5. Aprendiz de villana III (15)
Atónita, Nameless observó cómo el cambio de peinado había afectado a su rostro; pero lo más chocante era el color de sus ojos, tan parecido al que adquiría el cielo cuando se acercaba el alba o estaba anocheciendo. Además, tenía sombreada la zona desde la mitad de la nariz hasta el nacimiento del pelo, como si llevara visera y la luz nunca terminara de alcanzar aquella zona, y unas ligeras ojeras justo debajo de los ojos.
–¿Te gusta? –insistió Pérfida Bohém.
Nameless asintió. Aunque las ojeras le parecían un exceso, el color de sus irises era muy bonito y por lo menos así no se delataba. Se volvió hacia Roca, que hizo un seco gesto de aprobación. Más que suficiente.
–Gracias, profesora –dijo la civil disfrazada poniéndose en pie.
–Espero que esto te ayude a encontrar la motivación que necesitas –se despidió Pérfida con la mano antes de devolver su atención a la revista de tendencias malignas.
Subieron al comedor y ocuparon su lugar en Vietnam sin problemas.
–Me encanta lo que te has hecho, estás preciosa –le aseguró Full haciendo que se turbara.
–Veo tus intentos para mimetizarte con el entorno –añadió Hedera.
–Trato de concretar mi estilo –rumió Nameless molesta. Tenía la sensación de que él sabía que era una civil y que se estaba divirtiendo con sus esfuerzos por sobrevivir.
Tragó la comida a duras penas, enseguida tendría clase con la temida Kill y quería desaparecer. Roca se dio cuenta de ello, pero no le dio muestras de apoyo, sino que continuó aleccionándola para ser villana mientras marchaban a clase.
–¿Recuerdas lo que te dije respecto a Kill? –preguntó Eisentblut.
–Sí... Nada de gritar, aunque se aceptan insultos –respondió Nameless nerviosa–, no llorar ni suplicar...
–Tienes que ser dura, pero estás balbuceando –señaló Roca.
–¿Puedo esconderme en nuestro cuarto y hacer mil flexiones? –rogó.
–Anda, suponía que Eisentblut vendría a esta clase –dijo Hedera alcanzándolas–, pero no me lo esperaba de ti.
–¿Serás capaz? –añadió Full y bajo su galantería pudo percibirse la sorna.
Nameless apretó los dientes y no respondió. Llegaron a una estancia subterránea con más parecido a una húmeda mazmorra que a una clase. Había cadenas y grilletes colgando de las paredes de piedra, barras en el techo como en un matadero y multitud de barriles de acero.
–Cada uno junto a un barril. Rápido –ordenó Kill desde el fondo.
Nameless se apresuró a obedecer y se colocó en el sitio más cercano a Roca. Sabía que no serviría para nada, pero lo hacía por instinto. En pocos segundos llegaron todos los alumnos y ocuparon sus puestos en las tres filas de bidones. Por lo visto, nadie se atrevía a llegar tarde.
–Para los que no lo sepáis, soy la profesora Kill. Voy a dejar las cosas claras desde el principio. Odio a los lloricas, odio a los cobardes. Mi deber es convertiros en hombres y mujeres hechos y derechos, pero no tengo tanta paciencia –descargó la fusta contra un barril–. Algunos lo conseguiréis y estaré orgullosa de vosotros, a otros os costará pero, por algún milagro inexplicable, aprobaréis. Pero la gran mayoría no sois más que escoria, así que preparaos para vuestra peor pesadilla.
Nameless imitó a Roca y se llevó las manos a la espalda, aunque su intención era que no se le notase el temblor que las sacudía. Hacía mucho frío allí abajo y la humedad calaba hasta los huesos, acrecentando la sensación de estar en una sala de tortura.
–Ahora quiero que os presentéis vosotros, uno por uno. Quiero vuestro nombre y vuestro objetivo –exigió Kill paseándose ante ellos.
¿Objetivo? Nameless dio las gracias por tener compañeros antes que ella para hacerse una idea de lo que pedía la profesora.
–Quiero dominar el mundo –dijo uno con aire de suficiencia después de haber dicho su nombre.
Kill hizo una mueca sarcástica pero lo dio por válido y siguió adelante. "¿Pero cuál es mi objetivo? ¿Sobrevivir? No, eso es demasiado patético". Se exprimió las neuronas, no podía decir algo como "dominar el mundo", porque se le notaría que mentía. Necesitaba algo más pequeño.
–Me llamo Sica Morilec –se presentó la chica que en la primera clase tampoco se había reído–. Aún no he decidido un objetivo.
La profesora fulminó con la mirada de su único ojos morado a aquella chica de aspecto inofensivo y tiró de la cadena que pendía junto a ella, izándola de golpe por los pies, dejándola suspendida bocabajo y maniatada. Muchos exclamaron, a partes iguales por el susto y porque la falda de tablas de Sica se había dado la vuelta dejando sus bragas a la vista. Nameless se sorprendió de que la pacífica joven no se inmutara y aceptara su nueva posición. Después echó un vistazo a sus propios pies para comprobar que estaba libre de ataduras. Por el momento.
Kill continuó, los alumnos se presentaban y algunos acababan bocabajo y otros se salvaban. Pudo identificar inseguridad y miedo en las voces de los que se balanceaban segundos después, pero también cayeron otros que habían hablado con seguridad. No entendía en qué habían fallado ellos, pero estaba convencida de que acabaría colgando también, sólo esperaba que la resignación la ayudara a no emitir ningún grito.
–Me llamo Hedera, mi antiguo nombre no le importa a nadie –dijo con una gran sonrisa de suficiencia–. Mi objetivo en la vida es sobresalir más que nadie, ser el mejor, superarlos a todos. Por eso mismo, mi objetivo es destruir aquellos insectos que con su asquerosa existencia me estorban.
Nameless se quedó de piedra por la crueldad que transmitieron sus palabras, pero a la profesora pareció encantarle y lo dejó con los pies en el suelo.
–Mi nombre es Full y mi objetivo en la vida es vivirla como me apetezca, burlándome del mundo y siendo un rey sin trono –se presentó pícaro.
A Nameless le gustó mucho la respuesta del prestidigitador, pero por lo visto a Kill no, porque tiró de la cadena izándolo bocabajo. A punto estuvo de gritarle que qué estúpido método seguía para hacer la selección, pero enmudeció a tiempo. Se había dado cuenta de cuál era el patrón: casi todos los que colgaban eran los que habían ido con ella a clase de mascotas, los demás, como la pacífica Sica, debían de haberle caído mal.
–Roca Eisentblut, Señora, no acepto ningún otro nombre –se presentó cuadrándose su Capitana–. Dominar el mundo entero me parece excesivo, demasiado trabajo y poco disfrute, por lo que me conformaré con un buen pedazo de él.
Tal y como se esperaba, Roca pasó la prueba.
–Soy Nameless –dijo cuando llegó su turno– y voy a vivir como me dé la gana –dijo con un exceso de seguridad en sí misma para no quedarse en un "sobrevivir aquí hasta que averigüe cómo huir".
Cuando la soga que rodeó sus tobillos la levantó por los aires, apretó la mandíbula para que no se le escapara ni un quejido. Sus manos también habían quedado atrapadas a su espalda. Al abrir los ojos, se encontró el mundo del revés y Full dedicándole una sonrisa cómplice, no parecía estar molesto por encontrarse bocabajo.
–Me llamo Hydra y dominaré la mayor parte del mundo, tres cuartas partes, para ser exacta, ejeje.
Nameless se balanceó para poder ver a la que hasta entonces había supuesto que era un chico, pero si había dicho "exacta" tendría que pensar en Hydra como "ella". No le sonaba su cara de la clase de mascotas y no creía que fuera por estar del revés, así que se apostó a sí misma que se quedaría como estaba. Y acertó.
–Mi nombre es Ébola y dominaré el mundo mediante una guerra bacteriológica.
"Venga, por pedir que no quede, panda de tarados. Su cara me suena de mascotas..." Efectivamente, la chica de risa de soprano quedó bocabajo enseñando las bragas al dársele la vuelta la falda del vestido. Pero a ella tampoco le humilló el exhibicionismo, de hecho, el gritito que emitió fue de júbilo.
Nameless apretó la mandíbula y cerró los ojos, se estaba mareando, la comida amenazaba con hacer el camino inverso y le dolían los tobillos por la soga de la que pendía. Tuvo que luchar por separar los párpados cuando la profesora se dirigió a la clase.
–Esta es la clase de "Técnicas de combate, persuasión y eliminación". Es decir, que tendréis que aprender a pelear –enumeró Kill paseándose entre ellos blandiendo la fusta–, torturar y asesinar.
De no haber tenido la gravedad en contra, Nameless hubiera tragado saliva. ¿Cómo que torturar y asesinar?
–Desgraciadamente, para aprobar esta asignatura sólo es necesario matar teóricamente. Si por mí fuera, montábamos una masacre como graduación –fantaseó maligna y sádica.
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EDIT: Al lado de esta clase, el resto del Instituto es un paseo, la verdad X"D
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