Cap 52. Camisa.
2/2 Especial doble capítulo
(___)
10:13 am
Me remuevo en la cama despertándome lentamente. Cuando por fin abro los ojos mi vista está fija en el techo. Los recuerdos de ayer por la noche aparecen haciéndome sonreír ampliamente. Giro mi cabeza hacia la izquierda para ver a Tom, pero no está así que giro hacia el otro lado pensando que está ahí, pero tampoco está.
Me siento en la cama dejando ver mi torso desnudo, por lo que rápidamente me tapo con la sabana. Miro la habitación buscando la ropa de Tom, pero solo están sus converse y su camisa. No sé si sigue en mi casa o se ha ido a la suya.
Me levanto con la sabana envuelta en mi cuerpo. Mi mirada capta algo en la ventana por lo que me acerco y veo que es un Post-it con la bonita letra de Tom. Hacía mucho que no veía su letra, desde la nota que pasó por debajo de la puerta, pero sin duda era preciosa.
Buenos días, preciosa.
Siento haberme ido sin avisar, pero tenía que volver a casa antes de que mi madre se enterase de que no había vuelto. He tenido que saltar por tu balcón. No te he dicho nada porque te veías muy cómoda y hermosa dormida.
Me lo pasé increíble ayer, tanto por la tarde como por la noche.
Te quiero ___♡
Sonrío ante la preciosa nota/Post-it. La guardo en la mesita de noche junto con la primera y única nota, hasta ahora, que me había escrito. Al cerrar el cajón veo la camisa de Tom en el suelo, la cual cojo.
Voy hasta mi cómoda y cojo unas bragas limpias. Con la sabana aún enrollada en el cuerpo salgo de mi habitación yendo hasta el baño. Me duele un poco mi intimidad, pero es un dolor soportable.
Enciendo el agua dejando que se caliente. Dejo las bragas y la camisa de Tom encima del lavamanos. Desenrollo la sabana y la dejo en el suelo.
Me meto en el agua dejando que esta recorra todo mi cuerpo. Me enjabono entera, frotando con delicadeza en mi zona. Me aclaro entera y salgo. Me envuelvo en dos toallas. La primera en desaparecer es la de la cabeza.
Me desenredo el pelo y me hago un moño desordenado. Me seco el cuerpo y me pongo la ropa interior. Esta vez no me pongo mi pijama, sino que me pongo la camisa de Tom, la cual me tapa hasta la mitad del muslo.
Recojo todo el desorden y me llevo la sabana a mi habitación. La dejo en el suelo al lado de la cama. De esta saco la sabana bajera y la tiro al suelo junto con la otra. También quito la colcha dejando la cama sin nada.
Del último cajón de la cómoda saco dos sabanas y una colcha limpias. Se las pongo a la cama y cojo las sucias junto con mi ropa de ayer. Cuando voy a salir de la habitación veo la bolsa del condón con este dentro lo cojo con cuidado de no mancharme y bajo a la cocina. Lo tiro a la basura para después ir a la habitación de la colada y meto todo en la lavadora para después ponerla.
11:04 am
<<Ding-Dong>> Salgo de la cocina, dónde me estoy tomando un café, para ir a abrir. De camino a la puerta miro la hora y supongo que será Nat, quién me trae a Dyl. Le pedí a Nat si se podía quedar con Dyl, pero ella tenía limpieza general en su casa por lo que solo podía cuidarlo en su casa. Como no quería que la molestara se lo pregunté a Jack pero ni él, ni sus padres podían, por lo que decidí dejárselo a Nat en su casa. Quedamos en que lo traería a casa a las 11 de la mañana, o sea ahora.
-¡Tata!- grita Dyl lanzándose sobre mí desde los brazos de Nat.
Lo cojo en brazos y le doy un fuerte abrazo para después dejar pasar a Nat. Dejo a Dyl en el suelo quién sale corriendo escaleras arriba. Cierro la puerta de casa y me giro para encontrarme a Nat con los ojos abiertos como platos mirándome de arriba abajo.
-¡¿Te has acostado con Tom?!- grita sorprendida.
-Shh, baja la voz- le digo empezando a caminar hacia la sala.
-Perdón, ¿todavía sigue aquí?- me pregunta sentándose en el sofá al lado mío.
-No, se ha ido antes de que yo me despertará- le digo haciendo que frunza el ceño.
-¿Y la camisa?- me pregunta.
-Se la ha dejado- digo encogiéndome de hombros.
-Espera un momento- dice dándose cuenta de algo.-¿No has negado que lo hayáis hecho?- dice volviendo abrir los ojos.
-¿Para qué negarlo? Es un poco obvio, voy solo en ropa interior y con su camisa- la camisa tienes 7 botones, los tres primeros los tengo desabotonados dejando ver desde mi cuello hasta la distancia entre pecho y pecho, o sea el escote. De los otros 4 botones solo tengo abotonados tres, dejando el último sin abotonar.
-¡AAAAAH!- grita emocionada.
-Sssshhhh- la mando callar otra vez.
-¿Cómo ha sido? ¿Te ha dolido? ¿Quién comenzó? ¿Surgió o lo hablasteis?- comienza a saturarme a preguntas.
-Nat- digo interrumpiéndola para que deje de preguntar tanto.- No puedes decir nada, ni siquiera a Hazza- le digo.
-No se lo diré a nadie, te lo prometo- me dice.
-Fue genial. Me dolió un poco al principio, pero no duró mucho. Surgió solo- le explico, no le diré nada más. Todo lo demás es entre Tom y yo.
-Genial, vale, pero dame detalles- dice intrigada.
-No.
-¿No?
-Nat, eso es algo privado entre él y yo- le digo.
-Joooo- se queja.- Bueno, ¿y el resto de la cita?- me pregunta con una sonrisa.
-Genial también, aunque no me llegó el dinero- digo decepcionada.- Tuvo que pagar él la cena.
-Bueno no pasa nada- dice intentando animarme.
-Ya- digo no muy convencida.
-Oye, ¿qué tienes planeado para esta tarde?- me pregunta.
-Nada- miento, tenía que ir a la tumba de mi abuela, pero eso ella no lo sabe.-¿Por?
-Bien, así podemos quedar con los chicos- dice sacando su móvil y veo que le está enviando un mensaje a Hazza.
-Claro- digo no muy segura. Ya intentaría ir a la tumba antes de quedar con los chicos.
Nat se queda conmigo hablando hasta las 2 pm. En cuanto se va hago unos bocadillos para comer y guardo dos botellas de agua en el bolso. Subo a cambiarme, dejando la camisa de Tom debajo de la almohada.
Me pongo unos jeans negros con una camiseta corta azul celeste y encima la sudadera de Tom que tengo desde poco después de conocerlo. Voy a la habitación de Dyl y le digo que hoy iremos a ver a la abuela antes.
En la entrada cojo dos paraguas pequeños y los guardo en el bolso junto con las botellas del agua. Le doy su bocadillo a Dyl y se lo empieza comer mientras sale de casa, al igual que yo. No está lloviendo por lo que podemos comer tranquilamente.
Vamos caminando, aunque haya un gran trozo, hasta el cementerio, ya que ayer me gasté todos mis ahorros por lo que no tengo para pagar un taxi. A mitad del camino yo ya me he acabado el bocadillo y Dyl está a punto.
Llegamos al cementerio y enfrente hay una pequeña floristería dónde siempre compro un ramo de rosas. Esta vez solo compro una rosa, ya que solo tengo 1 libra, la cual he encontrado en el pantalón que llevo puesto.
Entramos al cementerio y Dyl va delante saltando alegremente, no puedo evitar sonreír levemente al verlo tan feliz, siempre se pone así cuando venimos. Al llegar a la tumba, le doy la rosa a Dyl. Yo quito las que ya están marchitas y él deja la nueva, como siempre hacemos.
Esta vez solo me agacho, ya que si me siento me mancho porque la hierba está mojada. Nos quedamos ahí un rato bastante largo hablando con ella. Dyl le habla de sus nuevos amigos, los que ha hecho en el cole. No habla muy bien, pero algo se consigue entender.
Yo le hablo sobre Ileana y lo buenas amigas que nos hemos hecho. También le hablo sobre Tom y nuestra cita de ayer, obviamente no nombro, pero sí insinúo lo que pasó por la noche, lo digo feliz obviamente.
3:09 pm
Nos despedimos de ella y volvemos a casa.
3:41 pm
Cuando llegamos veo a los tres en la puerta de mi casa sentados en las escaleras del porche.
-¡Haz!- grita Dyl llamando la atención de los tres mientras corre hacia él.
Este se levanta y lo coge en brazos dándole una vuelta en el aire. Yo sigo quieta en mi sitio durante unos segundos para después empezar a caminar hacia ellos.
-Hola- les saludo mirando a cada uno. Nat está con el ceño fruncido, Hazza feliz hablando con Dyl en sus brazos y Tom me sonríe, acto que le devuelvo.
-¿Dónde estabas?- me pregunta Nat confundida.- Me habías dicho que no tenías planes. ¿Dónde has ido?
-Abu- dice Dyl haciendo que todos lo miremos.
Nat lo mira confundido al igual que Hazza. Tom lo mira sorprendido y yo también, pero también nerviosa, no quiero que nadie más aparte de Tom lo sepa. Sé que puedo confiar en Nat y Hazza, pero, aun así, no creo que sea el momento. Miro a Tom en busca de ayuda, pero él me mira sin saber qué hacer.
-¿Abu?- pregunta Hazza.
-¿Abuela o abuelo?- pregunta Nat.
-No... em... no se refiere a eso- miento.- Hemos ido al parque... al parque dónde van muchos abuelos a pasear. Él... él le llama el parque abu.
-Valee- dice Hazza no muy convencido mientras que Nat solo me mira con los ojos entrecerrados.
-¿Entramos?- pregunta Tom cambiando de tema, lo cual agradezco mentalmente.
-Claro- dice Hazza subiendo las escaleras. Le doy la llave a Nat quién sube y abre la puerta dejando pasar primero a Hazza con Dyl para después entrar ella.
-Gracias- le susurro a Tom cuando estoy a su lado.
-No hay de que- me dice de la misma manera.- ¿Has ido al cementerio, verdad?
-Sí- le digo llegando a la puerta.
-¿Entráis o qué?- pregunta Nat desde la sala.
-Ya vamos- digo elevando la voz para que me escuche.
-Siento haberme ido esta mañana sin avisar, es que le cambié el turno de paseo de Tessa a Harry para poder ir a la cita contigo. Mi madre no podía saber que no había dormido en casa o me iba a dar una charla. Era la única opción, no te quería despertar- me explica.
-No pasa nada- le digo sonriéndole.- Te quiero- digo acercándome para besarlo.
-Yo también- me dice cuando nos separamos.- Por cierto me he dejado aquí las converse y la camisa- dice mientras entramos y cierro la puerta.
-La converse sí, están en mi habitación, pero tu camisa no me suena haberla visto- miento, no quiero que se la lleve.
-¿Puedo ir a mirar?- me pregunta.
-Claro- digo y él comienza a subir las escaleras conmigo detrás.
Entra a mi habitación y coge sus converse con una mano mientras se pone a buscar la camisa por el suelo. Yo lo observo desde dentro de la habitación a un metro de distancia de la puerta, a la cual le estoy dando la espalda.
Me aguanto la risa que quiere salir al verlo buscar, sé que no la va a encontrar. Levanta la vista para mirarme y yo intento parecer lo más neutral posible.
-¿Dónde está mi camisa, ___?- me pregunta con una sonrisa divertida.
-No lo sé- miento apretando mis labios.
-Es mi favorita- me dice sin borrar la sonrisa.
-De verdad que no sé dónde está, si la encuentro te la doy- miento descaradamente mientras me encojo de hombros.
Él me mira con los ojos entrecerrados, pero con una sonrisa. Lo miro a los ojos durante unos segundos mientras me muerdo el labio inferior tímidamente. Bajo la mirada al suelo presionada por su intensa mirada.
-Ya me compraré otra- dice haciendo que vuelva a mirarlo.
Deja de mirarme con los ojos entrecerrados, comienza a caminar hacia mí, pero me rodea para salir de mi habitación. Sonrío victoriosa por mi logro.
-___- dice detrás de mí.
Me giro a verlo, está apoyado en el marco de la puerta. No dice nada, solo sonríe de lado y me guiña el ojo para después girarse e irse. Agradezco se haya ido, ya que me vuelvo a morder el labio inferior, ruborizada.
Dirijo mi mirada hasta mi cama, a la almohada más concretamente y sonrío al pensar que ahí está su camisa. Salgo de la habitación y bajo las escaleras para ir a la sala dónde están los 4. Tom al verme me sonríe divertido, yo le sonrío de lado y me siento a su lado. Al hacerlo apoyo mi cabeza en su pecho y él pasa su brazo por mi espalda.
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