¡Gracias Diosito!
POV Cassidy
Sorprendí a Steve abrazándolo por la espalda fuertemente— Quiero desearle un feliz cumpleaños nuevamente al novio más hermoso de todo el mundo.
Él se dio la vuelta dejándome ver una gran sonrisa en su cara— Muchas gracias a la novia más perfecta de todo el universo. Te amo.— acarició mi mejilla.
—Te amo muchísimo más, cariño.— estaba a punto de besarlo, cuando alguien nos interrumpió.
—Hola. Feliz cumpleaños, Steve.— dijo Luke a mis espaldas.
¡Que bueno que se animó a venir!
—Gracias...— Steve hizo una mueca, por lo cual lo miré extrañada.
Me di la vuelta sonriente para saludar a Luke— No puedo creer que hayas venido.
Se encogió de hombros— Créeme, estoy más sorprendido que tú.
—Lo bueno es que ya estás aquí.
Steve me abrazó por detrás y me susurró al oido— ¿Quieres venir a un lugar más callado?
Luke hizo un gesto con su mano—Discúlpenme si los interrumpí, ya me voy.— dijo antes de alejarse de nosotros.
Steve me tomó de la mano y caminamos hacia un rincón de la casa en donde la música no retumbaba tanto— ¿Y ese qué?— me miró extrañado— ¿Quién lo invitó?
Fruncí el ceño— Yo lo hice...
—¿Por qué?— cuestionó.
—¿Te molesta?— pregunté extrañada. Él negó con la cabeza, por lo que lo miré incrédula— Es obvio que te molesta... ¿por qué?
—No, no me molesta... sólo es que... no lo sé. No me llevo tanto con ese chico como para que esté en mi fiesta de cumpleaños.— mintió— es raro...
Sé que miente, lo conozco perfectamente bien y es muy fácil para mí notar cuando no está siendo sincero conmigo.
Y es obvio que miente porque hay como 200 personas en esta fiesta y él no se lleva con más de la mitad. Y casualmente ha dicho nada sobre ello...
Entrecerré los ojos— Si, claro...— fingí que le creía.
Pasó sus manos por mi cintura— Bueno, ya está aquí... ¿qué más da?— esbozó una pequeña sonrisa— Antes de que nos interrumpiera, estaba diciéndote lo mucho que te amo...— Cuando iba a responderle, escuchamos que un vidrio se partió en la cocina. Steve hizo una mueca— Iré a poner orden...— señaló la cocina.
—¿Quieres que te acompañe?— pregunté.
—No, está bien... vuelvo enseguida.— me dio un pequeño beso en los labios y se fue.
Me acerqué a Luke, quien se encontraba a pocos metros de mí frente a la barra— Hola, de nuevo.
—Hola.— sonrió— Oye... ¿Steve se molestó porque vine verdad?
Negué con la cabeza— No... ¿por qué lo preguntas?
—¿Hablas en serio?— alzó una ceja— No se le veía muy feliz cuando me acerqué a saludarlos... lo menos que quiero es incomodarlo en su cumpleaños, así que si no quiere que yo esté aquí...
Lo interrumpí— Ay no, cálmate. Nada que ver... son ideas tuyas... créeme, Luke.— le aseguré.
—Bueno...— dijo no muy convencido.
—Relájate...— señalé la barra para cambiar de tema— ¿qué quieres de tomar?
—Yo paso... gracias.— dijo— te dije que era aburrido.
—¿Me vas a despreciar?— me adentré a la barra y serví dos tragos. Le tendí uno a él— Vamos...
Él lo tomó luego de unos segundos— Lograste engañarme con tu cara de niña buena...— reímos— eres mala influencia, Cassidy...— aceptó el trago.
Pestañeé varias veces— Si soy una niña buena, sólo quiero que Luke Jones se divierta esta noche.
Sonrió— Ok, pues entonces salud...— levantó su trago.
—Salud.— choqué el mio con el suyo.
***
POV Sophie
Brigitte y yo terminamos de bailar con unos chicos y salimos de la pista de baile— ¿Nos dan cinco minutos?— les dijo Brigitte a los chicos— iremos al baño y volvemos.— les avisó.
Y como dijo Brigitte, ambas fuimos al baño. Las dos suspiramos cuando entramos— Oh mi Dios...— dijimos a unísono, por lo que reímos.
Nuestro grandes suspiros se deben a que los chicos con los que estábamos bailando hace un segundo están para morirse... literal.
Ya sé que siempre digo lo mismo pero es que les juro que es cierto.
—Últimamente New York está lleno de puros dioses... ¿cómo es que esto pasó?
No sé cómo es que pasó, pero se lo agradezco a Dios.
Y gracias a Dios tambien el estúpido de Max no se me ha vuelto a aparecer para arruinarme la fiesta. Al contrario, mi suerte cambió para bien, porque dejé de ver su fea cara (ya sé que no es feo) y en lugar de eso, como ya dije antes, dos hermosos bombones se nos aparecieron a Brigitte y a mí y hemos estado bailando y charlando con ellos toda la noche.
¡Gracias Diosito!
Mi bombón se llama Alex y el de Brigitte se llama Spence.
Si, ya sé que sueno estúpida diciéndo "bombón".
—Tengo una corazonada que me dice que este si es con el que me voy a casar...— dijo la rubia segura.
Ambas nos miramos y estallamos en carcajadas.
Ni ella misma se cree eso.
Ella paró de reír— Bromeo, bromeo... pero si está muy guapo, ¿no lo crees?
—Están...— corregí.
Asintió— Cierto, cierto...— Sacó su polvo compacto de su bolso— ¿Sabes qué pienso?.. hemos hablado mucho con ellos pero ninguna de las dos les ha preguntado si son gays...
La miré raro— Obviamente no, idiota...
—¿Y tú qué sabes?... después de lo que me pasó con Morgan... más vale prevenir que lamentar.
Reí recordando el incidente de Morgan y Dustin— Tienes razón... y por si acaso, no les presentemos a Dustin aún.
—Estúpido "roba futuros esposos"— dijo Brigitte divertida.
Mujer prevenida vale por dos.
Ambas nos dimos unas últimas miradas en el espejo y salimos del baño.
Escuchamos un alboroto afuera así que ambas decidimos salir a ver.
Se trataba de un par de chicas que competían para ver cual de las dos se tomaba más rápido los vasos de vodka que se encontraban sobre unas mesas. La gente a su alrededor se encontraba gritando a todo pulmón alentándolas.
Al final, una de las chicas fue la ganadora, ganádose los aplausos de la gente.
Todos paramos de aplaudir cuando vimos que comenzó a vomitar.
Que desagradable...
La miramos asqueada.
—Que asco.— dijo Brigitte.
Un par de chicos se la llevaron.
—Bueno, bueno...— un chico dio un paso al frente— ¿quienes quieren ser los siguientes?— preguntó.
Yo paso... ¿se imaginan que termine al igual que la otra chica?
No, gracias...
—Apuesto a que si participamos en eso te gano...— Max llegó a mi lado, sobresaltándome.
El insoportable volvió.
—¿Tú otra vez?— pregunté con cansancio— Ya déjame tranquila, ¿quieres?
Miró a Brigitte sonriente— Sabía que le daría miedo enfrentarse de nuevo contra mí...— me miró— Te entiendo, yo también me cansaría de perder todo el tiempo.
Lo miré mal— ¡Él y yo somos los siguientes!— le dije al chico señalándonos a Max y a mí.
Me tiene cansada este zopenco, debo demostrarle quien es la que manda.
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