Esperé cinco segundos, exactamente cinco segundos antes de levantarme de la silla dispuesta a caminar hacia ella para cantarle un par de cosas.

– No, espera.

Tomó mi mano levantándose conmigo.

– Qué – hace – aquí.

Marcando cada palabra para que entendiera lo furiosa que estaba.

– Ella está aquí porque no vive con su tía, negó los cargos y no hay pruebas sobre su participación.

Hablando rápidamente para excusarse.

– Así que lamentablemente quedó libre – continuó hablando– le dije que no viniera porque sería una provocación para ti – me soltó al ver como dejaba de estar a la ofensiva– pero aún así vino y lo siento mucho ¿Sí? Iba a contarte mañana, no quería arruinar nuestro día.

Suspiré sentándome otra vez.

– Si hubieras comenzado por eso, no me habría vuelto loca.

Tomó asiento conmigo.

– Es que me asustó tu reacción, eres una persona que se deja llevar mucho por sus emociones, tenías rostro de querer arrancarme la cabeza.

– No, a ti no, a ella sí.

Mirando hacia el frente, la gente estaba esperando que diéramos algunas palabras para comenzar a comer.

– Comencemos con esto, hablaremos más tarde.

Dije colocando mi mejor sonrisa.

– Está bien, lo hablaremos en casa – sonrió también– Muchas gracias por compartir nuestra felicidad el día de hoy, prometemos cuidar nuestro amor hasta el día de nuestra boda y cuidar de la manada de la misma forma que lo han hecho mis padres, por favor, no duden en buscarnos si necesitan ayuda de cualquier tipo, Becca y yo desde ahora estamos también al servicio de la manada.

– Como en todas nuestras reuniones –era mi turno de hablar– me gustaría que recitáramos nuestro mantra, aquellas palabras nos unen, nos identifican, y refuerzan nuestro honor como lobos de esta manada –mirando a Leah– comencemos por favor "Como lobos debemos valorar y respetar a nuestros hermanos sin importar su manada, sus costumbres, o su experiencia, somos familia, y un lobo caído es una extremidad perdida, si estamos unidos, somos invencibles, separados... llegará pronto nuestra perdición" gracias a todos, comencemos a comer.

Felices, todos prestaron atención a su plato comentando lo delicioso que estaba, quien sea que cocinó esto, era una estupenda chef.

– Diablos, esto está delicio ¿Quién lo preparó?

– La tía Rosie maneja un restaurant, ella y su personal se encargaron de todo esto, es muy buena cocinera.

– Creo que después de comer debemos acercarnos a todos ellos y agradecer, esto está delicioso y les dimos poco tiempo de preparación.

– Creo lo mismo – besando mi mejilla– después de comer, cuando comience el baile te presentaré a todo el mundo que participó en esto. Estarán muy felices de saber que te gustó lo que preparamos.

– ¿Hay un baile? Más importante ¿Cuánta gente preparó esto? Creí que tus hermanos, tu padre y tú lo hicieron.

– Hay un baile, así que prepárate – rio– y ¿Cómo crees? Era demasiado corto el tiempo para preparar todo nosotros solos, recibimos mucha ayuda, pero ya te los presentaré a todos.

– Sí, creo que debería familiarizarme con los rostros de estas personas, después de todo viviré aquí por mucho, mucho tiempo.

– Hablando de mucho tiempo, te presentaré a mi abuelo Nicholas, debe estar sentado cerca de mis padres.

– Hablando de abuelos... ¿Yo tengo abuelos? Mis padres tuvieron que salir de algún lugar ¿No?

– Por parte de tu padre... realmente no lo sé, él estaba solo cuando nos encontró, lo recibieron en la manda hace muchos años, y en cuanto a tu madre... tus abuelos están muertos, eran mucho más viejos que el abuelo Nicholas.

– Rayos... entonces solo tengo a Sam.

– Y eso es más que suficiente, Sam es una persona increíble.

– Lo sé, estoy muy agradecida con él, me ha cuidado toda mi vida.

Sin darnos cuenta, entre bocado y bocado, los minutos pasaron y ya era hora del baile, un maldito vals que jamás en la vida bailé ¿Lo peor? Haría el ridículo.

Su diestra apoyada en mi cintura, nuestras zurdas juntas, mi diestra en su hombro. Estaba temblando de los nervios.

– Tranquila, es solo un baile.

– Es que jamás he bailado esto, me da miedo hacer el ridículo.

Pegó su cuerpo al mío.

– Solo sígueme, esto es fácil – comenzando a balancearnos en cuanto la música se acopló al ambiente– son leves movimientos, un par de giros tontos y ya estás bailando.

Su aliento caliente chocaba en mi cuello.

– ¿Sabes lo tranquilizador que me resulta estar contigo?

– Es lo mismo para mí, tú eres mi hogar, siempre lo has sido, esto es... este es el mejor día de mi vida.

– Imagina el día de nuestra boda, no imagino como será mejor que esto, hoy fue... mágico.

– Esto es algo pequeño, ya verás lo grandiosa que será nuestra boda, estoy esperando que cumplas la mayoría de edad, solo tres años más.

– Es demasiado... lo siento Jackson.

– ¿Qué son tres años comparados a toda una vida contigo?

– ¿Me permites?

Su madre y el tío Sam estaban a nuestro lado pidiendo el siguiente baile, así nos fuimos intercambiando de parejas, bailando con todo el mundo, claro que aproveché esta oportunidad para conocer personas nuevas, recordar rostros, agradecer por hacer posible esta fiesta de compromiso, todo era felicidad hasta que vi a Leah empujando a la mujer de edad bailando con Jackson, ahora era su turno.

– Tranquila fiera, me estás estrujando los dedos.

– Dominique, no estoy para chistes, esa chica me está cabreando, pero mal ¿Y si le arranco todo el cabello? Merece ser calva.

– Lo merece, es cierto – asintió viendo en la misma dirección que yo– no se da por vencida – tirando de mí para que volviera a bailar, estaba a punto de caminar hacia ellos– pero no es ni el momento ni el lugar, estropearás tu día Becca, deja que fantasee, Jackson siempre ha sido tuyo, ella fue una obligación, recuerda esto, ni con todos los intentos del mundo, obtendrá la atención de Jackson, lo tienes bajo el efecto del calor aún, y entre las parejas, el efecto del calor dura... por siempre, jamás se apaga la llama, menos cuando deciden acoplarse, tú eres su mate.

– ¿Qué es mate?

¿Hablábamos de hierbas?

– ¿De verdad preguntas porque no lo sabes?

– Claro ¿Por qué más lo haría?

– Un Mate es tu compañero, tu persona predestinada. Las leyendas dicen que cada quien nace predestinado para una persona, solo para una y no todos tienen la suerte de encontrarla, y cuando es tu Mate, logras identificarlo enseguida, tu mundo cambia, el tiempo de conocerse no importa, sabes que es el indicado, lo sientes.

– Vaya... que profundo viniendo de ti.

– También sé decir cosas serias mocosa, pero dime ¿Lo sientes?

– Lo siento, estoy segura de que Jackson es mi mate.

El mencionado me observaba con rostro de circunstancias, no sabía qué hacer.

– ¿Cómo lo sientes?

– Mi cuerpo me lo dice. Cada fibra nerviosa vibra por él, mi cuerpo lo necesita, mi corazón se siente atado al suyo, mi mente piensa todo el día en él. Así que... este sentimiento se llama haber encontrado a mi Mate, ahora tiene forma.

– Vaya... me gustaría encontrar a esa persona especial alguna vez.

– ¿Quién sabe? Puede estar más cerca de lo que crees, solo que tú y tu gemelo se centran en el sexo.

– Así es como experimentamos, el sexo dice mucho sobre las personas.

– Es parte de un todo yo diría – viendo a esa perra acariciar a mi hombre– demonios, es solo un maldito vals ¿Qué cree que está tocando tanto?

– Creo que necesita un salvavidas.

– Creo que yo también.

Separándonos.

– Rómpele una pierna.

– No lo dudes.

Decidida hice mi camino directo a ellos dos, sujeté a Leah del brazo y tiré de él lo suficientemente fuerte para separarla de Jackson.

– ¿Qué crees que estás haciendo?

– Felicitando al futuro novio por supuesto.

– No confío en ti, en tus palabras o en tu comportamiento de puta que no mata ni una mosca. Aléjate de mi hombre ¿Entendido? Me comportaré hoy porque es MI fiesta de compromiso CON JACKSON, pero si te vuelvo a ver así de cerca otra vez, te aseguro que dejaré un regalito en tu rostro y no te va a gustar.

– Ponele bozal a tu perra joder – observándome con asco– ¿Tanta inseguridad te genera mi cercanía?

Casi me salió vapor por las orejas de la colera que sentía.

– ¿Inseguridad? Por favor Leah, ambas sabemos a quien a amado Jackson desde que tenemos memoria, no soy yo la que se está arrastrando para buscar si se me ha caído una mínima migaja y que estés restregándote en mi pareja se ve bastante feo, todo el mundo te mira mal – señalando a mi alrededor, lo que la hizo avergonzar– esto se llama sororidad, no inseguridad, así que ve a buscar a un soltero y no a un chico ocupado, ocupa tu tiempo en algo productivo.

– Te las verás conmigo Becca Mitchel, ya verás.

– Esa amenaza ya la he escuchado muchas veces ¿Mandarás a tu tía otra vez? ¿Cómo la sacarás del calabozo? Diles a los otros infiltrados que lo pasaré bomba en mi noche de compromiso por si quieren mirar.

Pateó el piso haciendo una pataleta.

– Haré que te comas tus palabras.

– No gracias, prefiero comerme a este bombón – abrazando a Jackson– vete ya. Perdedora.

– Ya veremos quien pierde más aquí, ya lo verás.

Dando media vuelta, se alejó entre la multitud.

– Gracias, no podía sacármela de encima.

– Intenté contenerme, pero no pude evitar venir, odio a esa mujer.

Besó mis labios lentamente.

Sentí como si todo a mi alrededor se detuviera, todo iba en cámara lenta.

– ¿Por qué me siento más sensible ahora?

Su aliento caliente estaba en mi cuello otra vez.

– Es perfecto, llegó el momento.

– ¿Momento de qué?

Sin querer apartarme, sentí a Jackson aullar a mi lado.

– De marcarte delante de todas estas personas, demostrándole a la manada que eres mi chica y que yo soy tuyo.

– ¿Qué debo hacer?

Movió mi cabeza con lentitud hacia un costado y deslizó el tirante de mi vestido hacia un lado, exponiendo mi cuello.

Toda la manada de pronto nos rodeó, parecían emocionadas, me recuerda al momento en el que la novia lanza el ramo y los caballeros esperan la liga emocionados.

– Solo déjate querer por mí, luego te toca morderme a mí.

– ¿Qué es diferente de las otras ocasiones en las que nos hemos mordido?

Sintiendo su lengua caliente hacer contacto con mi piel.

– Que esta vez es definitivo, eres mi Mate, estaremos juntos por el resto de nuestras vidas – besó mi cuello. Casi pierdo el equilibrio si no fuera por su brazo rodeando mi cintura– aparecerá una marca en tu cuerpo y en el mío, es media noche y hay luna llena, por eso el compromiso debía ser hoy, es el día ideal para marcarnos.

– Explícame todo en detalle después profesor, ya quiero llevarte en mi piel.

Sin esperar más, sus dientes perforaron mi piel sintiendo esa oleada de placer recorrerme de extremo a extremo.

Si estuviéramos solos de seguro habría tenido un orgasmo.

Me siento muy caliente en estos momentos, literalmente mi cuerpo estaba en llamas.