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Al despedirse saludando a la cámara, el chico dio con el botón para finalizar el directo permitiéndole a Jisoo soltar un sonoro suspiro de alivio dejándose caer sobre el colchón.

Había sido Jaemin el de la idea de llevar a cabo una transmisión en vivo para explicar, ellos mismos, toda la situación en la cual se habían visto envueltos para dejar en claro por fin toda la verdad luego de que la antigua agencia de la chica también se hubiese pronunciado.

La otra chica empezó a aplaudir vitoreando en son de broma para hacerlos reír.

— ¿Crees que estuvo bien? —Pregunta la pelinegra jugueteando con sus dedos.

—Habían muchos comentarios positivos, más de lo que me esperaba, sinceramente —aseguró, recibiendo entre sus brazos a su novio aplastándola en el puff—. Lo hicieron de maravilla.

—Gracias por estar aquí junto a nosotros —murmuró contra su cuello, antes de girarse y sentarse sobre sus piernas para mirar a Jisoo—. Bien hecho, Jisoo-ssi.

Esta tan solo le brindó una sonrisa inclinando la cabeza, agradeciendo también en voz baja sintiendo que por fin podía respirar con tranquilidad.

Viendo varias cajas con sus pertenencias junto a la cama del hotel, siendo aquella habitación lo único que tenía en ese momento. No entendía cómo su vida había dado un giro tan extremo en tan poco tiempo; siendo una cantante rookie trabajo duro para ganar reconocimiento, para el día siguiente no tener grupo, agencia ni siquiera un lugar donde vivir.

Sin embargo no dejaría que unas personas malintencionadas arruinaran todo sus sueños, luego de una difícil llamada con sus padres, quienes al enterarse de las noticias habían insistido en ir a Seúl a buscarla, había conseguido quedarse en la ciudad completamente decidida a seguir sus sueños.

No importaba que tuviera que quedarse en una habitación de hotel y buscar uno o dos empleos, ella iría a todas las audiciones que pudiera, se esforzaría hasta desfallecer, haría todo lo que estuviese en sus manos y más, pero saldría adelante. Estaba decidida.

—Los chicos dicen llegarán pronto, ya compraron todo para la noche de películas —anuncia aún sentado sobre el regazo de su novia, sintiendo sus brazos enrollarse a su torso.

La castaña asintió aún cuando este no la veía, para acto seguido girar hacia Jisoo—. Vendrás con nosotros, ¿cierto?

— ¿Qué? No, no, por supuesto que no —dijo de inmediato negando con las manos.

—Oh, vamos, sabes que eres más que bienvenida por los chicos —la interrumpió el chico casi quejándose—. Prometo que te divertirás.

Minutos luego, mientras Jaemin escribía con los chicos en el pasillo, dentro de la habitación Rinah se encontraba ayudando a la chica a escoger entre las pocas prendas de ropa que su agencia no rompió para encontrar algo que ponerse.

Se había molestado consigo misma cuando se vio sintiendo lástima por la chica, sin embargo sabía que luego de pagarle la habitación de hotel por unos días ella nunca permitiría que le regalara algo de ropa suya hasta que pudiera conseguir ropa con su propio dinero.

—Rinah unnie —la llamó mientras esta se encontraba girada para que ella no se cohibiera para cambiarse—. ¿Usted cree que los chicos de verdad no me guardan rencor?

Suspiró escuchando nuevamente esa pregunta, de forma diferente, sin saber ya qué hacer para que esta le creyera.

—Jisoo-yah, si nosotros te guardáramos rencor, ¿crees que estuviésemos aquí en este momento? ¿Qué hubiésemos hecho que terminaran tu contrato? ¿Ayudarte a instalarte o invitarte a reunirte con nosotros? —Acto seguido, aún sentada sobre la cama, abrió los brazos dándole la espalda— Cuando termines quiero que vengas a darme un abrazo.

Pero claro que no se esperaba sentir de inmediato un abrazo desde su espalda, cuando la peli negra rodeó su cuello con sus brazos haciendo que esta regresara el abrazo con algo de dificultad.

No sabía qué, pero había algo en la chica que la hacía querer cuidarla tal vez por haber presenciado cómo esta perdía todo lo que conocía como vida se desmoronaba por algo que ni siquiera fue culpa suya, desde su empleo hasta las que decían ser sus amigas dentro de su grupo. La chica se encontraba sola en todo el sentido de la palabra y ella no era tan mala persona como para dejarla a la deriva.

—Los chicos están abajo, ¿están listas? —Dice Jaemin luego de unos golpes en la puerta, obteniendo la respuesta positiva de parte de ambas.

Entrelazó su brazo con el de la pelinegra le brindó una sonrisa caminando en dirección a la puerta, ahora yendo los tres en dirección al lobby para encontrarse con la camioneta que llevaba al grupo de un lado a otro.

La pareja hacía su mayor esfuerzo para mantener a Jisoo en la conversación y que esta no se dejara llevar por los nervios de ver a los chicos nuevamente, siendo que la primera y única vez que los vio fue el día en que, entre sollozos y lloriqueos, les contó su versión de la historia. Esto hasta que pasaron por un gran ventanal dándole una gran idea a la castaña.

—Nana, tómanos una foto, por favor —dijo, sujetando su mano para sacar su celular y entregárselo, antes de girar hacia Jisoo y llevarla frente al cristal.

Ignorando su mueca de confusión la puso junto a ella, sonriéndole para que posara hacia la cámara, alzando dos dedos en el momento en que el chico dio la cuenta regresiva para la foto, añadiendo que tomaría varias para que pudieran elegir.

—Ahora vamos, los chicos nos están esperando —anuncia, guardando el aparato para tomar de sus manos y hacerlos correr hacia la calle.

—Unnie, espera, espera. —Rinah, ignorándola por completo, la llevó con ella hacia la camioneta haciendo que entrara antes que ella.

—Buenas~ —saludó la castaña girando para ver a los compañeros de su novio.

— ¡Hola, noona! —La voz de Chenle sobresalió ante las de sus compañeros, haciéndola soltar una risita— Y hola, Jisoo-ssi.

—Es bueno ver que aceptaste nuestra invitación —dijo Haechan dirigiéndose a la peli negra.

—Cierto, prometo que te divertirás con nosotros. Haremos todo lo que podamos para hacerte sentir cómoda —fue ahora el turno de Jeno para hablar con esa típica sonrisa suya que haría temblar el corazón de cualquiera.

Cuando el vehículo se puso en marcha de nuevo, la conversación entre los chicos se retomó comentándole ahora a Jaemin lo que habían hecho y alguna que otra cosa que los hyungs habían pedido.

Mientras tanto una observadora Rinah notó de reojo cierto comportamiento extraño en la chica a su lado. Miró más fijamente a Jisoo notando la forma en la cual retorcía sus dedos apretando la tela de su atuendo.

—No son mostruos, Jisoo, no te preocupes —susurró moviéndose más cerca de ella—. No te obligo a que seas su mejor amiga, pero te aconsejo o te pido que te des una oportunidad de conocerlos, te prometo que no te arrepentirás.

—Pero... siento que no lo merezco —responde en el mismo tono, apretando la mandíbula al igual que su puño—. ¿Qué tal si...

—Jisoo-ssi, ¿nos oíste? —La voz de Renjun hizo que ambas féminas giraran la cabeza para ver al vocalista— Preguntamos si preferías una película de comedia o animada, estamos decidiendo qué veremos.

Teniendo las seis miradas sobre ella fue el momento de reflexión cuando Jisoo por fin se dio cuenta de todo; ellos, a pesar de todo lo que "ella" había hecho seguían mirándola como si fuera una amiga más, un miembro más de su grupo de amigos. Ellos de verdad la querían a ella ahí, no querían nada de ella, no esperaban más de ella que elegir entre comedia y animación.

—De animación estaría bien —susurró con la voz temblorosa haciendo sonreír a quienes querían aquella opción.

— ¡Veamos una del Studio Ghibli! Por favor, por favor, por favor —exclama Rinah sacudiendo el hombro de su novio haciendo que ahora conversaran entre todos para decidir la película.

Por fin todos y cada uno de ellos podían sentir la paz y tranquilidad completa, por fin la única preocupación que tenían era elegir una película para ver juntos.



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