3. Acónito.
Sus manos rápidamente sujetaron mi cadera clavando sus dedos en estas. No tardó en corresponder mi beso, acariciando mi lengua con la propia, invadió mi cavidad sin pudor alguno es más, podría apostar mi cabeza que si yo no lo hacía primero, él caería.
– No está bien... Sam... mi padre...
Repartiendo cariñosas mordidas, primero mi labio inferior, mi barbilla, lamió mi cuello... esto se sentía delicioso.
– No te veo disgustado.
Inclinando mi cabeza hacia un lado para darle mayor espacio.
– Eres una caprichosa...
– Llamamé cómo quieras, sabes que estoy en lo cierto.
Susurrando en su oído, puedo jurar que lo vi estremecer.
– No... esto no está bien, tenemos que parar...
Alejándose lentamente de mí, sus ojos estaban amarillos.
– No le diremos a nadie.
– Lo olerán, sentirán mi olor en ti si hacemos algo, así que es mejor que tomes distancia de mí – salió del baño– Estaré en la sala ¿Un trago?
– Y no lo convines con nada, ponle hielo.
– Está bien – caminando de espaldas chocó con uno de los muebles– lo siento... me marcho ya... me voy.
Cerré la puerta apoyándome en esta para poner un poco de distancia entre nosotros, me sentía muy excitada, tanto, que podría explotar.
– Demonios... mis ojos también están amarillos... podríamos haber pasado un rato agradable, pero no... es demasiado bueno para eso.
Estuve a punto de maldecir cuando mi móvil sonó... bueno, no era mi móvil en sí, el mío se rompió cuando fui abordada por esos sujetos. EL tío Sam se encargó de entregarme uno nuevo y lo más triste de todo es que solo tenía su número, mis amigos, mi vida y todo lo demás se fue directo a la basura.
– Hola tío ¿Qué sucede?
– ¿Cómo estás? ¿Cómo se ha comportado Jackson?
– Es demasiado correcto – suspiré– me repele completamente, como si tuviera alguna enfermedad contagiosa, está todo el tiempo mirando por la ventana y se encargó de revisar cada rincón de la casa, es... como un perro guardian demasiado bien entrenado.
– Eso es bueno, sabía que Jackson sería el mejor de los candidatos antes de ponerlo a prueba.
– En algo si coincido contigo, me encontré con un par de lobos enloquecidos por el calor y no fue nada agradable, a pesar de que Jackson me repele... me siento segura con él, sé que no saltará sobre mí en la noche y me obligará a hacer cosas que no quiero, fue una buena decisión.
– Sabía que en algún momento lo entenderías, es lo mejor para ti en estos momentos ¿Comiste algo? No saltes tus comidas.
– Prepararé algo para los dos ahora, luego me iré a la cama – mi estómago protestó– no comí nada durante todo el día así que tengo un hambre terrible.
– Me despido entonces cariño, espero puedas acostumbrarte pronto, tendrás todo nuestro apoyo.
– Gracias tío, de verdad... no sé que habría sido de mí sin ti.
– Siempre vas a tenerme a tu lado cariño, ahora ve a comer algo y descansa, ha sido un día largo y agotador.
– Eso haré tio... ¿Nos vemos mañana?
– Por supuesto, por la noche, cuando la manada se reuna, nos veremos, Jackson tiene un itinerario para ti, síguelo al pie de la letra.
– Me comentó un poco sobre eso, iremos a correr por la mañana.
– Prepárate mentalmente, Jackson es bueno en completamente todo, es perfeccionista así que no perdonará fallas.
– Haré todo lo posible.
– Así se habla – parecía feliz– ahora ve a comer, no te quito más tiempo, nos vemos cariño.
– Adiós tio Sam.
Corté la llamada, respiré profundo, boté a la papelera lo que había utilizado para curar mi mano y salí del cuarto de baño.
– ¿Sam?
– Así es ¿Cómo te enteraste?
– Lo escuché – encogiéndose de hombros– te sorprendería la capacidad auditiva que tenemos.
– Siento que no tengo privacidad, hueles mis emociones, escuchas todo lo que digo, tendremos que pasar muchos días juntos... – tomé el vaso que me ofreció bebiendo todo el contenido– al menos tenemos alcohol y si me besas como lo hiciste antes... haré todo en tu maldito itinerario sin joderte demasiado.
– Es un trato tentador pero declino a la idea, no sabes lo peligroso que es eso.
– Tú tienes autocontrol, yo para nada, podría ser una buena lección de cama.
Antes de poder acercarme, extendió su mano hasta mí para poner espacio entre nosotros.
– Haremos esto, comeremos algo porque yo también muero de hambre y nos iremos a dormir, cada uno en su cuarto – especificó– mañana tenemos que madrugar.
– Tengo un plan mejor, comeremos algo y veremos una serie en Netflix ¿Has escuchado de Lucifer?
– Jamás la he visto, no me gustan las series.
– En ese caso la veremos desde el principio, iba en el capitulo seis así que no retrocederé demasiado – pasé por su lado, tomé la botella y me serví un nuevo vaso adentrándome a la cocina– ¿Qué quieres comer? Me prepararé unas patatas fritas con salchicha para mí.
– Que sean dos porciones, acabas de antojarme – caminando hasta mí– ¿De verdad veremos una serie? Son muy aburridas.
– Yo decía lo mismo hasta que encontré la indicada, y ver al sexy amo y señor del infierno será bastante satisfactorio.
– Siento que no es una buena idea...
Tomando una patata y un afilado cuchillo.
– Será divertido, solo acompañame a verla.
– Está bien, hasta el momento has tenido buenas ideas.
– Yo te llevaré al lado oscuro, tranquilo – reí– ahora intenta no rebanarte un dedo ¿Sabes lo que estás haciendo?
– Compro las patatas pre fritas en el supermercado así que no, es la primera vez que hago esto ¡ah!
– Demonios... te dije que tuvieras cuidado.
Rápidamente su piel se unió otra vez, ni siquiera dejó una leve marca, nada.
– A mí no me pasará nada, curo enseguida, así que no importa cuántas veces me corte.
– Que suerte la tuya... entonces hazlo rápido tortuga – reí– llevo tres papas y tú aún no puedes con una.
– Ya veremos quien ríe al último cuando te tenga sudando entre las colinas.
– Eso sonó muy porno en mi cabeza ¿En la tuya no?
– ¿Todo tiene que ver con sexo cuando se habla contigo?
– No siempre, realmente no hablo de sexo, menos con chicos, pero ahora me apetece y si algo me apetece, hablaré del puto sexo.
– A tu tío Sam no le gusta que maldigan.
– Ya me lo dijo ¿Me ves preocupada?
– Para nada, y deberías, no quieres verlo enojado.
– ¿Tú si lo has visto enojado?
– Muchas veces. Es el Beta de papá, cuando él no me está vigilando, lo hace tu tío.
– Que molesto... ¿No has pensado en escapar alguna vez? Cuando llegues a viejo, no tendrás nada divertido que contar a tu descendencia.
– No habrá descendencia si no cuido de la manada, no lo entiendes porque no tienes este peso sobre los hombros y no has vivido aquí para ver el peligro que puede derribarnos.
– Tendré mucho tiempo para averiguarlo, y sé cuánto peso tienes sobre los hombros, es una gran responsabilidad ser el Alfa, pero de todas maneras, antes de tomar el cargo, deberías hacer algo divertido.
– Aquí no puedes hacer nada sin que el resto lo sepa, los arboles tienen ojos y lamentablemente todos me conocen ¿Qué podría hacer?
– ¿Qué te gustaría hacer? Esa es la pregunta más importante.
– Pues no lo sé ¿Qué se supone que hace un chico normal?
– Beber hasta alcoholizarse, algunos se drogan, van a fiestas para divertirse, otros van a enredarse con alguna estúpida desesperada que intente demostrar algo que no es frente a sus amigas, también...
– Espera ahí ¿A qué te refieres? ¿Hablas de ti?
– Claro que no, es un ejemplo, esas cosas pasan.
– No olía nada, en cuanto comenzaste a hablar sobre eso olí rabia, ahora nerviosismo.
– Puto olfato de emociones – pateando el piso– no es de tu incumbencia.
– Todo lo que tenga que ver contigo es mi problema ahora, dime ¿Tú te iniciaste en una fiesta?
Terminé de pelar la última papa y no levanté la mirada, casi no recordaba ese momento, fui una tonta.
– Desnúdate Becca.
– ¿Qué?
Mirándole perpleja ¿Lo decía en serio?
– Desnúdate, cuéntame tus problemas, tus manías, lo que te llevó a tomar esa decisión y si es digno de recordar, cuéntame todo lo que quieras, yo estoy para ayudarte – sonrió terminando de pelar su papa– desnudarse no solo es quitarse la ropa, es abrir tu corazón, tu mente, tu alma hacía otras personas, y tú estás demasiado cerrada a cualquier tipo de ayuda, yo no estoy aquí para juzgarte, creo que te haría bien contar esa historia en voz alta.
– No es algo de lo que me enorgullezca, tampoco me gusta recordarlo, no sé cómo pude acceder a eso.
– ¿Bebiste?
– Lo hice... fue esa noche que me encontraron, yo siempre bebo y tengo buena tolerancia, quizás es mi sangre Lycan que no me dejaba emborracharme, pero esa noche... una amiga me dio una pastilla, era azul, quizás lila, y tenía una cara sonriente en medio – cortando las papas en finas líneas– lo hice porque todos lo hicieron, no quería ser menos, ya era la idiota del grupo por ser la única virgen.
– Continúa, no voy a juzgarte.
Tomando las salchichas cortándolas en rebanadas, al menos eso sí lo hacía rápido.
– Cuando esa pastilla hizo efecto me sentía tan mal... sudaba, todo me daba vueltas, vomité un par de veces en el baño... jamás me sentí tan mal, veía cosas extrañas, la música sonaba demasiado fuerte... fui hasta el baño con la intención de descansar un poco, pero un chico me siguió y... pasó lo que pasó – mi estómago se revolvió– me sentía tan sucia y molesta porque mi amiga me dio esa cosa y nadie se quedó para cuidarme como yo lo habría hecho que salí, me fui al callejón a tomar aire y solo terminé vomitando más, era espuma, ya no tenía más en el estómago, fue entonces que esos tipos aparecieron.
– Becca, tú misma lo dijiste. Tienes buena tolerancia ¿Te has embriagado antes?
– Nunca, siempre terminaba bien las fiestas.
– Eso es porque eres un Lycan, pero esa pastilla fue la que te hizo mal, dime una cosa ¿Se parece a estas?
Tomó su móvil, buscó una foto y me las enseño, eran las mismas pastillas.
– Son esas ¿Cómo las conoces? ¿Las has probado?
– Se le requisaron a un lobo luego de estarlas repartiendo entre los jóvenes para poder sentir algún efecto en sus cuerpos, estas pastillas están hechas con acónito, la dosis necesaria para afectar tu sistema nervioso y provocarte alucinaciones – observándome– lo que te pasó no fue un accidente, tu "Amiga" te vendió a esos idiotas que querían tu cabeza de trofeo, no debes confiar en nadie desde ahora ¿Está bien? Solo en mí, en tu tío, mis padres, nadie más, nadie es seguro y confiable.
Escalofríos recorrieron mi espinazo.
– Demonios... fui... una estúpida.
No podía creerlo... casi muero por una chica que conocía hace bastantes años... ¿Quién lo diría?
– No lo fuiste, solo confiaste en la persona equivocada. Uno pensaría que nadie jamás nos traicionará, pero no todos hacen las cosas como nosotros lo haríamos, eso es muy molesto y nos hace pedazos por dentro ¿Hace cuánto la conocías?
Puse a calentar el aceite, boté las cascaras en la basura mientras sacaba cuentas, aún no podía creerlo.
– Ocho años, acabábamos de cumplir ocho años de amistad.
– Vaya... fueron bastantes años para traicionarte de esa manera ¿Cuál era su situación económica?
– Se fue de casa igual que yo, vivíamos juntas con una pareja de chicos un año mayor, el contacto fue de ella.
– Yo creo que lo hizo por dinero... es lo que mueve el maldito mundo, esa chica no tiene honor ni respeto.
– Ahora que me dices esto creo que con mayor razón no volveré a confiar en nadie, después de todo siempre soy traicionada o abandonada, es mejor confiar solamente en uno, soy mi mejor opción.
– No es así.
– ¿Quién más? No puedo obligar al tío Sam a cargar ahora también con mis fallas e inseguridades.
– Me tienes a mí, tú eres mi máxima prioridad ahora, no temas en hablar de lo que quieras conmigo, yo no te juzgaré, mi único propósito es tu bienestar en estos momentos.
– ¿Sabes? Pensé que tener un guardia las veinticuatro horas sería muy molesto – comenzando a freír las patatas– pero tú me agradas, me entiendes bien, me siento segura.
– Mañana vas a odiarme, ya verás.
– Tengo mis momentos, no todo es color de rosa contigo, así que espera y verás. En unos cinco o diez minutos más estaré jodiendote otra vez.
– No tengo duda de eso, ahora... pondré la mesa para comer ¿La mesa ratona frente al televisor?
– Si por favor, y busca Lucifer en Netflix, vas a enamorarte de la serie.
– No me gustan los hombres.
– Hay unas diablesas muy sexys también, espera y verás, la historia es buena.
Sonrió de lado, negó divertido y comenzó a buscar en las gavetas las cosas que necesitaríamos para comer. No muchos minutos después, un gran plato de lengua repleto de chatarra estaba frente a nosotros, a medida que bajaba la comida, los capítulos avanzaban y Jackson se enganchaba más a la serie, la trama de policías y detectives le estaba gustando ¿Quién lo diría? El perro guardián encontró su hobbie.
Siete de la mañana, estaba intentando seguir el ritmo del moreno de ojos verdes frente a mí, tenía la lengua afuera, me dolía la garganta y una costilla por el esfuerzo físico, jamás corrí tanto en mi vida como ahora, de hecho, cuando tenía acondicionamiento físico en la escuela, me escondía en el baño cada cuatro o cinco vueltas que había que darle al lugar, si debíamos dar diez vueltas, yo con suerte daba dos, máximo tres, jamás me gustó esto.
– Jackson, paremos un poco... me estoy muriendo.
– ¿Ya estás cansada? – corriendo de espaldas, el con suerte sudaba– no llevamos ni la mitad del camino.
– Me sacaste de casa a las seis de la mañana ¿Cómo es que no llevamos ni la mitad? Tendré un infarto aquí mismo.
Al ver que realmente estaba exhausta, decidió parar. Sacó de su mochila dos botellas de agua para hidratarnos y tomó asiento frente a mí, yo solo me dejé caer con poca gracia bebiendo todo lo posible.
– Calma tonta, no puedes beber tanto si seguirás corriendo, vas a vomitar.
– ¿Cómo se supone que sobreviviré? Tú ni siquiera estás agitado, es más, ni siquiera parece que llevamos cerca de una hora corriendo, hasta el frío se me quitó.
– Necesito que pongas mayor esfuerzo, quiero que te transformes ¿oíste? Es la única manera de que comprendas quien eres, debes aceptar lo que eres.
– Sé lo que soy.
– Pero no lo crees. Cuando lo consigas podrás correr como yo lo hice, sanaras rápido, podrás oler emociones, activar tus sentidos, en sí, todo lo que hace un lobo.
– ¿Cómo se supone que me transforme?
Suspiró.
– Mira... busca en tu interior, contén la respiración, busca dentro de ti esa mitad salvaje que amenaza con salir, anoche mientras discutíamos en mi casa, sacaste los colmillos, lo hiciste de manera inconsciente, pero ahora quiero que lo hagas intencional, solo hay un detalle.
– ¿Cuál?
– Quítate la ropa o vas a destrozarla.
– No creo que sea buena idea...
La sola idea de desnudarme y tenerlo a él aquí, subía mi temperatura, sentía mi sangre literalmente hervir en mis venas, mis colmillos crecieron ¿Quién lo diría? Estar excitada era un buen incentivo.
– Quítate la ropa o vas a romperla, lo digo por tu bien. No querrás regresar a casa desnuda.
– No es justo si solo yo me quito la ropa, transfórmate, quiero que me muestres como se hace.
Sonrió de lado poniéndose de pie.
– ¿Tú y yo desnudos en el bosque? –Quitándose la camiseta– ¿Crees que es buena idea? Dame espacio, no sé si saltaré sobre ti o... si mi lobo lo haga cuando te vea desnuda.
Mordí mi labio quitándome la camiseta.
– Una prenda por otra, será divertido.
– ¿Divertido? Será divertido cuando me expliquen que joder están haciendo – una chica alta de oscura melena y ojos celestes hermosos se acercó furiosa a nosotros– Vas a explicarme a que joder estás jugando Jackson o te juro que te corto las pelotas a mordiscos.
– No me digas, Leah.
Asintió extendiendo su brazo hacia un costado, colocándose frente a mí, protegiéndome.
– Quédate tras de mí en todo momento.
– No pienso moverme galán.
Clavando mi mirada en la pelinegra furiosa frente a nosotros ¿Celosa perrita? Habrá más de donde vino esto.
Diablos... casi consigo ver desnudo a este Adán. Algo en este pueblo no quiere que yo tenga sexo consentido, es injusto.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
¡HOLA MIS AMORES!
HOY FUE MI PRIMER DÍA DE CLASES Y A PESAR DE TODO QUISE PASAR A SALUDARLAS, ESPERO LES GUSTE EL CAPITULO DE HOY, VOLVERÉ MUY PRONTO. LAMENTO EL MENSAJE CORTO, ESTOY REALMENTE MUERTA DE SUEÑO... ASÍ QUE... NOS LEEMOS MIS AMORES.
UN BESOTE PARA TODAS, LAS AMO.
PD: PERDÓN POR EL SALUDO Y EL CAPITULO CORTO PERO YA ME ESTOY MURIENDO...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top