#15 Narrado "Luna de miel"
Narra Javier Mascherano
Recién llegábamos a Orlando, mejor dicho, a Disney, y al parecer ya tendrÃa que pelearme con alguien.
(Hello welcome. I hope you enjoy your stay here, my name is Cristian, but you can tell me Cris, any thing do not hesitate to call me, much less you)
- Hola bienvenidos. Espero que disfruten de su estadÃa aquÃ, mi nombre es Cristian, pero puedes decirme Cris - miró a mi novio con una gran sonrisa - cualquier cosa no duden en llamarme, mucho menos tú - le guiño un ojo el muy pelotudo
- Deja de chamuyarlo idiota, no te das cuenta que está casado conmigo - le dije ya re caliente mostrándole nuestros anillo. El hombre me miró con cara de orto y se dio media vuelta alejándose del lugar.
Lionel me miró confuso
- ¿Qué fue eso?
Por un momento olvide que Lionel no entendÃa ni lo más mÃnimo en ingles, mejor asÃ.
- En mi defensa él te estaba chamuyando - lo tomé de la mano y lo dirigà a nuestra habitación, sabÃa que se quejarÃa o algo.
- ¿Vinimos a que me celes todo el tiempo? - habló cuando entramos a la habitación
- Te cele una sola vez no jodas
- Sà pero recién llegamos Javier!
- Bueno cerra el orto - dije dándome vuelta para quedar frente a él, quien ya estaba en boxer sacando las sábanas para dormir
Me acerqué disimulado y lo tomé de la cintura pegándolo a mi, él soltó un pequeño gemido pero que me fue totalmente suficiente para saber que esa noche no iba a dormir.
Lo di vuelta para poder mirarlo y lo tiré rápidamente en la cama, no querÃa esperar más.
Empecé a desvestirme mientras el besaba y mordia mi cuello
- Mm, no pa-para Javi
Le reste importancia y seguà con mi trabajo, ahora si comenzando a acariciar el amigo de Lionel
- Aa-a para Javi, dale Javier bas-basta
- Qué pasa? - le contesté aún con mis manos en su miembro
- N-no porque yo mañana quiero ir a los juegos y me va a doler todo sino
Siempre supe que tenÃa un novio bastante infantil pero nunca pensé que tanto, me causó gracia la sinceridad con la que lo dijo pero de todos modos mi excitación no se iba a ir porque el quisiera ir a los juegos...
- Dale Javi, mañana lo hacemos - me dijo nuevamente ahora con un pucherito en sus labios
SÃ, definitivamente tengo un esposo infantil y pelotudo, como iba a imaginarse que con un pucherito me iba a convencer, ese pucherito me excito más pero preferà dejarlo asà ya que sino mañana estarÃa todo el dÃa reclamandome que le hice el amor.
Me acosté a su lado, le regalé una de mis mejores caras de orto, me di media vuelta y después de prácticamente media hora de discusión para que no me abracé, porque orgulloso siempre claro, me dormÃ.
Cuando desperté, recordé esa media hora de mierda y me sentà tan pelotudo... tanta queja al pedo, ahora estaba yo abrazandolo a él mientras dormÃa.
Lionel abrió sus ojos de a poco y como si no hubiera nadie a su lado se desperezo pegándome varias piñas.
- Fue a propósito, no? - reÃ
- ¿Vamos a jugar? - me dijo el, evadiendo mi pregunta
- Me gustarÃa desayunar primero viste, sino me voy a cagar muriendo
Lionel aceptó y pedimos que nos traigan el desayuno a la pieza.
Tremendo desayuno se pidió el hijo de puta, como se nota que no le importa que en una semana vuelve a entrenar, y mucho menos le debe importar que ahora se va a vomitar la vida, el alma y hasta los huesos mientras esté en los juegos.
Nos dirigimos al parque de diversiones, a penas llegamos vi la cara de felicidad de Lio. Era un niño con juguete nuevo. Me causó mucha ternura por lo que decidà que tenÃa que comerlo a besos. No se resistió en lo más mÃnimo, por lo que duró vario rato.
Fuimos a los juegos, uno tras otro, prácticamente me arrastraba de acá para allá de la mano de mi esposo. Ãl estaba como si nada, yo me cansé más rápido pero no podÃa decir que no a semejante belleza, y no, no me refiero a Lionel, aunque tampoco podÃa negarme a su felicidad, pero es que los juegos eran realmente impresionantes.
Cuando volvimos al hotel cenamos, cosa que no fue de mi total agrado, ya que él mesero era también quien habÃa coqueteado a mi esposo apenas llegamos. De todos modos, la comida era riquÃsima.
Volvimos a la habitación y nos sentamos en la cama a ver una pelicula.
Me acerqué cada vez más a el petiso y sexi esposo que tengo y empecé a depositar dulces besos en su cuello, mientras hacÃa caricias en su abdomen tan perfectamente marcado. Los besos se hacÃan poco a poco más intensos, con una única intención, acabar dentro de él.
- Quiero ver la pelÃcula Javi
- Dale, pone pausa - prácticamente roge
- No, dale, miremos la pelÃcula - insistió
- Se supone que una persona en su luna de miel tiene sexo
- No pasa todo por sexo Javier
Me estaba hartando cada vez más por lo que preferà dejar la conversación ahà e irme a duchar.
Cuando salà Lionel ya estaba dormido, con su manito bajo la almohada y bastante tapado. Me acosté junto a él y dejé en su frente un dulce beso de buenas noches. Porque, aunque peleemos, este pibe me re puede.
Al parecer estaba muy cansado ya que me desperté yo después que Leo.
"Arriba, arriba Javi, hay que despertarse"
Me cantó como si fuera un niño pequeño, dejando sobre mis piernas una bandeja con el desayuno.
- No soy ni Thiago ni Matu eh! - reÃ
- Entonces me llevó esto.. - dijo tomando la bandeja
- No, salà de acá con mi comida no te metas
Ambos reÃmos y desayunamos. Hoy harÃamos un dÃa en la pileta.
Fue bastante divertido al igual que los otros dÃas que pasarÃamos luego en la pileta. Fueron tres dÃas de pileta. Agotador, al menos para mi.
Lo único malo fue cuando a mi señor esposo le agarró un ataque de celos uno de los últimos dÃas.
- Javier no podes andar asà por la vida - comenzó a hablar. No tenÃa idea de que estaba hablando - Como te vas a meter con una maya blanca, se te transparenta todo! ¿Qué estas buscando? ¿Qué te miren? ¿Me querés meter los cuernos en nuestra luna de miel?
No pude contestar, simplemente empecé a reÃr. No podÃa parar por más que Lionel me hiciera caras de culo o se quejara. La risa era muy fuerte.
Cuando por fin paré me di cuenta que él ya no estaba ahÃ. Subà a la habitación, no me preocupe, muy lejos no podÃa estar aparte no creo que sea tan boludo. ¿O si? Preferible no entrar en ese tema, serÃa una discusión eterna.
Cuando entre lo vi a mi esposo haciendo su valija. Histérico como mina, pensé.
- Qué haces?
- Me voy. No quiero ver como me metes los cuernos en mi luna de miel - contestó molesto
- No podes irte asà - reclame
- A ver, y por qué no puedo?
- Porque no se supone que me dejes sólo en nuestra luna de miel, viste
- Tampoco se supone que me metas los cuernos - dijo aún sin mirarme
lo tomé de su brazo derecho, jalandolo hacÃa mi
- Me encanta que te pongas celoso - dije dándole un beso en su nariz - ¡esa narizota! - lo burle, el rió levemente y seguà besandolo
Los besos se volvÃan cada vez más intensos, más deseosos. Cada mimo, cada caricia, provocaba que a mi piel le de un cosquilleo raro, pero que amaba con locura. Todo de Lionel lo amaba con locura. Ãl era tan perfecto, me hacÃa tan pero tan bien.
Comencé a desvestir a mi esposo, quien dejaba en mi cuello un camino de saliva. En los besos, nuestras lenguas bailaban una danza erótica, poco a poco fuimos cayendo en la cama, sin despegarnos en ningún momento. Amaba sentirlo cerca, bien cerca.
Comencé a desplazar mis manos por el torso desnudo de Lionel, causando que su piel se erizara. Llegué hasta la cintura, luego, saque mis manos de su sexi cuerpo para sacarme la remera que tenÃa puesta, dejando asà mi pecho al descubierto. Una vez que me deshice de la prenda, sentà el pecho de mi amado contra el mio, y también sentà la necesidad de sentir otras partes de su cuerpo. Comencé a desabrochar sus pantalones, mis intenciones estaban completamente claras ante los ojos de mi esposo quien tenÃa una mirada ansiosa y lujuriosa.
Fui descendiendo cariñosamente por su cuello, marcando al pequeño que tenÃa Lionel debajo, totalmente mio y a mi disposición. Baje mis besos hasta uno de sus pezones, comenzando a lamerlo y morderlo. Al llegar al ombligo deje un casto beso. Finalmente, llegué a su cintura, donde deje varias marquitas. Subà la mirada y me encontré con una imagen perfecta, él amor de mi vida con sus ojitos cerrados, sus manitos apretando con fuerza las sábanas, y su boca entreabierta susurrando mi nombre.
Segui descendiendo y deje un beso en su pene, comencé a masturbarlo para terminar de despertar al No-Tan-Pequeño-Messi. Empecé con movimientos lentos, a los cuales sume mi lengua. Luego de un rato allÃ, metà en mi boca el miembro de mi esposo, tomando con una mano lo que no llegaba a succionar y chupar.
Sin pedir permiso lo di vuelta ganandome un quejido, fui dejando besos, mordidas y chupetones por la espalda de mi amor, hasta llegar a su culito. Separé sus nalgas para tener mejor acceso a su rosada entrada. Pase la lengua por encima y luego comencé a lubricarlo, metiendo y sacando mi lengua, ganandome varios gemidos.
Después dirigà dos dedos a su boca. Cuando consideré que ya estaban lo suficiente lubricados, los dirigà a su entrada metiendo y sacandolos, abriendo y cerrandolos en forma de tijera. Para ese entonces, mi esposo ya gemia mi nombre. Lionel empezó a hacer movimientos involuntarios con sus caderas, saque mis dedos al darme cuenta que ya estaba listo, por lo que recibà una queja.
Abracé a mi esposo sobre la cama, comenzando a penetrarlo de manera lenta, "¿En serio Javi? Te necesito adentro, hacelo más rápido" Al oir esto solté una pequeña risita, pero obedecà a mi esposo y termine de entrar en el de un golpe.
Comencé con un duro vaivén, logrado que la habitación se llenara de gemidos y jadeos de ambos, de peticiones por más de Lionel, y un fuerte olor a sexo se impregnara en aquel lugar.
Las embestidas comenzaron calmadas pero luego fuerom acelerando y Leo movÃa sus caderas al mismo nivel de rapidez, haciendo que yo prácticamente saliera de adentro suyo para volver a insertar a mi amigo nuevamente hasta el fondo.
Lo di vuelta otra vez, para quedar frente a frente, tomé en un instante sus labios. Los succione y los mordà repetidas veces acallando los gritos y gemidos de ambos. Me dirigà a su oreja, lamiéndola y susurrando palabras románticas. Con mi mano tomé el miembro de Lionel y volvà a bombearlo.
Yo gemÃa fuertemente mientras él se abrazaba a mi cuello.
"Javi, besame" logró articular y yo gustoso obedecà sin dejar de embestirlo. Gemidos incontrolables salÃan de nuestras bocas.
Cuando acabamos atine enseguida a acostarlo sobre mi y apoyar su cabeza sobre mi pecho, era una costumbre ya, sabÃa que el amaba eso
- Volves a ponerte una maya asà y él que va a gemir doscientas veces mi nombre vas a ser vos
- Me dejaste sin sexo en toda la luna de miel, algo tenÃa que hacer - reÃ, expresando ahora sà la verdad
- Vamos a sacar una foto - dijo él evadiendo mi comentario
- ¿Para qué?
- Para que todos vean que sos mio.
Aunque me negué bastante terminé accediendo a la petición de mi novio
- No, en Instagram no - dije cuando me di cuenta que la estaba publicando
- Tarde, bebé
@leomessi
»Tan mio @Mascherano«
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@kiamascherano: me gustarÃa no ver como mi hermano tiene relaciones sexuales, gracias
@Pocholavezzi: uy me excite
@eilsxdasilva: la diva requiere tus servicios @kiamascherano
@MarcosRojo: y yo los tuyos bebéð
@Neymarjr: ojo con mi hermana que esta embarazada
@AlexaMessi: Dejate de joder y veni conmigo Da Silva Santos JR
@Neymarjr: con gustó bae ððð
@melisagrienzmann: y mi francesito tan lejosð¢ð
@lucasdigne: ya pronto iré de visitas ðð
@AliciaPique: algunos con tanto, otros con tan poco...
@SerfiRoberto: Si fueras mi novia tendrÃas el doble que ellosð» @AliciaPique
@GeriPique: Dios por favor dale un cerebro a mi hermana y que no este con Sergi
@Gago5: Yo también quiero sexo @realbarbarapalvin
@realbarbarapalvin: estoy ocupada ð
@TerStegen: ocupada? ð haciendo qué se puede saber? ððð
@Lodeiro: DONDE ESTAS @Gago_Aylu?
@Gago_Aylu: En la casa de @Dybala â¤
@Lodeiro: Vuelve ya, me da celos ese ð
@Dybala: Haces bien en ponerte asà ðð
Espero les haya gustado, yyyyy muy feliz cumple a Alexamessi la chica mala que me quiere robar a mis machos pero que adoro mucho ⤠Disfruta mucho de tu dÃa!!
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