Todavía no me creo que en el primer día de clases me haya ido tan bien.

Primero, un guapo profesor nos sorprendió a todos; después, dos dioses griegos entraron a la escuela, y además Cassie y yo estamos juntas con ellos en el trabajo que nos dejó el profesor; y por último, ahora mi hermana y yo estamos junto a ellos en la entrada de su casa.

Desconozco mi suerte el día de hoy.

—Ahora que lo pienso... creo que hubiera sido mejor que hiciéramos los trabajos en su casa.— Luke hizo una mueca mirando a su primo.

Mi hermana y yo los miramos extrañadas— ¿Por qué lo dices?— pregunté confundida.

—Es que...— dijo Max mientras abría la puerta— no conocen a nuestra familia.

Por favor, mi hermana y yo venimos de la familia Miller, y créanme, es la familia más loca que existe.

Max terminó de abrir la puerta y nos indicó que entráramos, cosa que hicimos.

—¡Ese labial es mío, Molly!— dos chicas fue lo primero que vimos al entrar.

—¡Que no es tuyo!— le gritó la otra— es nuestro... ¿o qué? ¡¿acaso no sabes el significado del término "compartir"?!

Una señora se aproximó hacia ellas y les lanzó sus chanclas, provocando que las dos chicas se quejaran. Luego le quitó el labial a la tal "Molly"— ¿Hasta cuando ustedes con sus peleas absurdas?

—No es una pelea absurda, ella se robó mi labial.— la chica de cabello rizado señaló a Molly.

—Que no es tuyo, estúpida...— se cruzó de brazos.

—Pues ahora es mío.— la señora se guardó el labial en el bolsillo— ¿Acaso no ven que tenemos invitadas?— nos señaló— sean cordiales, niñas.

Luke rascó su nuca algo incómodo— Eh... creo que nos avergonzaron más rápido de lo que pensé...— susurró— ellas son nuestras compañeras, Cassidy y Sophie... chicas, ella es nuestra abuela y ellas son mis hermanas.

Amablemente se acercaron a mi hermana y a mí— Pero qué hermosuras tan hermosas...— la abuela pellizcó nuestras mejillas— llámenme Salma, es un gusto conocerlas.

Max la detuvo— Abuela, por favor... no son granos, deja de pellizcarlas.

—En su vida pasada, decimos que fue una pinza de ropa.— nos susurró Luke, por lo que reímos.

—El gusto es nuestro, señora.— Cassie sonrió.

—¡Hola, soy Luna!— dijo la chica de cabello rizado enérgicamente.

—¡Y yo soy Molly!— se presentó la otra.

—Hola, chicas.— las saludamos.

—Oh por Dios, acabo de darme cuenta de que son gemelas.— Luna abrió la boca sorprendida.

¿Qué? ¿Gemelas?

Wow, no lo sabía.

Max la miró con cara de: "¿Es en serio?"— Vaya... si no me lo dices no lo hubiera notado jamás.

—Qué estúpida es, no puedo con ella...— Molly negó refiriéndose a su hermana.

Luna los fulminó a ambos— Ja, ja...— rió sarcástica.

Mi hermana y yo reímos.

—Ok, ok, basta de habladurías...— interrumpió Salma— ¿tienen hambre?— cuestionó mirándome a mi hermana y a mí.

Negué con la cabeza— Estoy bien, no se preocupe.

—Yo igual, aunque muchas gracias.— dijo mi hermana.

—Creo que mejor nos vamos a hacer los trabajos ya o se nos hará tarde.— dijo Luke, señalando las escaleras.

—Pero tienen que alimentarse.— su abuela insistió.

—Pero no tenemos hambre, abuela.— dijo Max.

La señora Salma asintió— Está bien, aunque si les da hambre, no duden en llamarme.— dijo.

Junto a los Jones, comenzamos a caminar hacia las escaleras— La abuela es latina, eso explica el por qué siempre quiere atragantarnos de comida y también explica el por qué de los golpes con la chancla a mis hermanas.— dijo Luke.

—¿Y de eso se avergonzaban?— alcé las cejas— todas me cayeron muy bien.— dije.

—Y a mí... chicos, sin duda no conocen a nuestra familia por parte de madre, ellos si están dementes por completo.— aseguró Cassidy.

Y no miente.

No lo hace en lo absoluto.

***

—¿Y qué si tu tio una vez salió a la calle con un vestido de Rapunzel?— alcé las cejas mirando a Max. Alcé mi dedo índice— Una vez estábamos en walmart y mi tio Justin retó a mi tia Alicia a cachetear a un guardía de seguridad; y ella lo hizo, lo que provocó que la detuvieran... Mi tia gritó por todo el lugar que no la podían detener porque era un unicornio.— me crucé de brazos.

Si eso no es suficiente como para probarle a este chico que mi familia está más loca que la suya, no sé qué más contarle.

Según él, no hay manera de que mi familia esté más demente que la suya; pero puedo asegurarles a todos que los Miller son mil veces peores que los Jones.

—Literalmente han pasado toda la tarde discutiendo sobre cual familia es peor... supérenlo, es estúpido.— Cassie rodó los ojos.

Luke asintió— Cierto... a nadie le importa.

—Se supone que eres mi primo, deberías apoyarme en esto.— Max miró a Luke.

—Y tú eres mi hermana, dile a este cabeza de chorlito que tengo razón.— miré a Cassidy.

—Por Dios...— Cassidy bufó y ambos continuaron escribiendo.

—No soy ningún cabeza de chorlito, tú lo eres.— me dijo Max.

Rodé los ojos.

Por Dios, es más terco que una mula.

El teléfono de mi hermana comenzó a sonar, cosa que me provocó ganas de llorar... extraño mi teléfono.

Maldito inodoro.

Malditas manos de mantequilla.

Mi hermana me tendió el celular— Es mamá, contéstale.

Le obedecí y le contesté a mi adorada madre— ¿Qué me dice la mamá más hermosa de todas?— comencé a caminar.

—Hola, mi amor... ¿cómo están?— contestó— ¿Por qué Noah no las ha traído a casa aún? las extraño tanto...

—Estamos bien, mamá... estamos en casa de unos amigos haciendo tarea... es por eso, pero ya estamos por terminar, así que tranquilízate.

—¿Ya les dejaron tarea el primer día?... por Dios, esos profesores necesitan relajarse un poco.— dijo, por lo que reí.

—Seguro pensarás que estoy loca, pero es la primera vez que no estoy molesta porque tengo tarea.— dije sonriente.

—¿Quién eres y dónde está mi hija?— cuestionó mamá, provocando que riera nuevamente.

—Soy la mismísima Sophie Reinhart, mamá... sólo es que tenemos un nuevo profesor que está para morirse, pero te contaré bien las cosas cuando llegue a casa.

—Oh por Dios, Sophie... más te vale que me lo cuentes todo.— rió— Bueno... te dejo para que continues con tu tarea, salúdame a tu hermana, las amo.

—También te amamos, adiós.— dije antes de colgar.

Adoro a mi mamá, es una de mis mejores amigas. Siempre nos entiende a Cassie y a mí en todo.

Al colgar me di cuenta de que había salido de la habitación de Luke y Max y había recorrido gran parte del pasillo sin darme cuenta.

¿No les pasa que cuando hablan por teléfono automáticamente comienzan a caminar sin razón alguna?

Es muy raro.

Me di la vuelta para volver a la habitación con los demás, encontrándome al profesor Ian detrás de mi con una expresión de diversion.

Demonios, demonios, demonios... No me digan que escuchó cuando hablaba con mamá sobre él.

—¿Estoy para morirse?— preguntó sin quitar esa expresión de diversión de su cara.

Abrí los ojos de par a par— Yo... no hablaba de usted profesor... hablaba del nuevo profesor de... matematicas...— mentí.

—Claro...— asintió sin creerme.

Le di una última mirada avergonzada y caminé rápidamente a la habitación de los chicos, los cuales me miraron raro al ver mi cara.

—¿Viste un fantasma?— preguntó Luke.

Casi...