7. ¿La ves como mujer?

Intenté retener la mayor cantidad de palabras en mi cabeza mientras Jackson conducía, lo repetimos juntos unas veinte veces como mínimo para que fuera capaz de recitarlo.

Al llegar al lugar, bajamos del auto, el frío viento me recibió, pero cuando tocó mi piel más bien era cálido, un lobo siempre estaba caliente, nosotros no sentíamos frío, cada vez me sentía más cerca de ser como todos los demás.

– Bien princesita, ya estamos aquí, no te separes de mí en ningún momento ¿Está bien? Iremos con mis padres y tu tío, luego nos iremos a nuestra fogata.

– Está bien.

– Vaya... está tan tranquila... ¿Qué le hiciste hermano?

– Ni que fuera un perro retardado.

– Princesita, sin ofender, pero tú eres un dolor en el culo cuando tienes hambre, luego eras un dolor en el culo porque...

– Porque no tenía sexo hermano.

Observándose entre sí, como si hubieran descifrado el mayor secreto de la nación.

– Eso debe ser, está completamente satisfecha.

– Somos un par de genios Dominique, deberíamos llamar a Harvard, nos necesitan.

– Dante, Dominique... caminen por favor, están haciendo el ridículo.

– Eres menor Derek, no nos des órdenes.

– O caminan o los obligo a caminar, ya me tiene arto la actitud de ambos y saben muy bien que no quieren verme enojado ¿Están entendiendo?

– Deberían darte permiso de tener sexo, las hormonas te tienen vuelto loco.

– Sí, no me agradas en estos momentos hermanito.

De brazos cruzados comenzaron a caminar frente a nosotros.

– Vaya, sí que eres un alfa Derek, estoy orgulloso de ti.

– Supongo que no se puede ocultar el genio por demasiado tiempo, yo quería verme agradable ante ti.

– ¿Tú también hermanito?

Jackson lo rodeó por los hombros de manera brusca.

– ¿Yo qué?

– Te estás haciendo hombre, estás entrando en calor, yo creo que estarás listo para este.

– ¿No te molesta que encuentre guapa a Becca?

– No – lo soltó encogiéndose de hombros– de todos, eres el más civilizado, sé que no le pondrás jamás una mano encima, confío en ti.

– Jamás hermano, ella es tuya.

– Si quieres quédate con Emma, yo sé que lo pasarían muy bien juntos.

– Emma es nuestra amiga, sería extraño.

Realmente no entendía que pasaba aquí ¿Era algo importante entrar en calor?

– Leah es nuestra amiga de la infancia también y bien que quieren casarme con ella.

– ¿No lo vas a hacer?

– Becca me recordó que un incapaz de controlar su temperamento es el que necesita que un Omega lo calme, por lo tanto no necesito de una molesta chica a mi alrededor, sé controlarme solo.

Abrazándome por los hombros incluyéndome a la conversación.

– Al menos eso es una de las cosas que recuerdo de cuando vivía aquí, Jackson sabe controlarse, es atento, es capaz, siempre está al pendiente de todos, protege a las chicas indefensas de los chicos que no logran controlarse, yo no veo por qué deban designarle una pareja, él es un líder nato.

– Lo dices porque están emparejados ahora – gemelo uno o dos comenzó a hablar– piénsalo bien cuando termine el calor.

– ¿Por qué debería de cambiar de opinión? Yo esto lo sabía desde antes de que me mordiera, es algo que se ve a simple vista.

– Papá solo quiere que la manada quede en buenas manos.

– Jackson es perfecto para ese papel, no entiendo por qué Leah tiene que estar en medio de esto.

– ¿Celosa princesita?

– A decir verdad, sí.

Cruzándome de brazos.

– Vaya... lo que hace estar en celo, no quiero sentirme así.

– Cuando llega, llega, ya lo sentirás.

– ¿Por qué es importante el calor? Vi como lo alentabas y felicitabas.

Viendo el fuego de la enorme fogata.

– Es importante, tu lobo comienza a madurar cuando entras en calor, y eres completamente adulto a los veintiuno.

– Vaya... entonces ¿Yo estoy adelantada o Dante atrasado?

– Tú te adelantaste.

– Mierda... ahora estoy avergonzada de mi misma.

– Viste como mundana, las cosas en su mundo y en el nuestro son diferentes, aquí el sexo comienza a los diecinueve, veinte, si es que no te adelantas claro – hice pucheros– no es que esté mal, es lo que quiero decir.

– ¿Lo dices en serio?

– Claro, yo mismo inicié a los dieciocho, cuando te llega el calor, te llega y ya, no es una regla que deba ser de los diecinueve en adelante.

– Ya veo... – rascando mi barbilla– había olvidado que me contaste eso antes, pero me hace sentir mejor.

Mostrándole una gran sonrisa.

– Vaya, ustedes están demasiado felices ¿Cómo llevan el calor?

– Bastante bien Sam, todo en orden, de hecho Becca ahora puede transformarse y volver a tomar forma humana en segundos, su temperatura se reguló, logra caminar en cuatro patas con normalidad, le he contado un poco de nuestras historias, le enseñé un par de cosas también, ella aprende muy rápido.

– Yo sabía que dejarla a tu cargo sería la mejor idea – comenzó a reír– Tyler, tu chico es fantástico, teníamos razón.

– Razón en qué tío Sam.

Cruzándome de brazos.

– Cuando seas más grande te lo diré pequeña – acariciando mi brazo– ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?

Observando detenidamente cada trozo de piel expuesta.

– Estupendo tío, nunca me sentí tan viva, además es un profesor estupendo, he aprendido mucho de la mañana, de las costumbres, hasta aprendí el mantra para recitarlo con todos los demás antes de que cada quien se dirija a su respectiva fogata.

– Le has enseñado bien Jackson y me la entregas en una sola pieza, es... mejor de lo que esperaba.

– Es tu sobrina Sam, ella es parte de la familia, jamás la lastimaría, además... disfruto mucho estando con ella, sin darme cuenta me enseña muchas cosas también, me hace recordar las primeras clases, esas están en su memoria como si las hubiese tenido hoy.

– Me alegro de que se complementen tan bien, ahora quiero hacer una pregunta a ambos.

Tyler me observó, lo que me obligó a corregir mi postura sintiéndome nerviosa.

– Dime papá, que sucede.

Solo asentí.

– Si hubiese un lobo descarriado que pudiese poner en peligro nuestro clan y seguridad, que hacen ustedes ¿Lo matan?

– Respondan al mismo tiempo.

Complementó el tío Sam.

Jackson y yo intercambiamos miradas por un par de segundos, luego a los adultos frente a nosotros.

– No, el merece vivir.

Al unísono.

– ¿Por qué merece vivir Becca? Pone en peligro a la manada.

– Pero no es motivo para darle la espalda, como dice el mantra, un lobo caído es una extremidad perdida, el deber del alfa es ayudarlo a sobrellevar su dificultad, hacerle entender que no somos malos, que somos una familia que estará para ayudarlo siempre.

– Esa es una respuesta muy acertada – sonrió– ahora tú Jackson ¿Por qué no se le da la espalda?

– El deber de un Alfa es llevarse a esa persona, alejarse juntos de la manada para ayudarlo a controlar su lobo interior, el control es nuestro todo, y al mismo tiempo, todo es mental, por lo que no se debe regresar hasta que nuestro lobo descarriado logre encontrar su centro, en ese momento, el Beta organiza una ceremonia de reingreso para el lobo caído donde todos lo reciben con honores, pues regresó a su hogar. Jamás se deja a un hermano a medio camino, pues todos somos parte de un ser mismo.

– Exacto Jackson, eso es perfecto – palmeando su hombro– sigue trabajando así muchacho, y tú Becca – observándome– eres buena líder, la primera vez que le pregunté a Leah qué se supone que se debe hacer, ella dijo matarlo porque pondría en peligro al resto, un Omega no siempre es... la opción indicada, ya entenderás lo que digo.

– Claro... gracias Tyler, me gusta aprender cosas nuevas y gracias a tu hijo por fin me siento en casa, estoy recordando mi pasado, los buenos momentos de él, y a la vez recupero el tiempo perdido, gracias.

Daiana se acercó integrándose a la conversación.

Tomó mi mano sonriente.

– Preciosa, tú eres luz, solo debes darte cuenta de eso, ahora... creo que se te viene una dura.

Señalando tras de mí.

Emma venía a toda máquina hasta nosotros, tomó mi brazo y me arrastró a un lado, Jackson no se acercó, pero sí acortó un poco la distancia en caso de que yo necesitara ayuda, estaba listo para saltar a la acción el pobre.

– ¿Cómo es que Jackson te mordió a ti y no a Leah? La pobre estaba destrozada cuando vino a verme, tú – señalándome– eres una zorra astuta, atrapaste al próximo alfa y no tengo ni la menor idea de cómo.

– Yo no atrapé a nadie, solo sucedió.

– Él es el prometido de mi amiga, así que si osas pensar en que él te pertenece si quiera por un segundo yo...

La sujeté del cabello.

– ¿Tú qué? – acercándola a mí– no te metas conmigo niñita, podremos tener la misma edad, pero yo he vivido más cosas que tú fuera de este lugar, y te diré que de dónde vengo no recibo ordenes de lacayos, así que si Leah tiene algún problema conmigo, que venga a hablar conmigo ¿Oíste Emma? – soltándola– ahora si me disculpas, Jackson y los demás me esperan. Bye.

– Te arrepentirás de esto.

Di media vuelta.

– No lo creo.

Sonreí mirando hacia el frente otra vez caminando hasta Jackson.

– Ya está, calma chico, regresemos con tu familia y mi tío.

Palmeando su hombro.

– Oí lo que te dije ¿Quieres que hable con ellas?

– Puedo defenderme sola, pero gracias.

Regresando con los demás.

– Emma es de temer ¿No lo crees?

– No me gustan las chicas que dejan recados por otras, si Leah tiene algún problema que me lo diga, esto fue... casi por obra del destino.

– Fuiste muy valiente cariño, Emma es una Alfa, tú una chica recién llegada, pensé que te intimidaría.

– Daiana, yo también soy una Alfa, defenderé todo lo que sea defendible, si yo hubiese cometido un error me habría disculpado, pero aquí nadie cometió ningún error.

– ¿Ni siquiera cuenta como error acostarse con el hombre de otra chica?

– Me sentiría culpable si Jackson la hubiese elegido como su pareja, pero la destinaron para él y por lo poco que he visto, él no la necesita.

– ¿Por qué lo dices?

Jackson abrió mucho los ojos.

– Porque se destina una Omega para un alfa cuando este no es capaz de controlar a su temperamento, y Jackson es la persona más centrada de todas las que he conocido, es un líder, no un dictador, siempre se preocupa de que todos estén a gusto, controla a los lobos que no respetan las decisiones de las chicas, es un excelente profesor, me trata con delicadeza, es... es... demonios es increíble ¿Por qué necesita de Leah? Ella solo va a entorpecer su gran habilidad, no lo merece ¿Cómo es que no lo ven?

– Es que... Leah ha estado cerca de la familia desde que los chicos tienen siete u ocho años.

– ¿Y eso qué? Él tiene derecho a elegir.

– ¿A quién debería elegir entonces según tú?

– ¿Y yo por qué debería elegir por él? Es Jackson quien debe encontrar una compañera a su altura, y que la ame, que sea algo reciproco.

Los mayores sonrieron.

– Jackson ¿Qué tienes tú para decir? ¿Has visto a Leah como mujer alguna vez?

Lo dudó un poco, estaba seguro de que no quería decepcionar a sus padres.

– No papá, Leah no es lo que quiero para mi vida, por eso no la he mordido ni siquiera una vez, por eso no le he pedido ser mi esposa a pesar de que ambos estamos en edad.

– ¿Y por qué nunca me lo dijiste? Eres mi hijo, no quiero que vivas infeliz por el resto de tu vida.

– Porque no quería decepcionarlos.

– Ay mi bebé – Daiana lo abrazó– ¿Te has sentido muy presionado por nosotros? Somos tus padres tesoro, sé que es difícil ser el siguiente en la línea, pero tú puedes decidir sobre tu vida, nosotros pensábamos que te estábamos ayudando.

– ¿No habrá represarías si no me caso con ella? Sé que esto está planeado hace años.

– No hay nada formal aún, esto dependía de ustedes, siempre dependió de ustedes.

El tío Sam tomó mi mano alejándonos de la reunión familiar.

– Lo hiciste bien mocosa, me sorprendes.

– ¿Lo de si el lobo debe vivir o no? Es sentido común, además lo recuerdo de las clases, es lo primero que te enseñan, los niños a veces sienten que son monstruos.

– Lo digo por Jackson. Han pasado menos de cuarenta y ocho horas juntos y por fin dijo lo que sus padres estaban esperando desde hace tiempo, tú eres la indicada.

– Tío, yo no me casaré con él, nosotros somos compañeros solo hasta que el calor termine, él tiene derecho de elegir y yo también, puede que lo encuentre inclusive guapo estos días, pero nadie sabe qué pasará cuando todo termine, quizás él quiera regresar con Leah y está confundido por el calor.

– No lo creo.

– ¿por qué lo dices?

– Mira por ti misma.

Sujetando mis hombros, me hizo dar media vuelta, Leah estaba a un metro de mí, Jackson la detenía.

– Suéltame joder, si la mato ahora volverás a ser mío.

– Nunca fui tuyo ¿Entiendes eso Leah? – forcejeando con ella– Becca es mi compañera ahora y yo jamás voy a casarme contigo.

– Cuando termine el calor volverás arrastrándote a mí, y la querrás ver muerta a ella.

– Esta es mi manada, si tocas a uno solo de mis lobos te las verás negras Leah, es la primera advertencia, y ya veremos nosotros que pasará cuando termine el calor, mientras tanto ella es la única chica con la que quiero estar, la única que quiero en mi cama y definitivamente es la única con la que quiero compartir mis días ¿Entendido? Estás haciendo una escena – empujándola levemente– basta con esto, contrólate.

– Te arrepentirás, de esto, todos se arrepentirán – observándonos con odio– quise detener esto, quise poner un freno porque pensé que no sería necesario, pero al parecer tendremos que seguir adelante.

– Leah espera...

– No – me cortó– tú no me hables, pronto tendrás tu merecido.

Dio media vuelta dejando a todos perplejos... para ser una Omega era bastante dominante, pero eso no me intimidaría ¿Estaba declarándome la guerra? Yo no daría mi brazo a torcer.








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HE VUELTO NENAS! Y ESTA VEZ PARA QUEDARME. GRACIAS POR TODAS SUS PALABRAS DE APOYO Y SUS MENSAJITOS, NO SABEN CUANTO ME SIRVIÓ PARA RETOMAR ESTA HISTORIA. 

PROMESA QUE NO VUELVO A HACERLA DESAPARECER.

UN BESOTE PARA TODAS.

LAS AMO.

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