Cap 61. J. Russo.
8:02 am
Llevo media hora despierta. No por gusto sino porque me he desvelado y no me he podido volver a dormir. Me he puesto a caminar un rato más y después me he sentado en la cama.
La verdad estar aquí es muy aburrido. No llevo ni dos días y ya me estoy agobiando, no me quiero ni imaginar cómo de mal lo ha tenido que estar pasando Tom.
Tom. Mi Tom. Él sigue dormido en el sofá, iba a despertarlo, pero he dejado que durmiera un poco más. Desde dónde estoy lo puedo ver y parece un bebé, se le ve tan tranquilo y en paz.
<<Toc-Toc>> Paso mi vista de Tom a la puerta la cual se abre después de decir Adelante. Es mi doctor, el Dr.... em... ¿Dr. qué más? ¿Cómo se apellidaba este hombre? Smith, eso es, Smith. Dr. Smith.
-Buenos días- dice con una sonrisa.
-Sshh- le digo poniendo mi dedo índice en mis labios mientras señalo a Tom con el dedo de la otra mano.- Buenos días- digo bajito.
-Perdón- dice igual que yo. Yo niego quitándole importancia.- Venía a ver qué tal estabas.
-Pues bastante bien- le digo con una sonrisa.- Me duelen algunas partes dependiendo el movimiento que haga, pero la verdad estoy más bien de lo que creía.
-Me alegro- dice sin borrar la sonrisa.- ¿Cómo llevas el tema de caminar? Llevas días sin moverte es normal que te cueste un poco.
-Ayer por la noche me animé a probar y ya puedo caminar normal- al decir eso me pongo de pie y camino con normalidad.
-Genial- dice cuando dejo de caminar.- Entonces creo que esto es para ti- dice abriendo una carpeta, la cual no me había dado cuenta de que llevaba encima, y me da un papel.
-¿Qué es?- pregunto y empiezo a leer la hoja.
-Es tu alta- al decir eso levantó la vista hacia su dirección.
-¿Mi alta?- digo sorprendida.
-Aha- me dice.- Has tenido una rápida recuperación. Obviamente, tendrás que estar unos días sin hacer muchos esfuerzos. Además de que tendrás que tomar pastillas durante dos semanas más para que los dolores se vayan más rápido y los daños internos desaparezcan.
-Claro, lo que haga falta- digo mientras asiento con la cabeza.- ¿Pero a qué hora tengo que dejar la habitación?
-Cuando quieras, antes de las 12, pero no hay una hora exacta- me dice con una sonrisa.
-Vale, gracias- le digo igual.
-Toma- dice y saca otro papel.- Está es la receta de los medicamentos, son las mismas que te dimos ayer después de cenar. Te las tienes que tomar una vez al día, preferiblemente por la noche.
-Gracias- le digo leyendo la receta.
-No hay de que- dice y empieza a caminar hacia la puerta.- Espero no verla otra vez en ese estado.
-No creo que vuelva a pasar- digo pensando en la familia de Nat.
-Me alegro- dice con una sonrisa.- Suerte.
-Gracias- digo y sale de la habitación.
Me giro a mirar la habitación. Por fin me voy de aquí. Solo dos días, pero ya quiero largarme. Odio los hospitales.
Veo a Tom quién ni se ha inmutado, ni siquiera se ha movido un milímetro. Voy a aprovechar que está durmiendo y me voy a dar una ducha.
Entro al baño y cierro la puerta por si algún enfermero o enfermera decide entrar. Enciendo el agua y dejo que se caliente. Rápidamente, me quito la bata del hospital y un pijama que me pusieron. Es de Nat, lo sé porque se lo vi un día que se quedó a dormir en mi casa.
Me meto dentro de la ducha la cual tiene un cristal tintado para que no se vea nada. Me doy una ducha rápida, ya que en cualquier momento me traerán el desayuno.
Gracias a Dios aquí hay jabones porque si no no sé cómo me ducharía. En cuanto acabo apago el agua y salgo. Veo dos toallas bien dobladas. La más pequeña la enrollo en mi pelo y la más larga en el cuerpo.
En este momento es en el que me doy cuenta de que no tengo ropa limpia. ¡Mierda! Espera. A lo mejor Tom me ha traído algo por si me despertaba.
Abro la puerta del baño y miro que no haya entrado la enfermera a dejarme el desayuno. En cuanto veo que no hay nadie salgo congelándome los pies por el suelo frío. Me acerco hasta el sofá dónde está Tom y me agacho para quedar a su altura.
-Tom- murmuro mientras lo muevo un poco- Tom, cariño. Despierta.
-Mmm- dice removiéndose un poco.
-Necesito tu ayuda- le digo y él sigue sin despertarse.
-Mmm.
-Cómo para estar muriéndome- digo para mí misma.
-No dejaría que murieras- suelta de golpe Tom sorprendiéndome. Lentamente, abre los ojos y encuentra los míos.
-Al fin despiertas- le digo con una leve risa. Él me mira y se levanta de golpe para quedar sentado.
-¿Te has levantado tú sola?- pregunta con el ceño fruncido.
-Sí, puedo caminar- digo poniéndome de pie con un poco de dificultad.
Vuelve a mirarme de abajo a arriba y se queda en mis ojos. Me mira con una sonrisa pícara y se muerde el labio inferior.
-¡Tom!- le regaño, pero con una sonrisa.- Estamos en un hospital- él se ríe ante mi comportamiento.
Se levanta y se acerca para envolverme con sus brazos. Un cálido abrazo que ahora mismo agradezco.
-¿Qué necesitabas?- dice al separarnos.
-Dime, por favor, que has pensado en traerme ropa- digo con una mirada de súplica.
-No- dice simplemente.
-¡¿No?! Mierda y yo ahora que me pongo- digo apartando la mirada de él.
-Yo no, pero Nat sí- dice y lo vuelvo a mirar.
-¿En serio?- digo esperanzada.
-Síp- dice y se acerca al pequeño armario empotrado al lado de la puerta del baño.
Lo abre dejándome ver ahí una pequeña bolsa negra, la cual saca para después volver a cerrar el armario. Deja la bolsa sobre la cama y se echa a un lado para dejármela a mí.
La abro y voy sacando lo que hay dentro. Lo primero que saco es una camiseta blanca con el dibujo de unas piernas; después unos jeans grises ceniza; y por último una chaqueta de cuero negra.
Toda la ropa es de Nat. Menos mal que tenemos las mismas tallas aproximadamente porque si no no sé qué hubiera hecho. Seguramente vine al hospital con la camisa de Tom que encima estará manchada de sangre por lo que ya no me la puedo volver a poner.
La camisa de Tom. Joder esa es su favorita, se la robé y encima ahora está llena de sangre. No pensaba devolvérsela, pero es que ahora ya no me la puedo ni quedar, me traería malos recuerdos.
-¿Te sirve?- me pregunta abrazándome por detrás, por la cintura.
-Sí- digo dándome la vuelta entre sus brazos y pasando los mío por sus hombros.- ¿Llegué al hospital con tu camisa, verdad?
-Sí, ¿por?- pregunta extrañado.
-¿Estaba manchada de sangre?
-Síí- dice dudoso.- ¿Qué pasa con la camisa?
-Me la quería quedar, pero ahora ni la quiero- digo apenada.- Era mi camisa favorita y se ha jodido.
Bajo la mirada hacia nuestros pies. Él me sujeta del mentón y me obliga a levantar la cabeza para volverlo a mirar.
-Te regalaré otra- dice dulcemente.
-Tom, esa era especial- le digo con una leve sonrisa.- Era de la primera vez... que... bueno ya sabes- él suelta una risa ante mi comportamiento.- No te rías- le digo dándole un leve golpe en el hombro.
-Te ves adorable cuando intentas hablar de sexo, pero te da vergüenza- dice riéndose un poco.- Y tranquila por eso. La próxima vez que lo hagamos te quedas con mi parte de arriba.
-¡Tom!- le regaño.
-Solo busco soluciones- dice encogiéndose de hombros con una sonrisa divertida en su rostro.
-Quítate- digo empujándolo un poco, alejándolo de mí, a modo de juego.- Me voy a cambiar- digo cogiendo la ropa de encima de la cama y yendo hacia el baño.
En cuanto llego a la puerta de este me doy la vuelta y me encuentro con que Tom me está mirando, cosa que me va genial para mi próximo acto. Le saco la lengua a modo de burla y entro al baño cerrando la puerta para que no pueda hacer nada para contraatacar.
Hazza tenía razón, parecemos dos niños pequeños. Pero me encanta comportarme así con Tom.
Me seco con la toalla y me pongo la ropa que Nat me ha traído. No me queda nada mal, definitivamente a esta chica se le da bien la moda.
En el baño hay un neceser que supongo que me habrá traído Nat o Tom. En él hay un peine además de desodorante y colonia.
Me desenredo el pelo dejándolo completamente liso, aunque después le saldrán unas leves hondas. Me echo desodorante y colonia.
Guardo todo otra vez y salgo con todas las cosas que hay dentro del baño. Al salir veo que Tom está hablando por teléfono mientras da vueltas de un lado para otro. No le presto atención y voy hacia la cama dónde dejo todo.
En la bolsa dónde estaba la ropa que ahora llevo puesta guardo el pijama y el neceser. Cierro la bolsa y la dejo en el sofá.
-Pss- dice Tom por lo que me giro a verlo. Él me señala algo debajo de la cama.
Con cuidado, ya que me duele, bajo y miro debajo. Hay unas converse negras con pinchos, las mismas que me dejó Nat hace un tiempo atrás.
Las cojo y me siento en el sofá a ponérmelas. Cuando ya me las he puesto doy por finalizado mi atuendo. Bueno, mi atuendo y todo. Miro a mi alrededor viendo a ver si hay algo más que haya que guardar, pero no hay nada.
-¿Lista?- me pregunta cuando ha acabado la llamada.
-¿Nos vamos ya?- le pregunto con el ceño fruncido.- ¿No me tienen que traer el desayuno?
-Lo he cancelado- dice sorprendiéndome.- He pensado que preferirías pasar a por un café a algún lado.
-Eso suena genial- le digo con una cálida sonrisa.
-Pues sí ya lo tienes todo listo nos podemos ir- dice cogiendo la bolsa negra.
Yo voy hacia la mesita de al lado de la cama y cojo los papeles que me ha dado esta mañana el doctor. Tom ya ha salido de la habitación, yo me paro en la puerta y la observo por última vez para asegurarme que no nos dejamos nada.
-La madre que lo parió- digo acercándome a la cama dónde está su móvil, el cual ha dejado ahí después de la llamada.
Salgo de la habitación con su móvil en la mano. Camino detrás de Tom, al cual tengo a un par de metros de distancia.
De repente el móvil de Tom vibra entre mis manos. Obviamente, no voy a mirar. No puedo mirar, es privado. Claro que no pue... Tarde ya estoy mirando su pantalla. Es un WhatsApp.
J. Russo: Tenemos que seguir hablando del tema.
¿Seguir hablando del tema? ¿Quién es J. Russo? ¿De qué se conocen? Y lo más importante, ¿qué relación tiene con Tom?
Vale voy a relajarme, ya que mi vena celosa está saliendo a la luz. No saques conclusiones precipitadas. Seguramente no es lo que yo pienso.
-Toma- le digo extendiéndole su móvil.- Te lo has dejado en la habitación.
-Oh, gracias- me dice con una leve sonrisa.
El ascensor llega, entramos y Tom pica a la planta baja.
-Maite nos está esperando abajo para llevarnos a tu casa a por las cosas- me dice rompiendo el silencio.- Tenemos 2 horas a partir de 15 minutos.
-Oh, genial- digo sin mirarlo.
Cuando el ascensor llega abajo y salimos. Nos despedimos de la recepcionista y salimos a la calle, dónde una linda Maite nos espera con una sonrisa.
-Hola guapa- dice acercándose para abrazarme.- ¿Cómo estás?- me pregunta al separarse.
-Muy bien- le digo con una sonrisa.
-Cómo me alegro- dice empanzando a caminar hacia el coche.- Todos los demás ya están ahí esperándote para ayudarte con la mudanza- no puede evitar sonreír.
-Genial- digo en cuanto llegamos al coche.
-Pues vámonos- dice ella subiéndose al coche.
Yo me subo de copiloto y Tom atrás, quién se pasa todo el rato con el dichoso móvil, acto que solo provoca más a mi vena celosa. ¿Estará hablando con J. Russo?
¿Por qué me pongo celosa si solo le ha dicho que tenían que seguir hablando? Encima sin emojis ni nada. Además, no sé ni si es una chica. ___ relájate y no te montes películas.
En cuanto llegamos a mi casa, después de hacer una pequeña parada a por un café, Maite se va a trabajar y dice que volverá cuando acaben las dos horas para llevarnos a casa.
Todos están ahí, en la entrada. En cuanto me ven vienen rápidamente a abrazarme. El primero Paddy, después Nat, Jack, Harry, Hazza, Sam y por último Ily.
-Mis padres no han podido venir, pero han dicho que se alegran de que ya estés fuera y te piden perdón por no poder ayudar- dice Harry con su sonrisa.
-No pasa nada, no hacía falta y dales las gracias por mí- le digo de la misma forma.
-¿Empezamos?- pregunta Hazza frotándose las manos.
-Claro- digo yo con una leve sonrisa.
Nat, a quién le han dado la llave se va a abrir seguida de los demás. Atrás del todo, y caminando hacia la puerta que Nat está abriendo, estamos Tom y yo.
-¿Puedo preguntarte algo?- le digo dudosamente.
-Claro- me dice sonriente.
-¿Quién... quién es J. Russo?- le pregunto nerviosa.
——————————————————————
Holiiii!!!
Espero que os haya gustado el capítulo. Siento volveros a dejaros con la intriga, pero es lo que más me gusta😈😂
Tengo algo que comentaros y desgraciadamente son malas noticias. Por eso he esperado a que os leyerais el capítulo, no os lo he querido fastidiar.
Lo que os tengo que decir es que no creo que pueda colgar más capítulos a partir de la semana que viene, ya que tengo que estudiar para los exámenes trimestrales. Pero esta semana os colgaré uno o dos más de Insomnio.
Sorry, de verdad, pero me es un poco imposible. Pero volveré con más ganas que nunca.
Espero que lo entendáis.
Que tengáis un lindo día y buenas noches para las Españolas. Os quiero 3000❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top