Cap 6. Los Ángeles.

(Tom)
-¡Tom, arriba!- grita mi hermano en mi oído. Me siento de golpe debido al susto.

-¿Qué pasa?- le pregunto preocupado.

-Nada, solo quería despertarte- me dice Sam sonriendo.

-¿Y tenías que gritarme para eso?- le digo enfadado.

-Sí, así es más divertido- dice riéndose.

-Eres idiota. Largo de mi habitación- digo aún molesto.

-Vale- dice sin parar de reír.- Ah por cierto, mamá dice que vayas haciendo las maletas- dice y sale de mi habitación.

Las maletas, se me olvidaban. Rápidamente, me pongo de pie y saco la maleta de debajo de mi cama. La pongo encima de esta y la abro. Me voy a mi armario y lo abro.

A ver, voy a estar una semana fuera. ¿Cuánta ropa me pongo?- me digo a mí mismo.- Ropa de calle como está- digo cogiendo un puñado de ropa y metiéndola en la maleta.- Ahora la ropa para las entrevistas- saco ropa que es de calle, pero un poco más formal.- Y por último la ropa para la premiere- me pongo a buscar hasta que encuentro el traje. Lo meto en la maleta y me voy hasta la cómoda.

Saco 7 pares de calcetines y 7 calzoncillos, uno para cada día. Los guardo en la maleta. De ropa solo falta el calzado. Mis converse negras las llevaré puestas. Así que cojo unos zapatos formales negros para la premiere y los meto en la maleta. El neceser ya lo meteré después, ya que lo voy a necesitar antes de irnos.

No me puedo creer que vaya a ir a una premiere de Marvel y encima como parte del elenco. Ser Spider-Man es un sueño hecho realidad. Que ganas de ver la peli acabada. Salgo poco, pero, aun así, me ha encantado salir en esta peli.

-Dice mamá si vas a bajar a desayunar- pregunta mi hermano Harry desde la puerta.

-No, no tengo hambre- le digo.

-Vale- dice y se va.

Estoy superilusionado por esta semana. Tengo entrevista para YouTube, la tele y la radio. Y después al final de la semana la premiere.

Salgo al balcón a que me dé un poco el aire, necesito tranquilizarme. Respiro hondo y me relajo.

-Hola- dice una voz. Giro mi cabeza hacia el balcón de enfrente, pero no veo a nadie.- Aquí- bajo la cabeza y veo a un niño pequeño entre los barrotes. Me agacho a su altura y lo miro a través de los barrotes.

-Hola- le digo alegre.- ¿Eres el hermanito de ___, verdad?- él asiente con la cabeza.- ¿Cómo te llamas?- le pregunto aunque ya sé su nombre.

-Dyl- me responde.

-Encantado de conocerte, yo soy Tom- le digo con una sonrisa y él me sonríe de vuelta.-¿Cuántos añitos tienes?- también sé la respuesta, pero, aun así, se lo pregunto, quiero tener una conversación con él. Saca dos deditos haciendo el signo de paz (✌🏻).- ¿Tienes dos añitos?

-Sí- dice alegre. Voy a preguntarle algo más, pero una voz nos interrumpe.

-¿Qué haces aquí fuera?- le pregunta una voz. Yo me levanto y la miro. Él señala adelante y arriba, ósea a mí.

Ella mira en la dirección y me ve. Inmediatamente, le dedicó una sonrisa. Me saluda con la cabeza y una sonrisa.

-Hola- le digo.

-Hola- me dice y coge a Dyl en brazos.- ¿Así que estabas hablando con él?- le dice a su hermano.

-Sii- dice alegre y ___ suelta una risita.

-Tu hermano es un encanto- le digo. Gira la cabeza para verme y me sonríe.

-Gracias- me dice.

-Detayuno- dice Dyl.

-Está encima de la cama- le dice y él intenta bajarse de los brazos de ___. Lo deja en el suelo y sale corriendo dentro de la habitación. Se vuelve a girar y me mira.- Buenos días- me dice sonriente.

-Buenos días- le digo de la misma manera.

-¿Qué...?- me dice, pero una voz la interrumpe.

-¡TATA!- grita Dyl. Fijo mi mirada en el pequeño que está dentro y que intenta subir a la cama pero no puede. Ella y yo nos miramos y nos ponemos a reír.

-Creo que tengo que irme- dice entre risas.

-Sí, yo también lo creo- digo de la misma manera.

Me dedica la última sonrisa y entra en su habitación. Yo hago lo mismo y entro en la mía. Me tumbo en mi cama boca arriba y con una sonrisa en la cara.

<<Toc-Toc>> pican a mi puerta, seguramente es alguno de mis hermanos.

-Adelante- digo y la puerta se abre.

-Hey- dicen Sam y Harry a la vez. Me siento y los miro.

-Hey- les devuelvo el saludo.- ¿Qué queréis?- les pregunto amable.

-¿Juegas con nosotros a la Play?- me pregunta Harry.

-Obviamente que sí- le digo poniéndome de pie.

Bajamos las escaleras corriendo y vamos a la sala de estar. Nos sentamos en el sofá. Cada uno se sienta a un lado mío quedando yo en medio.

Nos ponemos a jugar a un juego de guerra. Hay tres equipos el de Harry, el de Sam y el mío. Tenemos que luchar entre nosotros. Cuando estamos en mitad de la guerra llega Paddy a la sala.

-¿Qué hacéis?- pregunta.

-Jugar. ¿Es qué no lo ves?- le dice Sam.

-¿A qué jugáis?- vuelve a pregunta.

-A la Play- dice Harry. Definitivamente, estos dos son tontos.

-A un juego de guerra- le digo sin apartar la mira de la tele.

-¿Puedo jugar?- nos pregunta.

-¡No!- dicen los gemelos a la vez y sin apartar la mirada de la partida.

-Pero y...- dice, pero no lo dejo terminar.

-Claro que puedes jugar, pero cuando acabemos esta partida. ¿Vale?

-Vale- dice alegre y se sienta en el suelo a mirar cómo jugamos.

-¿Te has vuelto loco?- me pregunta Sam.

-¿Cómo lo dejas jugar?- pregunta esta vez Harry.

-También es su Play, tiene derecho a jugar- les digo.- Ahora callaros y centraos en jugar o mejor dicho en perder porque os voy a ganar.

-Eso ya lo veremos- dicen los dos a la vez.

-¿Paddy quien crees que va a ganar?- le pregunta Harry.

-Tom- dice sin dudar. Y tenía razón porque segundos después maté a las dos últimas personas del equipo de Harry. Sam ya había sido eliminado hace un rato.

-¡Vamos! ¡Gané!- digo en la cara de Sam y Harry.

-Me toca, me toca- dice Paddy.

-¡A comer!- grita mi madre desde el comedor.

-Tranquilo, Paddy, después de comer jugamos- le digo y él sonríe.

Apagamos la Play y vamos al comedor. Cuando llegamos la mesa ya está puesta para los seis. Cada uno se sienta en su lugar y comenzamos a comer.

-¿Estás nervioso, Tom?- pregunta mi madre.

-Un poco, pero estoy más ilusionado que nervioso- le respondo.

-Ya verás que será genial- dice mi hermano Paddy.

-Qué pena que no podáis venir todos- digo triste.

El viaje era solo para tres personas. Obviamente, una de esas personas era yo. Solo quedaban dos plazas. Una era para uno de mis padres, ya que no puedo viajar solo siendo menor. Esa plaza la tiene mi madre. Mi padre se quedaría, obviamente, ya que no van a dejar a mis hermanos solos. Mi madre me dijo que eligiera yo quien quería que se viniera.

Me costó mucho elegir. Solo podía llevar a uno de mis hermanos. Después de pensarlo mucho, pero mucho. Imagínate lo mucho que me lo pensé que esa fue la causa de más de uno de mis insomnios.

Me puse a pensar en cada uno de ellos. A Paddy no lo elegí porque es muy pequeño y no quiero que ya esté rodeado de cámaras, quiero que tenga una infancia tranquila. Él dice que eso no lo afectará, pero yo prefiero prevenir.

La plaza estaba entre Harry y Sam. Fue difícil la elección, pero al final elegí a Harry. La verdad es con quien mejor me llevo. Eso no quiere decir que me lleve mal con Sam o Paddy, para nada. Todos nos llevamos genial. Decidí llevarme a Harry, ya que le encanta el mundo de la fotografía y ahí podrá fotografiar muchas cosas.

Cuando les di la noticia de que elegí a Harry los otros dos se pusieron tristes. Le expliqué a Paddy lo de que era muy pequeño y le dije que cuando fuera más mayor lo llevaría a él. A Sam le prometí que a la próxima iba él. Lo aceptó sin protestar.

-Bueno ya irán en otra ocasión- dice mi madre.

-Sí, yo a la próxima- dice Sam recordándomelo.

-Siiiii- le digo para que le quede claro que no se me olvida.

Acabamos de comer y volvemos a la sala de estar. Los tres se ponen a jugar, pero a mí no me apetece.

-Me voy a la habitación- les digo.

-Vale- dicen los tres a la vez y sin apartar la mirada de la tele.

Subo las escaleras y entro en mi habitación. Abro la ventana para que entre un poco de aire y me siento al borde de mi cama.

Escucho un ruido y presto atención. Es un sollozo. Intento averiguar de donde viene. Espero uno poco y me doy cuenta de que viene de fuera. Giro la cabeza hacia la venta y la veo. Está sentada, con las rodillas en el pecho, abrazando sus piernas y con su cabeza entre sus brazos. Me levanto de la cama y salgo al balcón.

-¿Estás bien?- le digo. Sin levantar la cabeza niega con esta.- ¿Qué te pasa?- le digo dulcemente. Levanta la cabeza y me mira. Sus ojos están rojos de tanto llorar.

-Nada- dice sin dejar de llorar.

-___ eso no es verdad- hago una pausa.- Pero si no me lo quieres contar no pasa nada- digo.

Es normal que no me lo quiera contar no me conoce de nada, solo de unos días y no es que hayamos hablado mucho. Se pone de pie delante mío, pero nos separa el espacio que hay entre los balcones.- Pero deja de llorar por favor- le pido.

-Lo siento- me dice dejando de llorar.

-No tienes que pedir perdón, llorar es algo normal- le digo con una leve sonrisa. Ella me sonríe de la misma manera.- Aunque no me gusta verte llorar- le digo sinceramente y puedo jurar que se ha sonrojado.

-Tata- dice Dyl al lado de ___ y con una voz adormilada. ___ le da la espalda y veo que se está limpiando las lágrimas. No quiere que su hermano la vea llorar así que decido entretener al pequeño mientras ella se tranquiliza.

-Hola, Dyl- le digo y él se gira a verme con una sonrisa.

-Hola- me dice.

-Bonita camiseta- le digo. Lleva puesta una camiseta de manga corta blanca con un dibujo de Spider-Man. No me puedo creer que yo sea Spider-Man.

-Spideman- me dice feliz.

-Sí, a mí también me encanta Spider-Man- digo con diversión. Ellos no saben que yo soy el actor que hace de Spider-Man.

Cuando conocí a ___ no sabía mi nombre. Siempre que conozco a alguien saben quién soy porque me han visto en Lo imposible o porque saben que voy a ser el nuevo Spider-Man. Pero ella no sabía quién era y quiero que siga así. Quiero que me conozca como Tom un chico normal no como Tom Holland un actor y el nuevo Spider-Man.

-¿Qué tal has dormido?- le pregunta ___.

-Bien- dice y levanta sus brazos para que ___ lo coja. Ella lo coge en brazos.

-¿Quieres ver una película?- le pregunta. Él asiente con la cabeza.

-Él- dice Dyl señalándome.

-¿Él qué?- le pregunta ___.

-Peli- dice.

-Creo que te está invitando a ver la película- me dice ella. Ambos reímos y a los segundos Dyl se une. Miro la hora en mi móvil.

7:00 pm

-Me encantaría, pero ahora no puedo- le digo a ___. No puedo ver la peli porque a las 7:30 pm me voy al aeropuerto.- Otro día chiquitín- le digo a Dyl. Él pone una carita triste, pero, aun así, asiente. Esa carita me parte el alma.

Deja a Dyl en el suelo y le dice que entre.

-No se le va a olvidar que le debes una película- me dice ___ sonriendo.

-Bueno, estaré encantando de ver una película con vosotros- le digo sonriendo.- Pero otro día mejor.

-Vale- me dice.

-¿Estás mejor?- le pregunto.

-Sí, gracias.

-¿Por qué?- le pregunto.

-Por preocuparte aun sin conocerme de nada.

-No hay de qué.

-Y por tratar tan bien a Dyl- añade.

-Es un amor de niño- le digo y es verdad ese niño es un amor.

-Sí, lo es- dice mirando a Dyl que está dentro.

-Creo que deberías entrar- le digo.

-Sí. Adiós- me dice sonriendo.

-Adiós- le digo de la misma manera.

Ella entra a su habitación y yo a la mía. Tengo que acabar de prepararme. Solo me queda media hora. Cojo mi neceser y mi ropa para el viaje y salgo de mi habitación. Entro al baño y me doy una ducha rápida. No espero ni a que el agua se caliente, no hay tiempo.

Salgo y me seco rápidamente. Me pongo la ropa y me peino. Me lavo los dientes y guardo todo de nuevo en el neceser. Salgo del baño ya listo. Vuelvo a mi habitación y guardo el neceser en la maleta. La cierro y la pongo de pie en el suelo. Miro la hora en el reloj de mi mesita de noche.

7:25 pm

Voy hacia la puerta de mi habitación con la maleta y antes de salir me giro hacia la ventana. Una sonrisa melancólica aparece en mi rostro. Aparto la mirada y abro la puerta. Bajo las escaleras con la maleta y cuando llego al recibidor (o entrada como lo llaméis vosotros) ya están todos ahí.

-Bueno, hora de despedirse- dice mi madre.

Mis hermanos se acercan a ella y la abrazan. Ella le da un beso a cada uno en la cabeza. Cuando se separan se acerca a mi padre y le da un beso en los labios. Todos apartamos la mirada.

Harry abraza a Paddy y después a papá. Deja para el final a su hermano gemelo. Lo abraza fuertemente y se comparten palabras en susurro. Suelen hacerlo mucho. Dicen que son "cosas de gemelos".

Por último me toca despedirme a mí. Voy hacia papá y le abrazo.

-Buena suerte, campeón- dice en el abrazo.

-Gracias- le digo.

Al siguiente que abrazo es a Sam.

-Tráeme un recuerdo de ahí- me dice en el oído.

-Pues claro- digo riendo un poco.

-Suerte- me dice cuando dejamos de abrazarnos.

-Gracias- le digo.

Me agacho y acaricio a Tessa, le doy un beso a modo de despedida. Por último pero no menos importante, Paddy. Se acerca corriendo y me abraza enrollando sus brazos en la cintura y apoyando un lado de su cara en mi estómago. Me abraza fuerte y yo le abrazo igual.

-Te voy a echar de menos- me dice triste.

-Y yo a ti- le digo de igual manera.- Pero ya verás que esta semana se pasará volando y pronto estaré aquí otra vez contigo.

-¿Y qué haré sin ti? Seguro que Sam no me deja jugar con él- me dice.

-Seguro que eso no pasará. Además, tú eres muy valiente, puedes apañártelas tú solito- todavía estamos abrazados.

Me separo de él y le doy un beso en la cabeza.

-Mucha suerte- me dice.

-Gracias- le digo sonriendo.

Mamá y Harry ya están en el taxi esperando. Yo salgo de casa, pero antes les digo:

-Os quiero, no vemos pronto.

Voy hacia el taxi y entro en la puerta trasera. Las maletas ya están en el maletero. Mamá va delante con el conductor y yo voy detrás con Harry.

El taxi se pone en marcha y pasamos por enfrente de la casa de ___. Gesticulo un adiós con los labios.

Llegamos al aeropuerto sobre las 8:00 pm. Nuestro vuelo sale a las 10:00 pm. Pero como tenemos que facturar hemos venido dos horas antes.

Después de facturar todas las maletas, que en total era 4. Mamá llevaba dos, por lo que veo necesita mucha ropa para una simple semana.

Nos paseamos por el aeropuerto hasta que queda media hora para el vuelo. Cuando falta ese tiempo nos dirigimos a la puerta de embarque y nos sentamos en las sillas de al lado a esperar que nos llamen.

Pasajeros del vuelo FlyCompany número 3247 con destino Los Ángeles embarquen por la puerta número 8.

Al escuchar la voz por los altavoces nos levantamos y nos ponemos a la cola para embarcar. Cuando embarcamos nos dirigimos a nuestros sitios. Fila 15 asientos a, b, c. Me pido ventanilla, ya que me encanta admirar las vistas. Mi hermano se sienta en medio y mi madre en el asiento que da al pasillo.

A las 10:00 pm el avión se pone en marcha. Nos esperan 12 horas aproximadamente hasta llegar a Los Ángeles.

Llevamos 5 horas en el avión y mi madre y mi hermano están dormidos. Yo no puedo dormir, como siempre. Seguro que ___ tampoco podrá dormir.

Seguramente esté en el balcón. Lo que daría por estar ahí con ella. La echo de menos, es mi compañera de insomnio.

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