esas tácticas. Ella no dudó ni un ápice; al fin y al cabo, lo había visto levantar cien kilos.

–Una vez mi madre fue a robarle unos componentes súper raros a uno de esos blandengues –soltó de repente Khaos–. Era muy joven, así que se esperaba lo que suponía que sería lo normal en aquellos casos: una pelea igualada, ofrecerle colaborar... Ya iba preparada para que fuera un tiquismiquis que no quisiera oír hablar de colaborar con una villana, pero lo que ocurrió... –suspiró–. Se escondió. ¿Te lo puedes creer?

Jeff soltó una carcajada, por lo que Nameless hizo una mueca ambigua que valía para "Lo que hay que oír".

–Se metió en una habitación del pánico –continuó Ludo–. Mi madre supuso que sería tímido, que tuviera fobia social o que, simplemente, lo había pillado en un mal día –dijo encogiéndose de hombros–. Así que empezó a recorrerse el laboratorio, averiguando qué avances estaba haciendo el héroe y qué podría llevarse. Y entonces llegó uno de esos héroes fortachones.

–Mucho músculo y poco seso –se burló Jeff–. Eisentblut no será una lumbreras, pero sabría, no sé, crear algo para cuando se le acabara la munición y no liarse simplemente a puñetazos con todo.

–Hasta ahí podría ser normal –aceptó Ludo–. El inventor es un miedica y llama a un amigo. ¿Pero sabes qué fue lo primero que dijo el musculitos sin seso? Que mi madre era una cobarde por atacar a un indefenso científico. ¡Pero si ella también lo es! –exclamó ofendido.

Nameless parpadeó. Todavía no dominaba mucho de aquel mundo, pero se hacía una idea de qué era lo que crispaba a Ludo.

–Que si fuera un Eisentblut a por él, pues, sí, sería pasarse un poco; aunque mientras se tengan a mano los inventos adecuados... Pero todo el mundo sabe que los Khaos somos prácticamente pacíficos.

–Ya veremos este miércoles con la luna llena –advirtió Jeff y Nameless se tensó. Claro, si alguien más tenía papeletas para ser un lunático, era Ludo–. Como me des la noche, la vamos a tener.

El científico asintió como si nada y siguió con la historia.

–¿Pero sabéis qué fue lo peor?

–Sorpréndeme –pidió ella.

–Que él, el inventor, le dio a las gracias al musculitos. Por infravalorarlo. Qué asco me dan –remató y Ludo, que no era demasiado expresivo, dejó claro las náuseas que le producían.

–¿Y qué hizo tu madre? –se interesó Jeff.

–Tuvo que salir corriendo –contestó su compañero e hizo una mueca de resignación–. Respetaba demasiado el trabajo del blandengue y no quería arriesgarse a que una pelea destruyera cosas irrecuperables, pero algo robó –terminó como punto positivo.

Nameless continuó manoseando los cables de su diadema de percepción extrasensorial, buscando las palabras.

–Hoy he conocido a dos heroínas –soltó de repente, dejándolos pasmados–. Bueno, ellas no me han visto a mí.

–Ah, claro –aceptó Jeff, aquello le cuadraba mucho más.

–He ido al río a correr y de repente me he encontrado con que, al otro lado, había una chica apuntando hacia mí. Así que me he escondido, pero en realidad ella estaba apuntando al agua.

–¿Al agua? –repitió Ludo–. ¿Qué arma tenía? ¿Un vaporizador?

–Un congelador. Ha disparado y ha creado una placa de hielo. Y ya sabéis lo fuerte que es la corriente.

–No, no lo sé, no he ido nunca al río –reconoció él–. ¿Es muy fuerte?

–Sí, tío, sí –contestó Jeff.

–Ah, pues entonces era potente. ¿Ha llegado hasta nuestra orilla?

–No con la potencia en la que estaba dispuesta entonces. El problema es que en ese momento han aparecido dos héroes musculosos.

–¿Y? ¿Te han visto? –preguntó el cocinero.

–No, han visto a la inventora. Y han ido a quitarle la pistola.

–¿Por qué? –se extrañó Ludo–. ¿La habrá robado?

–Por lo que he podido saber desde mi posición, la pistola era de ella, ellos se burlaban y hacían amago de querer usarla ellos. Ella se ha puesto muy nerviosa porque ellos no querían devolvérsela.

–Vaya, qué te parece, los héroes también pueden ser unos abusones con los héroes –comentó Jeff divertido.

–O puede que ella sea de una familia que fluctúe entre villanos y héroes según la generación y le tengan manía –aventuró Khaos–. ¿Y qué ha hecho ella?

–No podía hacer mucho contra ellos, pero entonces ha aparecido otra heroína, supongo que amiga de la primera, bastante fuerte y que ha peleado por recuperar la pistola congeladora.

–Oh –se limitó a decir Ludo, decepcionando con que el modelo fortachón hubiera tenido que ir a salvar al modelo científico.

–Pero esos... capullos la han lanzado hasta nuestra orilla.

–¡¿Qué sentido tiene eso?! –inquirió Ludo a los cielos–. Quedársela, vale, pero...

–Diría que simplemente son estúpidos –intervino Jeff encogiéndose de hombros.

–Después de eso, la inventora parecía tan hundida que su amiga se ha tirado al río y lo ha cruzado nadando.

–¿Ha venido a nuestra orilla? –se carcajeó el cocinero.

–Sí, sin dudarlo.

–Mierda, y yo me lo he perdido –masculló con ligero fastidio.

–¿Y ha recuperado el congelador? –quiso saber Ludo, no demasiado entusiasmado.

–Eh... Verás, resulta que, aprovechando que estaban insultando a los abusones, yo... la he cogido para echarle un ojo.

–¡Ah, estupendo! ¿Puedo echarle un ojo yo también? –pidió extendiendo la mano, encantado de poder diseccionar un aparato de creación heroica.

–Eh...

–¿Qué pasa? ¿Te lo han quitado?

–Más o menos... Se lo he devuelto a su dueña –confesó, no muy segura de cómo se lo tomaría.

–Ah... –murmuró Ludo. No parecía enfadado ni escandalizado por su acción, sólo decepcionado.

Pero entonces la puerta prácticamente fue echada abajo y Roca irrumpió en la estancia.

–¡¿Qué has hecho qué?! –bramó dirigiéndose a ella con malas intenciones.

–¿N-Nos estabas espiando? Eso no es propio de ti –exclamó Nameless, por si apelar a su orgullo servía de algo, pero acabó estampada contra la estantería de las tuercas, tornillos y demás elementos pequeños, que saltaron a su alrededor.

–¿Has devuelto algo a una heroína? –le siseó, con los ojos incendiados de pura furia. Hasta hubo un brillo rojo en ellos.

–P-Puedo explicarlo –aseguró, luchando por no quedarse in aire.

–¿Sí? ¿Te ha dado pena? –interrogó tremendamente hostil. Si la respuesta era afirmativa, iba a desmembrarla.

–No, me ha dado... rabia. ¿Has escuchado la historia de Ludo? Pues creo que esto es el motivo por el que sean unos blandengues. Y me he cabreado.

___________________
___________________

Roca demostrando su santa paciencia y saber estar. Toma falsa #415

Antes de ponerme a responder las preguntas que me habéis hecho, os hago yo una: ¿Se os ocurre un apellido para el científico heroico del que habla Ludo? Va a ser un dato a tener en cuenta y no se me ocurre nada decente.

Y ahora vamos con las preguntas. El otro día os pusisteis shipeadoras, ¿eh?

Empezamos con la de Anaesthetixs:

¿Hay posibilidad de que haya algo entre Roca y Sica?

¿Algo como qué? ¿Una pelea con hostias épicas? Es posible. ¿Amistad? Emmm, no tengo ni idea de si esas dos tienen un concepto de la "amistad" mínimamente parecido al nuestro. ¿Algo romántico? Estamos en las mismas que con la amistad, son tan despiadadas que me cuesta ver si podrían. ¿Algo sexual? Bueno, aquí ya tengo algo de lo que hablar.
Por una parte, conozco los gustos de Roca: mujeres duras y peligrosas, que le supongan un reto en una pelea, que estén a su altura en violencia. No tiene preferencias en cuanto a altura, color de pelo, ojos, piel, etnia, ni tipo de cuerpo, quitando el asuntillo de que estén mazadas. Altas, bajas, estrechas, anchas... da igual mientras tengan su tableta de chocolate, sus muslacos, sus buenos hombros... Vamos, que para ligar con ella, seas como seas, ponte a hacer pesas como una posesa. ¿Entra Sica en sus gustos? Bueno, es dura y peligrosa, no hay duda; y, aunque sea muy calmadita siempre, cuando se pone en serio es brutal. Elegantemente brutal. En cuanto a cuerpo, debajo de esa ropa de niña buena está bien en forma. No mazada, porque Sica trabaja más la agilidad y velocidad que la fuerza, pero tiene sus músculos (pues como todos los que no sean esqueletos, ¿no?) Así que con todo esto, sí, Roca considera a Sica físicamente atractiva, y de carácter pues considerará que tiene su punto cuando la vea pelear algún día. Pero hay otro asuntillo... algo relacionado con los Morilec, que enturbia el asunto. No os cuenta nada porque será tema central del capítulo 11.
Por otra parte, no tengo ni puñetera idea de los gustos de Sica. No sé si es lesbiana, hetero, bi o asexual. No me lo ha dicho todavía. Es un cubo de hielo en ese sentido. Así que puede que se averigüe según vayamos desarrollando la historia, o puede que sea una asexual arromántica. Fuera del terreno romántico/sexual, Sica respeta a Roca, la considera una compañera de curso bastante competente y asume que sería una adversaria dura; aunque también la considera simple y le interesan más las artimañas de Nameless.
De momento esto es todo lo que puedo decir (y creo que no es poco). Eso sí, resolvedme una duda, su nombre de ship... ¿sería RoSica? XD


Zalagath perguntó lo siguiente:

¿Qué le parece a Ludo nuestra querida Nam?

A Ludo le parece... bien. Sí, bien. No es muy hablador para estas cosas. Mejor pregúntale qué le parece el nuevo Fulminator 4000, ahí te podrá hacer una disertación de dos horas. Pero Nam, bien, sin más. Una pena que se haya perdido tanto en su vida de civil. Lo de las pistolas no, eso como que se lo puede ahorrar. Aunque si es una pistola de rayos láser... eso ya es otro cantar. Aun así, está aprendiendo rápido, al menos las cosas que le interesan el él, que es la electromecánica. La considera bastante... básica, pero es que acaba de empezar, en un par de meses se verá si apunta maneras. O puede que antes. El caso es que es maja, hace chistes, pero nunca se ríe de él por ser un despistado. Y sabe arreglar sus contestaciones en la tarea de discursos para que Elner pase de considerarlo inaceptable a "bueno, es fiel a tu estilo, eso no hay duda". Es inteligente, le parece que va a ser de esas personas que engañan y manipulan a la gente, pero a buenas, como cuando le dice a Jeff que con su magnífica merienda se ha olvidado de la cena y así él no se enfada. Va a ser una aliada interesante, siempre viene bien gente que puede colarse en sitios sin ser vista y robar piezas importantes para, por ejemplo, un Rayo de la Muerte Compacto.

¿A caso no es interesante que siendo de 1a generación se esfuerce tanto para no destacar mucho?

¿Eh? Ludo no ha entendido la pregunta. Dice que es normal que los de primera generación no quieran destacar. Bueno, está la gente como Hedera, que precisamente quiere destacar. Pero es los que tienen los que han vivido como civiles y de repente entran en el mundo villanesco. Tienen que encontrar su sitio, porque no vienen con una familia a sus espaldas y un apellido que haga que la gente sepa qué tiene que esperarse de ellos. Los de primera generación llegan y tienen que hacerse un hueco. Algunos, Hedera, llegan y se lían a mordiscos, mientras que otros, como Nameless, intentan pasar desapercibidos mientras se acostumbran. Pasados unos meses, cuando haya hecho unas cuantas alianzas y sepa en lo que es buena, seguro que no es tan tímida. O sí, porque es de estilo misterioso al fin y al cabo. Yo que sé. ¿Me pasas los alicates?


Y Dianapusca remata con:

¿Es preocupante soñar con una triada parejil con Furia y Sica?

Vale, de entrada reconozco que no entiendo la pregunta. O sea, ¿sueñas con un trío con ellas dos... o me estás proponiendo otro ship y lo de triada viene de que pueda considerarse que RoSica es un ship, LudoNam sería otro ship (no me ha quedado claro si Zala quería arrejuntarlos) y entonces FuSica... Fursica... Whatever... sería el tercer ship?
Pues nada, tendré que responder a las dos cosas.
A lo primero, una fantasía con ellas dos y tú. Aquí te remito a la respuesta que le dí a EloySuru en la parte anterior. Todo eso de que, mientras no hagas daño al vecine, sé feliz con tus gustos, atracciones, fetiches y filias.
A lo segundo... juntar a Sica y Furia, que no sé cuándo se van a ver... (Bueno, miento, sí que lo sé, pero va a haber otras cosas más importantes pasando de mientras como para que se hagan caso). Y no tengo claros los gustos de Furia, creo que es lesbiana, pero podía ser bisexual, sólo que con la de capullos en mallas que hay en su Academia, pues seguro que preferiría omitir esa parte. Si lo fuera, que no lo tengo claro. Es gracioso que hayáis ido a hacer shipings yuris incluyendo a las dos lesbianas que sé que hay de la gente que ya ha salido.


Y hasta aquí la ronda de preguntas, que un poco más y me ocupa lo mismo que el capítulo XD
Seguid preguntando cosas si os place, comentad, favoritead, recomendad esto a todo quisqui para atraer a más incautos al Instituto del Mal...

...y si os sentís con generosidad y os apetece "invitarme a un café", podéis en https://ko-fi.com/cirkadia
Todo el dinero se acabará usando para Lirio de Sangre - Metamorfosis o puede que para Caprice.

EDIT: Ay, Roca, ya aprenderás a entender la psicología de Nam~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top