Cap 55. Culpa mía.
En cuanto llegamos al hospital sigo sin soltar la mano de ___ hasta que llegamos a unas puertas.
-Lo siento, joven, no puedes pasar- dice la enfermera soltando el agarre que tenía con ___.
-No, por favor, tengo que estar con ella- digo al borde de un ataque, cuando ya se la han llevado.
-Escúchame- dice la chica poniendo sus manos en mis hombros.- Le van a hacer unas pruebas para ver que no haya nada lo suficientemente dañado como para tener que operar- al decir eso un miedo horrible me inunda.- No puedes estar mientras le están haciendo las pruebas- más lágrimas corren por mis mejillas.
La enfermera suelta un suspiro y mira a sus lados como asegurándose de que nadie la vea u oiga.
-Técnicamente, yo no te puedo informar de nada de lo que pase ahí dentro, eso lo tiene que hacer el doctor- dice dedicándome una mirada apenada. Vuelve a mirar a sus lados.- Pero voy a hacer una excepción, en cuanto sepa algo vendré a decírtelo.
-Gracias- digo intentando sonreír pero fallando en el intento.
-No hay de que- me dice sonriendo.- Ahora siéntate en la sala de espera e intenta tranquilizarte- asiento con la cabeza, ella me dedica una sonrisa de lado y entra por donde unos minutos antes la camilla de ___ ha desaparecido.
Me voy hacia la sala de espera, que gracias a Dios, no está tan lejos de esa puerta. Me siento en una silla en la que puedo ver quién entra y quién sale.
Apoyo mis codos en mis rodillas y hundo mi cara en mis manos. Le he fallado. Le prometí que estaría siempre y no lo he estado.
Sabía que si me iba de su casa algo le pasaría y, aun así, me fui. Soy una persona horrible y un novio aún peor. Tenía que haberme quedado y dar la cara. Ayudar y protegerla, pero no lo hice.
En vez de eso, estaba en mi casa tirado en la cama cómodamente. Y ella de mientras aguantando una paliza por parte de sus padres.
Yo sé lo prometí, le prometí estar para ella siempre y a la primera cosa que pasa, no estoy con ella. Todo esto es culpa mía.
-¡Tom!- oigo que alguien me llama por lo que me giro para encontrarme a toda mi familia, además de a Nat y Hazza.
-Aquí- digo llamando su atención y haciendo que caminen hacia mí.
La primera en llegar es mi madre quien me abraza fuertemente. Rompo en llanto sobre su hombro. Necesito un abrazo suyo, necesito a mi madre.
-Sshh- me dice dulcemente intentando tranquilizarme mientras me acaricia el pelo.
No sé cuanto tiempo estoy abrazando a mi madre, pero en cuanto me calmo me separo para ver a los demás y agradecerles con la mirada.
-Hazza nos lo ha explicado todo- dice mi padre.
-Harry llévate a Paddy- dice mi madre.
-No- dice Harry ganándose una mirada de sorpresa y molestia por parte de mi madre.- Yo también estoy preocupado quiero saber que ha pasado- mi madre iba a decir algo, pero Hazza la interrumpe.
-Tranquila, Nikki, yo me lo llevo- dice Hazza con una sonrisa.
-Gracias, Hazza- le dice ella, este asiente.
-Pero yo quiero quedarme- dice Paddy.- ¿Y ___?- dice mirando a Tom.
-Ves con Hazza- dice Nikki esquivando el tema, lo cual agradezco.
-Vamos- le dice Hazza pasando su brazo por los hombros de Paddy y empezando a caminar en dirección contraría. Paddy se fue molesto por no poder quedarse.
-¿Por qué no nos lo habías dicho?- me pregunta mi madre en cuanto Paddy se ha ido.
-No lo sé mamá- digo viéndola.- No pensé que era tanto, ella me dijo que era solo unas bofetadas y que no era nada grave.
-¿Qué te han dicho?- pregunta Nat llorando.
-Que le van a hacer unas pruebas para ver que no tenga nada grave- le contesto.
Les explico un poco sobre lo que ___ me explicó sobre sus padres y los golpes que le daban. Nat no dejaba de llorar, y los gemelos también se pusieron a llorar. Mis padres estaban incrédulos.
-¡Nat!- grita alguien por lo que la susodicha se pone de pie.
-Jack, aquí- le dice al chico el cual se acerca.
-¿Cómo está?- dice este al llegar a dónde estamos.
-Todavía no sabemos nada- le respondo.
-¿Qué le ha pasado?- pregunta.- Solo me has dicho que estaba aquí- le dice a Nat.
-Sus padres le han golpeado- dice Nat y los ojos del chico se abre como platos.
-¡¿QUÉ?!- grita sorprendido.
-Sshh- le manda callar una enfermera que pasaba por ahí.
-Perdón- le dice a la mujer.
-Ven te lo explico en privado- dice Nat antes de alejarse con él.
-Volvimos- dice Hazza con Paddy a su lado, el cual corre a sentarse en la silla de mi lado en dónde estaba Nat unos segundos atrás.
-¿Dónde está ___?- me pregunta y veo preocupación en su mirada.
Mi madre va a decir algo, seguro que para cambiar de tema otra vez, pero levanto mi mano en su dirección para que me lo deje a mí.
-Ella está ahí dentro- digo señalando la puerta por dónde entró la camilla.
-¿Y qué hace ahí?- vuelve a preguntar.
-Están haciéndole unas pruebas- digo intentando no sonar dolido para no preocuparlo más.
-¿Qué le ha pasado?- dice quebrándosele la voz haciendo que mi corazón se rompa al verlo así.
-Ella está enferma- le miento mientras lo atraigo a mí para abrazarlo.
-¿Se pondrá bien?- dice entre sollozos, yo me aguanto las ganas de llorar.
-Sí- digo controlando mi respiración.- Ya verás que sí- digo intentando convencerme a mí mismo.
-¿Y Dyl?- pregunta en cuanto nos separamos.
Abro los ojos ampliamente y mi mirada se dirige a Hazza, quién está al otro lado de Paddy. Él también me mira de la misma manera.
-Mierda- decimos los dos a la vez. En eso llega Nat con Jack a su lado.- Nat.
-¿Qué?- dice confundida y preocupada al vernos.
-Dylan- decimos Hazza y yo a la vez, causando la misma reacción en los dos amigos.
-No sé si estaba con ella- dice su amiga.
-Sí estaba con ella- confirmo.- Cuando fui, él estaba en su habitación.
-No jodas- dice Nat.- Claro. Ya lo entiendo, por eso me dijo su nombre. ¡Mierda!
-¿Qué estás diciendo? Nat, explícate- le pregunta Hazza.
-Sus padres se lo han llevado- dice Nat.
No, joder. No puede ser eso. No quiero creer que eso ha pasado, pero todo apunta a eso. Cuando yo fui Dyl estaba en casa; llegaron sus padres y el niño seguía en la casa, pero en cuanto fuimos nosotros, ya no estaba. Encima está la llamada, ___ dijo su nombre.
Se lo han llevado. Joder, no, esto no puede estar pasando.
-Tom- mi madre me saca de mis pensamientos, la miro.- Tenemos que denunciarlos a la policía.
-No- digo ganándome la mirada confundida de todos.- Eso es decisión de ___, no nuestra.
-Ella no los denunció- añade Jack.
-Pues si ella no quiere, no podemos hacerlo. Es un tema personal suyo- digo.
-Tom, no podemos dejar pasar esto- dice mi padre.- Pronto preguntarán que ha pasado y no deberíamos mentir. Será peor.
-Ella no quería decirlo por miedo a perder a Dyl- murmuro bajando la mirada.
-Ya lo ha perdido- dice mi madre.
-¿Dyl se ha ido?- dice Paddy captando la atención de todos.
-No, cariño- le dice mi madre.- Él solo se ha ido un tiempo, volverá.
-¿Tom?- me dice mi hermano esperando la confirmación de lo que dice mi madre. Titubeo un poco indeciso de que decir.
-Claro- consigo decir con un nudo en la garganta e intentando sonreírle.
-Tom, ¿podemos hablar en privado?- dice mi padre poniéndose de pie. Yo asiento, mis padres se levantan y nos alejamos de los demás. -Tom, tenemos que llamar a la policía. No podemos dejar que esto quede así. Esas personas, por llamarlas de alguna manera, tienen que estar dónde se merecen, en la cárcel.
-Ella no quiere denunciar- les digo.
-Cariño, es por su bien- dice mi madre.- Por el suyo y por el de Dylan. Tienen a ese niño, en un sitio que ni siquiera sabemos, ni sabemos qué le están haciendo. Puede ser que le estén haciendo lo mismo que le han hecho a ___- la imagen de Dyl siendo golpeado viene a mi mente destrozándome aún más.- ¿De verdad quieres que ese niño se críe así?- no.- ¿Quieres que ___ vuelva a pasar por eso?- no.- ¿Eh?
-No- digo finalmente.
Mis padres tienen razón. No sabemos dónde está Dyl, ni que le están haciendo. Puede ser que no le estén haciendo nada, pero también puede ser que le estén golpeando. Sea lo que sea que esté pasando en este momento con él no debería estar pasado, él debería estar en su casa con su hermana.
En cambio, él está desaparecido y ___ está en este hospital.
-Pues hay que denunciarlos a la policía- dice mi padre.
-Llámalos- le dice mi madre a mi padre.
Este saca su móvil del bolsillo y está a punto de marcar a la policía cuando pongo mi mano encima de la suya evitándolo.
-Espera- les digo.- Dejarme hablar con ella.
-Tom, ella te dirá que no- me dice mi madre.- No podemos esperar.
-Solo hasta que despierte, por favor- les ruego.
Ellos dos me miran durante unos segundos para después mirarse y tener una conversación de miradas. Me vuelven a mirar y mi madre suelta un suspiro.
-Está bien- dice mi padre borrando el número y bloqueando el móvil para después guardarlo.
-Pero lo quiera o no, llamaremos a la policía- dice mi madre a lo cual asiento.- Hay que encontrar a ese niño.
Volvemos a la sala de espera dónde están todos. Me siento en la misma silla al lado de Paddy. Mis padres conversan entre ellos, supongo que de la denuncia. Harry está mirando a un punto fijo del suelo, ya no llora, pero, aun así, tiene los ojos rojos.
Sam mira sus manos, con las cuales está jugando, mientras se le escapa alguna lágrima. Paddy está a mi lado, es el que más tranquilo, pero triste está de mis hermanos. Hazza está consolando a Nat, la cual llora silenciosamente, él se está aguantado las ganas de llorar.
Jack está sentado mirando al suelo mientras mueve una pierna nerviosamente. Y por último yo, estoy sentado pensando en lo peor pero sin querer hacerlo de verdad. Los pensamientos vienen a mi mente sin mi permiso.
Vuelvo a mirar a mis hermanos, los cuales están preocupados y tristes. Desde que la conocieron le han cogido mucho cariño, sobre todo Paddy. Esto es duro para ellos.
Los gemelos la fastidian bastante, sobre todo sobre nuestra relación, pero en realidad le tienen mucho cariño. Y Paddy... Paddy... él le cogió cariño desde el segundo uno. La quiere muchísimo y le destrozaría si supiera la verdad, además de que es muy pequeño.
Llevábamos 2 horas desde que se la llevaron y ningún doctor, ni siquiera la enfermera que me dijo que me informaría, han salido. Cada vez estoy más preocupado.
-Joven- dice alguien cerca y reconozco la voz por lo que levanto la mirada en la dirección del sonido, para encontrarme a la enfermera.
-¿Está bien?- digo levantándome de golpe y acercándome a ella. Todos se ponen de pie y escuchan atentos.
-Está muy dañada- dice y la esperanza se me va poco a poco.- Pero no habrá que operar- eso me hace soltar un suspiro de alivio.
-¿Puedo verla?- le pregunto esperanzado.
-Sobre eso...- dice haciendo una mueca.
-¿Qué pasa?- digo preocupado.
-Primero tienes que hablar con su doctor- me dice.- Hay una cosa que debes saber antes.
-¿El qué?
-Ojalá te lo pudiera decir, pero esto no puedo- dice mirándome apenada.- Pero el doctor no tardará en salir.
-Gracias- le digo intentando sonreír.
-No hay de que- dice y vuelve a entrar.
Yo me giro y me encuentro con la mirada de todos. Los ignoro mientras camino hasta mi silla para volverme a sentar. Todos se vuelven a sentar, volviendo a hacer lo que estaban haciendo.
-¿Familiares de ___ Ward?- dice un hombre saliendo de la puerta.
-Yo- digo acercándome, todos se levantan y también se acercan.
-¿Usted es...?- deja la frase a medias.
-Su novio- le digo y él frunce el ceño.
-¿Ustedes son los padres de la chica?- le pregunta a mis padres, pasando de mí.
-No, nosotros somos sus suegros- dice mi madre.
-¿No hay ningún familiar de sangre?- pregunta confundido.
-No, nadie- digo.
-¿Y sus padres?- dice el doctor y aprieto la mandíbula.
-De viaje- miente mi padre.
-¿Está bien?- vuelvo a preguntar para que se explique.
-No le ha pasado nada grave como para operar- dice y yo asiento ante la información que ya sé.- Aun así está muy dañada y débil- mis ojos pican, la lágrimas luchan por salir.
-¿Puedo pasar a verla? Necesito hablar con ella- le digo y una lágrima rueda por mi mejilla.
-Eso no va a ser posible. Estaba demasiado débil- dice haciendo una pequeña pausa.- Le hemos tenido que inducir un coma.
-¿Qué?- soltamos toda a la vez.
-Solo estará así por unos días, una semana como mucho. Necesita descansar.
En coma, coma inducido. Ella está en coma y todo por mi culpa, por no protegerla y cuidarla.
-Mamá- me giro levemente a verla. Ella me pregunta con la mirada.- Hazlo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top