¡Aleluya, señor Jesús!
POV Sophie
—¡Ten piedad de nosotros, Violet... por favor!— Dustin se arrodilló y juntó sus manos frente a la bebé mientras ella lloraba.
Pues si... la felicidad no le duró mucho a la niña.
Lamentablemente.
Miré a Dustin con una sonrisa de diversión— ¿No habías dicho que el secreto para que Violet estuviera feliz eras tú y el problema era mi cara?— alcé una ceja.
—Pues... es que...— dijo mientras pensaba— tiene hambre...— dijo obvio.
Claro, claro...
—Ya que dijiste que tú te encargarías porque eras el experto, me voy...
—No, Sophie, por favor ayúdame...— dijo a mis espaldas mientras me alejaba— ¡Sophie!
Reí.
—¿Quieren por favor dejar de saltar?... van a golpearse.— dijo Cassidy con frustración mientras Jasmine, Lucy y Masey saltaban en uno de los sofás.
Les juro que ni mis primos ni Lucy se habían comportado jamás de tal manera.
Pero claro, les da por portarse mal justamente el día que nosotros tenemos que cuidarlos.
Gracias, Dios.
—¿A quién llamas?— le pregunté al ver que estaba marcando un número en su teléfono.
—A 0-800 Brigitte y 0-800 Steve... no puedo con ellos.
Buena idea, necesitamos refuerzos.
Me dirige hacia Emily, quien era la única que se encontraba quieta en un solo lugar, hablando por facetime— ¿Con quién hablas?
—Con la tia Sky.— respondió.
Me senté a su lado para poder hablar con ella. La miré exhausta— Hola, tia...
—Hola, preciosa...— rió— ¿Y esa cara?
Tomé el teléfono de mi prima y le mostré el caos que había en mi casa— Estos niños son unas bestias.— dije.
Nos miró confundida— Ellos no son así... ¿qué les dieron... 300 litros de café a cada uno?— preguntó.
—Pues hoy les dio por hacernos la vida imposible... Emily es la única que parece tener modales.— dije.
Emily hizo pose de diva— Obviamente...
Dustin se acercó a nosotras con Violet— Hermana, necesito que tomes un vuelo ahora mismo y vengas a ayudarnos a cuidar a tus sobrinos... En especial a ella.— le rogó.
La tia Sky hizo un puchero— ¿Por qué llora mi bebé...?
—Hemos intentado hacer de todo pero no para de llorar, estamos a punto de darnos un tiro.— dije.
No, no exagero para nada.
—¿Y ya le dieron una oreo?— preguntó. Emily, Dustin y yo nos miramos boquiabiertos— Chicos, no me digan que no le han dado una oreo... ¿acaso no saben de quién es hija esa niña?
Corrí a la cocina por un paquete de oreos, las destapé y le di una a Violet...
Y adivinen...
¡Paró de llorar!
¡Aleluya, señor Jesús!
Todos gritamos de emoción.
Era lógico... no entiendo cómo pudimos ser tan cabezas de chorlito.
Dustin y yo nos abrazamos de felicidad— Es el momento más feliz de mi vida...— se secó una lágrima imaginaria.
Y el mío tambien.
—Esta pequeña parte de mi vida se llama felicidad...— dije.
La tia Sky negó— Vamos, chicos... ¿cómo no le habían dado oreos a Violet?.. no parecen mis sobrinos, ni tú mi hermano... salieron a Austin y Justin.
—Eso me ofende.— la miré indignada.
Aunque debo aceptarlo porque si fuimos muy imbéciles.
Ella rió— Perdón... sólo bromeo... ¿Pueden llamar a los demás?...— inquirió— quiero saludar a mis pequeños.
Emily se levantó— ¡La tia Sky quiere saludarlos, cavernícolas!— gritó.
Jasmine, Lucy y Masey dejaron de saltar en los muebles, Kevin y Zack dejaron de pelear, Cassie dejó de querer matarse, y todos se acercaron hacia nosotros.
—¡Tia Sky!— dijo Lucy.
—¡Hola, hermosa!— la saludó sonriente— ¿cómo están todos?
—Bien..— respondió Zack— te extrañamos mucho.— dijo.
—Aww... yo también los extraño mucho... pero no se preocupen, ya casi estoy por volver a casa.
—Trágame tierra y escúpeme en Amsterdam con la tia Skyler.— dijo Cassie.
Rt.
—Prometo traerte la próxima vez.— dijo.
—¿Qué nos vas a traer?— preguntó Masey emocionada.
—Masey...— su hermano Kevin la regañó.
—Déjala... obviamente les he comprado regalos... pero sólo se los daré si se portan bien con sus niñeras...— dijo— sino no les doy nada.
—Pero si nosotros somos unos angelitos...— dijo Jasmine.
—Claro, díselo al golpe que le diste a mi hermosa cara con esa pelota.— Dustin la miró mal.
—Es que así expreso mi cariño, tio...
—No me expreses nada, entonces.
La tia Sky rió— Los amo a todos, debo irme... pero antes prometan que se portarán bien.
—Siempre.— dijeron todos a unísono.
Dustin, Cassidy y yo los miramos incrédulos...
Claro... siempre se portan de maravilla. Nos es que hayan hecho que quisera matarme...
***
Gracias a Dios y a todos los santos los chicos cumplieron la promesa que le hicieron a la tia Sky y se están portando de maravilla.
Y como somos las mejores niñeras los trajimos a comer pizza.
No crean que por perder un poco el control por un momento dejamos de ser las mejores niñeras. Aún seguimos dos pasos adelante de Sam & Cat.
Entramos a la pizzería y gracias a Dios no hay tanta gente, ya que somos 12 personas, debido a que Steve y Brigitte se nos unieron.
Además de que no había casi gente, estaba uno de mis mejores amigos.
Que suerte la mia.
—Vaya, vaya, vaya... ¿abrieron una guardería y no nos avisaron?— preguntó mi querido mejor amigo Max.
—Hola, Cassidy...— Luke estaba a punto de acercarse a mi hermana para saludarla, pero Steve se intervino entre ellos.
Me huele a celos...
—¿Nos estás siguiendo acaso?— pregunté.
Me miró raro— Me parece que es al revéz... estábamos aquí antes.
—Chicos, no podemos comer aquí... obviamente hay cucarachas y es antihigiénico para nuestra salud.— dijo Emily señalando a Max.
Todos reímos.
—¿Eso es lo que tu niñera les enseña?— negó— muy mal, Sophie...
—Claro que no... muy bien, enana.— le di los cinco a Emily.
—Para que lo sepas, ellas son las mejores niñeras...— dijo Zack.
Awww...
¿Lo ven?, hasta el niño lo admite.
—¿Y se puede saber cuánto cuesta el servicio de niñeras?— cuestionó con una sonrisa burlona.
—¿Para qué quieres saber?... jamás podrías pagarlo.
—¿Ni con los 65 dólares?— preguntó.
—Deja de alardear... simplemente los dejamos ganar esta vez para que no se sintieran tan mal de ser unos perdedores...— dijo Jasmine.
—Si, claro... no creo que digan lo mismo cuando volvamos a ganarles.— comenzó a caminar hacia la salida de la pizzería.
Luke se despidió de nosotros y también se fue.
—A él si tenías que haberle arrojado la pelota en la cara, Jasmine.— le dijo Dustin.
—Estoy de acuerdo.
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