¡Hasta nunca, zorra!
POV Sophie
—Te voy a agradecer que te comportes frente a mi papá, por favor.— le advertí a Max.
—Siempre me comporto.— me miró raro.
Si, como no.
Asentí— Si, siempre te comportas... pero como animal... esta vez quiero que te comportes como una persona, ¿bien?
Al entrar a la casa nos encontramos a mi papá... acompañado de una no muy buena compañía a mi parecer.
Angelina la zorra.
Ash, hasta se me quitó el hambre.
—Hola.— Papá nos saludó sonriente.
—Hola, papá...— miré a Angelina— Hola...— dije con una mueca. Ella me saludó de la misma manera— Papá, él es Max y haremos un trabajo.
Papá asintió— Hola, hijo.
Max lo saludó— Hola, mucho gusto, señor.
—Eh... ¿tienes hambre?— le pregunté al insoportable. Él negó con la cabeza. Ingnoré su respuesta y lo tomé del brazo— Yo también tengo mucha, vamos a la cocina.— lo arrastré hasta esta.
Al llegar me miró como si fuera un bicho raro— ¿Y qué mosco te picó ahora?
—Ninguno... es que papá metió a esa zorra en la casa.— al ver su cara de confusión decidí explicarle— Su nombre es Angelina y ni a Cassie ni a mí nos agrada en lo absoluto.
Frunció el ceño— ¿Y se puede saber por qué..?
—Porque aleguas se le nota lo interesada y zuripanta que es... solo mírala.— dije asqueada— Pero lo peor de todo es que a papá parece gustarle, lo cual es asqueroso.
—¿Pero si quiera la conoces?, ¿como sabes que es todo eso que dices?
—Mi instinto de hija me lo dice.— dije, por lo que rió— Y si Cassidy tambien lo piensa es por algo, ¿no crees?
Se encogió de hombros— Puede ser... ¿y qué piensas hacer al respecto?
—Pues espantarla para que se largue de una buena vez...— dije obvia— Y tú vas a ayudararme.— sonreí.
Él esbozó una sonrisa— Eso me parece una mejor idea que hacer tarea.
***
¿Pueden creer que el destino nuevamente esté de mi lado?
Porque yo no.
Papá decidió salir a comprar comida china... ustedes dirán: "¿Y eso qué?"
Eso, queridos amigos, significa que Angelina la zorra decidió quedarse en casa a esperarlo. Lo cual es una muy mala elección... claro, para ella, porque Max y yo estamos aquí, y no tiene ni la más mínima idea de lo que pensamos hacer.
A lo que papá salió de la casa, Max y yo nos dimos unas miradas cómplices y salimos de la cocina para ir a la sala con la enemiga, quien estaba con su vista puesta en el celular.
Ella estaba sentada en el sillón grande, así que ambos tomamos asiento cada uno a un lado de ella. Quitó la vista de su teléfono y nos miró raro— Ehh... ¿qué quieren?
¿Lo ven?
Su actitud es tan pésima como su vestimenta.
No la soporto.
Negué con la cabeza— No pasa nada...— miré la soda que tenía en sus manos y se la quité, seguido de eso le di un trago.
Aunque pensándolo bien... no debí haberlo hecho. ¿Y si se me pega una enfermedad?
Pero relájense, todo es parte del plan.
—Oye, ¿qué haces?— me miró mal— es mia, niña.— me la quitó bruscamente de las manos.
—Perdona, es la costumbre... en esta casa todo lo compartimos... la ropa, la comida...— enumeré con mis dedos— a veces hasta los cepillos de dientes.— mentí.
—Así es, siempre suelen compartir absolutamente todo...— esta vez Max le quitó la soda de las manos y le dio un gran trago, para después soltar un gran eructo— Mi familia es igual.
Angelina se levantó asqueada— ¡Me eructaste en la cara, cerdo! ¿tienes problemas o qué?... qué asco.
Asco tu cara.
Aunque Max si tiene problemas en realidad.
—Ay no... no me digas que en tu familia les da vergüenza eructar frente a los otros...— dijo Max.
—Aquí hasta hacemos competencias de eructos...— reí— es muy divertido— dije.
—Que asco.— nos fulminó— Voy a esperar a tu padre aquí, les agradecería si se largaran y me dejaran sola.
Perra, es mi casa así que relájate.
Miré a Max con una sonrisa malévola y le quité la soda. Me levanté— Está bien... vamos a hacer la tarea, Max.— simulé tropezarme y derramé "accidentalmente" lo que quedaba de la soda en la ropa de Angelina— Oh por Dios, perdóname.— tapé mi boca.
Si esta zorra se hubiera alejado de mi papi antes, no hubiera tenido que haber pasado por esto.
Ups.
—¡Mira lo que hiciste ahora, niña torpe!... ¡eres una completa estúpida!— exclamó sumamente molesta.
Pues déjame decirte que prefiero ser una torpe a ser una zorra, cariño...
—Por favor perdóname...— le pedí— después de todo si vas a estar con mi papá seremos como familia... las familias siempre se perdonan ¿no?
Rió sarcásticamente— Ni de chiste...— caminó hacia la puerta— tú y tu papá pueden irse al diablo... y tú también, niño asqueroso.— le dijo a Max.
—Adiós.— dijo Max mientras agitaba la mano.
—¡Hasta nunca, zorra!— dije en tono de burla.
La bruja al salir dio un portazo, haciendo que Max y yo estállaramos en carcajadas.
—Eso fue más rápido de lo que pensé.— dije satisfecha. Max y yo chocamos los cinco.
—De nada...— dijo.
—Gracias... quién diría que tú me ayudarías en algo... creo que ahora te soporto un poco más, insoportable.
Quién lo diría...
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