25. Sorpresa.

Seis meses, exactamente seis meses vivimos en el bosque, asustados, en constante peligro y también en constante cambio, convirtiéndonos en mejores lobos, más veloces, menos compasivos con el enemigo, matando junto al clan Nix sin titubear, viendo cabezas rodar, sangre chorrear, quemando sus cuerpos cada noche en las enormes fogatas que encendíamos para celebrar que cada vez habían menos de ellos y más de nosotros.

Fue muy extraño cuando todo acabó, la tía de Leah se entregó voluntariamente, pagó con su vida sus pecados contra la manada, con ellas muertas, los forasteros se marcharon lo bastante lejos y probablemente jamás volverían, la manada de los Hale era de temer, no querrían volver a entrometerse en nuestro camino otra vez.

Agradecimos a los Nix y celebramos una ultima vez cerrando el pacto de paz con intercambio de sangre, Daiana y Tyler nos dieron la oportunidad de cerrar el pacto en lugar de ellos, después de todo, pronto tomaríamos nuestro lugar como líderes, ellos llevan bastantes años en ello, olvidaba que los lobos no envejecen como los humanos, eso me recordaba por qué el abuelo Nicholas parecía un señor de unos treinta y tantos cuando ya cumplía más de cien, aun hay muchas cosas de este mundo que no comprendo, pero con los compañeros indicados... aprender no será tan difícil.

– Jackson ¿Dónde está la mamadera?

Revisando por toda la casa, las provisiones llegaron por la mañana cuando yo iba a dejar a Thomas a la guardería, él las recibió y las guardó en donde estimó conveniente, pero no lograba encontrarlas.

– Están justo en las puertas sobre tu cabeza, arriba arriba.

Señalando.

– Pero no alcanzo ¿Cómo planeas que pueda hacer sus mamaderas?

– ¿Para qué estoy yo preciosa?

Pegándose a mi espalda, rozando todo su paquetón por mi retaguardia.

– Eres un pervertido – moviendo mi trasero hacia atrás aumentando la fricción– tú no cambias.

– ¿No lo sientes? ¿Está en el aire?

Rodeando mis caderas con sus manos.

– Así es, comenzó el calor justo a tiempo – volteando entre sus brazos quedando atrapada entre su cuerpo y el mueble de cocina– ¿Aún quieres una familia numerosa?

– Yo sí ¿Cuatro hijos?

– ¿No crees que es demasiado?

– Nosotros fuimos muy felices.

– Bien, perfecto, que sean cuatro – quitándome la ropa– más te vale preparar la herramienta Hale, para que salgan muy guapos.

– Hemos practicado por semanas, ya somos expertos en el arte del sexo.

Con uno de sus brazos me levantó depositándome sobre el mueble, separó mis piernas y se coló entre ellas comenzando a desnudarse.

– No sabes cuanto me excita ver tus caninos fuera de esos apetitosos labios.

– Son más apetitosos durante estos días mi amor – lamiéndolos– te invito a probarlos.

– Acepto preciosa.

Acercándose a mí, lamió mis labios, comenzando a besarme lento, produciendo esos calientes sonidos cada vez que dejaba mi boca para volver a atacarla después, introduciendo su lengua en mi boca, tomando todo lo que podía entregarle mientras usaba sus dedos para estimular mi clítoris, calentándome más si era posible.

Gemí del gusto cuando sentí su pene separar mis carnes, semi transformándose en el proceso, provocando que su pene cambiara sus dimensiones mientras me penetraba, aumentando el placer del momento, acariciando mi punto G sin siquiera esforzarse, esto no tiene comparación con el sexo entre humanos, el sexo entre hombres lobo es otro nivel, puede llevarte al mejor orgasmo de tu vida en segundos si no sabía bien como jugar.

Jackson y yo nos acoplábamos de una manera tan única, cada quien sabía qué cosas le gustaba al contrario, que áreas de su cuerpo resultaban más estimulantes, donde besar, donde lamer, donde y con qué intensidad morder, lo sabíamos todo, por esa razón, no tardamos demasiado tiempo en sentir esa maravillosa sensación de el globo a punto de explotar.

– ¿Estás segura de que quieres una familia?

– Lo quiero todo contigo.

Respondió.

Yo solo quería estar segura de que era lo que él quería.

– Entonces muérdeme, completemos el proceso, cumplamos el sueño cariño.

– Joder Becca, no tienes idea de cómo te amo.

Sin esperar más tiempo, ambos perforamos la piel del contrario, en segundos, sentí mi sangre hervir, mis colmillos crecieron, Jackson gimió del gusto, apresurando sus movimientos mientras se corría en mi interior, apretándome contra su cuerpo, bebiendo de mi sangre, intercambiando esencias, uniéndonos una vez más, reafirmando nuestros votos de matrimonio.

– Recupérate cariño – separándome de él, jadeante y sudada– intentémoslo otra vez.

– Se sintió muy bien mezclando ambas cosas.

– Se sintió mucho más estimulante – lamiendo la sangre que escurrió por su barbilla– Tenemos tres horas más antes de ir a buscar a Thomas.

– Perfeccionemos a su hermanito entonces.

Tocándose.

Preparando su pene para un nuevo round.

**

Media noche, toda la manada se reunió en el lugar que solíamos ocupar antes de que todo cambiara, sería la primera noche de regreso en nuestro hogar, todos teníamos mucho que limpiar, muchas cosas que reorganizar, y también, debíamos eliminar a las visitas no deseadas en nuestras casas, vivíamos prácticamente en medio del bosque, las zarigüeyas, ratas, diferentes clases de bichos, y demás, nos invadían, pero a estas alturas del día ya teníamos todo más o menos resuelto.

Lo primero de todo fue recitar nuestro mantra, aquello que nos hacía una familia, nos recordaba nuestros principios y el camino que debíamos recorrer.

Lo segundo fue ir con nuestra familia, Thomas estaba con nosotros, tenía una enorme duda que necesitaba aclarar, así que fui directo con Daiana mientras Jackson se iba a bromear con sus hermanos, Tom y su padre.

– Qué sucede niña, tienes un rostro de preocupación, es como si hubieras visto a Leah en el bosque.

Riendo.

Hace mucho no la veía así de relajada.

– Lo que pasa es que me salieron unas marcas, Jackson dice no saber que son.

– ¿Qué marcas cariño? ¿Dónde?

Sostuve con un brazo a Thomas mientras levantaba mi camiseta con la otra, lo suficiente para dejar ver las dos gotas que aparecieron como tintas negras alrededor de mi ombligo, ambas lo bastante visibles, y no tenía idea de qué significaban.

– ¡Cariño! ¡Pero si estás embarazada! – tocando mi vientre– ¡Felicidades! Van a ser dos, cada gota significa un bebé – observándome sonriente– yo tuve las mismas marcas cuando me embaracé de Dominique y Dante.

– ¿Embarazada? ¿Así de rápido? ¿Se puede saber así de rápido?

No lograba entender aún lo mágico de nuestros cuerpos, jamás dejaban de sorprenderme.

– Nuestro cuerpo nos avisa automáticamente cuando se produce el milagro, y las marcas jamás desaparecen, mira las mías – levantando su camiseta enseñándome cuatro gotas como las mías– las marcas de mis cuatro hijos.

– Jamás me di cuenta de tus marcas y te he visto desnuda muchas veces – posando mi mano sobre mi vientre– Jackson se pondrá como loco, no sabíamos que podía quedar embarazada tan rápido.

– ¿Tú querías? ¿Ambos querían?

– Así es, queremos aprovechar que Thomas es pequeño aún. Jackson quiere cuatro hijos, una familia abundante y que sus edades no sean muy alejadas para que se lleven bien, creo que... quedar embarazada es más fácil de lo que pensé.

– Por eso ponemos mucho énfasis en usar protección al momento del sexo y evitar morder a sus parejas cuando estemos en época de calor, es muy fácil quedar embarazadas, debemos estar seguras y que sea un hombre que nos acompañe en el proceso.

– Ahora lo entiendo, diablos... tendré más precaución cuando cerremos la fabrica de bebés, ahora iré a contarle la noticia a Jackson.

– Se pondrá como loco –Aplaudió emocionada– Ven con la abuela cariño, algo me dice que tu papá se pondrá como loco cuando se entere y besará a tu mamá como si fuera la primera vez.

Cargando a mi pequeño besando su mejilla repetidas veces.

Caminado juntas hasta el grupo que emanaba testosterona, Jackson me recibió con un beso, contándome las estupideces que sus hermanos hablaban.

– Galán, calma – riendo, DIDI era un par de estúpidos– es muy divertido, pero tengo algo más importante que contar.

– ¿Es sobre las marcas? – borrando su sonrisa– ¿Daiana sabe? ¿Es algo malo? ¿No es malo cierto?

Levantando mi camiseta tocándolas para ver si podían borrarse.

– Es algo bueno de hecho ¿Cómo no vas a saberlo si has vivido toda tu vida aquí?

– ¿Por qué tendría que saberlo todo? – ladeando la cabeza– ya dime, estoy preocupado.

– Bien, prepara los pantalones guapo, estoy embarazada – mostrándole a los demás– y serán dos – acariciando las gotas– cada una significa la cantidad de bebés que tendré, las lobas saben automáticamente cuando están embarazadas y cuantos serán.

– Y prepara bien los pantalones criatura – su madre lo miró– porque los lobos como nosotros tenemos un periodo de gestación de cinco meses, es como un promedio entre los perros y los humanos, comenzaré a comprar cosas para mis nietos ¡Serán tres nietos Tyler! ¡Estamos envejeciendo!

¿Cinco meses? ¿Me estás jodiendo? Es poco tiempo para prepararse, además, no sabría que serían hasta el día del parto ¿Emocionante no? Comienza la cuenta regresiva.

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