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—Insisto que te estás metiendo más de lo que deberías —dijo de nuevo el hombre en el asiento del copiloto, frotaba su rostro en señal de frustración ante la terquedad de la chica.
Desde el asiento trasero Rinah no hacía más que escribir con rapidez dividiéndose entre las conversaciones de Jaemin, Jisoo e incluso su madre quien se había enterado que estaba en Corea y no le había dicho nada.
—"Song Rinah, la novia de Na Jaemin, el maltratador" —citó sin apartar la mirada de la pantalla de su celular para luego suspirar y bloquear el aparato para dejarlo sobre el asiento—. Soy la única que conoce las dos versiones de la historia y soy quien hará que todos sepan la verdad, no por nada regresé de Estados Unidos.
— ¿Por qué no se acerca ella directamente a Jaemin-ssi? —pregunta girando en el asiento para mirarla a la cara.
—No le he contado nada a Nana, quiero que sea ella quien le cuente la verdad —explicó manteniendo el contacto visual mostrando una expresión calmada a pesar de estar jugueteando con sus dedos de forma nerviosa—. Su agencia no tiene idea de que ella se reunió conmigo y no tiene forma de salir ya que cortaron sus recursos, además de que no quiere llamar para preocupar a su familia.
Soltó un gran suspiro desplomándose a lo largo de asiento cubriéndose el rostro empezando, sin darse cuenta, a mover el pie de forma incesante—. Ella necesita un aliado justo ahora, ahjussi.
Habían pasado tan solo tres días desde que había llegado a Corea, el tiempo suficiente para que las personas se dieran cuenta y ya estuviera en varias revistas sensacionalistas. Desde la primera aparición en una de estas empezó a recibir mensajes uno tras otro por parte de su novio desde el celular de Chenle.
Era toda una tortura para ella mantener toda esta información en secreto para su novio sobre todo cuando no se había podido comunicar de nuevo con Jisoo hasta ese día. Todo había surgido de improvisto ya que recibió un mensaje de parte de la chica anunciando que ese día había logrado escabullirse para ir con ella, obligándola a contarle por fin toda la situación a su mánager necesitando algo de ayuda para actuar lo más rápido posible.
Se impulsó de nuevo al notar el anuncio del hombre diciendo que habían llegado al punto del encuentro, viendo a la pelinegra justo donde había indicado deteniendo el auto junto a la acera dejando entrar a la chica con rapidez para emprender su camino de nuevo.
—Hola, ¿estás bien? —Pregunta notándola quitarse la gorra negra y los lentes, antes de saludar con respecto a los mayores.
—Dentro de lo que cabe —dice mostrando una diminuta sonrisa mientras bajaba su mascarilla hacia su barbilla—. ¿Usted está bien?
Ignorando por el momento la pregunta, la castaña acercó su mano al rostro de la cantante tomando con dos dedos la liga de la prenda en su rostro para quitarla y mostrar el detalle que había notado: una pequeña raya rojiza en su mejilla.
— ¿Quién te abofeteó tenía un anillo puesto? —Su pregunta casi escupía la indignación que sentía al reconocer al instante la pequeña herida.
—Les pedí por última vez que dejaran todo esto de lado, mi mánager estaba enfurecida conmigo —susurró apretando sus dedos entrelazados, bajando de inmediato la mirada clavándola en sus piernas—. Dije que si no me dejaban retractarme de su comunicado no renovaría mi contrato con la agencia...
— ¿Tu contrato está a punto de terminar? —Cuestiona tratando de cambiar sutilmente el tema, viéndola mover su cabeza de arriba abajo con rapidez— Eso es una buena noticia, al menos no te podrán controlar por mucho tiempo, además de que denunciar va más allá de las actividades controladas por una agencia. ¿Verdad, ahjussi?
Logrando que la chica se calmara escuchando a su mánager, procedió a tomar su celular de nuevo para avisarle a Jaemin que estaban a punto de llegar a los dormitorios negándose de nuevo a contarle lo que estaba sucediendo.
En el fondo también estaba preocupada ya que no sabía cómo reaccionaría su novio o sus compañeros que estuvieran allí, sin embargo como siempre trataba de pensar la mejor situación posible y no se preocuparía siquiera en imaginar una mala reacción de su parte.
Pero tenía su respaldo, tenía sus pruebas y más ahora que había hablado de nuevo con Jisoo.
La chica no era tan tonta como lo había pensado y le había entregado varias grabaciones que había hecho a escondida cuando trataba de mediar con su agencia. Tenía confesiones de absolutamente todo, reclamos que había recibido Jisoo cuando rogaba a su mánager que dejara de hacer todo lo que planeaba, ahora suplicando que retiraran la denuncia ya que no quería hacer nada malo que pudiera perjudicar a terceros.
Esperaba, tan solo esperaba que Jaemin fuera tan receptivo como ella lo había sido.
— ¿Está segura que esto es una buena idea? —Inquiere apretando sus manos con la tela de la camiseta de la mayor.
—Tranquila, no es momento de retroceder ahora —asegura brindándole media sonrisa antes de tocar la puerta.
Respiró hondo sintiendo a la chica tensarse en su espalda al momento de escuchar los golpes en la puerta, sin pasar ni diez segundos antes de que esta fuera abierta mostrando a un sonriente Jaemin, sonriente por dos segundos hasta que visualizó a la chica escondida detrás de su novia deteniéndolo antes de lanzarse a abrazarla.
—Sé que esto te parecerá extraño, pero debes confiar en mí —dijo Rinah alzando sus manos antes de que el chico abriera siquiera la boca—. ¿Puedes hacer eso por mí?
A sabiendas que su novio nunca se negaría a algo que le pidiese si utilizaba las frases "por mí" o "para mí", se sintió un poco mal cuando lo vio asentir con la cabeza luego de unos segundos de reflexión, haciéndose a un lado para darle paso a las dos féminas.
Fue Haechan quien casi suelta una mala palabra cuando, junto a los chicos, se apareció en la entrada al notar como su compañero tardaba de más solo recibiendo a su novia encontrándose con la misma sorpresa que Jaemin.
Tan solo bastaron unas vagas explicaciones de parte de la castaña para que ahora se encontrara en la sala de estar de pie junto a una aterrada Jisoo, frente a ella se encontraba Jaemin sentado en el centro del sofá sin quitarle la mirada a su novia, sentado entre Taeyong y Doyoung mientras que detrás y a los costados del sofá se hallaban los demás integrantes de Dream junto a Johnny y Yuta, todos expectantes ante la situación y en la espera de unas buenas explicaciones.
—Rinah-yah, creo que hablo por todos al decir que estamos bastante... confundidos —habla Doyoung rompiendo por fin el silencio de la sala.
Girando para darle una última mirada a la chica, la aludida asintió con la cabeza y procedió a hablar—. Sé que lo que Jisoo-ssi está a punto de contarles sonará algo descabellado la primera vez que lo escuchen, los entiendo, yo también me sentí así, pero puedo asegurar que todo lo que les dirá es cierto y me consta porque tengo pruebas. Lo pensé mucho antes de siquiera darle el beneficio de la duda y si estoy aquí con ella hoy es porque le creo.
— ¿A qué te refieres? —La voz entrecortada de Jaemin hizo otra grieta más a su corazón, no obstante no tuvo siquiera oportunidad de responder.
Bajo la mirada sorprendida de todos, Jisoo se inclinó en el suelo colocándose sobre sus rodillas antes de posar sus palmas sobre el piso y dejar caer su frente sobre estas, mostrando una reverencia de máximo arrepentimiento.
—Lo lamento tanto —sollozó con su rostro oculto entre sus brazos haciendo que Rinah tuviera que contenerse de no echarse al suelo y arrullarla como a un bebé—. Todo esto ha sido culpa mía y estoy en extremo arrepentida, pero prometo que nada de lo que ha sucedido ha sido mi idea, lo juro. Prometo que no quería hacerle daño a nadie, lo prometo, se los juro.
Por un momento cuando no se oían más que balbuceos entre sollozos, las miradas cayeron sobre Rinah quien se había inclinado junto a esta posando su mano en señal de apoyo sobre su espalda, antes de darse cuenta al otro lado de la chica se encontraba Jeno quien, sujetándola del hombro, hizo que se incorporara de nuevo para ahora entregarle una caja de pañuelos. Solía cargar con ella debido a los episodios de llanto constantes de su mejor amigo.
Este detalle, este pequeño detalle encendió una llama dentro de la pelinegra, por primera vez desde hacía mucho tiempo se sentía rodeada de gente que, si bien no confiaba en ella, se preocupaban por ella, aunque sea muy en el fondo.
Al igual que había sucedido con Rinah, había que ser un completo apático para no notar su sincero sufrimiento.
—Debes tranquilizarte para que nos cuentes todo, ¿entendido? —Suelta como una sugerencia mientras mostraba una pequeña sonrisa para calmarla— Nadie aquí te va a juzgar pero necesitamos que seas sincera con nosotros.
Entre lágrimas, sollozos y pañuelos de papel la chica relataba nuevamente la historia que antes le había contado a la chica que aún se mantenía en el suelo a su lado. Cada vez que su voz se cortaba y sentía que en cualquier momento aquellos chicos dejarían de escucharla, sentía la mano de Rinah sujetando la suya brindándole la valentía que a ella le sobraba.
No lo confesaría en voz alta por temor a pecar de exagerada pero cada vez que la veía a los ojos surgía en su mente que esa era la imagen de un ángel, así debían lucir, así actuaba un ángel.
En ese momento eso era Song Rinah para ella, el ángel que la había salvado de caer al abismo, o quien la había detenido antes de empujar a Jaemin hacia ese abismo. Fuera cual fuera la situación sabía que sin la chica todo se le habría terminado por salírsele de las manos y era algo por lo cual no dejaría de estarle agradecida.
¡Nuevo episodio, bebés! A pedido de todos los que me comentaron y escribieron al privado pidiendo actualización de esta historia que, lamentablemente, está en sus capítulos finales.
(Dedicado a una personita que me comentó para esta historia).
No me daré muchas largas para no aburrir a nadie y tan solo espero que les haya gustado este nuevo capítulo narrado. Por cierto, nunca les pregunté si preferían los episodios con publicaciones o si también les gustan los narrados.
Bueno, ahora sí. ¡Hasta la próxima, mis bellezas!
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