6. una Alfa de temer.

Nerviosa solté el cuchillo acercándome a la pared que unía la cocina con el resto de la casa para mirar hacia la puerta. Jackson tenía las garras de una de sus manos afuera mientras caminaba lento y seguro hacia la puerta de salida, nuevos golpes llamaron la atención de ambos, el chico sujetó el pomo y rápidamente abrió para tomar por sorpresa a nuestro intruso llevando las garras hasta él.

– ¡Calma joder! ¿Qué te pasa hermano? ¿Te descerebraste?

Deteniéndose antes de lastimar a alguien.

– ¿Qué joder hacen aquí todos ustedes? Estoy ocupado.

Sin importarles sus quejas, estos entraron a la casa olfateando hasta que llegaron a la cocina.

– Papá nos dijo que la mordiste así que nos mandó para saber si la princesita seguía viva.

Analizándome de pies a cabeza.

– ¿Por qué no iba a estarlo? – tirando del borde de la camiseta hacia abajo, me sentía desnuda– Jackson sabe controlarse.

– Ya veo que sí, pero hueles completamente a él, por todas partes.

– Al menos eso mantiene a los incontrolables ninfómanos lejos de mí – cruzándome de brazos– yo los recuerdo... pero no a sus nombres.

– Son mis hermanos... – suspiró acercándose a mí– te los presentó Emma anoche. Ellos son Derek, Dante y Dominique, chicos, ella es Becca Mitchel alias la princesita.

– ¿Por qué ellos también me conocen por ese apodo?

– Papá te dice así, eres su princesita, él siempre quiso una chica y como tu madre era amiga de la infancia de papá... te quiere como su hija.

– Eso responde muchas dudas y puesto así deja de sonar como un insulto.

– Ahora que las presentaciones están hechas, pueden irse, Becca está bien.

– ¿Se van a ir o se quedarán a comer? Porque les juro que si no como algo ahora rodarán cabezas.

Mirando desafiante al grupo de hermanos.

– Nos quedamos.

Respondieron los gemelos al unísono.

– Pero Dominique... Dante... ellos están ocupados, es pleno calor, dejen a Jackson tranquilo.

– Queremos comer ¿Por qué no podemos comer? Mira, arán patatas, tú amas las patatas.

– Esta es decisión de Jackson, no quiero estropearle la tarde.

– Derek eres un aburrido, ella dijo que podíamos quedarnos ¿Por qué no solo cierras la boca y ayudas con las patatas?

El menor de los hermanos bajó la cabeza apenado mientras estrujaba sus dedos.

– Miren, si se quedarán a comer, todos mueven las manos, los quiero a todos pelando patatas ¿Entendido? Derek no es esclavo de ustedes gemelos carentes de inteligencia, ni los dos juntos hacen un solo sujeto – tirando del chico hasta mi rincón en la cocina– no les hagas caso.

– Gracias por eso – tomando una patata– ellos no son así siempre, los soporto solamente porque están en pleno calor y sin pareja sexual, son irritantes.

– ¿Eres Omega? ¿Quizás Beta?

– Soy un alfa como Jackson.

– ¿Y por qué no los pones en su lugar? ¿Sabes algo? Eso también me lo había comentado Emma ¿Ellos son Omegas cierto? Mi memoria últimamente es un completo asco.

– Pero lo recordaste y eso es bueno – sonriendo– la memoria almacena solo lo que considera importante, para ti nosotros éramos solo unos chicos más que te presentarían, no tenías por qué recordarlo, pero no te preocupes por mí, sé muy bien cómo manejarlos, pero estos días prefiero llevar las cosas por la paz, es lo mejor que podría hacer.

Viendo ambos como Jackson regañaba a los gemelos y estos atentamente escuchaban con expresión triste en sus rostros.

– ¿Ustedes que tanto hacen ahí discutiendo como idiotas? – llamando la atención del trio– la comida no se hará sola, gemelo uno – señalando– saca otro pollo y ayuda a Jackson, tengo la impresión de que ustedes comen mucho, y gemelo dos, nos ayudarás con las patatas.

– Tenemos nombres princesita.

Señalándose entre ellos.

– ¿Y cómo esperas que los diferencie si no los conozco y visten idénticos? Duh.

– Touché.

Entrecerrando los ojos.

– Dante tiene una cicatriz muy pequeña junto al labio y un lunar pequeño en la punta de su nariz, Dominique tiene un lunar pequeño en su cuello, el lado derecho, así puedes diferenciarlo, después de un tiempo te darás cuenta de que Dominique tiene la voz ligeramente más grave, ya sabras a qué me refiero.

Aclaró Jackson siguiendo mis indicaciones.

– Ya veo, entonces el gemelo dos que vendría siendo... ¿Dominique? Viene conmigo a pelar patatas.

– Apréndete mi nombre niña – acercándose de mala gana tomó un cuchillo y me empujó con la cadera para hacerse espacio, lo que provocó una mueca de dolor de mi parte– pero elegiste bien, soy el mejor pelando patatas.

– Tiene razón.

Susurró a mi lado Derek.

Agradecía que ninguno notara mis quejas.

– Becca ¿puedes venir a hablar una cosa conmigo por favor?

– ¿Dónde?

– Afuera.

Clavando el cuchillo en la tabla.

– Claro... ya voy.

– Sigan en lo suyo, nosotros ya regresamos.

Dando grandes zancadas hasta mí, me cargó como princesa saliendo rápidamente de la casa.

– ¿Y esto?

Siendo depositada nuevamente en el piso.

– Transfórmate.

– Pero están tus hermanos adentro, no quiero arriesgarme a que me vean desnuda.

– No te verán, pero tampoco quiero que te vean cojear, vi tu expresión ahí dentro.

– Lo siento... pensé que nadie lo notaría.

– Transfórmate, vas a sentirte bien luego de eso.

Lo medité un par de segundos antes de asentir y quitarme la camiseta por la cabeza entregándosela.

Cerré mis ojos, busqué la jaula en mi interior que mantenía cautiva a la bestia y solamente abrí la puerta dejándola salir, lo que provocó que mi cuerpo comenzara a llenarse de pelo y en menos de cinco segundos ya estaba parada sobre mis cuatro patas.

– ¿Y bien? ¿Cómo te sientes?

Caminé lentamente a su alrededor sin sentir ni siquiera un pequeño deje de malestar, así que mirándole solo asentí.

– Puedo escucharte en mi cabeza aunque yo no esté en la misma forma que tú.

– Estoy bien, ya no me duele nada.

Respondí.

– Bien, eso es bueno, cambia entonces, vamos a comer algo antes de que me comas a mí.

– Comida primero – cambié rápidamente, lo que me sorprendió– luego pensaré en mi apetito sexual, pero primero la comida.

Quitándole la camiseta sonriente.

– Vas progresando, ya no demoras tanto en cambiar y no tienes marcas.

– Te lo dije, solo me hace falta un poco de entrenamiento.

– Con gusto seré tu profesor – acariciando mi cintura– en todo lo que tú quieras.

– Feliz juego contigo todo lo que quieras después – tomando su mano arrastrándolo al interior de la casa– no quiero ponerme de mal humor contigo, me caes bien.

– Sí, creo que todas mis bromas sexuales las guardaré para cuando estés comiendo o me arrancarás un ojo si sigo distrayéndote de tu objetivo.

– ¿La mordiste y no eres su objetivo? Hermano, dejas mucho que desear...

– Cállate Dante, esta chica es una alfa por lo que me es imposible someterla, ya la viste, nos tiene a todos cocinando y ustedes no mueven un solo dedo en casa.

– Pero se nos da bien pelar patatas.

– Es lo único que se les da bien porque es lo único que cocinan en la madrugada cuando tienen hambre.

– Hieres mis sentimientos hermano mayor.

Dante hizo un puchero de lo más adorable.

– Heriré tu rostro si sigues tocándome las pelotas.

– Alguien está de mal humor porque no le dan en el gusto con el sexo.

Se burló Dominique.

– Callado copia del perrucho – señalando al gemelo a mi lado– calladito te ves más bonito, y si pelas papas me caes mejor.

– Cuando tiene hambre es mejor complacerla, sé lo que te digo.

– Jackson... hermanito... esta chica te va a obligar a pasar en la cocina para complacer sus deseos.

– Si luego obtengo mi recompensa no me importaría darle más de tres comidas al día.

– Eso sí sonó sexual para mí – mirándole de reojo– te ves muy sexy cocinando.

– ¿Lo ven? Ya sé cómo debo hacer con esta chica, todo es cuestión de dar y recibir.

Dar y recibir mmm... eso quería yo cuando volviéramos a quedarnos solos.

Nuestros planes fueron completamente tirados a la basura al darnos cuenta de que estos chicos no se marcharían, simplemente no salían de casa, la luna ya estaba en lo alto y pronto tendríamos que ir a la reunión de la manada ¿Dónde quedó nuestro sexo luego de la comida?

– Bien, si no van a salir de aquí al menos sean tan amables de ir por ropa de chica para Becca al bosque, tenemos que ir con la manada.

– Yo voy hermano – Derek se levantó sin chistar– Los gemelos antes de llegar dijeron que no pensaban marcharse hasta después de la fogata solo para joderte por no prestarles a Becca ayer.

– Tú la mordiste sin su consentimiento – señalándolo– nosotros solo queríamos tener sexo con ella, ahora está obligada a compartir el tiempo contigo.

– Ya estábamos obligados a compartir el tiempo antes, esto no cambia mucho las cosas, además yo era la que quería lanzarse sobre él todo el tiempo, esto fue ayuda divina sinceramente.

– Jackson, Jackson, Jackson, todo porque será el futuro Alfa.

Molesto.

– Si es me importara no insistiría en el uso de preservativos, no estoy interesada en compartir mi vida con alguien que no amo, yo puedo elegir.

– A menos de que seas una alfa descarriada y tengan que emparejarte con un Omega.

– En ese caso ambos estamos disponibles para cuando quieras elegir.

– O dejar estipulado que uno de nosotros será elegido, siempre puedes reservarnos.

– Yo estaré en el bosque, ustedes dos hermanos, dan asco.

El menor de ellos rodó los ojos y salió.

– Primero pasarán sobre mi cadáver antes de poner una mano sobre ella, es mía, está decidido.

Colocando una mano sobre mis muslos con posesividad.

– Ya sabía yo que la mordida causaba esto, cree que eres su chica ahora – burlándose– serán semanas agotadoras para ti.

– No, no es eso. Son ustedes que le coquetean a ella en frente de mí sabiendo que es mi compañera ¿Qué se creen? Ustedes deberían haberme dejado follar tanto como se me parara el culo y no, aquí están interfiriendo en mis planes.

– Posesivo.

– Agresivo con otros que intentan acercarse.

– Pero atento.

– Y se preocupa por ella.

– Además Becca da miedo cuando tiene hambre.

– Temería más por Jackson que por ella.

– Yo siento que se complementan bien.

– ¿Qué tanto están hablando?

– La investigación que Tom nos pidió hacer, quería saber cómo se comportaban después de la mordida.

Rodé los ojos.

– Gemelos idiotas – levantándome– ustedes dirán que todo está bien tal y como lo vieron – señalando a ambos– Jackson podría tener problemas si ustedes se las dan de bromistas ¿Entendido?

– No eres nuestra...

– ¿Entendido dije?

Asintieron rápidamente encogiéndose en el sofá.

– Ella da miedo...

– Hermano te compadezco, esta chica es mala.

– Ahora irán a buscarme ropa al bosque porque gracias a ustedes no pude ir a mi casa, y espero sea bonita o les dejaré una linda marca en el cuerpo de ambos ¿Entendido?

– Entendido –Levantándose– ropa bonita, eso encontraremos...

Rápidamente salieron de la casa dejándonos completamente solos, intercambié miradas con el moreno a mi lado que tampoco tuvo el valor de abrir la boca.

– ¿Y bien? ¿Qué esperas? Quería que estuviéramos solos – subiéndome a horcajadas suyas– ¿No querías que estuviéramos solos?

– Vaya... eres de temer Becca Mitchel – deslizando la camiseta fuera de mi cuerpo– pero me gusta tu forma de pensar, hiciste que mis hermanos se marcharan – mimando mis pechos– por la forma en que les gritaste no tardarán en volver así que será rápido.

– Menos palabras y más acción – moviendo mis caderas sobre su pene ya erecto oculto en su bóxer– desnúdate.

– Por supuesto.

En la misma posición en la que nos encontrábamos, Jackson se desnudó y suavemente se deslizó dentro de mí llenándome de maneras exquisitas.

– ¿Te duele?

– Para nada – sintiendo mis colmillos más largos de lo normal– de hecho creo que el sexo me está ayudando a conocer mis instintos más primitivos – moviendo las caderas sintiendo el sucio sonido de nuestros cuerpos chocar– y somos un par de estúpidos.

– ¿Por qué lo dices?

Sus ojos estaban cerrados y mantenía la cabeza apoyada en el respaldo mientras sus manos sujetaban mi trasero ayudándome a subir y bajar. Esta posición me gustaba más, era capaz de ver como disfrutaba, las facciones que ponía, qué movimiento le gustaba más, escuchaba claramente cómo gemía y también me ponía cardiaca ver sus labios entre abiertos, era una imagen digna de ver.

– Porque lo estamos haciendo sin preservativo, dime las posibilidades de que quede embarazada.

– No quedarás embarazada a menos de que estés en pleno calor del apareamiento mmgh... yo me vaya adentro y te muerda al mismo tiempo, así que mientras mantenga mis colmillos lejos de ti no habrá problema.

– Entonces continuemos – saltando más rápido, había encontrado aquel punto exacto que me volvía loca– tenemos poco tiempo perrucho.

– Así es princesita – alzando sus caderas para encontrarse conmigo– sigue moviéndote así de delicioso y no podré aguantar mucho tiempo.

– Tendré algo de qué jactarme después – atrapando sus labios– me gusta el control y no te veo molesto cediéndomelo.

– Podemos dialogar esto más tarde mmgh... pero no te detengas, si te moverás de esta manera no me molestaría turnar posiciones.

– Hecho.

Atacando su cuello me dediqué a hacernos llegar al mejor orgasmo en tiempo record que podríamos tener en este u cualquier próximo calor del apareamiento.

Para cuando los hermanos Hale trajeron ropa para mí, nosotros ya habíamos terminado, y debo decir no estaba tan mal... un buzo deportivo que gracias al cordón en su cintura no se me cayó, una camiseta que era un tanto ancha pero corta, por lo que se veía algo de piel, y además el agujero del cuello era grande, lo que dejaba uno de mis hombros al descubierto, usé mis zapatillas deportivas y obviamente ropa interior, luego de terminar subimos todos en diferentes autos, fuimos hasta la dichosa fogata para la reunión de la manada.

– ¿Crees que la tal Leah quiera matarme?

– No dejaré que se te acerque y ya hablé con mis hermanos mientras te cambiabas de ropa, se quedarán con nosotros toda la noche para que te sientas segura.

– Me siento segura contigo.

– Querrás hablar con alguien más que no sea yo, eso te lo aseguro, pero no te alejarás de mí, no puedes ¿Entendido?

– Entendido.

– ¿Por qué no peleas conmigo?

– Porque no me da la gana y sé que es la mejor decisión, tú me mantendrás a salvo.

Parecía perplejo por mi elección de palabras.

– Bueno... eso hace más fáciles las cosas.

– Dime algo ¿Qué se hace en esas reuniones?

– Lo primero que se hace es recitar el mantra de la manada todos juntos, luego nos dividimos como lo viste anoche.

– ¿Cuál es el mantra? Dios... debo recordarlo.

– Es sencillo, escucha bien – carraspeó aclarando la voz– "Como lobos debemos valorar y respetar a nuestros hermanos sin importar su manada, sus costumbres, o su experiencia, somos familia, y un lobo caído es una extremidad perdida, si estamos unidos, somos invencibles, separados... llegará pronto nuestra perdición"

– ¿No crees que es algo largo para ser un mantra?

– Lo es, pero de esa manera incluimos a todos los lobos que necesiten ayuda, esta manada siempre recibe nuevos miembros y el Alfa se encarga de reformarlos para que se acoplen a nuestro estilo de vida.

– Es una labor difícil ser Alfa... pero tú tienes las habilidades, puedo ver la misma calma con la que actúa tu padre para tomar sus decisiones en ti.

– Eres la única que me dice cosas como esas – ya estábamos cerca– los demás solo me dicen que es mi deber, que es mi obligación como hijo mayor y más me vale hacerlo bien, por eso acepté a Leah, quería que me dijeran por una sola vez que estaba haciendo bien las cosas.

– ¿Hablas de tus padres? ¿Buscas su aceptación?

– Es difícil ser el siguiente en la línea, desde que nací siempre he sido presionado, siempre he tenido entrenamientos más duros que los de mis hermanos, yo no tenía mucho tiempo para jugar de pequeño porque debía estudiar para ser el mejor, se supone que el alfa debe ser el mejor.

– No debes ser el mejor, el Alfa debe guiar y acompañar, debe saber aconsejar, ser bondadoso, escuchar cuando sea necesario, un Alfa no debe ser el mejor ¿Sabes por qué?

– ¿Por qué?

– Porque el mejor es arrogante, se cree Dios y cree poder pasar sobre las cabezas de los demás, sé que yo no he vivido aquí lo suficiente para aconsejarte, pero para mí, un Alfa es un líder, no el mejor, porque el Alfa debe ser capaz de cuidar de todos, verlos como sus iguales, como su familia, a eso debes aspirar y yo creo que tú ya lo tienes.

Sonrió de manera tímida como jamás lo vi, detuvo el auto junto a los demás que compartían el espacio en el bosque y entonces me miró.

– Gracias Becca.

– Cuando quieras moreno, ahora dime una vez más ese mantra, no lo recordaré probablemente pero me familiarizaré con él.

– Esa es una buena táctica – mirándome– comienza así "Como lobos debemos respetar y valorar a nuestros hermanos..."

Atentamente intenté retener la mayor cantidad de palabras en mi cabeza, si sería parte de esto pondría de mi parte, quería hacer las cosas bien, quería que Jackson se sintiera cómodo conmigo.

Ahora entendía lo que decían sobre la mordida, no podría alejarme de él aunque me obligaran a hacerlo, y pensar en esa tal Leah cerca de él me hacía hervir de la rabia, podría arrancarle los ojos si fuera necesario.





~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

HOLA MIS AMORES, ESPERO LES GUSTE EL CAPITULO DE HOY, QUE TENGAN UNA BELLA SEMANA, LES MANDO UN BESOTE GRANDE.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top