13. Bailar con el Diablo bajo la Luna VII (65)
Nameless se calzó las nudilleras y golpeó a Zack en el estómago con intención de apuntalarlo a la pared. Echó mano de la pistola paralizante, disparó al vampiro petrificándolo unos segundos y, de mientras, recargó con mayor potencia y volvió a dispararle para dejarlo tieso un rato más.
Entonces parpadeó en la oscuridad y fue un tanto consciente de lo que había hecho. Y que no podía quedarse pensando.
–¿Qué mierdas...? –gruñó dolorido Killgore desde el suelo.
Nameless abrió la puerta de la habitación del chico, de la que salieron unas luces sospechosamente cibernéticas, agarró y arrastró al macarra al interior, para su sorpresa, y volvió a cerrar la puerta justo cuando Zack regresaba al movimiento, por lo que continuó corriendo. Su habitación estaba muy cerca, tanto que el vampiro no le permitiría llegar. De hecho, ya lo percibía corriendo encaramado a la pared como una enorme y veloz araña con patas de menos. Nameless hizo amago de lanzarse a por la puerta y él aceleró en la oscuridad para bloquearla. Aprovechando que sabía dónde estaría, le bateó en la cara con la pistola paralizante, pillando por sorpresa a Zack, que seguramente se esperaba que dedicaría las manos a intentar girar el pomo. Después hizo un quiebro y continuó corriendo hacia el final del pasillo, optando por saltar por el hueco de la escalera.
Al ver que no iba a su dormitorio, Zack le dio algo más de espacio, por lo que Nameless regresó sin problema al Comedor. Allí la situación había evolucionado en máquinas enormes que podrían servir para crear un agujero hasta el centro de la Tierra, teletransportar gente, reventar estatuas famosas o preparar un té muy cargado. La maraña de gruesos cables había crecido en todas direcciones, creando una tupida y laberíntica telaraña. Las superficies metálicas chisporroteaban impacientes por la cascada de electricidad que estaba a punto de llegarles desde el cielo. Nameless avanzó vigilando la plataforma que había construido Karla, que tenía toda la pinta de resucitar muertos y freír vivos. Ludo había levantado una complicada torre a la que había conectado nada menos que cinco cables, Khaos planeaba usar mucha electricidad.
Las cosas que había rapiñado Nameless en un principio ya no estaban tiradas sobre Siberia, lo que no era de extrañar. Los portones del Comedor se cerraron con extra de chirrido y retumbar: Zack había entrado y quería que lo supiera. Seguramente ahora pretendería volver a sacarla a la oscuridad. O tal vez planeaba morderla allí mismo, aprovechando que ningún lunático estaría por la labor de ayudarla. Nameless se agenció una pistola de clavos que nadie estaba usando, porque allí eran más de tornillos, soldaduras y puntadas. ¿Qué diablos estaba haciendo Karla? ¿Un perro zombi?
Nameless saltó hasta la telaraña de cables y se encaramó a un nudo. El vampiro no dudó en seguirla.
–¿Te apetece jugar con electricidad? –preguntó él con tonillo peligroso.
Nameless contestó disparando un clavo en su dirección.
–Has fallado –celebró Zack acercándose, dejando de parecer una araña para caminar elegantemente, y sin necesidad de manos, cable arriba.
Ella no se frustró y volvió a disparar. Y otra vez más. Y dos. Tres, cuatro. Sin llegar a darle nunca por mucho que saltara por la maraña para cambiar de ángulo. Hasta que se le vació el cargador.
–Pues es verdad lo que dice Roca de que tienes una puntería pésima –se burló el vampiro, intentando echarle el guante.
Nameless se escurrió cables abajo, hasta precipitarse sobre Canadá, no aterrizando sobre otro lunático por muy poco. Se incorporó con un jadeo dolorido y entre dientes, mirándose la línea roja que tenía ahora en el antebrazo izquierdo.
–¿Estás sangrando? –ronroneó Zack, aterrizando en Terranova y apartó al lunático canadiense de un empujón, que quedó muy frustrado cuando su guante mecánico no obtuvo la energía suficiente para reventarle la cabeza al vampiro.
–A ti no te importa –le espetó ella alejándose sin darle la espalda, aunque tampoco quería acercarse demasiado a Sudamérica y a la plataforma freidora de Karla.
–Oh, sí, me importa mucho –siseó con una amplia sonrisa maníaca de colmillos desplegados y sus ojos brillaron como neones rojos.
Nameless saltó para agarrarse a un cable justo antes de que el vampiro se abalanzara sobre ella como un gran felino. Huyó por la maraña, trepando y escurriéndose por donde podía, manchando algunas zonas con la sangre que le churreteaba del brazo. Finalmente Zack la atrapó, yendo a estamparla contra el cilindro al que había conectados decenas de cables.
–Párate ya –ordenó él.
–No –jadeó ella, forcejeando.
–Ríndete y no me obligues a machacarte. No te hagas la heroína.
–Jah. Menuda villana de mierda sería si me doblegara a ti –le escupió hostil.
–Pero si eres una rata cobarde –exclamó Zack.
–Que huye cobardemente, no que se someta.
–Ah, que sólo puede someterte Roca –se burló él.
Nameless apretó los labios para no contestarle que se las estaba apañando para moldear el dominio de su Capitana, no podía arriesgarse a estropearlo porque Eisentblut se ofendiera.
–Y hoy ni eso –contestó combativa en su lugar.
El vampiro sonrió forzando los límites anatómicos.
–¿Lo notas? Está a punto de caer un rayo –le susurró maliciosamente demente–. ¿Qué crees que pasará si te pilla aquí?
–¿Que tendrás sangre frita para cenar? –propuso irónica, haciéndolo reír, cosa que ella aprovechó, como ya venía siendo habitual, para atacar.
El vampiro, que, pese a despistarse, estaba aprendiendo sus técnicas, se apartó justo a tiempo para evitar el tajo de la navaja en el pecho. Nameless le pegó una patada, precipitándolo al vacío, y ella se agarró a un par de cables que brotaban del cilindro a su espalda. Observó cómo el vampiro giraba sobre sí mismo con intención de aterrizar sobre un nudo de cables como un elegante gato, pero no llegó, quedando suspendido a un par de metros, como una marioneta enmarañada que flotara mágicamente.
Hubo un fulgor que erizó el mismo aire. Nameless saltó con todas sus fuerzas hacia el vacío, intentando llegar lo más lejos posible. La descarga del rayo la pilló todavía en el aire y se sintió rodeada de fuego.
Todo se volvió blanco.
Y luego, negro.
–––
–¿Estás viva? –preguntó un dedo pinchándole en la mejilla.
Nameless luchó por salir de la ciénaga del sueño y se descubrió desplomaba bocabajo sobre su cama. La luz del sol entraba entusiastamente por la ventana. ¿Ya se había acabado la pesadilla? ¿Y en qué momento había llegado a su cuarto?
–Toma, lo vas a necesitar –continuó hablándole Roca, tendiéndole una taza–. He ido a pedírselo a Jeff.
Nameless parpadeó, no entendía nada. ¿En qué momento había dejado de correr por la oscuridad? Pero el olor a delicioso café la espabiló. Se incorporó con pesadez y frunció el ceño al descubrir unas nudilleras, una navaja ensangrentada y unas toallas pequeñitas entre las sábanas, prácticamente debajo de ella. Las nudilleras sabía que las llevaba al salir de la habitación, ¿pero y todo lo demás?
–¿Buena juerga anoche? –se interesó su Capitana, ayudándola a sentarse y poniéndole la taza en las manos.
Nameless miró la pistola paralizante a sus pies y dio un sorbo al café, que le despejó la mente de un plumazo. También le recordó que tenía restos de sangre reseca por media cara.
–No sé qué acabó ocurriendo anoche –reconoció con un murmullo–. No recuerdo cómo he llegado aquí.
Roca le cedió el cuello del pijama y le examinó un hombro.
–¿Qué haces? –se extrañó Nameless, estremeciéndose al rememorar las manos de Eisentblut en torno a su cuello.
–Buscarte mordiscos –explicó pasando a mirarle el otro lado–. No sería raro que Zack te trajese si te desmayaste cuando te mordió.
–Creo que no lo hizo –musitó aturdida, no conseguía ordenar sus recuerdos, había un fuerte fulgor blanco desbaratándolo todo.
–Me sorprende.
–No le dejé –aseguró Nameless, pasando a sujetar la taza con una mano cuando su Capitana le cogió la otra para examinarle el antebrazo.
–¿No? –cuestionó Roca–. Bueno, no te encuentro marcas de mordiscos. Sólo lo de la cara, que está claro que te salió por la nariz, y esta herida, y no me extrañaría que te la hubieras hecho tú con esa navaja que a saber a quién habrás robado –comentó burlona.
Nameless apretó la taza contra su frente y suspiró, estaba tremendamente confusa. ¿Era acaso posible haber escapado indemne de Darkheart?
–Espero que sea verdad lo de que hoy me protegerás de amenazas –murmuró y dio otro sorbo de café.
–¿A cuántos atacaste? –se interesó Roca sentándose a su lado.
–Creo que... sólo a tu primo...
–¿Sólo? –se decepcionó su Capitana.
–Se puso muy pesado, ¿vale? Me defendí. Le golpeé. Varias veces. A traición.
–A traición –repitió Roca, exigiendo una explicación.
–Sí... No sé si se estaba dejando o que me subestimaba, pero le golpeé varias veces, aprovechando que le había hecho reír o así –explicó y apuró la taza.
–Se dispersa bastante con la luna llena, sí –asintió Eisentblut.
–También le destrocé la moto a alguien... un tío que lanzaba botellas con fuego, creo. Y luego Darkheart fue a por él.
–Bueno, algo es algo –dijo Roca con tono de considerar ese "algo" como una chorrada ínfima.
–Um... –murmuró Nameless mirando al vacío, que coincidía con la cama revuelta de su Capitana–. ¿Flexiones? –preguntó, aunque sentía que no tenía cuerpo para nada más que para caerse de espaldas en la cama.
–No hay tiempo para eso –indicó Roca tirando de ella para que se pusiera en pie–. Te das una ducha rápida y bajamos a desayunar en condiciones.
–¿Me has... dejado dormir hasta más tarde? –se sorprendió Nameless, dejándose arrastrar al pasillo.
–Sólo porque hoy toca la resaca del lunatismo –aseguró Roca.
–También te noto como... de mejor humor –tanteó bostezando.
–No está mal comprobar que puedes sobrevivir entera a una noche lunática, aunque sea huyendo como una rata cobarde.
–Ya... –musitó, aunque también había atacado. De vez en cuando. Al no encontrar otra salida.
–Y también es que anoche follé –añadió Roca, empujándola al interior del baño.
Nameless parpadeó al recordar al vampiro sobre ella proponiéndole ser su tercera pareja sexual de la noche. Iba a preguntarle si realmente se había acostado con su primo, cuando se encontró de frente con una animadora. No era una de las que se la tenía explícitamente jurada, pero después de lo que les había hecho a sus compañeras la tarde del día anterior... se mantuvo cerca de Eisentblut por si acaso.
–Bonito espectáculo de fuegos artificiales el que montaste anoche –le dijo la animadora, saliendo del baño con el pelo negro húmedo y ondulado suelto hasta la cintura.
Nameless se quedó paralizada de la sorpresa. ¿No iba a tomarla con ella? Ahora que lo pensaba, era la que estuvo cocinando en el Caribe. ¿Y de qué fuegos artificiales hablaba? Recordaba mucha electricidad en lo alto del Comedor, ¿se referiría a eso?
–Venga –dijo Roca empujándola hacia una ducha–. ¿Voy a tener que quitarte yo el pijama?
–¿Eh? No –se apresuró a responder para guardarse algo de intimidad frente a su Capitana–. Es que... no tengo claro de qué fuegos artificiales habla –musitó aturdida, deshaciéndose del pijama con el que había trotado por todo el Instituto.
–Montarías una buena distracción –asumió Roca, volviendo a empujarla.
–Será eso... –aceptó, aunque en el fondo sentía que había sido algo más que una distracción, y entró en el cubículo de la ducha.
–Ya que estás, mírate si tienes mordiscos en los muslos.
–¿En los muslos? –repitió Nameless, que había empezado a mojarse la cara para quitarse de una vez la sangre. Y así descubrió que conservaba las plaquitas que le había endosado Ludo, sólo que estaban apagadas.
–Sí, en el interior, cerca de las ingles.
–¡Venga ya! –exclamó, mirándose por si acaso antes de pasar a comprobar que la herida del antebrazo era superficial–. Eso ya sería pasarse.
–¿Tienes o no?
–No. Y ahí es muy... íntimo.
–Sí, es algo que sólo hace cuando folla.
–Pues no tengo. Si me dijo que de ser la cena no me libraba (que estoy casi segura de haberlo hecho), pero que lo del sexo podía elegir –contestó, esforzándose por no avergonzarse por hablar de aquello, ya que Roca lo soltaba con toda naturalidad–. Y ya digo que me parece que me he librado de ser cena.
–Alucinante. Voy a tener que preguntarle si es que te dejó escapar o si de verdad te defiendes bien.
–Me dijo varias veces que era más peleona de lo que se había esperado, y que me rindiera de una vez.
–Mmmh, así que descubrió que lunática te revuelves –comentó Roca y Nameless se sintió algo incómoda al creer percibir algo parecido al deseo–. Oye, ¿no te parece atractivo? –añadió cambiando a un tono más curioso.
–¿Quién, el vampiro que me ha perseguido toda la noche? No.
–¿No? ¿Y si se hubiera portado bien?
–No me parece atractivo –insistió Nameless, ahora realmente incómoda. Ya estaban otra vez con ese tipo de conversación...
–A ver qué opinas de Regina.
Nameless dio por terminada la ducha y decidió no preguntar quién era Regina; si ahora iba a empezar a preguntarle si le parecían atractivas las chicas, casi prefería volver a la noche del lunatismo. Salió del cubículo con el pelo envuelto en un turbante de toalla y vestida con el albornoz.
–Buenos días, Nameless –saludó Sica saliendo de otro cubículo, para consternación de Roca–. Me encantó lo que le hiciste a Darkheart. Buena gestión de recursos –opinó enrollándose bien la toalla en torno al cuerpo.
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Lo sé, soy mala gente por no contar "en directo" qué pasa con Zack, pero me apetecía un rollito Resacón (sí, la peli).
Bueno, pues han pasado cosas, ha aparecido más peña... Va siendo hora de otra Encuesta de Popularidad. Veamos quién sube, veamos quién baja, veamos si Roca nos revienta si no sale la primera (?)
TERCER RANKING DE POPULARIDAD DE INSTITUTE OF EVIL VERSUS HEROES ACADEMY
*Categoría Profesorado:
-Director Satán
-Subdirectora y profesora Violet Kill (Técnicas de Combate, Persuasión y Eliminación)
-Profesora Pérfida Bohém (Apariencia de un Buen Villano)
-Mister Kërmill (Adiestramiento de Secuaces No Humanos)
-Profesora Elner (Discursos sop-)
-Max Pain (Supervivencia)
-Doctor Wolfestein (Cacharros)
-La Conserje (y su mochosierra)
*Categoría Alumnado:
-Nameless
-Roca Eisentblut
-Ludo Khaos
-Jeff el Cheff
-Full
-Hedera
-Killgore (el macarra)
-Rav (el compañero silencioso y algo apático y cínico de Killgore)
-Évola (la masoca)
-Hydra (la que conquistará un 70% de nosotres)
-Sica Morilec (la nueva amiga de Nam (?))
-Herilane (la jefa de las Animadoras Infernales)
-Skull (la Animadora de pelo morado y maquillaje de La Catrina (la Santa Muerte mexicana(?)) y que se la tiene jurada a Nameless)
-Karla (la Animadora ""zombi"", gris con costurones, que también se la tiene jurada a Nam)
-Zack/Regi (le vampire cabrone (?) XDD)
-Jack (el secuaz de Zack)
-Tess Bloodmist (la vampira osmótica, la otra prima de Zack)
-Foster (el loco de la moto y los cócteles Molotov, hecho de la misma mierda que los Terminator y amante de Zack)
-La chica misteriosa de las correas que casi tienta a Zack, ayyyy.
-Liss, la persona que danzaba en la hoguera, con mucha droga a mano.
-El Ángel del Sopapo Poderoso (a.k.a. El Ángel de las Caricias Fuertecitas)
-El lunático que estaba en Canadá con su brazo mecánico o biónico o algo y le llueven otres lunátiques (?)
-Koniin y Bushille (las chicas planta, juntas, porque suficiente que las incluyo no teniendo ni una línea de diálogo)
Y las otras chicas, que no son villanas, pero que no son suficientes como para hacerles una categoría propia (No, ¿verdad?)
-Veda (la científica heroica)
-Furia (la tía dura heroica)
-Los capullos en mallas (¿alguien votaría a estos asquerosos? No, no es un reto, no les votéis si no os molan. Vamos, que podéis hacerlo. Sólo que quedaréis marcades como gente de gustos pésimos (??))
¿Me he dejado a alguien? Si veis que me he dejado a alguien que os mole, decídmelo, que la lista la he sacado de memoria.
Como ya hay un montón de peña en el alumnado, voy a aumentar un poquito el sistema de votos, así que hay hasta SIETE puntos. Podéis dar 7 puntos a vuestre preferide. 6 a vuestre segunde preferide... Y así hasta llegar a 1. Repitiendo el proceso en las dos categorías, claro.
Por ejemplo:
7 puntos a la tía misteriosa en correas, porque quiero preguntarle dónde compra los modelitos.
6 puntos a los gilipollas en mallas, porque quiero que Cirkadia me odie.
5 puntos a Killgore, por ser tan capullo.
4 puntos a Koniin y Bushille, porque me recuerdan a mi ficus.
3 puntos a Sica Morilec, porque yo tampoco puedo reír.
2 puntos a Skull, porque me mola su maquillaje.
1 punto a Hydra, porque tengo sed.
No tenéis por qué decirme el porqué, pero sería interesante saber (?)
Y no os cortéis, no me seáis capullos en mallas (esto va a ser mi peor insulto hasta que amplíe la sección heroica) y votad, VOTAAAAAAAD *rugido abisal* *les lunátiques se vienen arriba*
Tenéis hasta la próxima actualización, que será el 8, a las 00:00, hora española.
En otro orden de cosas, sigo aceptando donativos (faltaría más) y ahora estarán concretamente dirigidos a poder pagar la portada de Metamorfosis, 4º libro de la saga Lirio de Sangre (pero igualmente me daría alegría para seguir a tope con IEvsHA) https://ko-fi.com/A6031PUM
Que triste es pedir, pero más triste es no sacar Meta y que les lectores me linchen (?)
Y sigue disponible en La Libreteka el recopilatorio de los primeros 11 capítulos de IEvsHA http://libreteka.es/es/inicio/27-ievsha.html (Yo ya estoy pensando en el siguiente e_e)
EDIT: Bieeeen, ha sobrevivido a la noche lunaticaaaaa! \(OvO)/
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