Cap 54. Te he fallado.
(Tom)
Han pasado 45 minutos y no sé nada de ___. Ni siquiera me ha enviado un mensaje. Estoy preocupado ya que según lo que me ha contado ___ sobre sus padres no es muy agradable.
Estoy tirado boca arriba sobre mi cama y Hazza está en la silla de mi escritorio, la cual es giratoria, por lo que está dando vueltas.
-Está bien, no te preocupes- dice Hazza intentando tranquilizarme.
-Eso espero- digo cerrando mis ojos intentando imaginarme a ___ en el sofá tranquilamente, en vez de ver su rostro rojo por alguna bofetada por parte de sus padres.
<<Ding-Dong>> No me molesto en levantarme, ya abrirá alguien que esté más cerca. Yo sigo aquí tumbado con los ojos cerrados, necesitando relajación.
La puerta de mi habitación se abre de golpe asustándome y haciendo levantarme de golpe de la cama para quedar sentado en esta. Hazza deja de dar vueltas en la silla.
Giro mi cuerpo para mirar a la puerta, al igual que Hazza. Una Nat hiperventilando está en el marco de la puerta. Se la ve muy mal, por lo que Hazza se levanta de golpe y se acerca a ella.
-Yo, ella, llamada, mal, cortado- empieza a decir angustiada.
-Ey, cariño, tranquila- le dice Hazza a Nat.
-No, tranquila no- dice ella negando con la cabeza.
-Ven, siéntate- le digo poniéndome de pie y agarrándola del brazo para girarla a la cama.- Voy a por un vaso de agua, ahora vuelo.
Mientras voy a la cocina le doy vueltas a todo lo que acaba de pasar con Nat, su aspecto y palabras sin sentido. Parece que acabe de correr una maratón, y su cara solo reflejaba preocupación y angustia.
En cuanto a las palabras no consigo entender nada, o sea he entendido cada palabra, pero no sé qué relación tienen las palabras entre sí.
Cuando ya tengo el vaso con agua, subo de vuelta a mi habitación para encontrarme a Hazza a su lado diciéndole palabras para tranquilizarla, cosa que parece haber funcionado.
-Toma- le digo tendiéndole el vaso de agua, el cual acepta.
Se lo bebe poco a poco pero de un solo trago. Me devuelve el vaso vacío y lo dejo en la mesita de noche.
-¿Mejor?- le pregunta Hazza a Nat.
-Sí- me dice.- Gracias- dice mirándome.
-No hay de que- le digo sentándome en la silla del escritorio, dónde minutos antes estaba Hazza.
-Ahora que ya estás más tranquila, ¿nos puedes decir qué pasa? ¿Por qué has llegado así y diciendo cosas sin sentido?- le pregunta Hazza y noto lo preocupado que está. Me imagino que yo estaba igual hace unos minutos por ___.
-Es por ___- dice Nat sacándome de mis pensamientos.
-¿Qué pasa con ella?- le pregunto confundido.
-Eso es lo que pasa, que no lo sé- dice confundiéndome aún más.
-No te entiendo- le digo.
-La he llamado hace unos minutos para preguntarle si esta tarde quería hacer algo- comienza a decir Nat.- Cuando ha contestado se le notaba muy mal, solo me ha dicho una palabra.
-¿Cómo de mal?- pregunto preocupado.
-Como si no pudiera hablar, parecía que le doliera al hacerlo.
-¿Qué palabra te ha dicho?- le pregunta Hazza.
-Me ha dicho Dyl, no sé qué quería decir con eso y antes de que pudiera responder me ha colgado- dice.
A ver vamos a poner las cartas sobre la mesa. Sus padres, los cuales le pegan (al menos su padre sí) nos pilla juntos en su casa, me echan y después ___ contesta a la llamada pareciendo como si no pudiera hablar y diciendo el nombre de su hermano.
¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!
-¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!- grito poniéndome de pie.
-¿Qué? ¿Qué pasa?- pregunta Nat con el ceño fruncido pero preocupada.
-Tengo que ir a por ___- digo caminando hacia la puerta de mi habitación.
-Tom- me llama Nat por lo que me giro y veo que se ha puesto de pie.- Cuando la he escuchado así me he preocupado y he ido a su casa, pero no me ha abierto.
-¡Joder!- digo cerrando la puerta de un portazo.
Mi mirada vuelve a la de ellos, pero de fondo veo mi ventana. Coño claro, el balcón. Ignorando sus preguntas paso por su lado hasta llegar a la ventana para abrirla y salir. Apoyo las manos en la barandilla preparándome para subir cuando una mano en mi brazo me lo impide.
-Oh, no- dice Nat quién me inmoviliza con su mano en mi brazo.- Tú no te vas de aquí hasta que me expliques qué coño pasa.
-Es una larga historia no tengo tiempo- digo frustrado por el tiempo que estoy perdiendo.- Lue...
-¡Ni de coña, Tom! ¡Es mi puta mejor amiga!- grita enfadada.- Así que ahora mismo me vas a contar qué coño pasa- dice acercándose a mí de manera intimidante.
-Vale- digo después de unos segundos de silencio.- Pero la versión resumida así que no te pongas a hacer preguntas- ella asiente con la cabeza. Hazza está detrás de ella, atento a todo lo que pasa.- Los padres de ___ le pegan.
-¿Qué?- pregunta sorprendida Nat.
-Medio descubrieron lo de New York y le pegaron- sus caras de sorpresa cada vez van a más.- Solo fueron tres bofetadas o eso me dijo. Ahora creo que ha sido peor. Sus padres nos han pillado juntos esta mañana, no de esa manera, pero, aun así, y me han echado de mala manera. Estoy 100% que algo más que unas bofetadas le habrán dado.
-Nunca me dijo que le pagaban- dice Nat en shock.- Solo que discutían.
-No sé por qué no te lo contó, nunca me lo ha dicho. Supongo que no quería que te preocuparas más de lo que ya lo haces- le digo.
-O que no confía en mí.
-No, de eso nada. Sí que confía en ti. Pero a lo mejor ve que ya te preocupas suficiente por ella como para encima añadirle algo más, ya sabes cómo es ella- le digo apoyando mis manos en sus hombros.- Ahora me voy a por ella- cuando estoy a punto de subir me vuelve a agarrar del brazo por lo que me vuelvo a girar.
-Yo también voy- dice decidida.
-No, Nat- habla Hazza desde que hemos salido al balcón.- Es peligroso saltar.
-Me da igual, ___ es mi mejor ami... mi hermana, no pienso quedarme aquí sin hacer nada- dice mirando a Hazza y luego se gira a mirarme a mí.- Voy contigo.
-Bien- digo sin dar rodeos no estoy como para perder más tiempo.- Tú primera.
Ayudo a que se pongo de pie en la barandilla, agarra con una mano la mía y con la otra la de Hazza. Pega un salto, bastante bueno, y cae en el balcón de ___.
-Me toca- digo y me pongo rápidamente en mi barandilla.
-Yo voy a por ___- dice Nat y antes de poder decirle nada ya se ha ido. Salto al balcón de ___ y me giro a ver a Hazza.
Este se sube a la barandilla, quiero esperar a que salte al balcón, no quiero perder a mi mejor amigo si puedo evitar que se caiga. Pero la voz desgarradora de Nat llamándome hace que lo olvide.
-¡¡¡TOOOOOOOM!!!- grita Nat por lo que salgo corriendo hacia dentro de la casa.
(Nat)
Con mi mente todavía en shock por lo que Tom me acaba de contar decido no esperarlos, necesito ir a ver que está bien.
-Yo voy a por ___- digo y antes de que me digan algo entro a la casa.
En su habitación no está por lo que salgo de esta. La idea de que esté en la habitación de Dyl pasa por mi mente, a lo mejor está ahí por eso dijo su nombre.
Al abrir la puerta tengo la esperanza de verla, pero no está ahí. Descarto que esté en algún baño por lo que bajo directamente al piso de abajo.
Me quedo paralizada en la entrada de la sala. Está tirada en el suelo, tiene sangre en el labio inferior, saliendo del ojo izquierdo y de una herida en la sien.
Rápidamente, corro hacia ella y me agacho. Agarro su cabeza con mis manos, y me doy cuenta de que tiene los ojos abiertos, está consciente, pero no lo va a estar por mucho tiempo.
Las lágrimas comienzan a rodar por mis mejillas y sollozos salen de mi boca.
-___- es lo único que me sale antes de dar el grito más alto que he dado en mi vida.- ¡¡¡TOOOOOOOM!!!
Escucho sus pasos corriendo por todo el piso de arriba y bajar las escaleras rápidamente.
(Tom)
Ahí está, tirada, magullada y medio inconsistente. Me quedo unos segundos paralizado, pero me obligo a mí mismo a moverme. Me acerco corriendo a dónde están y Nat se aparta para dejarme verla mejor.
Su cara roja y con moratones. Una herida en la sien de la cual sale sangre, al igual que de su ojo y labio. Pequeños ruidos de dolor salen de su garganta.
-Ey, ___- digo intentando sonar lo más dulce posible. No contesta, pero levanta la vista hacia mí.- Hazza, llama a una ambulancia- le ordeno en cuanto llega a nosotros.
Él se aparta un poco de nosotros y se pone con el móvil. Vuelvo mi vista a ella y veo que se retuerce un poco y apoya sus manos en el estómago.
Con delicadeza desabotono mi camisa, la cual lleva puesta, y veo que todo su estómago está lleno de contusiones. Dejo de mirarlo cuando ___ empieza a toser.
Dirijo mi mirada a su rostro, que está apoyado en el suelo, otra vez, y al toser empieza a escupir sangre. No es la típica sangre que sueltas cuando te sangra algún diente, es más bien sangre de los órganos.
-Hazza- digo elevando la voz, mirándolo.- La ambulancia.
-Estoy en ello- dice al borde del colapso.
-Tom- dice Nat a un par de pasos de mí por lo que me giro a verla.
-¿Qué?- le pregunto.
-Se está durmiendo- dice mirando a ___. Rápidamente, dirijo mi mirada al mismo lugar que ella.
-No, no, no- digo poniendo mis dos manos en las mejillas de ___.- No te duermas, amor, por favor.
-La ambulancia ya está en camino- dice Hazza apareciendo a nuestro lado.
-Por favor, ___, no te puedes desmayar- le digo acariciando sus mejillas.
-T... Tom- dice ella con mucha dificultad.
-Sí, aquí estoy, contigo- digo mientras las lágrimas comienzan a salir.
-D... Dy... Dylan- dice y cierra sus ojos lentamente.
-No ___, no- digo desesperado.- Abre los ojos, por favor. Despierta amor.
El sonido de la ambulancia acercándose me hace ponerme alerta por lo que paso un brazo por debajo de las rodillas de ___ y el otro por su espalda, para alzarla.
-Tom, ¿qué haces?- dice Nat entre sollozos.
-Hazza, ábreme la puerta- digo en la entrada de la casa.
Este me hace caso y me abre la puerta por la que salgo cargando a ___. La ambulancia ya está parada en la acera y dos enfermeros están sacando una camilla.
Me acerco hasta llegar donde ellos, me dicen que la deje sobre la camilla cosa que hago mientras les digo que está inconsciente.
Mientras la están metiendo en la ambulancia una mano en mi brazo me obliga a girarme.
-¿Qué está pasando, Tom?- pregunta mi madre confundida y preocupada.
-___, se la llevan al hospital- le digo llorando.
-¿Por qué?- pregunta mi padre del mismo modo al lado de mi madre.
-¿Algún acompañante?- pregunta uno de los enfermeros.
-No os lo puedo contar ahora mismo- les digo empezándome a alejarme.
-Thomas, vuelve aquí- eleva la voz mi madre.
-Tengo que ir con ella- digo elevando la voz como ella.- Yo soy el acompañante- le digo al enfermero que había preguntado.
-¿Y usted qué es de la chica?- me pregunta.
-Su novio.
-¿No hay ningún familiar?- pregunta confundido.
-No- le digo frustrado, quiero que la lleven al hospital ya.
-Bien, pues suba- dice y me acerco a la ambulancia.
-Thomas- grita mi padre detrás de mí.
-Que os lo explique Hazza- digo y subo rápidamente a la ambulancia.
Me siento en un pequeño banco al lado de la camilla. Sigue desmayada, pero le han puesto una de esas mascarillas de oxígeno.
Agarro su mano y la aprieto levemente mientras le acaricio el dorso con el pulgar.
-Perdón- le susurro sin dejar de llorar.- Te prometí que estaría para ti siempre y te he fallado. Lo siento amor.
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